solo un tema por semana,
y con que le guste al diyei alcanza

martes, 9 de diciembre de 2025

Segundos afuera

 

“The Boxer”, de Paul Simon (1970) y “Sin cadenas”, de Los Pericos (1998)

 

Diciembre me pegó como un cross a la mandíbula y me di cuenta de que no había hecho nada en, a ver, aguanten que chequeo en la agenda… sí: nada en todo el año. Y encima el espotifái me mandó un resumen anual y dijo que tengo una edad musical de 3.051 años porque oigo canciones cuya letra fue compuesta en el siglo X a.C., que escuché una cantidad de géneros musicales tan alta que ellos mismos no sabían que existían tantos géneros, que cuando quisieron encontrar a alguien con gustos musicales similares al mío no lo hallaron en la Vía Láctea, y no sé qué otras cosas más. Igual no quería tus ridículas clasificaciones, espotifái. Sos de cuarta.

Pero bueno, es diciembre y ha sonado, para bien o para mal, la hora de la resiliencia. Así que retomo este blog y empiezo una pequeña serie sobre canciones de dar pelea. Hoy, me dedico a temas dedicados (en teoría) a boxeadores.



El boxeo es uno de los primeros deportes que se inventaron, pero al menos en las últimas décadas es también el que menos se asocia con lo artístico y la belleza; más bien se lo asocia a la brutalidad y la violencia. Por eso que haya canciones exitosas dedicadas al box es, en principio, curioso.

Empiezo por la de Los Pericos: “Sin cadenas”, de 1998, compuesta por el Bahiano, fue un gran hit, hizo que la banda fuera conocida más allá de las fronteras y se afianzara como un estandarte del reggae latinoamericano. Si escuchan la canción, no trata sobre un boxeador, claro: es más bien una reflexión filosófica de un narrador que, como el de “Vagabundear” del tío Joan, al comprobar que no tiene grilletes que lo contengan, decide ponerse a andar sin rumbo para encontrar, ojalá, su propio camino.

Pero el clip sí está protagonizado por un boxeador. Y es un boxeador real, no un actor que hace de boxeador: es el Karateca Medina, un peleador que tuvo un par de peleas en el Luna Park pero que luego vio su carrera diluirse entre sus problemas con las drogas y sus estadías en la cárcel. Recién hacia el final de su carrera se rehabilitó, y luego abrió gimnasios y ayuda a los jóvenes a encontrar un camino como boxeadores pero alejados de los problemas.

Me resulta curioso, y bastante logrado, que esta letra filosófica, al juntarse con el videoclip donde vemos a ese boxeador en particular, se resignifica, de forma que las frases parecen aludir, en forma apenas solapada, a los momentos de esa vida en particular: cuando estuvo preso (con cadenas en los pies), cuando se hundió en las drogas (“y naufragué”), cuando tuvo sus éxitos y fracasos deportivos (“he perdido, he ganado…”).

Lo mejor de la letra, lo que a mí más me gusta al menos, es la frase final de las estrofas en la que el narrador despliega, con mínimas palabras y sin ninguna complejidad (como lo haría un boxeador), la sabiduría que adquirió en su incesante andar por una vida difícil:

Nada escapa, nada muere, nadie olvida,

eso lo sé.

Y la letra se relaciona también con el origen de la canción: Gastón Gonçalves, el bajista de Los Pericos y coautor de la letra, desde hace muchos años buscaba a su hermano, Manuel Gonçalves, hijo de padres desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar en la Argentina (1976-1983). Y Manuel, que había sido apropiado siendo bebé y le habían dado otro nombre, era (fíjense qué casualidad) fanático de Los Pericos. Cuando años después restituyeron su identidad y supo que era hijo de desaparecidos y conoció a la familia que lo buscaba y a su hermano de sangre, dijo que ya lo conocía desde antes... por la tapa de los discos.


https://www.youtube.com/watch?v=rXCbSIKB9mI&list=RDrXCbSIKB9mI&start_radio=1

 

Sin cadenas

Sin cadenas sobre los pies

me puse a andar,

hace tiempo quise encontrar

el camino.

