“Dont think twice, its all right” (1963), de
Bob Dylan
¿Fue el calor lo que me sacó de mi larga siesta? ¿La lluvia
que se hizo rogar? ¿El fascismo imperante? No. Fue la película “Un completo
desconocido” y que no le hayan dado el Oscar a Timmy Chalamet por su
interpretación de Bob Dylan. Lo primero que diré es: hay pocos premios menos
confiables que el Nobel, y el Oscar es uno de ellos, así que no espero nada
bueno de los Óscares, nunca. Si acaso, me sorprendió que no le hubieran dado
diez estatuillas a “Emilia Pérez” (aunque entre las dos que le dieron, tuvieron
el tupé de regalarle el Oscar a “mejor canción” por un engendro (titulado, para
mayor sinceridad, “El mal”) del que no hablaré porque antes me hubiera quedado
haciendo la siesta hasta morir).
Pero la película sobre Dylan y Joan Baez es muy buena, dicen
todos (yo estoy juntando energía para ir a verla, ya ya llego). Y me recordó
aquellos buenos tiempos en que, durante quince minutos, me amigué con los
suecos de la Academia (no Racing) cuando le dieron el Nobel de Literatura a mi
amigo Bob. Así que me dije: “Bueno, vamos a aprovechar el momento histórico de
este mediodía fresco y a comentar otra canción de Dylan”.
[Acá en el blog ya comenté, genial y humildemente, varias: “It ain´t me, babe”, “Like a Rolling Stone”, “Love isjust a four letter word”, “Simple Twist of Fate”… creo que esas son todas, si
hay alguna más no la recuerdo ahora.]
La canción que traigo
hoy es una de mis favoritas. No la más favorita, porque eso no existe: como las
katanas de Hattori Hanzo, las canciones de Bob Dylan solo pueden compararse con
canciones que no hayan sido compuestas por él. Y Bob tiene más canciones
buenísimas que un reguetón perífrasis para nombrar el culo.
¿Qué me gusta de “No lo
pienses dos veces, está bien”? Muchas cosas, pero empezaré diciendo: los
detalles. La literatura (y dicen que el diablo también) está en los detalles.
Porque de entrada, por el planteo, es “apenas” una canción folk juvenil, con un
tema juvenil: él se va y la deja a ella. El joven Serrat compuso muchas
canciones con ese tema, por ejemplo (algunas muy buenas, incluso, como “Cuando
me vaya”, “Com ho fa´l vent” o “Me´n vaig a peu”). Y Sandro, Elvis: todos los
jóvenes de buen aspecto que podían componer una canción tienen al menos una
canción en la que se van y dejan a una chica atrás.
No sirve de nada
sentarse y preguntarse por qué, nena,
si no lo sabés ya;
y de nada sirve
sentarse y preguntarse por qué, nena,
no tiene ningún
caso.
Cuando tu gallo
cante al despuntar el alba
mirá por la
ventana y ya me habré ido;
vos sos la razón
por la que sigo mi viaje,
pero no lo pienses
dos veces, está todo bien.
En la primera estrofa,
con un aire de parábola evangélica, le dice que cuando el gallo cante él ya se
habrá ido, y que no tiene caso ahora preguntarse el motivo, en tanto ella ya
debería saberlo… pero la estrofa cierra (como todas las estrofas) con la frase
que titula la canción: “no lo pienses dos veces, está todo bien”. Una frase
totalmente despechada y contradictoria, porque la canción entera es un reclamo
de que ella sí debería pensarlo dos veces (en lo posible, en forma retroactiva,
incluso) y que nada está nada bien: que ella no lo piense dos veces y sienta
que está todo bien es lo que él cree que va a suceder, no lo que
quiere que pase.
Y de nada sirve
que enciendas tu luz, nena,
esa luz que nunca
conocí;
y de nada sirve
que enciendas tu luz, nena,
estoy en el lado
oscuro del camino.
Ojalá hubiera algo
que dijeras o hicieras
para intentar que
yo cambiara de idea y me quedara;
igual nosotros
nunca hablamos demasiado.
Pero no lo pienses
dos veces, está bien.
En la segunda estrofa
sigue con los reclamos: le dice que no sirve de nada que encienda su luz ahora.
Me encanta la forma sutil en que él da a entender que los dos eran (o fueron
alguna vez) amantes, pero su relación no avanzó hacia nada “serio”: ella nunca
lo dejó quedarse en su cuarto, nunca encendió la luz para verlo (o que se
vieran). Y acá el cantor ya no se puede contener y expresa que aún las cosas
podrían cambiar, si ella tan solo dijera algo para que él no se fuera… pero
“igual nunca hablamos demasiado” (otra forma sutil de protestar que él quería
profundizar la relación mientras ella solo quería encuentros más “libres”).
