solo un tema por semana,
y con que le guste al diyei alcanza

lunes, 20 de noviembre de 2017

[198] Atajenmén que me largo


“Hasta la raíz”, de Natalia Lafourcade (2015)

La semana pasada les mentí. Bah, me equivoqué: hoy hice bien la cuenta, y el verdadero posteo antepenúltimo es este. Así que para todos aquellos que se lamentaron por la inminente terminación de este blog (dos personas), bueno, aquí tienen un posteo extra para extrañarme un cacho menos. Después de este, quedarán ahora sí solamente dos posteos más para llegar al final de la cuarta temporada.


Que será, probablemente, la última. No porque no pueda seguir: haciendo un breve repaso, tengo material de sobra para una quinta temporada: ya está toda armada la temporada entera, si la quisiera hacer: tengo pensadas y armaditas una serie de tangos, una de folclore, una de ópera, una de canciones latinoamericanas, una titulada “quién sabe”, otra sobre la familia, una sobre canciones basadas en libros, una nueva edición del Mundial Vago de la Canción® (considerando que será un año mundialista, el que viene), otra sobre hospitales, una sobre volar, una titulada “arrésteme sargento” y otra “más malo que la peste”. Y fuera de serie, autores como Chopin, Vivaldi, Mussorgsky, Nico, Kiesza, Aretha Franklin, Peter Tosh, Janis Joplin, Pappo. Tal vez, incluir alguna canción en idiomas aún inexplorados en el blog, como el gallego, el coreano y el polaco… O sea: tengo material para setenta posteos más, sin despeinarme.

El problema es que no tengo ganas. Estoy muy cansado. 200 posteos de estos es el equivalente a escribir La guerra y la paz con un lápiz HB sobre rollos de cocina. Necesito más tiempo libre para hacer las demás cosas que tengo que hacer en la vida. Principalmente, dormir. Estoy sobreviviendo con apenas diez, doce horas de sueño por día, y eso es demasiado poco para una persona como yo. Así como Miguel Hernández decía “Herido estoy, miradme: necesito más vidas”, yo podría decirles “Despierto estoy, miradme: necesito más siestas”.

Pero bueno, quién sabe, tal vez en algún momento me dan ganas de continuar y estrene una quinta temporada, para beneplácito de los cuatro gatos locos que se asoman por aquí. Nada es imposible.

Entretanto, y continuando la serie “Las diez de última”, va la séptima canción de la serie (en la que paseamos ya por temas en catalán, chino, inglés, castellano y francés, con una amplia variedad desde el trash-folk-épico hasta la música clásica). En este caso, comentaré “Hasta la raíz”, de la joven cantautora mexicana Natalia Lafourcade, primer corte de su reciente disco homónimo (Hasta la raíz, quiero decir), de 2015. La canción fue compuesta conjuntamente entre Natalia y Leonel García (uno de los dos integrantes de Sin Bandera).




Es una canción de amor, básicamente. La persona amada está ausente: ya no está más. ¿Por qué? Quién sabe. Murió, se fue del país, se fue con otra u otro, no importa: lo importante es que ya no está, físicamente al menos, con la cantora. Tampoco es claro si la canción está dedicada a un amante o a un hijo: por momentos parece estar hablándole a un niño. Tampoco importa, en el fondo: es una canción de amor, eso es suficiente. Un amor que vive en el recuerdo y que se hace presente en señales de la naturaleza, como”I´ll be seeing you” (posteo 114, cuando hablamos de la gran Billie Holiday) o como en “Ojalá” (posteo 31).

En una primera estrofa en la que incluye la friolera de cinco gerundios (“cruzando”, “andando”, “amando”, “sacando”, “encendiendo”: chupate esa mandarina, hermana tercera), la cantora nos explica que aunque sigue haciendo su vida normal (lo que incluye ir quitándose espinas del corazón), sigue recordando a esa persona amada. Utiliza una imagen tan extraña como poética: cada noche, ella enciende sus sueños, y con el humo resultante limpia los recuerdos.

Sigo cruzando ríos
andando selvas amando el sol
cada día sigo sacando espinas
de lo profundo del corazón
en la noche sigo encendiendo sueños
para limpiar con el humo sagrado cada recuerdo.