Nada escapa, nada muere, nadie olvida,

eso lo sé.

 

Navegante sin rumbo fui

y naufragué.

Cada calle, cada rincón

fui conociendo.

Y he perdido, he ganado, he sabido

defenderme bien.

 

Contengo la respiración,

es un día tan claro.

En busca de historias felices:

felices serán

el día en que pise firme.

 

Sol: mi luz; el norte y el sur:

mi gran hogar.

Soy el margen de este lugar,

un mapa ardiente.

Nada escapa, nada muere, nadie olvida,

eso lo sé.

 

Bajo un árbol vi atardecer

y fui feliz.

A escondidas te vi llorar,

se fue tu vida.

 

Sin cadenas sobre los pies

me puse a andar,

hace tiempo quise encontrar

mi destino.

Nada escapa, nada muere, nadie olvida,

eso lo sé.

 

La segunda y última canción de hoy es anterior (salió casi treinta años antes que la de Los Pericos) y más famosa, pues fue un hit a nivel mundial de Simon & Garfunkel (aunque claro, a la canción la compuso Paul Simon). Se trata de “The Boxer” (“El boxeador”).

 

Para hablar de sí mismo y del momento en que estaba pasando, en que estaba recibiendo golpes (de la crítica musical), Paul Simon usa la imagen de un chico joven que llega a la gran ciudad y no tiene un mango, y va intentando conseguir laburo y sobrevivir, solo, sin amigos, y cuenta su historia en primera persona mientras está pensando en volver a su pueblo y a su hogar y dejar esa ciudad fría (en todo sentido) que solo le trajo sufrimiento. Está bueno que la canción no deja claro si ese chico pobre migrante es boxeador o no; en la última estrofa, cuando se menciona al boxeador, se lo hace en tercera persona (“En la esquina hay un boxeador…”), así que bien podría ser que el chico ve al boxeador y se siente identificado, no que él mismo sea boxeador (además, tiene un vocabulario un poco elevado, para los boxeadores promedio, incluso con giros lingüísticos y palabras tomadas de pasajes de la Biblia (una de las lecturas de Paul Simon de esos años).

 

Lo más llamativo y memorable de esta canción (que no es, por cierto, de mis favoritas de Paul, para nada) es el estribillo, donde de pronto Paul Simon, uno de los cantautores que más palabras mete en una canción, y a veces las amucha para que entren más y más palabras, de pronto se queda sin palabras y solo dice, en todo el estribillo, un la la lai repetido (sí está bueno que entre ese lalalai se escucha claramente un golpe, como si fuera el de un boxeador a un saco).

 

Paul contó en una entrevista, muchos años después, que cada vez que escucha ese estribillo le da un poco de vergüenza, porque sabe que fue un momento de vagancia al componer: simplemente no encontró las palabras, y entonces no las agregó. Igual que hizo, por ejemplo, Donovan en “Colours”, donde cuando le faltaba un verso entero para terminar la estrofa y no se le ocurre nada canta simplemente “mm-mmm” y ya está. Paul Simon reconoce, sin embargo, que a la gente le gustó el lalalai, que permite que cada uno imagine qué es lo que podría pensar, decir o sentir el protagonista de la canción. Además, claro, como ese silencio de palabras es un caso raro (insólito más bien) en las canciones de Simon & Garkunkel, la canción se destacó de las otras del dúo y ganó gran popularidad.


https://www.youtube.com/watch?v=l3LFML_pxlY&list=RDl3LFML_pxlY&start_radio=1

 

The Boxer

 

I am just a poor boy
Though my story's seldom told
I have squandered my resistance
For a pocketful of mumbles
Such are promises

All lies and jests

Still, a man hears what he wants to hear
And disregards the rest

 

When I left my home and my family
I was no more than a boy
In the company of strangers
In the quiet of the railway station
Running scared

Laying low
Seeking out the poorer quarters
Where the ragged people go
Looking for the places only they would know

 

La la lai.

