“The Ghost of Corporate Future”, de Regina Spektor (2004)
Como penúltima entrega de la serie “Fantasmas” y,
paralelamente, última (esta vez sí) en la serie “Este libro me suena”, vamos
con un tema de Regina Spektor, que vive en Estados Unidos y canta usualmente en
inglés pero es rusa de familia judía.
Regina tiene un estilo bastante particular y entraría en
lo que por lo general se etiqueta como “anti-folk”, un subgénero impreciso que
comenzó en los 80 como reacción ante la seriedad combativa del folk mainstream.
Okey, me quedó difícil la oración, pero la idea del anti-folk es, simplificando,
hacer una música menos pulida y menos comprometida social o políticamente, canciones
más descontracturadas y simpáticas e intrascendentes, sin darse demasiada
importancia.
Spektor se mantuvo siempre en un perfil bajo, y su primer
disco con un sello importante fue editado en 2004, con el título Soviet Kitsch (que alude a sus raíces
rusas y judías) y es el que contiene la canción elegida hoy, “El Fantasma del
Futuro Empresarial”. Ni la canción ni el disco fueron éxitos rotundos, pero
¿quién busca eso?
Como la misma cantautora explicó alguna vez: “Me encantaría
escribir un clásico como “Yesterday”, pero me siguen viniendo a la cabeza
canciones raras sobre albóndigas en heladeras”. En efecto, las canciones de
Spektor suelen ser relatos con mucha letra (en eso se parece a Bob Dylan, ja) y
con personajes un poco bizarros e intrascendentes, que desarrollan tramas poco
o nada épicas. Musicalmente, es un kitsch también lo que hace, mezclando jazz,
folk, rap, música clásica y lo que venga, y usando al cantar ruiditos, palabras
inventadas, versos en distintos idiomas, gorgoritos, susurros.
Esta canción en particular hace referencia a una obra
literaria bastante conocida, una novela corta de Charles Dickens, Cuento de Navidad. Casi nadie lo leyó
(yo tampoco), pero seguramente habrán visto en alguna película (o en los
Simpsons) referencias a la trama: un tipo avaro, adinerado y malo, Ebenezer
Scrooge, es visitado en Nochebuena por tres fantasmas sucesivos, el de la
Navidad Pasada (que le muestra su propia infancia feliz e inocente, tan
distinta de su actual vida solitaria de millonario malaonda), el de la Navidad
Presente (que le muestra cómo un empleado suyo, a quien Scrooge maltrata y
explota, vuelve a su casa con su hijito enfermo y comparten una cena de
Nochebuena mísera pero esperanzada) y, por fin, el Fantasma de la Navidad
Futura, cuando el hijito del empleado ya murió, y el mismo Scrooge fallece,
solo, odiado por todos y listo para pudrirse en el infierno. Iluminado por las
visiones fantasmales y arrepentido, Scrooge cambia y se vuelve una persona
amable y dadivosa y un empleador un poco menos garca. Un gran éxito de Carlitos
Dickens, este libro, me dice mi hermana la tercera. Le creamos.
Tomando esa idea, Regina nos presenta en esta canción una
variante de la historia. En el comienzo se nos presenta un hombre que camina
bajo la lluvia. No tiene paraguas, así que se va refugiando en los toldos de
los negocios, para no mojarse tanto. Cuando llega al andén del subte, se saca
los dos zapatos y rápidamente pisa de lleno un gargajo que había en el piso, lo
que causa expresiones de asco de todos los que lo ven. Pero a él,
sorpresivamente, no le importa (ni el asco de los demás ni haber pisado el
escupitajo).
¿Por qué no le importa? Muy fácil: la noche anterior ha
recibido la visita del Futuro Empresarial, que le explicó cómo será su vida si
continúa como hasta ahora, laburando como empleado en una empresa capitalista
(pero creyendo que es “su” empresa), consumiendo y desechando plástico, tomando
litros de café al día, cenando de bandejas de microondas, preocupándose por todo
y dedicando todo su tiempo al trabajo, habiéndose perdido la infancia de sus
propios hijos y dejando que se marchitara la relación con su esposa. Será,
previsiblemente, una vida previsible, gris y patética.
¿Qué le propone el fantasma, como remedio o antídoto para
evitar ese futuro gris? Todo lo que queda de la canción son las palabras del
fantasma que nos brinda su sabiduría. Aunque no tiene una gran receta, la
verdad: el fantasma empieza a dar consejos desparramados, como una especie de
Viejo Vizcacha Emo, que parecen apuntar sobre todo a que uno debería tomarse
las cosas menos a pecho. Bajar un cambio. Le sugiere al tipo que improvise más (no mirar más el noticiero, por ejemplo), que se permita
hacer cosas un poquito estúpidas (como lamer una piedra), un poquito
arriesgadas (como besar a alguien o cortarse su propio pelo); que no se ahogue
en un vaso de agua, porque el mundo igual seguirá andando, el pelo vuelve a
crecer y la gente es solo gente, nada más. Solo gente, y vos también.
