“Cenas de negocios”, de Sigrid (2019), y “Grace Kelly”, de
Mika (2007)
Me quedé pensando en las canciones sobre la presión de los empresarios musicales en los artistas (“Lovesong” de Sara Bareilles y “No se va a llamar mi amor”, de Charly, vean un par de posteos atrás) y me fui acordando de muchas otras canciones sobre ese tema, así que decidí armar una pequeña serie sobre eso, trayéndolas de a dos, solo porque esa es la metodología que asumí este año (si quieren puedo intentar cambiarla, eh, solo diganmé).
Así que vamos con dos canciones que suenan simpáticas y livianitas (además de agudas, porque ambos cantantes cantan finito), pero que si uno las escucha son bastante de protesta: protesta contra esas personas que quieren que seamos diferentes pero no porque nos quieren, sino básicamente porque ese cambio los beneficiaría. El motivo directo de ambas canciones es que un empresario o productor musical le pide al músico o a la música que hagan algo diferente, más comercial, menos raro, más vendible, más parecido a lo que ya escuchamos mil veces, más cuadradito, menos creativo. En la mayoría de los casos, esos pedidos son aceptados, porque los artistas son, sobre todo, seres humanos, y tienen que comer, y quieren ser famosos y ricos también, incluso: si alguien te ofrece un contrato musical por un disco y te pide a cambio una canción chota y alegre, la hacés, total. Salvo, claro, que tengas una cierta ética, además (o en vez) de hambre. O podés, como hizo Sara Bareilles en “Lovesong”, y como hacen los dos músicos de este posteo, hacer caso a medias: hacer la faquin cancioncita alegre, pero mantenerla en tu estilo propio y, de paso, protestar por la situación.
La primera canción es “Cenas de negocios” (“Business Dinners”)
de Sigrid, la joven cantautora noruega de quien ya comenté “High Five” ("Chocá esos cinco"). Sigrid,
que me caía muy bien incluso antes de decir esto, dijo que en esta canción
quiso hacer un homenaje al estudio Ghibli, de Hayao Miyazaki (el de las películas
animadas “El viaje de Chihiro”, “Mi vecino Totoro”, etcétera). Y en efecto, esta
canción tiene un aire juguetón e infantil, de divertimento musical. Salvo por un
pequeño detalle: la letra. Ahí Sigrid se dirige directamente al empresario-productor,
que probablemente sea uno de esos pelados locos (“crazy baldheads”) de los que
nos advertía Bob Marley. Sigrid, con esa vocecita, cuenta que él quisiera que
ella fuera mil cosas: más dulce, más profunda, más angelical, más vistosa, más
comercial... pero ella no tiene tiempo ni oportunidad de ser todo eso, porque
está intentando descubrir quién es, para poder ser ella misma. Ser uno mismo no
es fácil: a veces te sentís bajoneado, o querés flotar pero te va llevando la
corriente y sentís que te vas a hundir en cualquier momento. Pero aun así ella
se permite el lujo de quererlo todo y, en especial de querer ser ella misma,
por más que no sea dulcemente angelical o comercialmente atractiva.