Asking only workman's wages
I come looking for a job
But I get no offers
Just a come on from the whores on 7th Avenue

I do declare
There were times when I was so lonesome
I took some comfort there

 

La la lai…

 

Then I'm laying out my winter clothes
And wishing I was gone, going home
Where the New York City winters
Aren't bleeding me
Leading me
Going home

 

In the clearing stands a boxer
And a fighter by his trade
And he carries the reminders
Of every glove that laid him down
Or cut him till he cried out
In his anger and his shame
I am leaving, I am leaving
But the fighter still remains

 

La la lai…

El boxeador

 

Solo soy un chico pobre,

aunque mi historia rara vez se contó.

Malgasté mi resistencia

por un puñado de susurros;

así son las promesas,

todas mentiras y bromas.

Igual, un hombre oye lo que quiere oír

y descarta lo demás.

 

Cuando dejé mi casa y mi familia

no era más que un niño

en compañía de extraños

en la quietud de la estación de tren

corriendo asustado.

Volando bajo

en busca de los barrios más pobres

donde va la gente en harapos

rastreaba los lugares que solo ellos conocían.

 

La la lai…

 

Pidiendo solo salario de obrero

fui a buscar trabajo

pero no recibí ofertas,

solo un “vení” de las putas en la avenida 7;

confieso

que hubo momento en que estaba tan solo

que tomé allí algo de alivio.

 

La la lai…

 

Entonces doblo mi ropa de invierno

y voy queriendo irme, volver a casa,

donde los inviernos de Nueva York

no me desangren.

Impulsándome

a ir a casa.

 

En el claro está parado un boxeador

y un luchador por oficio;

carga con los recordatorios

de cada guante que lo tumbó

o lo cortó hasta hacerlo gritar

en su enojo y su vergüenza.

Me estoy yendo, me estoy yendo,

pero el luchador igual se queda.

 

La la lai…

 

Y con esto me voy yendo yo también, porque la época de las fiestas acá viene con un calor extremo que no te cortará, pero te golpea y te ahoga como si fuera un gancho al hígado.


Como bonus track, la versión en vivo de esta canción cuando, en el festejo de sus 75 años (en 2016), Joan Baez lo invitó a Paul Simon al escenario. Confieso que me gusta más esta versión que la del dúo juvenil con Art Garfunkel: acá este Paul Simon viejito la hace más susurrada, más vulnerable y humilde, lo que me parece que va muy bien con la historia. Además, claro, Joan Baez sigue teniendo una hermosa voz. Lo mejor de esta versión, igual, es que le agregan una estrofa extra, que comienza en el minuto 2:13 del clip:

 

Ahora los años ruedan sobre mí, hasta a mí me roquean;

soy más viejo de lo que fui y más joven de lo que seré: eso no es infrecuente.

No, ¿no es extraño, tras cambios sobre cambios, que seamos más o menos iguales?

Tras los cambios, somos más o menos los mismos.

 

La estrofa nueva contiene una cita (“that´s no inusual”) de otra canción (que aparecerá en mi próximo posteo) y, desde el 2:30 del clip, Joan canta imitando a Bob Dylan (en un bardeo que ya había hecho, si recuerdan, en su cover de “A simple twist of fate”, en un disco del que también hablaremos la próxima vez).

 

 https://www.youtube.com/watch?v=lr1iKrTqa2w&list=RDlr1iKrTqa2w&start_radio=1

 

Y en mitad de la paliza, me salvó la campana. Ya me voy me voy me fui.

DJ Vago

domingo, 20 de abril de 2025

Tu piel me hace llorar

 “Creep”, de Radiohead (1992)

 

Este himno del autodesprecio no solo es el mayor hit de la banda inglesa Radiohead, sino que es también la primera canción que hicieron. Es más: la canción vino primero (fue un demo que grabó Thom Yorke a mediados de los ochentas, cuando estaba aún en el secundario), la banda se formó después. Cuando sacaron el single en el 92, el tema no llamó la atención, pero alcanzó fama mundial al año siguiente, como parte del primer disco de la banda, Pablo Honey.

