“Rednecks”,
de Randy Williams (1974)
Como tercera y penúltima entrega de la serie “No aclares que oscurece” comento hoy “Rednecks” (“cuellos rojos”, término despectivo para designar a los “white trash” sureños racistas), de Randy Newman (el autor de la pegadiza canción “We belong together”, de la película Toy Story 3).
Esta canción tuvo su origen puntual en un programa de televisión en Nueva York en 1970, una entrevista al gobernador de Georgia Lester Maddox en “El Show de Dick Cavett”. Maddox era un conocido segregacionista, que ganó notoriedad incluso antes de entrar en política por negarse a recibir clientes afroamericanos en su restaurante (por más que las leyes segregacionistas ya habían sido recientemente abolidas) y llegó a la gobernación, al igual que el gobernador de Alabama George Wallace (a quien mencioné un par de posteos atrás), gracias a los votos mayoritarios de la población blanca (y en buena parte racista) del sur estadounidense.
(En 1965, antes de aceptar clientes integrados, Maddox prefirió cerrar su restaurante: nada, solo quería dejarles una nota de color.)
La entrevista mencionada comenzó en buenos términos, pero
enseguida la discusión fue escalando y terminó abruptamente cuando el
entrevistado abandonó el set antes de tiempo. Hay un clip; está en inglés y no
es importante que lo vean, pero bueno, aquí está, si alguno lo quiere ver.
Lester Maddox se va del set del show de Dick Cavett
(1970):
https://www.youtube.com/watch?v=7-8WNL5bspg
Coincido con Randy Newman (explicó muchas veces su
opinión) en que Maddox quedó mucho más reivindicado que expuesto, ante la
pésima entrevista que le hicieron, y que Cavett y Brown se vieron más
intolerantes y prejuiciosos que Maddox, al menos durante esos minutos de
entrevista: dos norteños burlándose de un sureño tonto y racista (no un “white
trash” cualquiera, sino un gobernador, nada menos). Quizás televisivamente fue
un éxito (el programa se hizo más famoso), pero fue un completo fracaso en la
confrontación con el racismo sistemático que aún perdura (y con fuerza) acá y en
todas partes, pero con particular énfasis en los Estados Unidos. En palabras de
Randy Williams: “Odio todo lo que [Maddox] representa, pero no le dieron la
chance de que mostrara que es un estúpido. Y viendo que tratan así al
gobernador de Georgia, si yo fuera georgiano probablemente me enojaría”.
Y entonces Randy Williams armó esta canción, titulada
“Rednecks”, en la cual el cantor, en primera persona, se declara redneck y se
auto-bardea por ello (llega a decir que ellos, los rednecks, son tan tontos que
no distinguen su propio culo de un agujero en el piso), aunque a la vez le echa
en cara a los norteños su hipocresía. El estribillo cierra invariablemente con
el verso “Mantenemos a los negros abajo”, cantado así, con entusiasmo y
orgullo, y utilizando el término “niggers”, el más ofensivo de todos, en lugar
de alguna las otras palabras más aceptables para designar a los
afrodescendientes (“Siempre me cuesta usar esa palabra”, declaró Randy, “pero
había que usarla, la canción no habría funcionado con otra”, y tiene razón).
La canción es completamente irónica, por supuesto: Randy
Newman no es un redneck y tiene un pensamiento diametralmente opuesto al de los
rednecks. Parece que sobra aclararlo, pero en realidad no sobra tanto, ya
verán. Incluso Newman tiene otras canciones, varias, armadas a partir del mismo
recurso, la ironía, como “I love L.A.” (“Amo a Los Angeles”), donde se mofa
indirectamente de los amantes del sol y la playa y denuncia la enorme cantidad
de homeless en la ciudad, y “Short People” (“gente petisa”), con una letra de
odio irracional a la gente baja de estatura (que deja en evidencia lo ridícula
que es esa y toda discriminación por el aspecto de una persona).
Anoche
vi a Lester Maddox en un programa de tevé
con
un judío de Nueva York que se hacía el vivo
y el
judío se reía de Lester Maddox
y la
audiencia se reía de Lester Maddox también.
Bueno,
quizás sea un tonto, pero es nuestro tonto;
si
creen que son mejores que él, se equivocan.
Así
que fui a la plaza y agarré un papel
y
ahí es que compuse esta canción.