https://www.youtube.com/watch?v=5Wr8O6uD5mg
Business dinners Oh, you just want me
to be Sweeter, better,
angel, yeah Business dinners You just want me to
be Pictures, numbers,
figures, yeah Deeper, smarter... And I'll just try to
be me. In the silence, on my
own Trapped in my head from the moment I
wake up Oh, I’ve been feeling
kinda low Trapped in my head
from the moment I wake up. Standing on the
shoreline, I just wanna swim and
float Swept over by the
undertow, I just wanna swim and float There's a castle in
my room I want it all, but I
don't wanna wake up You say I got some
attitude 'Cause I want it all
and I don't wanna wake up Sweeter, better,
angel, yeah Business dinners You just want me to
be Pictures, numbers,
figures, yeah Deeper, smarter... And I'll just try to
be me. |
Cenas de negocios Ah, solo querés que
yo sea más dulce, mejor, un
ángel, sí: cenas de negocios. Solo querés que yo
sea fotos, números,
cifras, sí; más profunda, más inteligente... y solo intentaré ser
yo. En el silencio, por
mí misma, atrapada en mi cabeza
desde el instante en que
despierto. Oh, me estuve
sintiendo algo depre atrapada en mi cabeza
desde el momento en que
despierto. Parada en la orilla, solo quiero nadar y flotar. Barrida por la
contracorriente, solo quiero nadar y
flotar. Hay un castillo en mi
habitación, lo quiero todo, pero
no quiero despertar. Decís que tengo mal
carácter porque lo quiero todo
y no me quiero
despertar. Más dulce, mejor, un
ángel, sí: cenas de negocios. Solo querés que yo
sea fotos, números,
cifras, sí; más profunda, más inteligente... y solo intentaré ser
yo. |
La otra canción, “Grace Kelly”, es de Mika, seudónimo de Michael
Holbrook Penniman Jr., que nació en Beirut pero fue criado en Inglaterra (su
familia huyó del Líbano durante la extensa guerra civil). Mika tiene una voz de
barítono y a menudo canta en falsete, y sus inicios en la música fueron como
cantante en musicales y óperas.
Cuando empezó a componer sus propias canciones y a buscar
un contrato con una discográfica, solo recibió rechazos y pedidos de que fuera
distinto, de que hiciera otra música. Entonces Mika compuso esta canción, “Grace
Kelly”, y en vez de ofrecerla a esos empresarios musicales, se armó una cuenta
en las redes y la subió allí, para que fuera escuchada en forma libre: la
canción llegó a ser número 1 en los charts, y se mantuvo allí durante más de un
mes. Así que cuando esos mismos empresarios fueron a buscarlo, él ya era bastante
famoso, aunque no tuviera ningún disco todavía.
La canción suena como una ronda infantil, y es divertida y
alegre. Empieza con una cita de Grace Kelly, en la película “The Country Girl”
(“La chica del campo”, aunque acá le pusieron “La angustia de vivir”, jaja.
Trata sobre un artista olvidado que intenta volver a la fama.).
—Quiero hablar con usted. [dice él, William Holden]
—La última vez que hablamos, señor Dodd, me provocó hasta
el llanto. Le prometo que no volverá a suceder. [contesta Grace]
En la canción cambian el apellido Dodd por “Smith”, pero
salvo eso, citan el diálogo tal cual.
https://www.youtube.com/watch?v=gM6Gl0uCZ4w
Y ahí empieza la canción propiamente dicha, que es, al menos en las estrofas,
una larga serie de preguntas hacia ese “Señor Smith”, al que se le pide que
declare cómo hay que cambiar, qué hay que hacer para lograr que él (el artista)
le guste.
¿Lo atraigo? ¿Lo asqueo con mi sonrisa inquieta?
¿Soy demasiado sucio, demasiado coqueto? ¿Me gusta lo que le gusta? Puedo ser
sano, puedo ser repugnante, supongo que soy un poquito tímido. ¿Por qué no le
gusto, por qué no le gusto, si no me dejó intentar?
O sea: se representa una escena de patético arrastrarse, al
mejor estilo Jacques Brel en “Ne me quitte pas”, de aceptar hacer cualquier
cosa para cambiar tal como se lo pidan, sin importar quién es él realmente: “puedo
ser lo que vos quieras, por favor decime qué querés que haga, y lo haré”.
Y llega el genial estribillo, en el que él confiesa que
intentó ser Grace Kelly pero no le salió, porque “todas sus miradas son demasiado
tristes” (o también podría referirse a “todos sus looks”, sus vestidos: aunque para
mí Grace Kelly no tenía para nada miradas tristes, y mucho menos looks tristes.