 


Es difícil explicar por qué se volvió tan famosa la canción, pero si uno la escucha lo puede entender perfectamente: retrata con honestidad, en primera persona, cómo se siente alguien que se odia a sí mismo, alguien que no sabe relacionarse con la gente, alguien que siente algo por una persona pero no sabe exactamente qué es, y además no importa porque esa persona está “en otra liga”, a años luz de aceptar cualquier tipo de relación con ese/a “creep”. Aquí no hay nada de esa alegre aceptación de ser un perdedor que inunda la canción "Loser" de Beck (posteo 89).

No hay una palabra exacta, en nuestro idioma, para traducir el término creep, así que elegí “creepy”, que es una palabra que se usa acá, al menos (aunque es un poco más buena onda que “creep”): alguien que acecha, que no habla, que medio te pone la piel de gallina; alguien que podría desaparecer y ni te darías cuenta, pero también alguien que podría hacer algo impensado y terrible. O simplemente no hacer nada y seguir ahí, mirando desde afuera, sin decir nada…

El mundo, en su mente, se divide entre la gente “especial” y los que no lo son (o al menos no creen serlo), y aquí el creep le habla a esa persona “especial”: la describe como un ángel, con piel perfecta, con una liviandad de pluma. Pero también dice que es “so fucking special”; “fucking” es un modificador directo bastante fuerte, y notamos aquí que hay una violencia contenida, una frustración enorme, dentro de ese creepy tan callado.

 

Cuando estabas acá antes

no pude verte a los ojos.

Sos igual que un ángel,

tu piel me hace llorar.

 

Flotás como una pluma

en un mundo hermoso.

Ojalá yo fuera especial,

sos tan jodidamente especial.

 

El estribillo es genial: él se define como un creep (“to creep” es trepar arrastrándose), pero también como un “weirdo” (un bicho raro, pero con una palabra peor que nerd o que weird, que dejan margen como para la simpatía o la buena onda). Y enseguida reafirma que está fuera de lugar allí, en esa fiesta, en esa sociedad:

Pero yo soy un creepy,

soy un bicho raro.

¿Qué mierda hago acá?

No pertenezco a este lugar.

 

En la segunda estrofa, el creep, habiendo definido cómo es, empieza a describir cómo le gustaría ser: especial. Ser perfecto en cuerpo y en espíritu y, sobre todo, pasar a ser visible, que esa persona especial lo reconozca como un par, como alguien de la misma especie al menos. Lo dice en una forma muy gráfica: “quiero que te des cuenta / cuando no estoy alrededor”.

 

No me importa si duele,

quiero tener control.

Quiero un cuerpo perfecto,

quiero un alma perfecta.

 

Quiero que te des cuenta

cuando no estoy alrededor.

Sos tan jodidamente especial,

ojalá yo fuera especial.

 

Y después de la segunda repetición del estribillo llega la previsible, pero no por eso menos dolorosa respuesta de la persona especial: huye a toda velocidad. En “Psycho killer” (posteo 241) el cantor le sugería a quien escuchaba que lo mejor sería que empezara a correr (huyendo de él); aquí no es sugerencia, sino una resignada constatación:

 

Ella se escapa de nuevo.

Ella se va...

¡Corre, corre, corre, corre!

 

La melodía es bastante tranquila y “flufi”, pero la música que la acompaña es áspera y bastante pesada. A Johnny Greenwood, el guitarrista, le parecía una melodía pobre, así que incluyó, junto antes del estribillo, esos tres golpes de ruido en contrapunto que quedan muy geniales, pues acompañan el ruido desenfocado que se cruza por la cabeza del cantor, y además preparan el pogo de saltos espásticos que debería desatarse durante todo el estribillo, un estribillo casi de heavy metal.

