(o: “Mamá me doctoré en Bardeo”)
“Like a Rolling Stone”, de Bob Dylan (1965) y “Esta noche me emborracho”, de Enrique Santos Discepolo (1928)
Hoy termina la serie “Cincuenta años no es nada”, a todo
trapo, con dos temas musicalmente muy distintos, pero que me hacen sinapsiar
mis dos neuronas por la curiosa similitud de su letra: son, básicamente, dos
canciones de alto bardeo.
El bardeo (cargar/burlar a otro, echándole en cara sus defectos
o acciones o situaciones no positivas) es un tema muy presente en las
canciones, desde siempre.
(Digresión: el verbo “bardear” no aparece en el diccionario
de la Real Academia Española. Pero ya sabemos que la Real Academia son quince
gallegos nonagenarios que lo único que hacen es juntarse ahí, atrás del museo
del Prado, para tomar té, pronunciar zetas y hablar del color y la textura de
sus deposiciones.)
Hay montón de canciones de bardeo de lo más diversas. Solo
para dar ejemplos de temas ya reseñados en este blog:
· “Crazy balheads”, de Bob Marley (posteo 10)
· “Barracuda”, de Heart (posteo 12)
· “No me importa nada”, de Luz Casal (posteo 18)
· “Ya no sos igual”, de 2 Minutos (posteo 41)
· “Walk” de
Pantera (posteo 49)
· “Holiday
in Cambodia”, de The Dead Kennedys (posteo 75)
· “Loser” de Dolores O´Riordan (posteo 89)
· “Frijolero” de Molotov (posteo 94)
· “Fuck you”, de Cee-lo Green (posteo 116)
· “El que atrasó el reloj”, de Cadícamo (posteo 137)
· “God
saves the Queen”, de The Sex Pistols (posteo 149).
Y podría mencionar también “Malo” de Bebe; “Barbi Superstar”
de Sabina; “Cenicienta de porcelana” y “Algo personal” de mi tío Joan; “Yo te
avisé”, de Los Fabulosos Cadillacs, “Mírenme” del Cuarteto de Nos; el hit
bailantero “Tonta”, el tango “Chorra” de Discépolo...
Todas canciones de
bardeo, algunas más suaves, otras más intensas. (Hasta podría proponer que
todas las canciones de Arjona son un continuo bardeo hacia la poesía, pero lo
voy a dejar para otra ocasión, hoy estoy bueno (o sin ganas de bardear, más bien).)
Pero pocas, muy pocas canciones emprenden un bardeo tan
intenso y despiadado como “Like a rolling stone”. Tal vez ninguna: quizás, muy
probablemente, sea la canción más bardera de la historia (además de la mejor,
según el listado de la revista Rolling
Stone, aunque como ellos se llaman así, seguramente no sean 100%
objetivos).
El cantor se la agarra contra un chica que tuvo un pasado de
lujos, belleza, juventud y orgullo, y que ahora vive un presente de miseria,
soledad y completa desprotección. El cantor se ve que fue una de las víctimas
del orgullo desconsiderado de “los buenos tiempos” de ella, porque ahora, que
ella está en la lona (en la lona mal) en vez de darle una mano o por lo menos
condolerse un poquito de sus desgracias, él la bardea, hace leña del árbol
caído hasta dejar astillas tamaño fófforo, y sigue y sigue, hasta un punto casi
sádico, o no casi: “Ahora ya no te hacés tanto la viva, ¿no?”.
El punto cúlmine del bardeo es cuando el cantor le repite:
“Decime, ¿qué se siente?” (lo que recuerda, por supuesto, la patética
cancioncita mundialista chovinista argentinista armada sobre la melodía de
Creedence: “Brasil, decime qué se siente...”). El cantor, obviamente, no quiere
saber qué se siente estar como está ella ahora (“sola, fané, descangayada”): lo
que quiere es que ella lo diga. Meter el dedo en la llaga. Después de haberlo
mojado en vinagre. Y retorcerlo.
Realmente la debe odiar. La canción no lo dice pero lo
imagino, al cantor, súper despechado: él habría querido ser quien la acompañara
en el auto cromado, en lugar del diplomático con el gato siamés. Y ahora,
inútil pero malignamente, se venga (el plato está frío pero no le importa) de
ella describiéndole en detalle lo que ella ya sabe: que ella está en el fondo
del pozo y probablemente ya nunca salga de allí.