La segunda estrofa resalta cómo el recuerdo de él (lo llamaré “él” por comodidad, pero no hay marcas de género para el destinatario ni para el emisor). Decía: cómo el recuerdo de él se entrelaza con la naturaleza y va apareciendo en todas partes; y ella, al igual que Billie en “I´ll be seeing you”, mira la Luna, pero en la Luna lo está mirando a él, que es dueño del pasado pero sigue presente en el recuerdo constante.

Cuando escriba tu nombre
en la arena blanca con fondo azul
cuando mire el cielo en la forma cruel
de una nube gris aparezcas tú
una tarde suba una alta loma mire el pasado
sabrás que no te he olvidado.

El estribillo redunda en esta idea: pase lo que pase, seguirás en mi recuerdo, en lo profundo de mí, en “la raíz” (que por supuesto es nuestra memoria, el órgano que nos constituye como humanos). Lo llama “mi Rayo de Luna”, lo que nos hace dudar por un momento si el destinatario no será un caballo purasangre o un juguete (onda el Rosebud del ciudadano Kane); pero lo más probable es que no, que sea una persona y ella lo llame Rayo de Luna como un apodo cariñoso (y para explicar, poéticamente, por qué no puede escaparse de su influencia ni siquiera si atraviesa una montaña o se mete en un alto cañaveral crecido).

Yo te llevo dentro hasta la raíz
y por más que crezca vas a estar aquí
aunque yo me oculte tras la montaña
y encuentre un campo lleno de caña
no habrá manera, mi Rayo de Luna,
que tú te vayas.

La tercera y última estrofa, antes de la triple repetición final del estribillo, plantea una filosófica propuesta: lo que constituye nuestra esencia, el eje de nuestro ser (“la clave exacta de este tejido que ando cargando bajo la piel”) es el tiempo (pasado) y la incertidumbre, la no-certeza respecto del propio destino, tanto en el pasado como en el presente. O algo así. Ese “no saber” de ella, ese caminar sin rumbo sobreviviendo, es la forma en que ella mantiene su recuerdo dentro y, así, en esa forma oblicua y sutil, lo proteje.

Pienso que cada instante sobrevivido al caminar
y cada segundo de incertidumbre
cada momento de no saber
son la clave exacta de este tejido
que ando cargando bajo la piel
así te protejo: aquí sigues dentro.

A todo esto, la música es muy bella, con una onda fuertemente folclórica (el folclore latinoamericano es la principal influencia en la obra de Lafourcade); un tema en 4/4 sin pausa pero sin prisa, casi como una chacarera amexicanada, lo que se resalta en la musicalización, donde una guitarra rasgueada es la que lleva la batuta en todo momento.



El videoclip es muy lindo también: está grabado en una sola toma, de corrido, y es un largo stage-diving, filmado desde arriba, en blanco y negro: tras quince segundos de saludos anónimos, Natalia se larga a la marea de manos, que la van llevando durante todo el clip. Y mientras la van llevando, pasan cosas: la visten, la peinan (sauvage), la maquillan, vuelan burbujas, globos, tiran agua, le alcanzan flores, se cruza con “él”, le alcanzan la guitarra, se encuentra finalmente con él (también llevado en andas, stage-diving) y se dan un beso, las luces se apagan un rato y al reaparecer la mantean, se va la manta y finalmente la suben al escenario, donde la toma deja de ser cenital y ella termina la última repetición del estribillo.



Hasta la raíz
Sigo cruzando ríos
andando selvas amando el sol
cada día sigo sacando espinas
de lo profundo del corazón
en la noche sigo encendiendo sueños
para limpiar con el humo sagrado cada recuerdo.

Cuando escriba tu nombre
en la arena blanca con fondo azul
cuando mire el cielo en la forma cruel
de una nube gris aparezcas tú
una tarde suba una alta loma mire el pasado
sabrás que no te he olvidado.

Yo te llevo dentro hasta la raíz
y por más que crezca vas a estar aquí
aunque yo me oculte tras la montaña
y encuentre un campo lleno de caña
no habrá manera, mi Rayo de Luna,
que tú te vayas.