El videoclip es simplemente la banda tocando la canción en un pub, vestidos de negro y casi sin moverse. Aun así, es un buen clip, porque la iluminación deficiente y las muecas sufrientes hacen que Yorke se vea bastante creepy, y eso aporta, opino.

https://www.youtube.com/watch?v=XFkzRNyygfk

Creep

 

When you were here before

I couldn’t look you in the eye

You’re just like an angel

Your skin makes me cry

 

You float like a feather

In a beautiful world

I wish I was special

You’re so fucking special

 

But I’m a creep

I’m a weirdo

What the hell am I doing here?

I don’t belong here

 

I don’t care if it hurts

I wanna have control

I want a perfect body

I want a perfect soul

 

I want you to notice

When I’m not around

You’re so fucking special

I wish I was special

 

But I’m a creep

I’m a weirdo

What the hell am I doing here?

I don’t belong here.

 

She’s running out again

She’s running out

Run, run, run, run!

 

Whatever makes you happy

Whatever you want

You’re so fucking special

I wish I was special

 

But I’m a creep

I’m a weirdo

What the hell am I doing here?

I don’t belong here

Creepy

 

Cuando estabas acá antes

no pude verte a los ojos.

Sos igual que un ángel,

tu piel me hace llorar.

 

Flotás como una pluma

en un mundo hermoso.

Ojalá yo fuera especial,

sos tan jodidamente especial.

 

Pero yo soy un creepy,

soy un bicho raro.

¿Qué mierda hago acá?

No pertenezco a este lugar.

 

No me importa si duele,

quiero tener control.

Quiero un cuerpo perfecto,

quiero un alma perfecta.

 

Quiero que te des cuenta

cuando no estoy alrededor.

Sos tan jodidamente especial,

ojalá yo fuera especial.

 

Pero yo soy un creepy,

soy un bicho raro.

¿Qué mierda hago acá?

No pertenezco a este lugar.

 

Ella se escapa de nuevo.

Ella se va...

¡Corre, corre, corre, corre!

 

Lo que sea que te haga feliz,

lo que sea que quieras.

Sos tan jodidamente especial,

ojalá yo fuera especial.

 

Pero yo soy un creepy,

soy un bicho raro.

¿Qué mierda hago acá?

No pertenezco a este lugar.

 

Hay centenares de covers de este tema. Lo que por cierto no le agrada a los músicos de Radiohead, que empezaron a apodar “Crap” (basura) a su propia canción, cada vez que la oyen. Abajo voy a poner solo unas pocas versiones que me gustaron: en general, descarté los infinitos covers que convierten esta canción en una balada dulce y tristona (típicamente, eliminan también el “fucking” y dicen solo “sos tan special”).

-      Cover por Jen Knight. Además de que suena bien de por sí la canción cantada por una mujer, Jen tiene una voz rasposa y un poco desenfocada, por lo que su cover queda muy bien, a pesar de las guitarras flufi que la acompañan.

https://www.youtube.com/watch?v=0spquHlvryY

 

-      Cover por “Mi mamá y yo”, jajaja. Un muchacho con linda voz y su mamá (que es una cantante tradicional india). El cover es a la vez muy raro e hipnóticamente bueno. Un poco creepy también, lo que se agradece.

https://www.youtube.com/watch?v=nZoHuoFQyrI

 

-      En dúo emo, por Joel Harper-Jackson (que canta una línea melódica bien aguda) y Lauren Byrne (que pone unas caras de creepy que dan bastante miedo). Muy buen cover, suenan bien juntos. Un poco lento para mi gusto, pero bueno, la lentitud suma a la incomodidad.

https://www.youtube.com/watch?v=PGmnoLtK1RI

 

-      Por Macy Gray, con esa voz cuasi afónica que me encanta, en un cover más rítmico, bailable. Aun así, si este cover no está cerca no me voy a dar cuenta.

https://www.youtube.com/watch?v=LXWCbpdgEFQ

 

Y eso es todo por hoy, me voy yendo. Sé que no se van a dar cuenta de que me fui, pero al menos podrían haberme saludado cuando llegué...

