“Don´t
you remember?”, de Adele, en su álbum 21
(2011)
Solo
que te falle mucho la memoria, no te has de acordar de eso.
Juan Rulfo, en su
cuento “Acuérdate”
Como tercera entrega a la vez de las series “Preguntas
sin respuesta” y “Voces notables”, vamos con una vieja amiga del blog, Adele,
que apareció en el posteo 4, en el comienzo de la primera temporada, con un
tema de este mismo disco, 21 (pero nadie se acuerda de eso, ya lo sé).
Allí hablé mucho sobre este disco temático (enfocado-enfrascado
en el amor contrariado) y cómo podría ser la banda de sonido de la película de
Dido (la reina cartaginesa, no la cantante yoni). También conté la triste
historia de Adele y su novio, Resortín Rayodesol (Slinky Sunbeam), una historia
demasiado complicada para contarla nuevamente. Aunque pensándolo bien no es
nada compleja, puede sintetizarse en esta frase: “Resortín y Adele en teoría se
amaban, pero de pronto él la dejó por una modelo y ella quedó hecha mierda”.
Así que remítanse a ese posteo del 2012 (“Ma sí, andá y
que te garúe finito”), si necesitan esclarecerse sobre Adelita y lo que hizo
ella cuando él se fue con otra (no lo siguió en un buque de guerra ni en un
tren militar, pero creo que ganas no le faltaron).
Y eso me permitirá olvidarme del contexto y pasar directo
al tema elegido hoy, “¿No te acordás?”. Que está estructurado a partir de una
serie de preguntas. Preguntas desesperadas de ella hacia él, pero él no está
(ya de entrada ella aclara que no lo ve hace ya un tiempo), así que ninguna de las
preguntas tiene, ni podría tener, respuesta: quien las podría contestar (el
infeliz de Resortín Rayodesol) no está presente. Y no parece tener interés en
llegar pronto, así que manda decir que ella lo espere sentada.
(Sí, el de pantalón rosa es Resortín, pasándola bomba en un boliche sin acordarse de que Adele lo está esperando con la cena. Desde hace cinco años.)
Así, ella le pregunta, de entrada, que cuándo lo va a
volver a ver, en tanto se fue sin decir adiós, sin despedirse ni nada, y ella
(hasta ese momento) ni siquiera se imaginaba que esa posibilidad (que él se
fuera) era posible.
Y enseguida llega el estribillo y la pregunta clave, la
que titula la canción. Ella describe las particularidades de su personalidad
della, que son más bien negativas (como las enumeradas en noviembre pasado en “Avec”,
¿no se acuerdan?):
Sé que tengo un corazón caprichoso
y una amargura
y un ojo viajero
y una pesadez
en mi cabeza...
(“ojo viajero” podría traducirse también como “ojo bizco”,
pero me gusta más la idea del ojo pizpireto que viaja por su cuenta)
O sea, dice ella: todo bien, entiendo que yo soy así,
falladita. Pero algo debía tener yo, para que igual me quisieras. Ella no tiene
idea de qué es eso, de cuál es esa razón por la cual él la quería, y entonces
le pregunta a él: ¿no te acordás? ¡Tenés que acordarte! (cantado con enojo
triste, onda el “¡Tiene que haber payasos!” de “Send in the clowns”, posteo 138).
Pero ¿no te acordás?
¿No recordás
la razón por la cual antes me amabas?
Y cierra el estribillo con una súplica totalmente
desesperada y conmovedora:
Nene, por favor recordame otra vez.
No le está pidiendo que la quiera. No le pide que
regrese. Ella sí querría volver con él, está clarísimo, pero no está pidiendo
eso. Simplemente está rogándole que él la recuerde, porque el recuerdo de él es
(desde la visión de la cantora) lo único que puede validar aquel amor, que
puede rescatarla a toda ella (pesadez y ojo virolo incluidos) de las garras del
olvido.
