solo un tema por semana,
y con que le guste al diyei alcanza

lunes, 27 de mayo de 2024

[288] La única canción que ilumina es la que arde

“Fuego” (2005) de Intoxicados


Solo porque acá en mi barrio hace un frío bárbaro, empiezo aquí una serie dedicada a canciones sobre el fuego, que titularé “La única canción que ilumina es la que arde”.



Hay montones de canciones que incluir, porque el fuego es un tema luminoso para una buena canción. Pero por empezar, empezaré hoy con una canción que se titula con esa palabra y nada más: “Fuego”, de Intoxicados, banda que duró solamente entre 2000 y 2009, liderada por Pity Álvarez (quien cumplió condena por homicidio mientras era tratado por sus adicciones, y ahora ya anda libre).

Pero mucho antes de eso, Pity ya tenía una relación estrecha con el fuego. Recién egresado del secundario, comenzó a trabajar como encargado de seguridad en una fábrica; siempre insistía con que cargaran los matafuegos, pero el jefe decía que no, que no había plata para eso. Un día la fábrica se incendió, y Pity estaba dentro y recibió quemaduras de segundo grado en un 80% de su cuerpo, lo que le dejó graves secuelas físicas y, sobre todo, psicológicas, incluyendo alucinaciones sobre incendios y personas quemadas. Años después se quemó la casa de su novia de entonces, Marcela, y allí decidió componer esta canción, aunque estuvo a punto de no grabarla, porque en diciembre de 2004 ocurrió Cromañón (un incendio en un recital de rock con más de cien muertos), y era difícil escuchar una canción como esta con ese trágico siniestro tan cerca.

Musicalmente, esta es una balada, un rock lento que suena, como casi todos los temas de Intoxicados, un poco a canción de Calamaro. Pero esa onda melancólica y tranquila de la canción contiene una tensión, un peligro inminente, porque la letra es el relato de un incendio que está ocurriendo ahora, ya.

De entrada hay una referencia al cuento “Pedro y el lobo” (la memorable pero básica historia del chico que bromea diciendo que viene un lobo solo para ver correr a la gente, hasta que cuando viene el lobo de verdad nadie se acerca a ayudarlo). Solo que aquí, lo que hace estallar las alarmas de él son siempre incendios:

 

Esta vez es en serio, no estoy mintiendo:

algo se prende fuego.

Sé que muchas veces dije que el lobo venía,

pero esta vez el lobo está acá.

 

Y enseguida empieza la descripción de cómo el fuego está consumiéndolo todo, todo lo que él tiene y todo lo que es. Y aunque deja en pie la posibilidad de que este fuego sea también una alucinación (esas falsas alarmas de antes), aclara que, a diferencia del Pedro antedicho, él no engaña a nadie, está sintiendo en su propio cuerpo ese fuego que declara:

 

Se prende fuego, mi pelo, mi piano, mis discos,

la ropa y el perro.

Puede ser que otra vez no sea cierto,

pero siento como el fuego me quema por dentro.

 

La canción avanza y él decide que no va a limitarse a gritar fuego: pide ayuda, que le pasen un balde de agua, un matafuegos. Porque sabe que puede terminar quemado, pero no va a aceptarlo de brazos cruzados como un bonzo, va a presentar pelea:

 

Dame un balde de agua o de arena

o pasame el matafuegos.

El incendio está cerca y no voy a quemarme

sin antes pelear.

 

Y llega el estribillo, que es, para mí, bastante genial, porque se limita a repetir una única palabra:

Fuego, fuego, fuego, fuego, fuego, fuego.

 

No hace falta más. Aunque sí, en medio de los “fuego, fuego” sí agrega un verso más, un pedido de ayuda extra:

Estamos enfermos, perdonennós.

Que es una cita a un tema de Virus, “Pecados para dos”, donde Fede Moura cantaba casi exactamente esas palabras (Pity es declarado admirador de Virus). Esta línea abre la puerta (para que salga el humo y) para interpretar toda la canción en forma metafórica, y considerar que el fuego puede ser, además de fuego, que no es poco, una imagen para otra calamidad imparable contra la que vamos a rebelarnos, como podría ser la adicción a una droga, el devenir de una pasión o un gobierno dispuesto a y empeñado en matarte de hambre, de frío, de vergüenza ajena o de lo que te agarre primero.