DJ Vago

viernes, 4 de abril de 2025

Nórdicos de oferta

“Take on me”, de A-ha (1984) y “Take a chance on me” de ABBA (1977)


Con la mente en las “tarifas recíprocas” impuestas al mundo entero por Trump a partir de un excel armado por una IA o ser vivo de equivalente (poca) inteligencia, me acordé de estas dos canciones donde unos nórdicos (noruegos unos, suecos otres), por no imponer aranceles, directamente se regalan.

El primer tema, “Take on me”, es una de las canciones ochentosas más famosas del mundo. Es, además, la única canción conocida (por mí) del grupo noruego A-ha (es considerada por muchos [incluyéndome] como una “banda de un solo hit”).



En cuanto a la letra, no es una gran canción, por cierto. Es como si el cantor no dominara el idioma (está en inglés y no en noruego, así que bien podría ser efectivamente así) y entonces dice unas frases raras, con una sintaxis dudosa, con una descordinación lógica evidente, y hace un uso raro de frases hechas, y hace rimar “away” con “anyway” y con “away” de nuevo…

La idea, bastante poco original por cierto, es un joven adolescentoide (diría que varón, no porque la letra lo explicite sino por la propuesta filosófica) que le dice a su amada/o que le gusta mucho y que está dispuesto, redondamente, a que lo amen.

Avisa (¿amenaza?) que: “Escabulléndome / vendré por tu amor, ok”. Y el ok no sabemos si es pregunta (¿estás de acuerdo con que vaya por tu amor escabulléndome?) o calificación: “voy a ir escabulléndome re bien por tu amor”. Y el estribillo no aclara mucho, porque hace un juego de palabras a partir de la frase “take on [algo]” (“asumir”, “tomar a cargo”) y take [algo] on” (“llevar”, “agarrar”, para pedirle a la amada algo tipo: “Agarrame, llevame”.

Me divierte (y me enternece un poco) que él aclare que “Me habré ido en un día o dos”, lo que implica que ese gran amor que él busca tiene fecha de vencimiento para, con toda la furia, pasado mañana, así que mejor takeame pero ya, nena (similar a “Como lo hace el viento”, canción donde el jovencito Serrat decía: “Abrime la puerta, nena. […] Me iré mañana”). En la repetición del estribillo se redunda con una variante en la que se rebate el dicho “mejor cauto que arrepentido” (“No es mejor seguro que arrepentido”), lo que implica que quizá ella bien podría arrepentirse, en un día o dos, de haberlo takeado … pero igual takeame, nena. Hasta ahí llega, la argumentación.

Lo dicho: no es una gran letra. Pero acá entran los dos principales factores que hicieron de esta canción un gran hit: primero, la intro con el memorable riff de sintetizadores (empieza en el segundo 20 del clip), que se incrustó en la memoria de toda persona que oyó esta canción en el 84 y ahí sigue, desde hace cuarenta años, y no se puede quitar ni con vanish. La canción tiene su interés también, con una nota muy grave (en la sílaba “ta” de “take on me”) y un ascenso hasta las estrellas de una nota muy alta en falsete (el “two” de “me iré en un día o dos”).

El otro factor para el éxito de este tema es el videoclip. Presenta toda una película (ochentosa) con una trama (ochentosa) de fantasía en la que se abre un portal entre un cómic y la realidad, y la lectora acepta la invitación del galán para entrar al cómic, pero cuando en la realidad una señora hace un bollo con la revista y la tira al tacho de basura, los cuadritos dibujados a lápiz se mezclan en la realidad paralela del cómic, y la pareja protagónica es atacada por los asesinos con casco de mecánicos de las páginas previas… Ella puede salir viva, pero él es (aparentemente) asesinado por los matones. ¿Podrá sobrevivir para vivir su naciente (pero superficialmente profundo) amor de un día o dos?

Un gran clip, sin dudas, que marcó una época y ayudó a que esta canción se convirtiera en un clásico de los ochentas.