El estribillo es una autodefinición de los rednecks,
evidentemente irónica (en tanto un verdadero “cuello rojo” nunca se definiría
en una forma tan negativa, como un borracho inútil y ruidoso que habla raro):
Hablamos
bien raro acá abajo,
bebemos
demasiado y nos reímos muy fuerte.
Somos
demasiado estúpidos para triunfar en una ciudad norteña
... y
mantenemos a los negros abajo.
En la segunda estrofa se hace una enumeración de las
distintas “variedades” de rednecks y cuáles son sus comportamientos típicos, y
el estribillo es más ofensivo todavía hacia la rednectitud:
Tenemos
petroleros sin cuello de Texas
y
“buenos chicos” de Tennessee
y universitarios
de la LSU [Universidad Estatal de Louisiana]:
entran
tontos... salen tontos también.
Vagueando
por Atlanta en sus zapatos de cocodrilo,
emborrachándose
cada fin de semana en las barbacoas
... y
mantenemos a los negros abajo.
Somos
rednecks, rednecks,
y no
distinguimos nuestro culo de un hoyo en el piso.
Somos
rednecks, somos rednecks
... y
mantenemos a los negros abajo.
Pero la tercera y última estrofa es la realmente genial.
El sureño le habla a los norteños y se vuelve irónico también: los “felicita”
por haberles cambiado el nombre a los negros (de la ofensiva “nigger” a la apenas
menos ofensiva “negro” [se pronuncia nigro]),
por haberles dado así “dignidad”, y por haber liberado a los negros... Aunque
enseguida se aclara para qué los liberaron: para enjaularlos en guetos. Y se
empieza a enumerar todos los guetos, los “barrios negros” de las grandes
ciudades del nortey el oeste de los Estados Unidos. Y la conclusión, tremenda
pero bastante cierta, es que allá en el norte también “mantienen a los negros
abajo”.
Ahora
tu negro [nigger] norteño es
un “morocho” [negro],
se
ve que tiene su dignidad.
Acá
abajo somos demasiado ignorantes para darnos cuenta
de
que el norte hizo libre al negro.
Sí,
lo hizo libre... para ponerlo en una jaula en Harlem, en Nueva York.
Y es
libre para ponerlo en una jaula en el lado Sur de Chicago (y en el lado Oeste).
Y es
libre para ponerlo en una jaula en Hough, en Cleveland.
Y es
libre para ponerlo en una jaula en el Este de Saint Louis.
Y es
libre para ponerlo en una jaula en Fillmore, en San Francisco.
Y es
libre para ponerlo en una jaula en Roxbury, en Boston.
Están
juntándolos desde kilómetros a la redonda:
mantienen
a los negros abajo.
Efectivamente, el problema del racismo, que es terrible
en el sur, no está únicamente en el sur: el norte también existe, en esta
cuestión. Se hicieron enormes esfuerzos para mostrar que la cruenta Guerra
Civil, a mediados del siglo XIX, se debió al interés humanitario de los
norteños para liberar a la población esclava negra del sur (con “el bueno de
Lincoln” al mando de la causa norteña), pero en realidad fue una lucha por
imponer un sistema diferente de explotación humana, basado en talleres
industriales en vez de en plantaciones agrícolas: el sur defendía la esclavitud
porque necesitaba esclavos para las plantaciones extensivas; pero el norte no
defendía una Libertad “pura”, sino la necesidad de sus fábricas y talleres de
tener empleados pobres (muchos, por lo que no alcanzaba solo con “negros”:
necesitaban también inmigrantes y pobres “blancos”) y explotarlos a gusto como
mano de obra cuasi esclava, pero sin brindarles comida y techo, como deberían
hacer si fueran “suyos” (estoy simplificando burdamente, ya sé, pero solo
quiero enfatizar que las causas de una guerra casi nunca son las que ambos
bandos declaran en la superficie). El norte le dio a los negros la libertad en
los papeles, pero esa libertad nunca implicó igualdad, sino que teminó siendo
apenas algo más que una palabra bella, como dice Kafka en Amerika:
“—Entonces,
¿eres libre?
—Sí,
soy libre —dijo Karl, y de pronto nada parecía más inútil que su libertad.”
Esta es, en fin, una canción ácida y de una ironía feroz
y amarga.
