“Canción de cuna de Takeda”, anónimo japonés del siglo XIX, por Akai Tori (1971)
Comienzo aquí una nueva serie, dedicada a canciones de cuna.
Más particularmente, a canciones de cuna inquietantes, poco apropiadas para
inducir o conciliar el sueño.
Y empiezo por una hermosísima canción de cuna japonesa,
“Takeda no komoriuta”, lo que evidentemente significa “Canción de cuna de
Takeda”. Takeda no es nombre de persona, sino de lugar: un pueblo rural en la
región de Kioto, donde se cree que surgió esta música. Puse que es del siglo
XIX, pero la verdad, no encontré en ningún lado una confirmación sobre esa
fecha: la canción podría ser más antigua aún, o más moderna y haber nacido en
los albores del siglo XX.
Takeda es el pueblo, dijimos. eso significa que no sabemos
el nombre de la pobre chica que co-protagoniza esta canción. La yo poética (in your face, Germán Machado) es una
adolescente pobre que trabaja, lejos de su pueblo natal, como niñera para una
familia rica.
Esta canción de cuna, curiosamente, no muestra ninguna
simpatía hacia el bebé (que es tradicionalmente un personaje muy bien
considerado en el género).
Se acerca la celebración budista del festival Obon, durante
el cual las familias visitan las tumbas de sus ancestros, recordando y honrando
sus espíritus. Esa celebración es una especie de vacación, y todos viajan y se
reúnen en los solares de origen de sus familias.
El festival incluye una danza tradicional, una suelta de farolitos encendidos y largos paseos, en los cuales todos usan sus mejores vestidos, conversan cortés y cautelosamente, comen pescado crudo y alimentos gelatinosos, arman grullas de origami, alzan la voz porque sí en oraciones sueltas, preparan complicados arreglo florales, amenazan con cometer sepuku ante cualquier inconveniente, trabajan horas extra sin que les paguen, y otras costumbres japonesas.
El festival incluye una danza tradicional, una suelta de farolitos encendidos y largos paseos, en los cuales todos usan sus mejores vestidos, conversan cortés y cautelosamente, comen pescado crudo y alimentos gelatinosos, arman grullas de origami, alzan la voz porque sí en oraciones sueltas, preparan complicados arreglo florales, amenazan con cometer sepuku ante cualquier inconveniente, trabajan horas extra sin que les paguen, y otras costumbres japonesas.
Pero para la niñera cantora, la llegada de tan esperado
festival no es una buena noticia, pues está condenada a seguir cuidando a ese
bebé con el que no tiene un especial afecto y que se la pasa llorando. Tal vez
el bebé llora porque ella no es una buena niñera; o quizá ella no es buena
niñera porque el bebé, al llorar todo el tiempo, no le da oportunidad: decidan
ustedes.
El caso es que se acerca el festival, y ella no tiene buenas
ropas, y está cada vez más delgada por cuidar todo el tiempo a ese bebé. Y el
bebé, demoníaco como el de Rosmary, llora que te llora, todo el día y todos los
días, enloqueciéndola.
La canción termina con ella anunciando cuán alegremente
renunciaría a ese trabajo infame y volvería a su pueblo, a la casa de sus
padres. Pero por cómo lo dice, es evidente que no puede realizar su proyecto:
no puede irse de allí, no puede regresar más que con el deseo, y la única
música que oirá durante el festival Obon será el incesante llanto del mocoso.
A quien, en última instancia, habría que agradecerle sus
cuerdas vocales y su perseverancia en el berreo, porque da pie a una melodía
muy triste y muy bella, que bien serviría como canción de cuna, si nos
olvidamos de la letra o, simplemente, nos rebelamos a aceptar el japonés como
idioma y lo interpretamos como un rebuscado tarareo.
La grabación elegida es la famosísima versión del grupo
folclórico japonés Akai Tori, que a comienzos de los setentas vendió, en pocos
años, más de un millón de discos de esta canción, lo que la debe convertir
probablemente en una de las más “comerciales” canciones de cuna del mundo.
El videoclip elegido fue armado con algunos fotogramas de
una película japonesa guionada a partir de la canción, y otras imágenes más o
menos apropiadas.
竹田の子守唄
守も嫌がる 盆から先にゃ
雪もちらつくし 子も泣くし
盆が来たとて 何嬉しかろ
帷子は無し 帯は無し
この子よう泣く 守をばいじる
守も一日 痩せるやら
早よも行きたや この在所越えて
向こうに見えるは 親の家
向こうに見えるは 親の家
Takeda no
komoriuta
Mori mo iyagaru, Bon kara saki-nya
Yuki mo chiratsuku-shi, Ko
mo naku-shi
Bon ga kita-tote, Nani ureshi-karo
Katabira wa nashi, Obi wa nashi
Kono ko you naku, Mori wo ba
ijiru
Mori mo ichi-nichi, Yaseru-yara
Hayo-mo yuki-taya, Kono zaisho koete
Mukou ni mieru wa, Oya no uchi
Mukou ni mieru wa, Oya no uchi
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Canción de cuna de Takeda
Odiaría hacer de niñera más
allá del festival Obon.
La nieve comienza a caer y
el bebé llora.
¿Cómo puedo estar feliz
aunque ya llega el festejo?
No tengo bellas ropas ni un
cinturón para ponerme.
Este nene sigue llorando,
es malo conmigo.
Cada vez estoy más delgada,
pues él llora todo el día.
Sin dudarlo renunciaría y
volvería
a la casa de mis padres,
allá lejos.
A la casa de mis padres,
allá lejos.
|
Afuera está cayendo también algo así como nieve, así que yo
también, al compás de este tema, voy a lamentarme un buen rato por mis
desgracias y por la limitación de mi guardarropas. O tal vez prefiera llorar
como bebé malcriado, voy a ver cómo viene la mano de mis pulsiones.
Los saluda sin consuelo ni sueño,
DJ Vago
Y ESTA? https://www.youtube.com/watch?v=eugH1q6ruiE
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