Dicho esto: la letra es fantástica. Bob Dylan hace una
descripción increíble, contraponiendo en forma magistral ese pasado dorado de
cuento de hadas (“Había una vez...”) y este presente más negro que la brea.
“Sos como una completa desconocida”, le dice, aunque él sí
la conoce. “Como un canto rodado”, es decir, como una pequeña piedra sin nombre
ni objetivo ni futuro ni importancia ni destino.
(Siempre me pregunto si la banda The Rolling Stones inspiró
a Bob para titular esta canción. La próxima vez que me
encuentre con Bob se lo preguntaré.)
En las estrofas, Bob incluye palabras en jerga (se siente
casi lunfarda la canción, por momentos, lo que la acerca en mi mente más
todavía al tango), y complejas imágenes, personajes, escenas enteras en las que
se pasa de golpe y porrazo del pasado al presente, como:
Ah, princesa en el campanario
y toda la gente linda
está bebiendo, piensan
que lo lograron
mientras intercambian
regalos preciosos,
pero vos mejor llevate
tu anillo de diamantes:
mejor empeñalo, nena.
¿No es genial? Se le dice a ella que bien haría en conservar
sus joyas... en el pasado. Lo que, obviamente, ya no puede hacer. Le aconseja,
sádicamente, que empeñe esas joyas fantasmales, ahora que necesita unos pesos
para sobrevivir al menos al día de hoy.
Pero no comentaré más la letra, léanla, es buenísima (y
extensa: no por nada la canción dura 6 minutos, por lo cual muchas radios se
negaban a pasarla, al menos hasta que el tema fue pasado en algunos pubs y fue
ganando fama):
Like a rolling stone
Once upon a time you dressed so fine
Threw the bums a dime in your prime,
didn't you?
People call say 'beware doll, you're bound to
fall'
You thought they were all kidding you
You used to laugh about
Everybody that was hanging out
Now you don't talk so loud
Now you don't seem so proud
About having to be scrounging your next meal
How does it feel, how does it feel?
To be without a home
Like a complete unknown,
like a rolling stone
Ahh you've gone to the finest schools,
alright Miss Lonely
But you know you only used to get juiced in
it
Nobody's ever taught you how to live out on
the street
And now you're gonna have to get used to it
You say you never compromise
With the mystery tramp, but now you realize
He's not selling any alibis
As you stare into the vacuum of his eyes
And say do you want to make a deal?
How does it feel, how does it feel?
To be on your own, with no direction home
A complete unknown,
like a rolling stone
Ah you never turned around to see the frowns
On the jugglers and the clowns when they all
did tricks for you
You never understood that it ain't no good
You shouldn't let other people get your kicks
for you
You used to ride on a chrome horse with your
diplomat
Who carried on his shoulder a Siamese cat
Ain't it hard when you discovered that
He really wasn't where it's at
After he took from you
everything he could steal
How does it feel, how does it feel?
To have on your own, with no direction home
Like a complete unknown,
like a rolling stone
Ahh princess on a steeple and all the pretty
people
They're all drinking, thinking that they've
got it made
Exchanging all precious gifts
But you better take your diamond ring, you
better pawn it babe
You used to be so amused
At Napoleon in rags and the language that he
used
Go to him he calls you, you can't refuse
When you ain't got nothing, you got nothing
to lose
You're invisible now, you've got no secrets
to conceal
How does it feel, ah how does it feel?
To be on your own, with no direction home
Like a complete unknown,
like a rolling stone
|
Como un canto rodado
Había una vez te vestías tan bien,
en tu cuarto de hora les tirabas margaritas a los chanchos, ¿no es
cierto?
La gente te decía “cuidado linda, que te vas a caer”,
vos pensabas que todos te estaban cargando,
solías reírte de cualquiera
que estuviera en la lona.
Ahora no hablás tan fuerte.
Ahora no parecés tan orgullosa
por estar mangueando tu próxima comida.
¿Cómo se siente? ¿Cómo se siente
estar sin casa
como una completa desconocida,
como un canto rodado?
