“Yesterday”, de Paul McCartney (1965)
Encaro hoy, de mala gana, con la lluvia tras los cristales y
bajo los chopos medio deshojados, lo que debí haber hecho ayer y les presento
ídem, la gran canción de Paul McCartney (figura como de los Beatles, con la
típica firma Lennon/McCartney, pero esta es, al igual que “Eleanor Rigby” (ver posteo
133, “Para cortarse las venas con una arrocita”), una canción puramente de
Paul. Es más, Paul ya tenía compuesta la música desde hacía un montón, la
tocaba en los ensayos, rompía las bolas a los demás con la melodía, “Uh, otra
vez con la cancioncita esa”, le decían. Paul la compuso en una noche, se le
ocurrió de golpe, y durante meses pensó que había escuchado la melodía en
cualquier parte en cualquier lugar y simplemente la había recordado. Lo
consultó con montones de personas, y a nadie le sonaba: “No che, está buena la
melodía, me parece que es tuya nomás”. Y así finalmente decidió que sí, que la
había inventado él, que no la había escuchado en ningún otro lado (a mí me
encanta esta anécdota, me recuerda las películas de ciencia ficción. No sé por
qué me recuerda eso y me da pereza investigarlo, pero me recuerda).
Todavía no tenía letra, la canción: la llamaban, por
llamarla de alguna forma, “Huevos revueltos” (imagino “Yesterday” comenzando “Scrambled
eggs” y me da mucha risa). Paul necesitaba algo que en castellano nos sobra
pero en inglés no es tan sencillo encontrar: una palabra de tres sílabas. Dos o
tres palabras que sumaran tres sílabas (tipo “Marry me”, “Go to hell”,
etcéterax) podía funcionar, pero no era lo mismo. Por suerte “ayer” es más
largo en inglés, “yesterday” es una gran palabra para llenar ese primer compás
(en una entrevista de 1967, Paul dijo que fue John Lennon quien trajo una
mañana, como único pero no menor aporte para la canción, esa primera palabra-título:
“yesterday”).
El resultado fue la primera balada lenta de los Beatles, la
primera en la cual canta/toca uno solo de ellos (con música de guitarra y cuarteto de cuerdas), y la
canción más covereada de la historia. Y seguramente también, mal que le pese a
todos los tangos, la más famosa y pregnante canción sobre la nostalgia
(pregnante es una palabra que le escuché a mi hermana la segunda, no sé qué
significa pero suena como “pegote de engrudo”, así que yo la uso con ese
sentido, como algo que se te pega). Es una melodía preciosa, sugerente, que
transcurre apaciblemente mientras desgrana los arpegios sedosos, pero no llega
a ser melosa ni cursi.
La letra es bastante sencilla y breve, pero está bien
pensada. Las primeras dos estrofas remarcan el paso del tiempo y oponen el ayer
(donde no había problemas ni preocupaciones) con el ahora, donde los problemas
caminan en pantuflas como por su casa y se toman la cerveza de la heladera sin
preguntar, y yo (el cantor) siente que ya no es ni la mitad del hombre que era,
y que una sombra ominosa lo persigue, como al mago de Terramar ese que vi en
una película de dibujitos animados. Y para peor, el ayer vuelve, en forma de
recuerdo, para resaltar lo bueno que era y destacar lo malo que es el hoy.
Entonces llega el estribillo, bah, no es un estribillo sino
más bien un puente, una estrofa distinta de conexión. Allí aparece, en menos de
veinte palabras, sintetizada una historia de amor perdido: ella se fue. “Andá a
saber por qué”, se queja el cantor primero, “no me dijo”; pero después acepta
que él “dijo algo que no debía” y ese error fue seguramente, y no teniendo
nosotros más datos, la causa de la partida de ella.
Y se empalma eso con la nueva estrofa, que cuenta que ayer “el
amor era un juego tan fácil de jugar”, mientras que ahora “necesito un lugar
donde esconderme”. En inglés ambos versos riman y repiten sonoridades en eco (an easy game to play/a place to hide away) en una forma muy bella; la
conclusión es terminante y a la vez extraña: “Oh, yo creo en el ayer”.
¿Por qué “cree” en el ayer? ¿Se
puede creer en el ayer? O mejor dicho: ¿es necesario?
Machado (Antonio)
escribió el aforismo “Ayer es nunca jamás”: el pasado se perdió, no vuelve más.
Lo cual es, parcialmente, una mentira, como pone en evidencia esta canción (y
nuestra experiencia toda): porque el ayer se recrea (y se modifica)
constantemente en nuestra memoria, y la memoria es el órgano que constituye lo
humano. Mientras nosotros estemos aquí y ahora, el ayer viaja con nosotros,
parásito amable. Mejor dicho: hosco huésped simbionte que no sobreviviría sin
nosotros pero sin el cual nos sería imposible vivir.
Creer en el ayer sería entonces, supongo, reconocer la inmensa importancia del pasado en nuestra vida, cómo lo que fue nos hace ser lo que somos (claro que: ni la mitad de lo que éramos).
(Me acordé de la peli “Memento”, donde el pobre tipo no
puede generar nuevos recuerdos, cada 30 segundos se resetea y olvida lo que le
pasó; y sin embargo, no vive en un eterno presente, sino que queda anclado continuamente
en el ayer: en lo sucedido el día en que perdió la memoria (el asesinato de su
esposa). El film nos hace preguntarnos cómo sería una vida así, y la verdad,
solo imaginarlo se hace desesperante.)