El videoclip me resulta conmovedor también, con el antes y el durante de un recital de la banda en el Luna Park (cuando hacían buenos espectáculos allí), con imágenes de los jóvenes fans (incluyendo la chica que pide que abran las puertas rápido porque hace un frío bárbaro).

Acá va el link a la canción, y la letra:

https://www.youtube.com/watch?v=k7KhaeFufgE

 

Fuego

Esta vez es en serio, no estoy mintiendo:

algo se prende fuego.

Sé que muchas veces dije que el lobo venía,

pero esta vez el lobo está acá.

Se prende fuego, mi pelo, mi piano, mis discos,

la ropa y el perro.

Puede ser que otra vez no sea cierto,

pero siento como el fuego me quema por dentro.

 

Dame un balde de agua o de arena

o pasame el matafuegos.

El incendio está cerca y no voy a quemarme

sin antes pelear.

 

Fuego, fuego, fuego, fuego, fuego, fuego.

Estamos enfermos, perdonennós.

 

Y eso es todo, sobre esta canción más melancólica que ardiente y más enternecedora que lacerante, pero que deja ampollas al escucharla.

 

Pero para completar, menciono otras canciones que se titulan “Fuego”… en otros idiomas. Solo para que admiren mi brillo, poneling.

 

- “Fire”, de la banda coreana de k-pop BTS. Más allá de la coreo y los cutis impecables, tiene su interés, el tema, donde quien canta se presenta como un nadie, un cero a la izquierda: dice que está bien ser un perdedor y propone que los perdedores se junten y salgan a quemarlo todo. Así que es, diría, el más anarquista de los temas de k-pop que escuché.

https://www.youtube.com/watch?v=4ujQOR2DMFM

 

- “Fire”, de Scooter. El tema es ochentoso y bastante insufrible, pero sí tiene (después de la intro con recitado tipo Julio Sosa, y antes del rap pálido y mal entonado) el mejor y más convincente grito de “¡Fuego!” de todas estas canciones.

https://www.youtube.com/watch?v=uOV2KWDREB8

 

- “Foc” de Roser. La cantante pop catalana Roser nos trae una persecución futurista en motos voladoras y advierte que ella es “el fuego que tenés dentro”. No es un gran tema, pero me gustó la onda de música árabe que da vueltas por toda la canción.

https://www.youtube.com/watch?v=u9vrRe39pYc

 

- “En feu”, de Soprano. De entrada, la propuesta es similar a la de Intoxicados: él está prendiéndose fuego. Solo que enseguida se aclara que este fuego (a diferencia del del Pity) sí es metafórico, y lo que se dice es que él está “on fire”, que está en una onda ganadora e imparable de confianza (y se hacen montones de comparaciones con personalidades célebres del deporte, la música y demás que también estuvieron “on fire”). El tema es simpático y pegadizo, y me gusta la línea inicial “J'suis en feu, j'suis chaud, j'suis chaud” (“estoy en llamas, estoy caliente, estoy caliente”).

https://www.youtube.com/watch?v=iUCJhD_2zmA

 

- Feuer, de Faun. La banda alemana de rock medieval nos propone que en este mundo en que gobiernan los asesinos y las mujeres son quemadas (vale para todas las épocas, diría), es hora de que un dragón se despierte y prenda todo fuego. Amén.

https://www.youtube.com/watch?v=-J4AuEj4zHE

 

Y eso es todo por hoy. Prendan, que ya llego y toy tiritando.

DJ Vago

sábado, 18 de mayo de 2024

[287] Pinché tu muñeco

“I put a spell on you”, del Gritón Jay Hawkins (1956), y “Brujería”, de Los Tipitos (2004)

 

Volví, ¿me extrañaron? No les voy a creer, pero igual díganme que sí.

Me tomé un año vagático. Me dormí el día de San Patricio del año pasado y desperté recién, más o menos como le pasó a la Bella Durmiente, pero sin belleza, título nobiliario, castillo, fortuna a heredar ni lastimadura en el dedo, y me desperté por mi cuenta nomás (bien ahí), sin beso no consentido, gracias.

Un año. Un añito. No creo que me haya perdido mucho. No hubo mundial ni juegos olímpicos, ya habíamos pasado la pandemia, el gobierno era bastante malo y musicalmente estábamos como estábamos, no me hagan hablar de ese tema. Me perdí las elecciones, pero no creo que hayan hecho ningún desastre con eso, ¿verdad? Ya me iré enterando, en todo caso.