 

“Take on me”: https://www.youtube.com/watch?v=djV11Xbc914

 

Take on me

 

We′re talking away

I don't know what I′m to say

I'll say it anyway

Today is another day to find you

Shyin' away

I'll be comin' for your love, okay

 

Take on me

Take me on

I'll be gone

In a day or two

 

So needless to say

I'm odds and ends

But I'll be stumblin' away

Slowly learnin' that life is okay

Say after me

It's no better to be safe than sorry

 

In a day or two

All the things that you say

Is it life or just to play my worries away?

You're all the things I've got to remember

You're shyin' away

I'll be comin' for you anyway

 

Agarrame

 

Estamos hablando.

No sé qué voy a decir,

lo diré de todos modos:

hoy es un nuevo día para encontrarte.

Escabulléndome

vendré por tu amor, bien.

 

Agarrame.

Llevame.

Me habré ido

en un día o dos.

 

Tan innecesario decir

soy un cambalache

pero iré tambaleándome

aprendiendo lento que la vida está bien.

Repetí conmigo:

No es mejor seguro que arrepentido.

 

En un día o dos

todas las cosas que dijiste:

¿son la vida, o solo para alejar mis preocupaciones?

Sos todo lo que necesito recordar.

Estás escabulléndote,

igual vendré a buscarte.

 

Para complementar esta canción, elegí “Take a chance on me” (un título muy parecido al del tema anterior), de los suecos de ABBA, de fines de los setentas, unos años antes que el tema de A-ha. La letra de “Arriesgate conmigo” nos presenta a una chica (no lo dice expresamente, pero la propuesta filosófica etcétera) que le dice a su amado, con gran insistencia (si cantara un varón, sería claramente un acosador de manual) que aunque sabe que él no está disponible por el momento, ella puede esperar, así que se pone primera en la fila para que él “se arriesgue” a amarla. Incluso lo apura: “dale, dame un respiro, qué te cuesta eh”. La música que acompaña es alegre y machacona, casi como canción de calesita, y podría sonar en un cumpleaños infantil sin ningún inconveniente; eso disimula un poco el acoso intenso que desarrolla la letra, y cuando las chicas en el videoclip guiñan el ojo uno no piensa que son asesinas seriales. Probablemente.

Como en toda su carrera, ABBA hace una canción empalagosa (pero pegadiza) y la acompaña de un clip tan sin miedo al kitsch que se vuelve encantador, para los ojos actuales.

En el clip, las chicas, con sus pulóveres nórdicos azul y rojo, hacen todo el trabajo, bailan, guiñan y van de acá para allá, mientras ellos (los dos varones de la banda) se quedan sentados sin darles mayormente bola, solo haciendo el corito de “takatak, takachans” y manteniendo esa típica “cortina de sonido” de las canciones de ABBA, por la cual siempre alguien está cantando en cada segundo, sin pausas ni silencios entre los versos.

No es de mis temas favoritos de ABBA, por cierto, pero también es difícil sacárselo de encima de la mente, una vez que se instala allí.

 

“Take a chance on me”: https://www.youtube.com/watch?v=-crgQGdpZR0

Take a chance on me

 

If you change your mind

I'm the first in line

Honey I'm still free

take a chance on me

If you need me, let me know

and I'll be around

If you got no place to go

when you're feeling down

If you're all alone

When the pretty birds had flown

Honey I'm still free

Take a chance on me

Gonna do my very best

To there ain't no lie

If you put me to the test

You could let me try

 

Take a chance on my

(come on, give me a brake, would you?)

Take a chance on me

 

Oooh! we can go dancing,

We can go walking,

As long as we are together

Listen to some music

Or maybe just talking

Get to know you better

 

'Cause you know I've got

So much that I wanna do

When I dream I'm alone with you

It's magic

You wanted to leave me there

Afraid of a love afair

But i thonk you know...

that I can let go

 

Oh, you can take your time, baby,

I'm in no hurry

Know I'm gonna get ya

You don't wanna hurt me,

baby, don't worry:

I ain't gonna let you

 

Let me tell you now:

My love is strong enough

To last when things are rough

It's magic.

