“I fought the law”, original por The Crickets (1959) y covers por The Bobby Fuller Four (1966), The Clash (1979) y The Dead Kennedys (1987)
La justícia em va agafar
i en presó fosca em duia
La justícia em va agafar
i em farà pagar amb la
vida.
Adéu clavell morenet,
adéu estrella del dia.
(La justicia me atrapó / y me llevó a prisión oscura. /
La justicia me atrapó /
y me hará pagar con la vida. / Adiós clavel morenito,
adiós estrella del día.)
“Cançó del lladre”, tradicional medieval catalán
Esta semana me extralimité con dos posteos, pero no se piensen
que esta laboriosidad es un propósito de fin de año o un antecedente legal; es
solo que hoy me sentí muy punk durante toda la jornada y pensé que era un buen
día para protestar contra las leyes y los legisladores (de la nación, de las
provincias, hay para elegir) y también, porque hoy es el aniversario de la
salida del famoso disco “London calling” de The Clash, uno de los grupos homenajeados
en el posteo de hoy
Así que presento e inauguro hoy la serie “Original versus
cover”, en la que presentaré covers que, al menos en mi opinión, pueden luchar
de igual a igual con sus versiones originales, e inclusive vencerlas.
La canción elegida hoy es un tema que nos llevará de
viaje por cuatro generaciones del siglo XX, desde su versión original de fines
de los cincuentas, hasta su último cover significativo en plenos ochentas.
Aclaro que cuando hablo de “cover” no me refiero a
cualquier interpretación de un tema musical, sino a aquellas que implican un
cambio respecto la canción original (en el ritmo, en la musicalización, en la
onda, en la letra...). Por ejemplo, la versión de Mercedes Sosa de “Zamba para
olvidar” no entra en mi mente como un cover; la de Abel Pintos sí lo es (aunque
más no sea por el detalle de que cambia por completo la melodía, asesinándola
vilmente).
La canción elegida hoy es “I fought the law” (“Luché
contra la ley”), compuesta por Sonny Curtis, del grupo de rock The Crickets (“Los
Grillos”). El tema salió editado como parte del disco “En estilo con los
Grillos”, y pasó por el mundo sin pena ni gloria. Ninguna radio se dignó
pasarla ni una vez. No la cantaban ni las tías de los integrantes de la banda.
Es, sin embargo, una buena canción, de melodía pegadiza y
alegre, a pesar de que su letra es tirando a melancólica y bajoneante, pues el
cantor es un presidiario que, mientras realiza trabajos forzados en la cárcel,
recuerda por qué se dedicó al delito, cómo lo atraparon y lo que perdió
(básicamente: perdió a su amada y perdió su diversión). Y mientras cuenta esa
historia (con pocas palabras, como hacemos los ex-presidiarios), intercala a
cada rato la terminante y decisiva frase que resume su vida entera: “peleé contra
la ley, y la ley ganó”.
I fought the law
Breakin' rocks in the hot sun
I fought the law and the law won.
I needed money 'cause I had none
I fought the law and the law won.
I left my baby and it feels so bad
Guess my race is run
She's the best girl that I ever had
I fought the law and the law won.
Robbin' people with a six-gun
I fought the law and the law won.
I lost my girl and I lost my fun
I fought the law and the law won.
I fought the law and the law won.
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Luché contra la ley
Partiendo piedras a pleno sol,
luché
contra la ley y la ley ganó.
Necesitaba
plata porque no tenía,
luché
contra la ley y la ley ganó.
Dejé
a mi nena y me siento tan mal,
supongo
que mi carrera es correr.
Ella
es la mejor chica que tuve,
luché
contra la ley y la ley ganó.
Robando
gente con una pistola,
luché
contra la ley y la ley ganó.
Perdí
a mi nena y perdí mi diversión,,
luché
contra la ley y la ley ganó.
Luché
contra la ley y la ley ganó.
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Escuchen la versión de The Crickets (1959). El ritmo y la
melodía son pegadizos, y se mantienen, con variantes, en todos los covers. Los
Grillos no son grandes músicos, eso se nota a la legua.
El cantante no es un
gran cantante. Es lindo el detalle de que, cuando el cantor habla de la pistola
con que salía a robar (la “seis tiros”), hacen seis golpecitos con la guitarra
(1:15 en el clip), detalle que se mantendrá en los covers que analizaremos. En
general, aunque uno puede escuchar con optimismo la canción, los Grillos la
cantan un poco morosa, un poco monótona, un poco chata y un poco demasiado
alegre, por lo cual, considerándola por sí sola, creo que es un tema bastante
olvidable. Y lo mismo creyeron todos los contemporáneos de The Crickets.
Pero llegó, casi diez años después, el primer cover
significativo de este tema, por el cuarteto de Bobby Fuller, The Bobby Fuller
Four (1966).
Esta vez la canción sí resultó un éxito, y pasó por las radios y
escaló en los charts y fue reconocida y cantada por la gente. Escúchenla y ya
en los primeros segundos entenderán por qué: Bobby le puso batería, ritmo y mucha
onda. Y no olvidemos que ya son los sesentas, y además, luchar contra la ley se
volvió una cuestión más urgente que diez años atrás. Elegí un clip en vivo,
para que vean a los rubios del cuarteto y, sobre todo, la coreo de las chicas
pistoleras, que es imperdible.
Si bien no hay cambios en la melodía y casi casi se
mantiene el ritmo, Bobby Fuller le pone más garra al canto y a la vez, una
necesaria nota de melancolía en la línea del estribillo (después de todo, esta
es la canción de un perdedor, no debería ser cantada como si volvieras de ganar
la Champions).
El cuarteto de Bobby Fuller tuvo un éxito intenso pero
fugaz. Muy fugaz. ¿Por qué? Pues porque seis meses después de lanzar este tema,
Bobby, que tenía 23 años, fue hallado muerto (asfixiado con una bolsa) en el
asiento de su auto, que estaba estacionado frente a su casa. La ley dictaminó
que fue un suicidio, aunque la familia y los amigos sospecharon de un
asesinato. El horrendo caso quedó sin resolver.
Trece años más tarde, en pleno auge del punk en
Inglaterra, la canción de lucha contra la ley fue retomada por The Clash,
lanzada en su disco “El costo de vida” (1979). La canción suena tan bien y tan
acorde con la línea del punk, que parece compuesta por The Clash, y
efectivamente muchos piensan que la canción es de ellos. Esta es la versión más
recordada en nuestros días, y cuando hoy en día se hacen covers de la canción
(Green Day hizo uno hace poco, por ejemplo), los hacen a partir de esta
versión. Como toda banda punk, los integrantes The Clash no se esfuerzan por
cantar bien, ni les importa un pepino tocar bien la guitarra ni la batería. Sin
embargo, la canción les quedó bien diferente de las versiones previas, y
mantiene su encanto cuasi hipnótico.
Agregaron un videoclip, en el que se ven escenas de
ladrones-músicos escapando de la policía, y algunas imágenes documentales de
excesos policiales (convenientemente recortadas justo a tiempo, para evitar que
efectivamente los engayolaran y los hicieran picar piedras al sol).
Pero faltaba aún un nuevo cover. Casi diez años después
(1987), y también desde el lado del punk, con una banda que ya conocemos, The
Dead Kennedys (relean, si tienen ganas, mi genial (humildemente) posteo 75, de
abril de 2014, sobre “Holiday in Cambodia”). El tema salió como parte del disco
Denme comodidad o denme muerte.
Este cover es el primero (y único) que cambió la letra, y
lo hicieron en forma significativa. La canción fue motivada por un hecho
policial muy puntual: el asesinato a sangre fría de Harvey Milk (el primer
funcionario electo abiertamente gay, en los Estados Unidos; pueden ver, si no la vieron aún, la película Milk) y George Moscone, a
manos de un ex-compañero político y policía, Dan White. El señor Dan Blanco le pegó
cuatro tiros a Moscone y luego cinco a Milk. Por más nefasto que sea el
episodio, no resulta extremadamente sorprendente, considerando la larguísima
historia de crímenes políticos y armas de fuego que tienen los Estados Unidos
del Norte. Lo que sí es increíble es que luego, en el juicio, Dan White zafó de
ser condenado por el doble asesinato, y se llevó solamente un cargo de
homicidio simple (por el que solamente estuvo preso cinco años), utilizando
como defensa el siguiente argumento: “Yo estaba temporalmente con mis
facultades mentales alteradas, porque había comido muchas barritas de chocolate
(twinkies)”. “Ah bueno, eso explica
todo”, dijeron los jueces y lo perdonaron y le dieron lo mínimo posible. Si no
fuera indignante, sería graciosísimo.
Los Dead Kennedys, con su característico estilo
confrontativo, cambiaron la letra de forma que el cantor es el mismísimo Dan
White, quien, ya no melancólico sino exultante, declara lo opuesto que en las
versiones previas “Luché contra la ley y yo gané”. Así como Bartolomé Hidalgo y
Martín Fierro aseguraban que “la ley es tela de araña”, pues el bicho grande
zafa pero el bicho chico queda atrapado, los Kennedys gritan: “La ley no
significa una mierda si tenés los amigos correctos: así es como funciona este
país”. No solo le voló los sesos a Milk y a Moscone y quedó libre por las
barritas de chocolate, sino que piensa escribir un libro y volverse millonario,
y además ahora el Klan lo considera un héroe... Si tenés una placa y sos
Blanco, dos cargos de homicidio es un temita que se puede conversar...
I fought the law
Drinkin' beer in the hot sun
I fought the law and I won
I needed sex and I got mine
I fought the law and I won
The law don't mean shit
If you got the right friends
That's how this county's run
Twinkies are the best friend I ever had
I fought the law and I won
I blew George and Harvey's brains out with my Six gun!
I fought the law and I won
Gonna write my book and make a million
I fought the law and I won
I'm the new folk hero of the Ku Klux Klan
My cop friend thinks it's fun
You can get away with murder if you got a badge
I fought the law and I won
I AM the law so I won.
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Luché contra la ley
Tomando
cerveza al sol,
luché
contra la ley y gané.
Necesitaba
sexo y tomé el mío,
luché
contra la ley y gané.
La
ley no significa ni mierda
si
tenés los amigos correctos,
así
es como funciona este país.
Las
barritas de chocolate son mis mejores amigos,
luché
contra la ley y gané.
¡Volé
los sesos de George y Harvey
con
mi pistola!
Luché
contra la ley y gané.
Voy a
escribir mi libro y ganaré un millón,
luché
contra la ley y gané.
Son
el nuevo héro local del Ku Klux Klan,
mi
amigo cana piensa que es gracioso.
Podés
zafar del asesinato si tenés una placa.
Luché
contra la ley y gané.
Yo soy
la ley, así que gané.
|
Y con eso termina esta triste historia de luchas y
derrotas contra el poder y los poderes. El pobre siempre pierde, el poderoso siempre
gana.
Y sin embargo, ante ciertas leyes, ante ciertos poderes, es
mejor luchar y perder, perder y luchar toda la vida.
Desde la sombra de la celda los saluda,
DJ
Vago
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