Pero vamos a lo nuestro, que me quedo dormido de nuevo. Me desperté pensando en que mi sueño anual había sido causado por un malévolo hechizo, y seleccioné en mi mente, para mi gran volversinquemellamen de hoy, dos grandes y dramáticas canciones sobre hechizos.



La primera, mundialmente famosa, es “Te lancé un hechizo” (“I put a spell on you”), de Screamin´ (“el Gritón”) Jay Hawkins, en 1956. Es una especie de blues, pero (el que avisa no es traidor) muy gritado, poco cantado y muy actuado.

Si ven el clip de la versión original de Screamin´ Jay Hawkins, podrán apreciar cómo es prácticamente un sketch humorístico, con Hawkins vestido de brujo africano y más preocupado por gritar que porque se entienda lo que está diciendo. Que es una actitud muy roquera, por cierto, nadie le negará eso.

https://www.youtube.com/watch?v=7kGPhpvqtOc


I put a spell on you

 

I put a spell on you

Because you're mine

Stop the things you do

Watch out

I ain't lyin'

Yeah, I can't stand

No runnin' around

I can't stand

No put me down

I put a spell on you

Because you're mine, ohh yeah

Stop the things you do

Watch out

I ain't lyin'

I love you

I love you

I love you, anyhow

I don't care if you don't want me

I'm yours right now

I put a spell on you

Because you're mine

Te lancé un hechizo

 

Te lancé un hechizo

porque sos mía.

Dejá de hacer lo que hacés.

Cuidadito.

No estoy mintiendo.

Sí, no lo aguanto.

Dejá de dar vueltas por ahí.

No lo aguanto.

No me hagas poner mal.

Te lancé un hechizo

porque sos mía, oh sí.

Dejá de hacer lo que hacés.

Cuidadito.

No estoy mintiendo.

Te amo,

Te amo,

Te amo

No me importa si no me querés,

soy tuyo ahora mismo.

Te lancé un hechizo

porque sos mía.

 

 

La letra es simple y bastante básica: en este himno a los celos tóxicos, él le advierte a ella (supongamos que es una ella) que tenga cuidado y se porte bien (“dejá de hacer las cosas que hacés / dejá de dar vueltas por ahí”) y confiesa, sin ningún prurito, que le lanzó un hechizo para retenerla, simplemente “porque sos mía”. Lo que resulta un poco contradictorio: si fuera de él de verdad, no habría necesitado lanzarle ningún hechizo para atarla. Pero bueno, los celos son irracionales de por sí, no le pidamos peras al olmo ni pensamiento reflexivo al Gritón Jay Hawkins. Por cómo viene la canción, el “te amo te amo te amo” del final, no por repetido, suena muy sincero, sino más bien es una amenaza más: ojo que te amo eh. Cuidadito.

La verdad, es muy difícil ver una buena canción en esta performance. Por eso fue tan genial que Nina Simone, casi una década después (1965) haya tomado esta canción y la haya convertido en lo que hoy es: una gran canción. No solo la cantó bien (más que bien: increíble), sino que la hizo seria: le agregó música de verdad y la interpretó en serio. Ahora quien canta es una ella, y el destinatario es un él (el único verso que agregó Nina, respecto de la letra original, es un “más te vale que no lo hagas, papi”, que define que el receptor de la canción es un varón). La cantora se declara orgullosamente bruja y dispuesta a todo para retener a su hombre y evitar que tontee por ahí con otras chirusas. Y lo enfermizo de los celos y el amor posesivo se hace tan denso como creíble, en esta versión: ya no es un chiste. Uno le cree a ella, cuando dice que está dispuesta a todo (incluso a lanzarle una maldición eterna) para retenerlo a su lado.

Escuchen la versión de Nina:

https://www.youtube.com/watch?v=ua2k52n_Bvw

 

A partir de este cover tan favorecedor, el tema de Hawkins sí se convirtió en una canción buena y tuvo, a lo largo de las décadas y hasta nuestros días, montones de covers por músicos ultradiversos (Creedence [que la cantó en Woodstock], The Animals, Marilyn Manson, Jeff Beck con Joss Stone y muchos más).


Para complementar ese hechizo elegí una canción más cercana en tiempo y en espacio: “Brujería”, de la banda marplatense Los Tipitos (de quien ya comenté, años ha, “Campanas en la noche”).