Ah, fuiste a los mejores colegios,
perfecta señorita Solitaria
pero sabés, vos solo acostumbrabas engolosinarte en eso,
nadie nunca te enseñó cómo vivir en la calle
y ahora vas a tener que acostumbrarte a eso.
Decías que nunca transarías
con el Gigoló Misterioso, pero ahora te das cuenta
de que no está vendiendo ninguna coartada,
mientras mirás en el vacío de sus ojos
y decís “¿querrías hacer un trato?”.
¿Cómo se siente? ¿Cómo se siente
estar por tu cuenta sin calle ni dirección
una completa desconocida,
como un canto rodado?
Ah, nunca te diste vuelta para ver los ceños fruncidos
en los malabaristas y los payasos cuando todos
hacían trucos para vos.
Nunca entendiste que no estaba bueno,
no debiste dejar que otros recibieran las patadas
que te correspondían.
Solías andar en un caballo cromado con tu diplomático
que llevaba sobre sus hombros un gato siamés.
¿No es duro cuando descubrís que
él en realidad no está allí donde estaba
después de que se llevó todo lo que te pudo robar?
¿Cómo se siente? ¿Cómo se siente
tenerte solo a vos misma, sin casa ni dirección,
como una completa desconocida,
como un canto rodado?
Ah, princesa en el campanario y toda la gente linda
está bebiendo, piensan que lo lograron
mientras intercambian regalos preciosos,
pero vos mejor llevate tu anillo de diamantes:
mejor empeñalo, nena.
Solía parecerte tan divertido
ese Napoleón Andrajoso y el lenguaje que usaba:
Andá con él, él te llama, no podés negarte.
Cuando no tenés nada, no tenés nada que perder.
Ahora sos invisible, no tenés secretos que ocultar.
¿Cómo se siente? Ay, ¿cómo se siente
estar sola por tu cuenta, sin dirección
como una completa desconocida,
como un canto rodado?
|
La canción fue, en principio, un denso e interminable tema
folk en ¾ (ritmo de vals), pero luego, cuando Bob decidió que sería roquero, la
pasó a 4/4 y allí comenzó un largo camino para esta canción. Un camino en
subida, inversamente proporcional al que realiza la solitaria protagonista
venida a muymenos.
Como ya dije un par de posteos atrás, Bob siempre cantó para
el orto. Debe estar entre los peores cantores del universo (y entre los mejores
autores también). Hasta Scarlett Johansson, hasta la Mona Jiménez cantan mejor
que él (ver posteos 109, 56). Y verlo en vivo es más angustiante que la
Independencia, porque directamente no se le entiende un carajo lo que dice, y
si cambió mucho el arreglo, uno puede ni siquiera reconocer qué carajo de
canción está tocando (y al final uno engancha un par de palabras y dice,
golpeándose la frente: “¡Pero claro, si es “Blowin in the Wind!”).
Las versiones de las canciones de Bob Dylan cantadas por él
mismo suelen estar, por lo tanto, entre las peorcitas. Créanme. Por eso
seleccioné, en esta oportunidad, dos buenos covers: el de Green Day y el de The
Rolling Stones (que hicieron además un clip).
· Cover de la canción, por Green Day (aunque Billie Joe canta
sin modular, como si tuviera una papa en la boca, se le entiende mucho mejor
que a Bob Dylan...).
· Por The Rolling Stones (¡no podían perderse la oportunidad
de cantar esta canción!). Hicieron un videoclip interesante (si por
“interesante” entendemos: “enloquecedor”), en el que se muestran todas las
imágenes distorsionadas, como para reflejar la distorsión de la pobre heroína
heroinómana junkie, y el contraste entre su pasado de reviente lujoso y su
presente patético y más cerca del arpa que de cualquier otro instrumento. La
actriz no es, pero se parece un montón a Patricia Arquette (cuando ella era
jovencita).
Pero eso no es todo: llegamos a la segunda canción de hoy,
la hermana gemela de padres y madres diferentes: “Esta noche me emborracho”, de
1928. La primera canción famosa del famoso (y entonces jovencito) Enrique
Santos Discepolo. La canción con que se hizo famosa Azucena Maizani (aunque yo
prefiero mil veces la versión de Gardel, y hasta la de Hugo del Carril).
