“Enter Sandman”, por Metallica, en su disco The Black Album (1991)
(Dedicado a Marco Terraneo)
Antes que todo: no me vengan con “no me gusta el rock
pesado”. Esas declaraciones de
principios lo único que hacen es que nos perdamos de disfrutar buenos temas.
OK, a mí no me gusta el reguetón, pero si alguna vez se hiciera un reguetón con
una gota de talento musical y cuya letra incluyera una idea un poco más
compleja que “agitá el culo”, estoy dispuesto a escucharlo y hasta a retractarme,
si amerita. No me gusta Arjona, pero si un día Arjona se olvida de sí mismo, es
poseído por el espíritu vivo de Bob Dylan y se le ocurre componer un buen tema,
ponele que lo escucho (pero es un escenario poco probable). No me gusta la
bailanta, en líneas generales, pero hay varios temas bailanteros buenos o al
menos interesantes (curiosamente, o no, varios fueron creados por músicos que
vienen de otro palo, como el rock, el pop o la canción melódica; solo por
mencionar algunos: “Un lugar”, de Julieta Venegas; “Pizza conmigo”, de Alfredo
Casero; “Las tres marías”, de Andrés Calamaro; otro día les paso el listado
completo).
En síntesis: les recomiendo lo mismo que a los chicos que no
quieren comer las verduras o el pescado: que prueben primero, y escupan
después.
El metal tiene, como todos los géneros, grandes fiascos,
bandas comerciales ultra-sobreestimadas (como Kiss), grupos que se repiten a sí
mismos constantemente y exprimen al máximo sus limitados recursos (como AC/DC)…
pero también buenos exponentes, bandas imperdibles, grandes músicos.
Metallica no es la mejor banda, ni son los más talentosos.
Sin embargo, hicieron varios temas decentes, y este en particular, “Enter
Sandman” (es difícil lograr una buena traducción de este título: “Entra Cuco” sería
erróneamente aceptable) es una de las mejores canciones de rock (no solo
“pesado”, sino de todo el rock). Está entre las diez mejores de mi ranking. Si
me dan ganas, después se los paso.
El autor de la letra es James Hetfield, el cantante; pero
antes de existir la letra, todo comenzó con el famoso y siniestro riff que
inicia y domina el tema (tan, tara-tatum), compuesto por el guitarrista de la
banda, Hammett. En una primera instancia, Hetfield había hecho una primera
versión de la letra, que trataba sobre el espinoso tema de la muerte súbita de
los bebés. La letra era tan mala que el baterista Lars Ulrich y el productor
Bob Rock (ojalá sea un alias) decidieron dejar de lado el urbanismo y la
amabilidad amistosa que los caracterizaba: encararon a Hetfield y le dijeron que
se pusiera las pilas, que pensaban que era capaz de escribir algo un poco mejor
que esa mierda. Esto impactó a Hetfield: como nadie nunca había criticado sus
letras, pensaba hasta entonces que era muy bueno escribiendo (es increíble cómo
la mayoría de la gente que agarra una lapicera cree que sabe escribir bien,
cuando en realidad solamente unos pocos son buenos de verdad).
En su segundo intento, sin embargo, James logró una joyita
de letra, tomando como eje los sueños infantiles y el Sandman, el Hombre de
Arena, sumándole referencias a las plegarias nocturnas al Ángel de la Guarda , las canciones de
cuna, cuentos de hadas y hasta Peter Pan.
En la tradición yanqui, el Sandman da sueños felices o
pesadillas, echándoles arena mágica en los ojos. Pero een su origen alemán, der Sandmann camina sobre pesados pies arenosos, les echa arena a los ojos abiertos de los niños para enceguecerlos, les arranca esos ojos irritados y se los lleva [a los ojos] en un saco para alimentar a sus niños-cuervos, que viven en la Luna. La idea es que, para evitar todo esto, los chicos cierran los ojos y se duermen. Mucho mejor que andar aportando argumentos o entrar en discusiones con los infantes sobre la hora de dormir. Al menos, eso pensaban los padres alemanes del siglo XIX. Así les fue. Recomiendo el excelente cuento largo Der
Sandmann (“El hombre de Arena”) de E.T.A. Hoffmann, una de las cumbres de
la literatura siniestra.
Metallica tomó la versión más dark de la leyenda,
evidentemente: este Sandman no va a soplar sueños felices en los ojos de nadie,
sino sueños de guerra, de fuego y de moscas (la letra oficial dice “dreams of
lies” [mentiras], pero suena igual que “dreams of flies” [moscas], que es una
pesadilla mucho más efectiva). Ah, y sueños de “cosas que morderán”, es genial
eso.
Musicalmente, el tema tiene lo que James Hetfield llamó “una
pared de sonido”, obtenida al sumar el fragor simultáneo de tres guitarras.
Para mantener constantemente la energía que buscaban durante toda la canción,
se realizaron innumerables tomas de sonido, grabando una y otra vez cada parte
de la canción, y probando infinitas configuraciones de micrófonos; luego se
seleccionaron las mejores partes de cada toma y se las fue juntando, hasta
llegar al resultado final.
El video, contraindicado para epilépticos, está a la altura
del tema: es el videoclip más creepy de la historia, y da más miedo que el
promedio de las películas de terror hollywoodenses. No sé de dónde sacaron a
ese viejo, pero es terrorífico. Capaz que era más bueno que el pan, el tipo,
quién te dice; pero qué pinta, eh [estoy suponiendo que el viejo ya murió,
porque parece que tuviera 120 años, y el videoclip tiene ya más de 20; pero si
vive todavía, sabrá disculpar mi desliz, ¡espero!). En comparación con ese
viejo, los músicos peludos, encuerados, enojados y recios de Metallica parecen
los personajes del Trencito Feliz barrial. Al pobre pibe que protagoniza el
video, vestido enteramente de blanco (como para entrar al loquero sin escalas)
le pasan más cosas que al Coyote: se ahoga, cae desde arriba de un edificio, el
flete lo deja en medio de la nada, lo persigue un camión en pleno desierto, se
queda sin cama, las frazadas se le convierten en serpientes, dios no le
responde las plegarias ni por correo, lo rodean los músicos sudados de una
banda metalera y, por si fuera poco, un viejo siniestro y pelado lo vigila
mientras reza. No es vida. Pero el pibe sobrevivió (aunque andá a saber a qué
se dedica ahora de grande; lo averiguaría, pero me da pereza).
Hace tres días que tengo puesto este tema a todo volumen, y
hoy me crucé en el ascensor a la señora del sexto F que movía la cabeza para
adelante y atrás, agitándose convulsa al ritmo de la música en su mente. Me dio
un poco de miedito, la verdad.
Say your prayers little one
don't forget my son
to include everyone
I tuck you in
warm within
keep you free from sin
'til the sandman he comes
Sleep with one eye open
gripping your pillow tight
Exit light
enter night
take my hand
off to Never Never-Land
Something's wrong, shut the light
heavy thoughts tonight
and they aren't of snow white
dreams of war
dreams of lies
dreams of dragons fire
and of things that will bite, yeah
Sleep with one eye open
grippin' your pillow tight
Exit light
Enter night
take my hand
off to never never-land
Now I lay me down to sleep
pray the lord my soul to keep
and if I die before I wake
pray the lord my soul to take
Hush little baby, don't say a word
and never mind that noise you heard
it's just the beast under your bed
In your closet in your head
Exit light
enter night
grain of sand
Exit light
enter night
take my hand
off to never never-land
|
Di tus plegarias, pequeño;
no olvides, hijo mío,
incluir a todos.
Te arropo,
el calor dentro
te mantendrá libre de pecado
hasta que llegue el Hombre de Arena
Duerme con un ojo abierto
agarrando fuerte tu almohada
Fuera luz
entra noche
toma mi mano
hasta la tierra de Nunca Nunca Jamás
Algo está mal, apaga la luz
pensamientos pesados esta noche
y no son de Blancanieves.
Sueños de guerra
sueños de mentiras
sueños de fuego de dragón
y de cosas que morderán, sí
Duerme con un ojo abierto
agarrando fuerte tu almohada
Fuera luz
entra noche
toma mi mano
hasta la tierra de Nunca Nunca Jamás
Ahora que me acuesto a dormir
ruego a dios mi alma seguir
y si muero antes de despertar
ruego a dios mi alma llevar
Shh, chiquito, no digas una palabra
y no hagas caso a ese ruido que escuchaste
es solo la bestia bajo tu cama
en tu ropero en tu cabeza
Fuera luz
entra noche
grano de arena
Fuera luz
entra noche
toma mi mano
hasta la tierra de Nunca Nunca Jamás
|
Que no se o traduzcan a Marco, que está en un momento "monstruo de masa me persigue en sueños"!
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