Así que no sirve
que digas en voz alta mi nombre, nena,
como nunca antes
lo hiciste;
de nada sirve que
digas en voz alta mi nombre, nena:
ya no puedo oírte
más.
Voy pensando y
preguntándome camino abajo
una vez amé a una
mujer, un niño me dijeron:
le di mi corazón,
pero ella quería mi alma;
pero no lo pienses
dos veces, está bien.
En la tercera estrofa
vuelve a reclamar que ella nunca “dijo en voz alta” el nombre de él (nunca lo
blanqueó ante los demás, digamos, como una relación formal) y termina con él
diciendo una frase bastante extraña “a child I told”, que algunos traducen como
“amé a una mujer; una niña, me dijeron”, como que otros le habrían dicho a él
que ella era una niña (inmadura), pero yo entiendo más bien como “un niño me
dijeron”: él amó a una mujer, pero ella le dijo (a él) que era como un niño
(inmaduro). La acusación de inmadurez se comprueba al instante, porque en el
verso siguiente él se larga con un “le di mi corazón, pero ella quería mi
alma”. ¿What? Eso que dice no tiene nada que ver con el resto de lo que dice en
la letra de la canción, donde queda clarísimo que él le dio a ella su corazón,
su cuerpo y todo lo demás, y que estaría feliz si ella lo llamara y le dijera:
no te vayas, volvé. Esta frase del corazón y el alma, que intenta presentar la
situación como que ella quería “atarlo” a él y por eso él se va, es
precisamente lo opuesto de todo lo que se describe que ocurrió, y es la frase
más chiquilina (“ella empezó”) y más cercana al “están verdes” de la zorra que
salta y salta (como el sapo Pepe) pero no alcanza las uvas. ¿De qué “alma”
estás hablando, Bob? Me da un poco de pena él, eh, no se crean: uno puede
empatizar perfectamente con el cantor (y con ella también, claro).
Hasta luego,
querida nena:
adónde estoy
yendo, no lo sé.
Adiós es una
palabra demasiado buena, nena,
así que solo diré:
que estés bien.
No estoy diciendo
que me trataste mal;
podías haberlo
hecho mejor, pero no me importa.
Solo digamos que
medio malgastaste mi precioso tiempo,
pero no lo pienses
dos veces, está bien.
La última estrofa sigue
dando vueltas alrededor del despecho de él (“no digo que me trataste mal… pero
podrías haberlo hecho mejor”, jaja, es genial). Ese “no me importa”, a esta
altura, solo puede leerse como una mentira flagrante: está más que claro que le
recontraimporta, le importa con una tarifa del 250%. Y cierra con un reclamo
más: “tipo que medio malgastaste mi precioso tiempo”; por más que lo dice con esa
frase irónica, el reclamo apunta a lo mismo, a que ella no quiso una relación
más profunda y formal con él; aunque suena ridículo que un jovencito se queje
de que “malgastaron su tiempo”: ¿estabas apurado para ir adónde, Bob?
Por todo lo dicho, y por lo bien que suena, “No lo pienses dos veces, está todo bien” es para mí una gran canción, y me encanta volver a escucharla cada tanto. La leyenda oficial es que Bob la compuso para su novia Suze Rotolo, que lo estaba por dejar a él para irse a estudiar a Londres… Aunque no tiene importancia si hay una persona en particular para quien fue compuesta esta canción, ni quién fue, lo cierto es que a todas estas canciones de despecho de Bob yo las leo siempre dedicadas a Joan Baez (y viceversa, las de despecho de Joan, dedicadas a Bob): cuando él le reclama que se va pero que podría no irse si ella solo dijera algo, no puedo evitar pensar en el alejamiento de Bob del folk (más idealista y colectivo y luchador) para ir al rock (más individualista y rebelde pero sin causa), con la consecuente separación entre Bob y Joan (cuando hablé de la canción “Simple Twist of Fate” [a.k.a. “la canción con más versiones del mundo”] hablé bastante de la relación entre ellos dos, así que no me detendré más ahora en eso: igual nunca me escuchan, ustedes, ya los conozco).