No sé si es una gran gran canción, pero me encanta. Está armada en dos partes espejadas, en un ida y vuelta como el del Werther (me dijo mi hermana la tercera, yo no leo).

En la primera mitad de la canción él empieza declarando en forma abierta y fehaciente que no cree en hechizos. No solo no cree, sino considera que “nadie puede hablar en serio de algo así / nadie puede tragarse ese buzón”. Pero de inmediato cuenta una historia de amor, un encuentro cerca del mar, y cómo ella le confiesa que le hizo una brujería, un hechizo con muñeco vudú incluido. Lo dice con una frase (“pinché tu muñeco”) que en varias partes de este país sería probablemente censurada, por el significado subido de tono tanto de “pinchar” como de “muñeco”. No queda mal, en todo caso, la semivelada alusión sexual del hechizo de amor.

Él, que no cree en maleficios, se ríe para adentro y piensa “Eso no me alarma”. Pero de inmediato la vida refuta su confianza: pasó el tiempo, la historia de amor terminó, pero él sigue presa del hechizo y no puede olvidarla. La brujería no lo ata a él físicamente (como en “I put a spell on you”), sino que ata su memoria a un recuerdo que nunca se va.

En la segunda mitad de la canción, él termina creyendo en eso de lo que antes se burlaba, y él mismo prepara los ingredientes de un hechizo de revancha, con tal de revertir la brujería original y, al fin, lograr olvidarla. Pero el resultado no es el esperado: 

Y entonces: brujería,

hice brujería. Pinché su muñeco

y grité: “Quiero olvidarla”.

Y ahora no puedo

resucitarla.

 

Ese “no puedo resucitarla” es inquietante y ambiguo, porque implica, claro, que ella murió. Podría ser solo una imagen: ella estaba lejos, muerta para él, y él no logra traerla de nuevo a su vida. O también podría ser que ella murió de verdad, a causa del hechizo (el alfiler que atraviesa el corazón del muñeco causa la muerte de la chica real), y que la magia de él no es tan fuerte como para resucitarla en serio. Cada quien elija la opción que le parezca, no voy a obligarlos a nada. Es, en todo caso, una bella canción de rock, que se te pega bastante a la mente y es difícil de sacarla de allí, por más crucifijos y cintas rojas que uno emplee.

https://www.youtube.com/watch?v=FHYvYopdB4I

 

Brujería

Nadie puede hablar en serio de algo así.

Nadie puede tragarse ese buzón.

Crucifijo, cinta roja, ristra de ajo: nadie puede.

Di con ella un verano

en un pueblo, una casa

muy cerca del mar.

Nos perdimos en la noche,

nuestros brazos, en los besos.

 

Y dijo: “Brujería.

Hice brujería. Pinché tu muñeco.”

Me dije: “Eso no me alarma”.

Y ahora no puedo

Olvidarla.

 

Me di cuenta enseguida

que nada de esto sería difícil de abordar.

Yo no creo en los milagros,

pero a ver si hoy suceden.

Una noche como aquella

donde tropecé con ella, a orillas del mar

puse velas, paños rojos, crucifijo, ristra de ajo.

 

Y entonces: brujería,

hice brujería. Pinché su muñeco

y grité: “Quiero olvidarla”.

Y ahora no puedo

resucitarla.

 

Y eso es todo por hoy, creo. Como bonus track, algunos covers:

 

- “I put a spell on you”, la misma versión de Nina Simone, pero con un flamante videoclip oficial (como decisión artística, me pareció un espanto: el clip muestra, básicamente, a tres modelos bailando; en teoría con “looks” de Nina, pero no recuerdo que Nina Simone se vistiera con transparencias o mostrando el culo). Son lindas las modelos, sí, pero solo intentan distraernos de la impresionante voz de Nina.

https://www.youtube.com/watch?v=WCjzNfJLHa0

 

- Mezcladito de diversos covers de “I put a spell on you”:

https://www.youtube.com/watch?v=rE3pD2Eidb0

 

- Cover acústico de “Brujería” por Willi Pancioli (el cantante de Los Tipitos) con Gonzalo León:

https://www.youtube.com/watch?v=rpg-vQ_Y6f8

 

Y me voy. Cuidadito con lo que hacen, eh. Y olvídenme (si pueden).

DJ Vago