Pero bueno, quizás necesitaba una palabra corta para que le entrara el verso,
Mika, y eligió “sad”.) Y luego dice que trató de imitar un poquito a Freddie (muchas
veces compararon a Mika con un joven Freddie Mercury), pero lo único que consiguió
fue que su identidad enloqueciera, es decir, ya no saber quién es él mismo (similar
a lo que le pasaba a Sigrid en la canción anterior).
Intenté ser como Grace Kelly,
pero todas sus miradas son muy tristes.
Así que traté un poquito de Freddie,
¡enloquecí de identidad!
Luego empieza, ya desesperado, a proponer cambiar de color,
como los teletubis: puedo ser marrón (morocho), puedo ser azul (triste), puedo
ser violeta atardecer, puedo ser verde (zarpado), puedo ser... más de todo. Y
sigue preguntando qué debería hacer, para gustarle a ese tú demandante pero
deseado: ¿debería agacharme? ¿Debería parecer mayor? Son muy graciosas las
preguntas, pero a la vez se hace evidente, para quien escucha, que no está bien
esto que pasa: nadie debería hacer esas cosas solo para encajar, para agradarle
a los poderosos, para ser alguien (ni en la música, ni en ningún otro ámbito).
https://www.youtube.com/watch?v=0CGVgAYJyjk
Grace Kelly I wanna talk to you The last time we
talked, Mr. Smith, you reduced me to tears I promise you it
won't happen again Do I attract you? Do
I repulse you with my queasy smile? Am I too dirty, am I
too flirty? Do I like what you like? I could be wholesome,
I could be loathsome, I guess I'm a little bit shy Why don't you like
me, why don't you like me, without making me try? I tried to be like
Grace Kelly, But all her looks
were too sad, So I tried a little
Freddie, I've gone identity
mad! I could be brown, I
could be blue, I could be violet sky I could be hurtful, I
could be purple, I could be anything you like Gotta be green, gotta
be mean, gotta be everything more Why don't you like
me, why don't you like me? Why don't you walk out the door? Getting angry doesn't
solve anything How can I help it,
how can I help it? How can I help what you think? Hello my baby, hello
my baby, putting my life on my brink Why don't you like
me, why don't you like me? Why don't you like yourself? Should I bend over,
should I look older, just to be put on your shelf? Say what you want to
satisfy yourself But you only want
what everybody else says you should want |
Grace Kelly Quiero hablar con
usted. La última vez que
hablamos, señor Smith, me provocó hasta el llanto. Le prometo que no
volverá a suceder. ¿Lo atraigo? ¿Lo asqueo
con mi sonrisa inquieta? ¿Soy demasiado sucio,
demasiado coqueto? ¿Me gusta lo que le gusta? Puedo ser sano, puedo
ser repugnante, supongo que soy un poquito tímido. ¿Por qué no le gusto,
por qué no le gusto, si no me dejó probar? Intenté ser como
Grace Kelly, pero todas sus
miradas son demasiado tristes. Así que traté un
poquito de Freddie, ¡enloquecí de
identidad! Puedo ser marrón,
puedo ser azul, puedo ser violeta
cielo, puedo ser hiriente,
puedo ser morado, puedo ser lo que sea que le guste. Voy a ser verde, voy
a ser malo, voy a ser más de todo. ¿Por qué no le gusto,
por qué no le gusto? ¿Por qué no se va por la puerta? Enojarse no resuelve
nada. ¿Cómo puedo ayudarlo,
cómo puedo evitarlo? ¿Cómo puedo evitar eso que piensa? Hola mi nene, hola mi
nene, pongo mi vida en la
cornisa, ¿por qué no le gusto,
por qué no le gusto? ¿Por qué no se gusta usted mismo? ¿Debería agacharme,
debería verme más viejo, deberían ponerme en su estante? Diga lo que quiera
para quedarse contento, pero lo único que busca
es lo que todos los demás dicen que debería buscar. |
Y con esto termina el recorrido de hoy, por canciones que quizás
podrían ser diferentes, pero que se contentan con ser apenas como son.
Como alguien que conozco y que ya se va a dormir la siesta.
DJ Vago
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