https://www.youtube.com/watch?v=1iHhWh9FtsQ
Dont think twice, its all right It ain't no use to sit and wonder why,
babe If'n you don't know by now And it ain't no use to sit and wonder
why, babe It'll never do somehow When your rooster crows at the break
of dawn Look out your window and I'll be gone You're the reason I'm a-traveling on But don't think twice, it's all right And it ain't no use in turning on your
light, babe That light I never knowed And it ain't no use in turning on your
light, babe I'm on the dark side of the road But I wish there was somethin' you
would do or say To try and make me change my mind and
stay But we never did too much talking
anyway But don't think twice, it's all right So it ain't no use in calling out my
name, gal Like you never done before And it ain't no use in calling out my
name, gal I can't hear you anymore I'm a-thinking and a-wonderin'walking
down the road I once loved a woman, a child I'm told I give her my heart but she wanted my
soul But don't think twice, it's all right So long honey babe Where I'm bound, I can't tell Goodbye's too good a word, babe So I'll just say "Fare thee
well" I ain't a-saying you treated me unkind You could've done better but I don't
mind You just kinda wasted my precious time But don't think twice, it's all right |
No lo pienses dos veces, está todo
bien No sirve de nada sentarse y preguntarse
por qué, nena, si ya no lo sabés; y de nada sirve sentarse y preguntarse
por qué, nena, no tiene ningún caso. Cuando tu gallo cante al despuntar el
alba mirá por la ventana y ya me habré ido; vos sos la razón por la que sigo mi
viaje, pero no lo pienses dos veces, está
todo bien. Y de nada sirve que enciendas tu luz,
nena, esa luz que nunca conocí; y de nada sirve que enciendas tu luz,
nena, estoy en el lado oscuro del camino. Ojalá hubiera algo que dijeras o
hicieras para intentar que yo cambiara de idea
y me quedara; igual nosotros nunca hablamos demasiado. Pero no lo pienses dos veces, está
bien. Así que no sirve que digas en voz alta
mi nombre, nena, como nunca antes lo hiciste; de nada sirve que digas en voz alta mi
nombre, nena: ya no puedo oírte más. Voy pensando y preguntándome camino
abajo una vez amé a una mujer, un niño me
dijeron: le di mi corazón, pero ella quería mi
alma; pero no lo pienses dos veces, está
bien. Hasta luego, querida nena: adónde estoy yendo, no lo sé. Adiós es una palabra demasiado buena,
nena, así que solo diré: que estés bien. No estoy diciendo que me trataste mal; podías haberlo hecho mejor, pero no me
importa. Solo digamos que medio malgastaste mi
precioso tiempo, pero no lo pienses dos veces, está
bien. |
Así que cierro nomás este posteo con un cover y algunas canciones más sobre pensar o no pensar. Pero no es necesario que las escuchen. Está todo bien.
Empiezo, obvio, con un cover de Joan Baez: a ella sí que es
imposible imitarla, esa voz no tiene igual. Dicho esto: me gusta más la versión
de Bob, en esta canción, porque es más canchera y a la vez más
transparentemente despechada. Así que a Joan le doy mi corazón pero a Bob mi
alma, jaja, sea lo que sea que eso signifique.
https://www.youtube.com/watch?v=OYeXvG2ptwk
El otro cover es el de Kesha, que canta lento y llorando,
lo que no evita que su versión sea malísima y que asesine a la canción en forma
impiadosa. A muchos les gusta este cover, pero medio que malgastó mi precioso
tiempo.
https://www.youtube.com/watch?v=mNCEV7ZSNFo
Otras canciones que hablan sobre pensar o no pensar:
- “I shoul be allowed to think” (“Debería permitírseme
pensar”), por They Might Be Giants, 1994. Me gusta mucho este tema enojado,
bien político, de John Henry, que empieza citando el comienzo del poema
“Aullido” de Allen Ginsberg: “Vi a las mejores mentes de mi generación
destruidas por la locura, hambrientas, histéricas, desnudas, arrastrándose por
las calles de negros al anochecer mientras buscan una dosis furiosa”.
https://www.youtube.com/watch?v=UryTypo2qeU
“Think a little less” (“Pensá un poco menos”), de Michael
Ray, 2015. Él, re deconstruido, le pide a ella que (lo) bese un poco más y
piense un poco menos, en una balada country insufrible cantada con la mirada
azul de Zoolander que solo sirve para hacerme reír.
https://www.youtube.com/watch?v=ErZHI7lDLj8
“Think twice”, de Celine Dion, 1994: el exacto opuesto a la
canción de Dylan (también en mi aprecio por la canción). Ella le dice a él que
lo piense dos veces, antes de arriesgar su relación por irse a tontear con esa
chirusa. Gran éxito de Celine Dion, por cierto. Yo, empero, no lo pensaré dos
veces antes de olvidar este tema para siempre.
https://www.youtube.com/watch?v=vGwIaL0jOUg
“Thinking out loud”, de Ed Sheeran, 2014. Una balada
romántica en el que él, al pensar en voz alta, le pone fecha de vencimiento a
su amor: hasta que tenga 70 años. El videoclip muestra al pelirrojo Ed bailando
[con la gracia de un madero que flota en el océano] con Brittany Cherry,
concursante del reality de baile “So you think you can dance?”, y lo cierto es
que ella hace todo el trabajo, prácticamente. Diría que la canción es tan
simpática como innecesaria, pero no me hagan caso, solo estoy pensando en voz
alta.
https://www.youtube.com/watch?v=lp-EO5I60KA
Y con esto cierro. No miren por la ventana, porque ya me
fui. No me hubiera ido, pero no pasa nada. No les guardo rencor eh. Está todo
bien.
DJ Vago