“Crazy baldheads”, por Bob Marley, en su disco Rastaman Vibration (1976)
A Dolores Giménez Zapiola y Patricio Killian.
Se acaba el año. Y ya que no se acabó el mundo, como
anticipaban los intérpretes de los mayas (con exactitud equivalente a la del
servicio meteorológico), y que algunos, al parecer, seguiremos molestando un
rato más por aquí, tendremos que encarar la idea de que comienza ya mismito un
nuevo año, flamante, y hacer, como es tradicional, algunos propósitos.
Por lo general, soy demasiado pacífico y tolerante (ese es
el mayor de mis defectos, diría Fontanarrosa), así que mis propósitos son todos
malos: tengo un largo listado de maldades para hacer en 2013. Mucha gente
nueva, además de Arjona, a quien pegarle una patada en la cara. Empezando, por
ejemplo, por el gordito coreano del gangyam style, que hasta me caería
simpático si es que no hubieran pasado tres billones de veces su temita bizarro
del orto. Mucha fachada para llenar de grafiti. Muchos árboles para derribar
sobre autos relucientes. Mucha tinta para derramar sobre camisas impolutas. En
honor, entonces, de los malos propósitos de año nuevo, aquí va un reggae de la
vieja escuela, con toda la paz y la furia.
Porque lo que caracteriza al reggae es la fusión de ese
ritmo simpaticón y tirando a lento con unas letras nada simpáticas, cargadas de
crudas descripciones de la realidad yde llamados a la acción política
inmediata. Y por eso Bob Marley y Peter Tosh son reggae, y lo que hacen los
montones de seudo-seguidores de Bob Marley es otra cosa, un remedo, una copia
barata (también tengo en mi listado de propósitos visitar a varias bandas de
reggae actuales). Toman la música, la cadencia del ritmo, toman esa percusión
de latas de dulce de membrillo, toman el estudio de grabación que suena como el
baño de casa, pero le quitan el alma, sabotean la intención de las letras:
hacen cancioncitas románticas (como Los Cafres, ponele), o cancioncitas
místicas (como Dread-Mar-I), pero a nadie se le ocurre decir lo que todos
necesitamos oír de un reggae: una buena propuesta para empezar el año.
Así que elegí “Locos pelados”, un tema poco conocido de Bob:
porque todos tenemos algún loco pelado para echar de la ciudad.
La canción figura en los papeles como de Rita Marley y de
Vincent Ford, aunque es sabido (como dirían los dothraki de RR Martin) que
Marley hizo en realidad todas las canciones, pero repartía los créditos entre
sus amigos de la infancia (como Vincent Ford) y familiares (como su esposa
Rita) para evitar el cocodrilesco tarascón de pago de regalías a Caiman Music,
su primera discográfica, con quien mantenía una disputa contractual.
El disco, Rastaman
Vibration, fue un gran éxito en los Estados Unidos, convirtiéndose en el
primer (y único) álbum de Marley que entró en el top ten de los charts
americanos. A pesar de que un año antes, Bob había alcanzado notoriedad con la
excelente canción “No woman no cry”, eso no lo impulsó a hacer un disco de
temas románticos: por el contrario, los temas más conocidos de Rastaman Vibration son “War” y “Rat
race” (“Guerra” y “Carrera de ratas”); y si no los escucharon, les anticipo que
no hablan de lo lindo que es Jamaica en otoño. En palabras de Bob: “Esto no es
solo música; también nos preocupamos de que tenga mensaje. En estos momentos,
la música no nos importa. Rastaman
Vibration es un disco que te invita a pensar. Sus temas no te muestran el
camino, pero te permite escucharlo”.
El mensaje del reggae es, básicamente, que el mundo está
muy, muy mal, y que tenemos que hacer algo para que eso cambie. Y ese algo no
es rezar (por más que confiemos en el poder de Yah).
En el tema, la voz de Bob (tan peculiar) se va mezclando con
los simpáticos coritos de las “I Threes” (Rita Marley, Judy Mowatt y Marcia
Griffiths). Oración aparte para la percusión de Alvin Patterson, que en mitad
del tema pone ese hermoso efecto de cañita voladora digno de Gabi, Fofó y
Miliki, que me hace imaginar cómo le estoy pegando una patada en el culo al
loco pelado y ¡fiuuuu!, él vuela, vuela por los aires.
¿Por qué se denosta al “pelado”? Bueno, miren una foto de
Bob y de sus amigos The Wailers, y ahí tendrán la respuesta: yo también tengo
una hermosa y larga melena, y desconfío naturalmente de los pelados (por más
que nunca me hice las rastas, porque me parecen bastante mugrientas). El
problema, igual, es que el pelado es loco. Loco malo, de esos que son locos cuando les conviene, y cuya locura
en realidad es que no tienen corazón, que se aprovechan, que se roban la
comida, el trabajo y el tiempo de los demás sin importarles las consecuencias
(“Them belly full, but we´re hungry”, “Ellos tienen la panza llena, pero
nosotros tenemos hambre”, dice otro tema de Marley de esos años).
Bueno, ya me cansé por hoy, y quiero guardar energía para
pegar muchas patadas en el nuevo año. Recuerden, queridos vaguitos: desconfíen
de los reggaes con versos como “a mi vida llegó el amor desde que te conocí”.
Les deseo, para el 2013, todo lo mejor, y que logren echar a sus propios locos
pelados lo más lejos que puedan.
Crazy balheads
Them crazy, them crazy.
We gonna chase those crazy
baldheads out of town.
Chase those crazy baldheads
out of our town.
I'n'I build a cabin?
I'n'I plant the corn?
Didn't my people before me
slave for this country?
Now you look me with that scorn,
then you eat up all my corn.
We gonna chase those crazy,
chase them crazy.
Chase those crazy baldheads
out of town!
Build your penitentiaries,
we build your schools.
Brainwash education
to make us the fools.
Hate is your reward for our love,
telling us of your god above.
We gonna chase those crazy
chase those crazy bunkheads
chase those crazy baldheads
out of the yown!
We gonna chase those crazy
chase those crazy bunkheads
chase those crazy baldheads
out of the yown!
Here comes the conman,
coming with his con plan.
We won't take no bribe;
we've got to stay alive.
We gonna chase those crazy
chase those crazy baldheads
chase those crazy baldheads
out of the yown.
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Locos pelados
Esos
locos, esos locos.
Vamos a echar a esos locos
pelados fuera de la ciudad.
Echar a esos pelados locos
fuera de la ciudad.
¿No construí la cabaña?
¿No planté el maíz?
¿Mi gente que estuvo antes
no fue esclava por este país?
Ahora me mirás con ese desprecio,
y te comés todo mi maíz.
Vamos a echar a esos locos,
echar a esos locos.
¡echar a esos locos pelados
fuera de la ciudad!
Construimos tus cárceles,
construimos tus escuelas.
Educación lavacerebros
para hacernos quedar como tontos.
Odio es tu recompensa por nuestro amor,
mientras nos hablás de tu dios de arriba.
Vamos a echar a esos locos,
echar a esos locos cabezahuecas
¡echar a esos locos pelados
fuera de la ciudad!
Vamos a echar a esos locos,
echar a esos locos cabezahuecas
¡echar a esos locos pelados
fuera de la ciudad!
Ahí viene el estafador,
viene con su plan.
No aceptamos ningún soborno;
tenemos que mantenernos vivos.
Vamos a echar a esos locos,
echar a esos locos cabezahuecas
¡echar a esos locos pelados
fuera de la ciudad!
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Se despide tan amablemente,
DJ Vago