“Minnie the Moocher”, de Cab Calloway (1931)
No podía terminar la serie “¿Lo qué?” sin incluir algo de
skat. No, no es la patineta, sino cuando los cantantes empiezan a cantar con
palabras sin sentido, como imitando el sonido de un instrumento musical. En el
jazz se usa mucho. Luisito Armstrong era muy bueno en eso; Ella Fitzgerald y
Sarah Vaughan eran más que muy buenas. Bobby McFerrin es como el barroco del
skat.
Pero elegí “Minnie the Moocher”, un viejo hit de los años
30.
[Esto significa que quedarán afuera de esta serie dedicada a
trabalenguas y sinsentidos, entre muchos otros temas:
· “Tutti
frutti”, de Little Richard
· “Brown
Eyed Girl”, de Van Morrison.
· “Do Wah
Diddy Diddy”, de Manfred Mann
· “De do do
do”, de The Police
Pero es lo que hay, quevachaché.]
Uno de los principales méritos de Calloway fue que en este
tema inventó la “interactividad de recital”: la idea de que el cantante emite
unos sonidos cualesquiera y el público los replica:
Eo-eo-é (dice el
cantante) Eo-eo-é (contesta el público)
Oie-ieaieié (el
cantante) Oie-ieaieié (el público)
Y así hasta el infinito y más allá.
En realidad, no estoy seguro-seguro de si Calloway inventó
esto, pero me da mucha fiaca confirmarlo, así que créanme, o refútenme si es
que tienen suficiente energía investigativa.
Con esa innovación, Calloway se hizo famosísimo. Vendió más
de un millón de discos (¡en la década de 1930!), y se pasó toda su vida (su
larga vida) cantando el mismo tema, una y otra vez, cual maldición griega. Y
siempre con ese pelo horrible, y esa cara de dibujito animado.
La letra cuenta la historia (de hecho, comienza aclarando:
“Voy a contarles la historia…”) de Miniie the Moocher (traducción aproximada: “La Garronera ”, es decir,
“una muchacha pedigüeña”. A lo largo de la canción, uno tiene la idea de que
siempre se está haciendo referencia a otra cosa, como en los temas de Los
Redondos, pero nunca uno está del todo convencido de qué carajo se está
hablando en realidad, y quiénes son el Rey de Suecia, La
Vaca Cubana , el Perro o “Smokey”. Pero
guiñemos el ojo como haciendo que entendemos la referencia, y sigamos adelante.
En la primera estrofa, entonces, se presenta a Minnie, quien
(tal vez) es una prostituta de gran corazón (lo que ya era un cliché hace
noventa años). Ella se enamora de un cafiolo que se hace llamar “Humito”, y que
la lleva al Barrio Chino para enseñarle a fumar opio (aparentemente, eso quiere
decir “patear el gong”; de hecho, el tema estuvo prohibido en varios lados por
“incitar al consumo de drogas”, a causa de este verso…).
Mientras está “viajando” por el opio, Minnie tiene un sueño:
sueña con un tipo rico (“El Rey de Suecia”) que le da “todo lo que necesita”.
Lo que necesita no es cariño, respeto ni nada por el estilo, sino objetos y
posesiones materiales lujosas y absurdas: autos de diamante, casas de oro,
caballos de carrera y un millón de dólares… pero en monedas de 5 y 10 centavos.
Y ella se sienta a contar esas monedas, y las cuenta (así como está, soñadora)
un millón de veces.
Y esa es toda la historia, excepto por el verso final, en el
que el cantante se conduele de la protagonista: “Pobre, pobre, pobre Minnie”.
¿Por qué “pobre”? ¿Por quedarse soñando con sus monedas y su rey de Suecia?
¿Por despertarse y volver a la realidad, tan distinta de sus sueños? ¿Por ser
garronera? ¿Por no poder seguir los últimos versos de skat de Cab? Lo dejo a
vuestro criterio.
Minnie sería, entonces, una especie de mezcla entre la
granjera-que-va-al-mercado-a-vender-su-jarra-de-leche y Madame Bovary. Más
Julia Roberts en “Mujer bonita” y algún personaje del Indio Solari.
Aquí va la versión elegida, por Cab Calloway:
Y algunas más, como curiosidad:
En el corto animado de Betty Boop (otra “garronera de gran
corazón”), de 1932:
Por Dr. House (como me gusta llamar a Hugh Laurie):
Minnie the Moocher
Hey folks here's the story
'bout Minnie the Moocher
She was a red-hot hoocie
coocher
She was the roughest
toughest frail
But Minnie had a heart
as big as a whale
Hidehidehidehi
(Hidehidehidehi)
Hodehodehodeho
(Hodehodehodeho)
Hedehedehedehe
(Hedehedehedehe)
Hidehidehideho
(Hidehidehideho)
She messed around with a
bloke named Smokie
She loved him though he was
cokey
He took her down to
And showed her how to kick
the gong around
Hidehidehidehi
(Hidehidehidehi)
Whoah (Whoah)
Hedehedehedehe
(Hedehedehedehe)
A hidehidehideho
(Hidehidehideho)
She had a dream about the
king of
He gave her things that she
was needin'
He gave her a home built of
gold and steel
A diamond car with platinum
wheels
A hidehidehidehidehidehidehi
(Hidehidehidehidehidehidehi)
Hodehodehodehodehodehodeho
(Hodehodehodehodehodehodeho)
... (...)
... (...)
He gave her his townhouse
and his racing horses
Each meal she ate was a
dozen courses
Had a million dollars worth
of nickels and dimes
She sat around and counted
them all a million times
Hidehidehidehi
(Hidehidehidehi)
Hodehodehodeho
(Hodehodehodeho)
Hedehedehedehe
(Hedehedehedehe)
Hidehidehideho (Hidehidehideho)
Poor Min, poor Min, poor
Minnie
|
Minnie
Hey amigos, acá va la
historia
de Minnie
era una cuchicuchi al rojo
vivo,
la más ruda y dura de las
delicadas,
pero Minnie tenía un
corazón
grande como una ballena.
Hidehidehidehi
Hodehodehodeho
Hedehedehedehe
Hidehidehideho
Se enredó con un tipo
llamado Smokie,
ella lo amaba aunque era un
engreído.
Él la llevó al Barrio Chino
y le mostró cómo dar vuelta
el gong de una patada.
Hidehidehidehi
(Hidehidehidehi)
Whoah (Whoah)
Hedehedehedehe
(Hedehedehedehe)
A hidehidehideho (Hidehidehideho)
Ella tuvo un sueño con el
rey de Suecia,
Él le daba las cosas que
ella necesitaba.
Le daba una casa hecha de
oro y acero,
un auto de diamante con
ruedas de platino.
A
hidehidehidehidehidehidehi (Hidehidehidehidehidehidehi)
Hodehodehodehodehodehodeho
(Hodehodehodehodehodehodeho)
... (...)
... (...)
Le daba su quinta y sus
purasangres,
cada comida que comía era
una docena de platos.
Tenía un millón de dólares
en monedas de 10 y de 5:
se sentaba y las contaba a
todas un millón de veces.
Hidehidehidehi
(Hidehidehidehi)
Hodehodehodeho
(Hodehodehodeho)
Hedehedehedehe
(Hedehedehedehe)
Hidehidehideho (Hidehidehideho)
Pobre Min, pobre Min, pobre
Minnie.
|
Se despide a voz en cuello (y esperando la respuesta):
Didididiyeiyeiyeiyeiieiii
Vavagogó ! ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario