“Satyros”, de Faun, en su álbum Rennaissance (2005)
A todas las profesoras de latín.
Hoy, como tercera entrega de la serie “La palabra con F”, aproveché
una vez más los conocimientos de mi hermana la tercera para incluir por primera
vez en este blog un tema en latín. El tema en cuestión es “Satyros”, de la
banda alemana neo-gothic-pagan-folk-darkwave Faun, en su disco “Renacimiento”,
de 2005. La palabra con F de hoy es, previsiblemente, fauno, y podemos agregar también la palabra fiesta-fiesta y, ya que estamos, ferné.
Y es que mi hermana tuvo el dudoso honor de recibir, junto
con su título de profesora de Castellano y Literatura, el mucho más inútil
título de profesora de Latín. Al parecer, los profesores de latín sienten, en
alto porcentaje, que como no enseñan latín habitualmente (bueno sería), están
en cierta forma en deuda con el país, pues no le están devolviendo al soberano
parte del esfuerzo y los recursos que demandó su intensa formación humanística.
Así que pedirle a un profesor de latín que traduzca un texto
de ese idioma es prácticamente hacerles un favor, aunque el texto en cuestión
sea algo tan inútil como la letra de una canción para un blog virtualmente
ignoto que poquísimus leen y casi nadie escribe.
Entonces, esta semana decidí congraciarme con mi hermana la
tercera, a quien vengo verdugueando bastante, y le agradecí pidiéndole la
traducción de “Satyros”, que obviamente significa, en griego, “sátiro” (no
estudié lenguas muertas, pero tampoco como vidrius).
Ahora bien: “sátiro” no significa aquí el varón alzado que
se propasa con cualquier fémina que se le cruza por delante, tipo el sátiro del
ascensor o el sátiro de la escalera; sino que se refiere al bicho llamado
antiguamente sátiro, que era igualmente libidinoso, pero con la buena excusa de
ser mitad hombre, y mitad otro animal, en este caso, carnero.
“Faun”, el nombre de la banda, remite a un bicho muy
parecido, el “fauno”, cuya única diferencia con el sátiro es que su mitad
inferior es de chivo en lugar de
carnero, y que aprendió a tocar la flauta o el sikus. Y además, claro, ponerle
“faun” a la banda suena menos comprometedor que ponerle “satyros”.
Lo primero que hay que decir es que estará en latín, pero esta es una canción popular, pagana. Porque antes de que los curas católicos romanos se apropiaran del todo del idioma de Virgilio (no Expósito), el latín vivía en las calles y generó, oh sorpresa, buena parte de los idiomas que hablamos en Occidente, incluido este.
La canción la “rescataron” los de Faun, pero no la
inventaron ellos: es una reelaboración de una melodía medieval-renacentista,
probablemente cantada en la época de carnaval (acá mi hermana, conmovida hasta
las lágrimas, me susurra, incomprensible y tal vez posesa: “bajtín, bajtín rabelé,
bajtín mijaíl, voloyinob”).
La canción es ultra rítmica, súper bailable, festiva. De
hecho, da para pogo unisex, lo cual resulta muy apropiado. El tema lo cantan
las dos chicas de la banda a dúo. La primera estrofa es casi a capella, con
apenas una nota continua de zampoña como fondo; al terminar esa estrofa, se
larga con todo la percusión, la flauta y el laúd eléctrico o comosellame. En el
minuto 1:52, comienza la “estrofa lenta”, que funciona casi como puente y se
lleva casi un minuto de canción, hasta que el tambor se rearma y en el 2:43 se
repite las estrofas rápidas.
Y la letra de la canción, coherentemente, hace referencia a
una fiesta pagana, presidida por el mencionado sátiro que es como si fuera el
embajador de Dionisio (alias Baco), el dios del vino, la juerga y, en general,
los excesos de todo lo que engorde, aturda, canse y guste.