Esta canción-ícono siempre se conecta en mi mente defectuosa
con otra gran canción, también icónica, sobre la añoranza del ayer: “Palabras
de amor” (“Paraules d´amor”) de mi tío Joan. La compuso cuando tenía unos
veinte años y pico (con seguridad, influenciado ya por los Beatles). Es una canción más lenta que "Yesterday", y más sentimental. No está entre mis favoritas, pero es difícil decir que no merece su fama. ¿No es curioso que las más famosas canciones sobre la
añoranza del pasado hayan sido hechas por pibes cuasi imberbes? Uno añora mejor
cuando ya tiene unas cuantas décadas encima, pero se ve que eso no
necesariamente se traduce en componer excelentes canciones sobre el asunto.
A diferencia de “Yesterday”, en “Paraules d´amor”
(probablemente la más famosa canción en idioma catalán de los últimos 50 años)
sí se habla constante y eminentemente de un amor perdido. Ella se fue (y él no
sabe dónde está, se ve que no tiene facebook ni twitter), pero él la ama
todavía, y recuerda esos momentos en que, con apenas quince años, lo único que
tenían para expresar ese incipiente romance eran palabras de amor prestadas,
frases hechas que habían escuchado o leído en poemas, novelas o telenovelas. A
través del recuerdo de ella, el cantor recuerda esas palabras que se decían, y
que cada tanto regresan a él en forma de canción: “vellas notas, vells acords,
vellas paraules d´amor”. Conste que está diciendo “viejas”, no “bellas”, pero
bueno, para mí es imposible escuchar “vellas” y no pensar en la belleza. ¿Será
que en catalán lo viejo es, por cercanía lingüística, bello? Me lo quedaría
pensando, pero me da fiaca. Mejor lo dejo para ayer.
Va pues, terminando este medio posteo, “Yesterday”:
Yesterday
Yesterday
all my troubles
seemed so far away.
Now it looks as
though they're here to stay.
Oh, I believe
in yesterday.
Suddenly
I'm not half the man
I used to be.
There's a shadow
hanging over me.
Oh, yesterday
came suddenly.
Why she had to go,
I don't know,
she wouldn't say.
I said something
wrong,
now I long
for yesterday.
Yesterday
love was such an
easy game to play.
Now I need a place
to hide away.
Oh, I believe
in yesterday.
Why she had to go,
I don't know,
she wouldn't say.
I said something
wrong,
now I long
for yesterday.
Yesterday
love was such an
easy game to play.
Now I need a place
to hide away.
Oh, I believe
in yesterday.
|
Ayer
Ayer
todos mis problemas parecían tan lejanos
ahora parece que llegaron para quedarse,
oh, yo creo
en el ayer.
De repente
no soy ni la mitad de lo que fui,
hay una sombra que se cierne sobre mí,
oh, el ayer
llegó de repente.
Por qué tuvo que irse
no lo sé,
ella no lo contó.
Dije algo que no debía
ahora añoro
el ayer.
Ayer
el amor era un juego tan fácil de jugar,
ahora necesito un lugar donde esconderme,
oh, yo creo
en el ayer.
Por qué tuvo que irse
no lo sé,
ella no lo contó.
Dije algo que no debía
ahora añoro
el ayer.
Ayer
el amor era un juego tan fácil de jugar,
ahora necesito un lugar donde esconderme,
oh, yo creo
en el ayer.
|
Y como bonus track, “Paraules d´amor”, de Joan Manuel Serrat:
https://www.youtube.com/watch?v=iwwcT8QuXJQ
Paraules
d'amor
Ella em va estimar tant
Jo me l'estimo encara.
Plegats vam travessar
Una porta tancada.
Ella, com us ho podré dir,
Era tot el meu món llavors
Quan en la llar cremàven
Només paraules d'amor...
Paraules d'amor senzilles I tendres.
No en sabíem més, teníem quinze anys.
No havíem tingut massa temps per
aprende'n,
Tot just despertàvem del son dels
infants.
En teníem prou amb tres frases fetes
Que havíem après d'antics comediants.
D'histories d'amor, somnis de poetes,
No en sabíem més, teníem quinze
anys...
Ella qui sap on és,
Ella qui sap on para.
La vaig perdre I mai més
He tornat a trobar-la.
Però sovint en fer-se fosc,
De lluny m'arriba una cançó.
Velles notes, vells acords,
Velles paraules d'amor...
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Palabras
de amor
Ella me amaba tanto,
yo la amo todavía.
Juntos atravesamos
una puerta cerrada.
Ella, cómo se los puedo decir,
era todo mi mundo entonces,
cuando en la chimenea quemábamos
solamente palabras de amor.
Palabras de amor sencillas y tiernas,
no sabíamos más, teníamos quince años.
No habíamos tenido tiempo para
aprenderlas,
recién despertábamos del sueño de los
niños.
Teníamos suficiente con tres frases
hechas
que habíamos tomado de antiguos
comediantes,
historias de amor, sueños de poetas,
no sabíamos más, teníamos quince años.
Ella quién sabe dónde está,
ella quién sabe dónde para.
La perdí y nunca más
volví a encontrarla.
Pero a menudo cuando anochece
de lejos me llega una canción.
Viejas notas, viejos acordes,
viejas palabras de amor.
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Machado (Tony) escribió también la frase “Hoy es siempre
todavía”. Será, pues, hasta entonces:
DJ Vago
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