Pero la ironía no funciona, en las canciones: siempre
habrá gente que interpretará en forma literal una canción irónica, por más
evidente que sea la ironía. Por eso “We are the champions” de Queen se canta en
las finales de fútbol como un himno exitista, “Amo a Los Angeles” es usada en
los estadios de los equipos de béisbol angelinos, “Gente petisa” es repudiada
por muchos como una canción en contra de la gente petisa y Randy Newman decidió
dejar de cantar “Rednecks” cuando hace giras por el sur, porque siempre hay
gente que la canta orgullosa y a voz en cuello mientras mueven los encendedores
emocionados, como si realmente fuera un himno en favor de los racistas sureños.
Y por eso Charly García (que en estos días cumplió 70,
¡feliz cumple!) estuvo a punto de titular en 2003 su nuevo disco Asesíname, pero lo pensó mejor y lo
cambió a Rock and Roll YO, no fuera
cosa que alguien lo interpretara literal y lo matara. Estuvo astuto.
Rednecks Last night I saw Lester Maddox on a TV show With some smart-ass New York Jew And the Jew laughed at Lester Maddox And the audience laughed at Lester Maddox
too Well, he may be a fool but he's our fool If they think they're better than him
they're wrong So I went to the park and I took some paper
along And that's where I made this song We talk real funny down here We drink too much and we laugh too loud We're too dumb to make it in no Northern
town And we're keepin' the niggers down We got no-necked oilmen from Texas And good ol' boys from Tennessee And college men from LSU Went in dumb - come out dumb too Hustlin' 'round Atlanta in their alligator
shoes Gettin' drunk every weekend at the
barbecues And they're keepin' the niggers down We're rednecks, rednecks And we don't know our ass from a hole in
the ground We're rednecks, we're rednecks And we're keeping the niggers down Now your northern nigger's a Negro You see he's got his dignity Down here we're too ignorant to realize That the North has set the nigger free Yes he's free to be put in a cage In Harlem in New York City And he's free to be put in a cage in the
South-Side of Chicago And the West-Side And he's free to be put in a cage in Hough
in Cleveland And he's free to be put in a cage in East
St. Louis And he's free to be put in a cage in
Fillmore in San Francisco And he's free to be put in a cage in
Roxbury in Boston They're gatherin' 'em up from miles around Keepin' the niggers down We're rednecks, we're rednecks We don't know our ass from a hole in the
ground We're rednecks, we're rednecks And we're keeping the niggers down We are keeping the niggers down |
Cuellos rojos Anoche
vi a Lester Maddox en un programa de tevé con
un judío de Nueva York que se hacía el vivo y el
judío se reía de Lester Maddox y la
audiencia se reía de Lester Maddox también. Bueno,
quizás sea un tonto, pero es nuestro
tonto; si
creen que son mejores que él, se equivocan. Así
que fui a la plaza y agarré un papel y ahí
es que compuse esta canción. Hablamos
bien raro acá abajo, bebemos
demasiado y nos reímos muy fuerte. Somos
demasiado estúpidos para triunfar en una ciudad norteña y
mantenemos a los negros abajo. Tenemos
petroleros sin cuello de Texas y
“buenos chicos” de Tennessee y
universitarios de la LSU: entran
tontos... salen tontos también. Vagueando
por Atlanta en sus zapatos de cocodrilo, emborrachándose
cada fin de semana en las barbacoas y
mantenemos a los negros abajo. Somos
rednecks, rednecks y no
distinguimos nuestro culo de un hoyo en el piso. Somos
rednecks, somos rednecks y
mantenemos a los negros abajo. Ahora
tu negro norteño es un “morocho”, se ve
que tiene su dignidad. Acá
abajo somos demasiado ignorantes para darnos cuenta de
que el norte hizo libre al negro. Sí,
lo hizo libre para ponerlo en una jaula en
Harlem en Nueva York. Y es
libre para ponerlo en una jaula en el lado Sur de Chicago (y en el lado
Oeste) Y es
libre para ponerlo en una jaula en Hough en Cleveland Y es
libre para ponerlo en una jaula en el Este de San Louis Y es
libre para ponerlo en una jaula en Fillmore en San Francisco y es
libre para ponerlo en una jaula en Roxbury en Boston. Están
juntándolos desde kilómetros a la redonda: mantienen
a los negros abajo. Somos
rednecks, rednecks y no
distinguimos nuestro culo de un hoyo en el piso. Somos
rednecks, somos rednecks y
mantenemos a los negros abajo. Mantenemos
a los negros abajo. |
Se despide hasta la próxima:
DJ
Vagoxx (quien se mantiene a sí mismo abajo)
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