“Discepolín”, con 25 años, ya era capaz de componer un
personaje viejo, vencido, resentido, bien tanguero, bien bardero, pero a la vez
más humano que el de “Like a rolling stone”. Aquí el cantor le da con un caño a
la mina, a la ex-hermosa. Pero a diferencia de Bob Dylan, Discepolín hace que
su cantor confiese que en ese entonces (no tan lejano) él estaba “chiflao” por
su hermosura:
¡Y pensar que hace
diez años
fue mi locura!
¡Que llegué hasta la
traición
por su hermosura!
Que esto que hoy es un
cascajo
fue la dulce metedura
donde yo perdí el
honor;
que chiflao por su
belleza
le quité el pan a la
vieja,
me hice ruin y
pechador...
Me encanta eso de “le quité el pan a la vieja”, es como el
peor pecado que un tanguero puede cometer. Es como decir: llegué a lo más bajo.
Uno se imagina incluso a la madre arquetípica de todos los tangos, la dulce viejecita
que lava ropa de otros para ganar unos pesos... En comparación, volverse ruin y
pechador (pedigüeño, manguero) es casi anecdótico.
Y ahora, el describir a ese “gallo desplumao” en que ella se
convirtió, a esa mina “sola, fané, descangayada”, él no lo hace desde arriba
del caballo. No se sube a ningún pedestal. Y verla así, en ese “requiesca in
pache” (la frase “descanse en paz” de las lápidas en el cementerio) tan cruel,
lo afecta, prácticamente lo destruye:
Fiera venganza la del
tiempo,
que le hace ver
deshecho
lo que uno amó...
Este encuentro me ha
hecho tanto mal,
que si lo pienso más
termino envenenao.
Y la conclusión tiene una lógica irreprochable: “Ma sí, ahora
voy y me emborracho” (“me mamo bien mamao”). El cantor sabe que haciendo eso no
resolverá nada, pero al menos dejará de pensar. Algo es algo.
Esta noche me
emborracho bien,
me mamo bien mamao
pa' no pensar.
Siempre pienso que el cantor de “Esta noche me emborracho”
es casi el mismo que el de “Like a rolling stone”, solo que más sincero consigo
mismo, y más noble. La bardea a ella (la bardea mal), pero al menos no se siente
feliz por ello. Al menos sabe que esa fiera venganza del tiempo no solo la
alcanzó a ella. Al mismo tiempo, el mismo Tiempo se vengó de él.
La versión elegida es la de un pibe que canta siempre igual.
Los sucesores e imitadores, en cambio, cada vez cantan peor.
Esta noche me emborracho
Sola, fané,
descangayada,
la vi esta madrugada
salir de un cabaret;
flaca, dos cuartas de
cogote
y una percha en el
escote
bajo la nuez;
chueca, vestida de
pebeta,
teñida y coqueteando
su desnudez...
Parecía un gallo
desplumao,
mostrando al
compadrear
el cuero picoteao...
Yo que sé cuando no
aguanto más
al verla así, rajé
pa' no llorar.
¡Y pensar que hace
diez años
fue mi locura!
¡Que llegué hasta la
traición
por su hermosura!
Que esto que hoy es un
cascajo
fue la dulce metedura
donde yo perdí el
honor;
que chiflao por su
belleza
le quité el pan a la
vieja,
me hice ruin y
pechador...
Que quedé sin un
amigo,
que viví de mala fe,
que me tuvo de
rodillas,
sin moral, hecho un
mendigo,
cuando se fue.
Nunca soñé que la
vería
en un requiesca in
pache
tan cruel como el de
hoy.
¡Mire, si no es pa'
suicidarse
que por ese cachivache
sea lo que soy!...
Fiera venganza la del
tiempo,
que le hace ver
deshecho
lo que uno amó...
Este encuentro me ha
hecho tanto mal,
que si lo pienso más
termino envenenao.
Esta noche me
emborracho bien,
me mamo, ¡bien mamao!,
pa' no pensar.
Bueno, ahora sí eso es todo. Ya trabajé demasiado por esta
semana, y la fiera venganza del esfuerzo me garronea los tamangos. Me voy a
rodar por las anónimas calles y a emborracharme de lo lindo, a ver si eso me
inspira para un próximo posteo o, al menos, me depara la gracia de una
saludable amnesia.
DJ Bob Vago
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