You say that I waste my time

But I can't get you off my mind

No, I can't let go

'Cause I love you so…

Arriesgate conmigo

 

Si cambiás de idea

soy la primera en la fila,

nene sigo libre,

arriesgate conmigo.

Si me necesitás, hacémelo saber

y andaré cerca.

Si no tenés adónde ir

cuando te sentís triste.

Si estás muy solo

cuando los lindos pajaritos volaron,

nene: sigo libre,

arriesgate conmigo.

Haré mi mejor esfuerzo

y no miento,

si me ponés a prueba,

podrías dejarme intentarlo,

 

Arriesgate conmigo.

(Vamos, dame un respiro, ¿dale?)

Arriesgate conmigo,

 

Oh, podríamos ir a bailar,

podríamos ir a caminar:

mientras estemos juntos…

Escuchar algo de música

o tal vez solo hablar,

poder conocerte mejor,

 

porque sabés que hay

tantas cosas que quiero hacer

cuando sueño estar a solas con vos

es mágico.

Querías dejarme ahí,

por miedo a un amorío,

pero creo que sabés

que no puedo abandonar.

 

Oh, tomate tu tiempo, nene,

no tengo apuro,

sé que voy a agarrarte.

No querés herirme;

nene, no te preocupes:

no voy a dejarte.

 

Dejame decirte esto:

Mi amor es suficientemente fuerte

para durar cuando las cosas se ponen feas:

Es mágico.

Decís que pierdo mi tiempo,

pero no puedo sacarte de mi mente.

No, no puedo abandonar,

porque te amo tanto…

 

Para cerrar, traigo algunos covers de ambas canciones, por si les interesan.

El mejor cover de “Take on me” es, sin dudas, el de la misma banda A-ha. Es una versión “unplugged” de hace unos pocos años atrás, un cover más lento y melancólico, más maduro y menos juvenil, con solo una guitarra y un muy muy leve teclado de fondo):

https://www.youtube.com/watch?v=-xKM3mGt2pE

 

Otros covers de “Take on me”:

- Por Dan Vasc, una buena voz de barítono: https://www.youtube.com/watch?v=n9r8eQ8lSW0

- Versión punk por Minority 905 (podría ser más punk aún, la versión, les quedó un poquito pop para mi gusto):

https://www.youtube.com/watch?v=QdDlNq01UFU

- Por Pacífica, un cover más rockero y por chicas (la cantora no necesita usar falsete para cantar la nota alta):

https://www.youtube.com/watch?v=Sw2uwo6CPKs

- Cover por mejunje de cuerdas, simpático pero no tanto como para que lo takeen:

https://www.youtube.com/watch?v=QxSaNc8LFPM

 

Y un par de covers de “Take a chance on me”:

- Versión gallináceas, como para arriesgarse a comer pollo o huevos (gracias Ana Lucía Salgado): https://www.youtube.com/watch?v=AMUqgQcY4F4

- La versión de Erasure: ellos dos hacen los cuatro personajes, lo que les permite trasvestirse (algo que claramente no les molestó hacer), y replican casi cuadro a cuadro la versión y el clip de ABBA hasta el minuto 2:30, donde entra la rapera-reggae Mc Kinky (prácticamente el único aporte real de este cover):

https://www.youtube.com/watch?v=L-d4J3YUQmU

- Cover por varones:

https://www.youtube.com/watch?v=OPmYbMvEtyA

- Cover metalero, por Rough Silk (“Seda Áspera”); aunque no les quedó muy metalero, la verdad: lo empalagoso es imbatible, en esta canción:

https://www.youtube.com/watch?v=cLxgoZM40HU

 

Y bien, ya habiendo presentado a los nórdicos regalados en todas sus variantes, me voy yendo: agarrenmén, que me largo.

DJ Vago