Y así va y viene esta simpática canción, más profunda de
lo que su misma autora quisiera, con su melodía de ronda infantil, cantada como
así nomás (pero bien).
Elegí, antes que la versión de estudio del disco, una
presentación en vivo, que permite un mayor margen de improvisación y ver los
gestos y sonrisas con que Regina adorna (o desadorna más bien) su interpretación.
The Ghost of Corporate Future
A man walks out
of his apartment
It is raining. He's got no umbrella He starts running beneath the awnings Trying to save his suit Trying to save his suit Tryin' to dryin' to tryin' to dry
but no good.
When he gets to
the crowded
subway platform
He takes off both of his shoes He steps right into somebody's fat loogie And everyone who sees him says "ew" Everyone who sees him says "ew"
But he doesn't
care
Cause last night he got a visit From the ghost of corporate future The ghost said take off both your shoes Whatever chances you get Especially when they're wet
He also said
Imagine you go away
on a business
trip one day
And when you come back home Your children have grown
and you never
made your wife moan
You children have grown and you never made your wife moan
And people make
you nervous
You'd think the world was ending And everybody's features have somehow started blending And everything is plastic And everyone's sarcastic And all your food is frozen It needs to be defrosted You'd think the world was ending You'd think the world was ending You'd think the world was ending
right now.
Well maybe you
should just drink
a lot less coffee
And never ever watch
the ten o'clock
news
Maybe you should kiss someone nice Or lick a rock Or both Maybe you should cut your own hair Cause that can be so funny It doesn't cost any money And it always grows back Hair grows even after
you're dead
People are just
people
They shouldn't make you nervous The world is everlasting It's coming and it's going If you don't toss your plastic The streets won't be so plastic And if you kiss somebody Then both of you'll get practice
The world is
everlasting
Put dirtballs in your pockets Put dirtballs in your pockets And take off both your shoes Cause people are just people People are just people People are just people like you
The world is
everlasting
It's coming and it's going The world is everlasting It's coming and it's going |
El Fantasma del Futuro Empresarial
Un
hombre sale de su departamento.
Llueve.
No tiene paraguas.
Empieza
a correr bajo los toldos
tratando
de salvar su traje,
tratando
de salvar su traje,
tratando
de secar de salvar de secar,
pero
no hay forma.
Cuando
llega al atestado
andén
del subte
se
saca ambos zapatos,
pisa
de lleno en un gran escupitajo
y
todos los que lo ven dicen “ugh”.
Todo
el que lo ve dice “ugh”.
Pero
a él no le importa
porque
la noche previa recibió una visita
del
Fantasma del Futuro Empresarial.
El
fantasma dijo: sacate los dos zapatos
en
cada oportunidad que tengas,
especialmente
cuando están mojados.
También
dijo:
imaginá
que salís
en un
viaje de negocios un día
y
cuando volvés a casa
tus
hijos crecieron
y
nunca hiciste gemir a tu esposa,
tus
hijos crecieron
y
nunca hiciste gemir a tu esposa.
Y la
gente te pone nerviosa,
pensás
que el mundo se termina
y las
caras de todos de alguna forma
empezaron
a mezclarse
y
todo es plástico
y
todos son sarcásticos
y
toda tu comida está congelada,
necesita
ser descongelada.
Pensás
que el mundo se termina,
pensás
que el mundo se termina,
pensás
que el mundo se termina
ya
mismo.
Bueno,
quizá deberías tomar
mucho
menos café.
Y
nunca jamás mirar
el
noticiero de las diez.
Quizá
deberías besar a alguien amable
o
lamer una piedra
o
ambos.
Quizá
deberías cortar tu propio pelo
porque
puede ser tan divertido,
no
cuesta nada de plata
y
siempre vuelve a crecer.
El
pelo crece incluso después de que estás muerto.
La
gente es solo gente,
no
deberían ponerte nervioso.
El
mundo es perpetuo,
va y viene.
Si no
tiraras tu plástico,
las
calles no serían tan plásticas,
y si
besás a alguien
luego
ambos pueden ir practicando.
El
mundo es perpetuo,
poné
bolas de pelusa en tus bolsillos.
Poné
bolas de pelusa en tus bolsillos
y
sacate los dos zapatos,
porque
la gente es solo gente.
La
gente es solo gente,
la
gente es solo gente: igual que vos.
El
mundo es perpetuo,
va y
viene,
el
mundo es perpetuo,
va y
viene.
|
Así que ya saben: a tomar menos café, lamer piedritas y sacarse
los zapatos, en especial cuando están mojados. Yo, por mi parte, estaré entre
los que les dirán “ugh” cuando pisen algo. Pero por dentro los felicitaré,
admirado.
Eso es todo por hoy. La semana que viene termina la serie
“Fantasmas”, con un temón, tétrico pero inolvidable.
Por lo pronto me despido hasta la próxima Navidad, que
está a la vuelta de la esquina.
Saludos,
DJ
Vago del Futuro Musical
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