La fiesta es la bacanal, y es una festichola orgiástica que
la voglio dire, presidida por el mismo Baco y/o su comisionado el Fauno-Sátiro,
más las bacantes-ménades, unas minas que se ponen como locas, se dan con lo que
haya, re-ceban y después no hay quien las pare.
(Tengo que aclarar aquí, ahora que mi hermana fue a la
cocina a preparar mate, que ella es profesora de latín, pero no es precisamente
la mejor alumna: aprobó todos los latines, como suele decirse, de pedvm. Así que probablemente la
traducción que me pasó tenga sus fallas. Igualmente, como seguro hay entre mis
lectoras muchas profesoras de latín, y sienten también esa culpa remanente de
la que hablé en el segundo párrafo, pueden enviarme, sin cargo, sus
traducciones mejoradas. De nada.)
Dice mi querida hermana, que ya volvió con el mate, que su
exactísima traducción se centra en interpretar el hoc, que es por lo general un pronombre deíctico (?) como un
adverbio de lugar-tiempo, al igual que su similar huc. Y que entonces lo tradujo como “aquí”. Y el “aquí” se refiere,
por supuesto, a la mencionada fiesta fernética fáunica, en la que el sátiro se
despierta (y sabemos lo que puede hacer un sátiro y/o un indio cuando se
despierta) y luego, de a poco y sucesivamente, se le suman las ninfas
cantantes, las ménades inflamadas, los viejitos verdes “rejuvenecidos”, Cupido
acalorado y, por si fuera poco, un “yo” sin nombre que, aunque perdió la
cédula, no le importa mucho, porque está fuera de sí, “robado de sí mismo”.
Y en el medio, como para hacer una pausa entre trago y
trago, viene una estrofa lentísima, con una letra casi barroca, para la cual mi
hermana tuvo que exprimir sus años y lecturas de Marta Royo y Silvia Wendt, con
una frase sobre el que ama, el que es amado y el que merece nosequé, y cuya
conclusión parece ser algo así como: “pegame y llamame Baco” o, más
exactamente, “amame que estoy de oferta”.
Igualmente, como sabemos, la bacanal dura poco (sobre todo,
porque ahí las horas pasan volando). Así que al día siguiente, con gran dolor
de cabeza, habrá que sortear la resaca. Pero a la fin, ¿quid nos quittae lo
bailatus?
https://www.youtube.com/watch?v=zYpEdXhnOB4
Satyros
Satyros hoc excitat
Et Dryadum choreas
Redivivis incitat
Hoc ignibus Napeas
Hoc Cupido concitus
Hoc amor innovatur
Hoc ego sollicitus
Hoc mihi me furatur
Satyros hoc excitat
Et Dryadum choreas
Redivivis incitat
Hoc ignibus Napeas
Si quis amans per amare
Mereri posset amari
Posset Amor mihi velle
Mederi dando beari
Satyros hoc excitat
Et Dryadum choreas
Redivivis incitat
Hoc ignibus Napeas
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Sátiro
Aquí el sátiro se despierta
y los coros de las ninfas
a los rejuvenecidos impulsan,
aquí se encienden las ménades.
Aquí Cupido se agita
aquí el amor es renovado
aquí yo me inquieto
aquí me robo de mí mismo
Aquí el sátiro se despierta
y los coros de las ninfas
a los rejuvenecidos impulsan
aquí se encienden las ménades.
Si aquel que ama, por amar,
puede merecer ser amado,
podría Amor mi deseo
curar haciéndome soportarlo.
Aquí el sátiro se despierta
y los coros de las ninfas
a los rejuvenecidos impulsan,
aquí se encienden las ménades.
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Va también versión en vivo, para que vean a los músicos de
Faun, muy producidos ellos:
https://www.youtube.com/watch?v=3qxBhUhLyz8
Y otro tema del grupo Faun, titulado la “Saga de Egil”, con el sabio y
pegadizo estribillo “Ningún hombre debe trazar runas / si no está capacitado
para usarlas bien”:
Hoc váguibus rettiratur salutantque:
DJ Vagus
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