“Love is just a four letter word”, de Bob Dylan (1968)
Bueno. ¿Me
extrañaron? Seguro que no. Pero aquí estoy igual, continuando con
la interrumpida serie “Romant... bué, ponele sí, romántico masomeno”. El tema
de hoy lo tenía agendado como última canción de la serie (antes venían una en
francés y otra en castellano), pero decidí adelantarlo por un motivo tan
sencillo como oportunista: su autor hoy recibió el Premio Nobel de Literatura.
Mi hermana la tercera, la profesora de Literatura, está
que trina, con el asunto. Con furia, me enumeró sin repetir y sin soplar quince
autores que merecerían más el Nobel de Literatura que Bob Dylan (y eso, hasta
que tuvo que parar para tomar aire, y entonces aproveché y le pasé el mate,
para que no siguiera). Y después de sorber el mate, empezó a hablarles a los
académicos suecos, y no les dijo “linden”, precisamente.
Pero a mí me encanta que lo haya ganado Bob. Por primera
vez yo, que no leo nada más extenso que una lista de compras, puedo decir que
conozco la obra del Premio Nobel de Literatura de este año.
¿Que no lo merece? ¿Que sí lo merece? A quién le importa.
No les demos a los académicos suecos más valor que el que tienen. Para lo que
sí sirve esto (aparte de para que yo me luzca) es para que la gente tome
conciencia de que una canción forma parte a la vez de la literatura y de la
música (cosa que los académicos de la Lengua y los académicos de la Música
tienden a olvidar y/o menospreciar).
También me luzco retrospectivamente ya que estoy, porque
este año, prefigurando el Nobel, ya reseñé dos temas de Bob: “It ain`t me, babe”
y “Like a rolling stone”. Les pueden no gustar las canciones, les pueden no
gustar la letra: pero que es literatura, es (digo en voz baja, para que no se
enoje mi hermana la tercera).
Como tercera y última (al menos esta temporada) canción
de Bob Dylan, aquí la emprendo con una de mis favoritas, si no la más favorita
mía: “Amor es solo una palabra de cuatro letras”. Un título que es una
definición y a la vez, un juego de palabras, pues “four-letter words” es una
expresión que se usa, en inglés, para hablar de las malas palabras (en ese
idioma tienen, muchas de ellas, efectivamente cuatro letras).
O sea: el título ningunea al amor (como una palabra
vacía) y también lo embarra (como una mala palabra). “No se puede vivir del
amor”, diría Calamaro (declarado fan de Bob), pero Dylan lo dice mejor.
Musicalmente, la canción es repetitiva, aguda, hasta
molesta, cuasi hipnóticamente te va llevando hasta el final de la estrofa (que
siempre, para todas las estrofas, es la frase del título). O sea: el Nobel de
Música no sé si se lo darían, a Bob. Y menos si lo escucharan cantar, porque
canta, redondamente, para el orto (por decirlo con una palabra de cuatro
letras). Por eso, como ya dije, la mejor versión de una canción de Bob nunca es
la cantada por él. En este caso, yo elegí, otra vez, la de Joan Baez, premio
Nobel del Canto 1968 (en mi mente al menos).
Vamos a la letra, entonces: es poema; a la vez es casi
una novela concentrada (pero que no me oiga mi hermana por favor). La historia
que se cuenta es intrincada, compleja, y dura toda una vida: comienza con un
racconto, un recuerdo lejano de una escena sin importancia, un encuentro casual
entre casi extraños. En la primera estrofa él está en un bar, sentado con un amigo y con la mujer de
él, ella tiene un bebé en las rodillas y él la escucha hablar, oh paradoja, de
un mundo más libre. Y entonces escucha, de la boca de ella, por primera vez una
frase curiosa, absurda: “Amor es solo una palabra de cuatro letras” (o, si
prefieren: “Amor es una mala palabra”).
Ambos varones se quedan mudos, ante esa definición, de
modo que se pueden escuchar con claridad los maullidos de los gatos, tras el
escaparate del bar Gitano atiborrado de chucherías. Él (el cantor) se explica:
yo no tenía experiencia, no podía retrucarte nada (igual, ella le hablaba al
otro, al padre de su hijo, no a él).
Fíjense que en esta segunda estrofa, el cantor ya pasó a
hablarle directamente a ella, ya no habla de ella como una desconocida lejana
en tercera persona. Ahora, “ella” es “tú”. Está ahí con él (en su memoria o en
cuerpo presente, no lo sabemos) y él le habla como a una amiga (o una amante,
ya que estamos).
En la tercera estrofa, él resume su vida entera. Con
versos profundos y, a la vez, vagos (y no estoy hablando de mí mismo en este
caso), el cantor define el quid de su existencia, el camino de su vida, signado
por la búsqueda de un amor que nunca tuvo éxito: “aunque intenté y fracasé en
hallar cualquier puerta”, dice, y ya sabemos (si me estuvieron escuchando los
últimos añitos) que las puertas son una metáfora de las relaciones
amorosas/sexuales. Pero el cantor aclara que, por más que él fallaba y fallaba
en encontrar el amor, igual pensaba (o podría haber pensado) que eso de que “amor
es solo una palabra de cuatro letras” era la frase más absurda del mundo. (Es
una estrofa hermosa esta, a mí me encanta, tiene casi el tono de una parábola.)
En la cuarta estrofa le aclara a ella que no tenía idea
de qué significaba esa frase para ella, en ese momento en que la dijo, tantos
años atrás, en el bar Gitano. Y que como no sabe lo que significaba para ella,
él lo único que puede hacer es interpretarla desde su propio punto de vista
(ahora ya pasó el tiempo, ya sí tiene experiencia). Ahora sabe que el amor
viaja libre y sin equipaje, navegando sin razones por las personas equivocadas.
Ahora sabe que no dura eternamente, y que él mismo es quien evitó, aunque lo
buscaba, encontrarlo. Y por eso ahora sabe (no tiene dudas) que esa frase
ridícula, signifique lo que signifique, es estrictamente cierta: amor es solo
una palabra de cuatro letras.
Y en la estrofa final ella está allí con él. En cuerpo
presente. Me gusta imaginar (aunque el cantor no lo asegura) que son
amantes-amados, y él reflexiona sobre qué extraño es el mundo y el amor, y
cómo, tras tantas vueltas de la vida, él ahora solo puede decirle a ella, casi
como una broma, con la timidez de quien le da la lección a la maestra, esa
frase que tiene ahora, entre los dos, un sentido nuevo: amor es solo una
palabra de cuatro letras.
Aunque yo no le creo, por supuesto. No creo que ni
siquiera el cantor mismo (ni Bob) crean eso. El amor no es solo una palabra (buena
ni mala), por más que en su nombre se cometan crímenes atroces, injusticias y
desmanes. Y por más que el último verso parece confirmar el título, la
conclusión de esta canción no es, ni podría ser nunca, que amor es solo una
palabra. Me explayaría para que comprendieran mi idea, pero me da fiaca. Ténganme
fe.
Por todo lo dicho y no dicho: qué gran canción esta. Eso
opino yo, al menos, que me cago (4 letras) en la puta (4 letras) Academia de Suecia.
Pero nunca en un tal Bob, que es mi amigo aunque él ni me
conozca.
Love is just a four
letter word
Seems like only yesterday
I left
my mind behind
Down
in the Gypsy Café
With a
friend of a friend of mine
She
sat with a baby heavy on her knee
Yet
spoke of life most free from slavery
With
eyes that showed no trace of misery
A
phrase in connection first with she I heard
That
love is just a four letter word
Outside a rambling storefront window
Cats
meowed to the break of day
Me, I
kept my mouth shut, too
To you
I had no words to say
My
experience was limited and underfed
You
were talking while I hid
To the
one who was the father of your kid
You
probably didn’t think I did, but I heard
You
say that love is just a four letter word
I said
goodbye unnoticed
Pushed
towards things in my own games
Drifting in and out of lifetimes
Unmentionable by name
Searching for my double, looking for
Complete evaporation to the core
Though
I tried and failed at finding any door
I must
have thought that there was nothing more
Absurd than that love is just a four letter
word
Though
I never knew just what you meant
When
you were speaking to your man
I can
only think in terms of me
And
now I understand
After
waking enough times to think I see
The
Holy Kiss that’s supposed to last eternity
Blow
up in smoke, its destiny
Falls
on strangers, travels free
Yes, I
know now, traps are only set by me
And I
do not really need to be
Assured that love is just a four letter word
Strange it is to be beside you
Many years and tables turned
You'd probably not believe me
If I told you all I've learned
And it is very, very weird indeed
To hear words like forever plead
Those ships run through my mind, I cannot cheat
It's like looking in the teacher's face
complete
I can say nothing to you but repeat what I
heard
That
love is just a four-letter word |
Amor es solo una palabra de
cuatro letras
Parece que fue ayer
dejé mi mente volar
allá en el Café Gitano
con la amiga de un amigo mío,
ella se sentaba con un niño en su rodilla
pero hablaba de una vida más libre de esclavitud
con ojos que no mostraban señales de miseria
oí una frase en conexión inicial con ella:
que amor es solo una palabra de cuatro letras.
Fuera de un cambalachesco escaparate
gatos maullaban al amanecer.
Yo me quedé callado también,
para ti no tenía palabras que decir.
Mi experiencia era limitada y desnutrida
le hablabas mientras yo me escondía
a aquel que era padre de tu hijo,
probablemente no lo advertiste, pero escuché
que dijiste que amor es solo una palabra de cuatro letras.
Dije adiós sin ser notado,
llevé el agua hacia mi molino
vagando dentro y fuera de vidas
cuyos nombres no pueden decirse
buscando a mi doble, esperando
una completa evaporación hasta el fondo
aunque intenté y fracasé en hallar cualquier puerta
debí pensar que no había nada que fuera más
absurdo que que amor es solo una palabra de cuatro letras.
Aunque jamás supe qué querías decir
cuando le hablabas a tu hombre
solo puedo pensar en mis términos,
y ahora comprendo
después de despertar suficientes veces para pensar veo
el Beso Sagrado que se supone dure eternamente
disipado en el humo, su destino
cayendo en extraños viaja libre.
Sí, lo sé ahora, yo soy quien puso las trampas,
y realmente no necesito que me
aseguren que amor es una palabra de cuatro letras.
Es extraño estar a tu lado
Tras tantos años y tantas vueltas de la vida.
Probablemente no me creas
si te contara todo lo que aprendí.
Y es muy, muy extraño en verdad
escuchar palabras alegadas hace tantísimo,
esos barcos navegan por mi mente, no puedo mentir
es como buscar de lleno en la cara del maestro
no puedo decirte nada excepto repetir lo que oí:
que amor es solo una palabra de cuatro letras. |
Hasta la próxima semana, que vaya a saberse cuándo será,
DJ
Vago
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