Hace un par de semanas, Daniel Toro se lamentaba de que
su “Zamba para olvidar” no le estaba funcionando. Bien podría preguntarle a
Resortín cuál es su método, cuál es su remedio y en qué dosis: “¿Cómo hiciste,
macho? Yo estoy meta intenta que te intenta olvidar y no olvido un carajo...”.
Y la respuesta no está, pero podemos imaginar un par de
opciones:
a) él recuerda, pero ya no la ama (puede pasar, pero es
raro, suena más probable la opción siguiente);
b) él no recuerda, porque nunca lo supo: en realidad no
la amaba de verdad.
Con cualquiera de las dos opciones el resultado es, en
todo caso, el mismo: un voto no positivo por la resolución del recuerdo. Por más
que ella repase lo que hizo y lo que dijo (“mantuve la distancia, te di espacio”)
buscando hallar un porqué, algo que justifique el accionar del pérfido resortín,
al fin y al cabo no hay recuerdo (de él) ni hay futuro (de ellos dos juntos),
solo el eterno lamento della ninfa
Adelita (posteo 77) siempre presente, siempre en carne viva, lanzándole a la
ausencia de él, una tras otra, una batería de cuestiones onda prueba PISA, pero
ya sabemos que la única respuesta repetida será “no sabe/no contesta”:
¿Cuándo fue la última vez
que pensaste en mí?
¿O me borraste por completo
de tus recuerdos?
Musicalmente, la canción es súper tranqui, una balada cuasi-country
con una solitaria guitarrita (luego se suman una batería morosa, un bajo al
fondo y un teclado vago), y no sería memorable sin la impresionante voz de
Adele, que hace sonar creíble y vivo todo el asunto.
Conclusión: hay que tener memoria, loco. Tenía una conclusión un poco más elaborada, pero se me fue.
Don't you remember?
When will I
see you again?
You left
with no goodbye,
not a single
word was said,
no final
kiss to seal anything
I had no
idea of the state we were in
I know I
have a fickle heart
and a
bitterness
and a
wandering eye,
and a
heaviness
in my head
But don't
you remember?
Don't you
remember
the reason
you loved me before?
Baby please
remember me once more.
When was the
last time
you thought
of me?
Or have you
completely erased me
from your
memories?
I often
think about where I went wrong
The more I
do, the less I know
I know I
have a fickle heart
and a
bitterness
And a
wandering eye,
and a
heaviness
in my head
But don't
you remember?
Don't you
remember
the reason
you loved me before?
Baby please
remember me once more.
Oh, I gave
you the space
so you could
breathe
I kept my
distance
so you would
be free
In hope that
you find
the missing
piece
To bring you
back to me
Why don't
you remember?
Don't you
remember
the reason
you loved me before?
Baby please
remember me once more.
When will I
see you again?
|
¿No
te acordás?
¿Cuándo volveré a
verte?
Te fuiste sin un
adiós,
no se dijo ni una
palabra,
no hubo beso final
para sellar nada,
no tenía idea de cómo
andábamos.
Sé que tengo un corazón
caprichoso
y una amargura
y un ojo viajero
y una pesadez
en mi cabeza...
Pero ¿no te acordás?
¿No recordás
la razón por la cual
antes me amabas?
Nene, por favor
recordame otra vez.
¿Cuándo fue la última
vez
que pensaste en mí?
¿O me borraste por
completo
de tus recuerdos?
A menudo pienso en qué
me equivoqué.
Cuanto más hago, menos
sé.
Sé que tengo un
corazón caprichoso
y una amargura
y un ojo viajero
y una pesadez
en mi cabeza...
Pero ¿no te acordás?
¿No recordás
la razón por la cual
antes me amabas?
Nene, por favor
recordame otra vez.
Oh, te di el espacio
para que pudieras
respirar,
mantuve mi distancia
para que pudieras ser
libre
en la esperanza de que
hallaras
la pieza faltante
que te trajera de
regreso conmigo.
¿Por qué no te
acordás?
¿No recordás
la razón por la cual
antes me amabas?
Nene, por favor
recordame otra vez.
¿Cuándo te volveré a
ver?
|
Hasta la próxima, si es que recordamos cómo volver,
DJ
Vago
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