Pienso que cada instante sobrevivido al caminar
y cada segundo de incertidumbre
cada momento de no saber
son la clave exacta de este tejido
que ando cargando bajo la piel
así te protejo: aquí sigues dentro.

Yo te llevo dentro hasta la raíz
y por más que crezca vas a estar aquí
aunque yo me oculte tras la montaña
y encuentre un campo lleno de caña
no habrá manera, mi Rayo de Luna,
que tú te vayas.

Y con esto me despido hasta la próxima, avisándoles que me iré pronto, pero que seguiré con ustedes, aunque más no sea en la forma cruel de una nube gris.

DJ Vago


martes, 14 de noviembre de 2017

[197] Alguien prendió el ventilador


“Opinión de mierda”, de Los Punsetes (2016) y “In my sword I trust”, de Ensiferum (2012)


Este es el antepenúltimo posteo del blog, y el último en la serie de los posteos graciosos o algo así, que hubo unos cuantos. Confío.

Hoy, continuando la serie “Las diez de última”, vamos con dos temas que no tienen mucho que ver pareciera uno con el otro pero, como diría Sabina, y sin embargo. Y sin embargo, ambos son temas de hastío, de cansancio, de no aguantar más a la gente. No a toda la gente, sino a la que nos rompe las bolas, a la que se la pasa dándonos sus opiniones e intentando, una y otra vez, convencernos de sus míseras verdades.



El primero de hoy es un tema de Los Punsetes, banda española de punk-pop-shoegaze-emo-ska, ponele, que hacen canciones marcadas por la ironía, el humor negro y una cierta dosis de melancolía (escuchen por ejemplo la excelente “Arsenal de excusas”, o “Me gusta que me pegues”).

En este caso, mi canción favorita del grupo, “Opinión de mierda”, en la que se habla con ironía feroz de quienes se la pasan opinando de todo todo el tiempo en los medios de comunicación, incluidas las redes sociales. Ariadna, la cantante, con su tono impávido, imperturbable y cero emotivo, le pide al destinatario que por favor, continúe regalándonos su opinión de mierda de todos los días, que es algo muy necesario no solo para nosotros, sino para todo el país (España en este caso, pero podría ser cualquiera, por supuesto), y hasta para todo el mundo. Así que por favor, no te prives, encendé el ventilador para seguir desparramando esa mierda de opinión a que nos tenés acostumbrados, porque es algo que todos necesitamos como el agua.



Esa es, más o menos, la idea de la canción, que tiene además un videoclip tan divertido como minimalista, con los muchachos de la banda con idénticas pelucas y ansiosos por leer la opinión (de mierda) en el diario.

No está dirigida a nadie en particular, la canción, pero seguramente cada uno de ustedes tendrá a alguien en mente a quien esta idea se puede aplicar: “formas parte del 90% de gente que se cree mejor que el resto”. A mí al menos, que no opino mucho por las redes (excepto sobre algunos pocos temas que me interesan), me causa mucha gracia esta canción, tan actual, tan de nuestra época.



Opinión de mierda
Que no pase un día sin que des
tu opinión de mierda
Que no pase un día sin que cuentes
tus miserias.
Ni un día sin hacer a alguien de menos.
Ni un día sin abrir la caja de los truenos.

España necesita conocer
tu opinión de mierda.
La gente necesita que le des
tu opinión de mierda.
Un montón de temas sueltos e inconexos
aguardan el veredicto del experto.

Todo lo que piensas es importante,
mejor que lo sueltes cuanto antes.
Formas parte de ese noventa por ciento
de gente que se cree mejor que el resto.

La gente está buscando en Internet
tu opinión de mierda.
Todo el mundo quiere conocer
tu opinión de mierda.

Estás en tu derecho de brindarnos
una mierda de opinión.


La segunda canción de hoy es un tema de Ensiferum (“portador de espada”), una banda de trash-folk-epic-viking, ponele, de Finlandia. Ya hubo polacos, islandeses, suecos, noruegos, daneses, rusos y hasta de las Islas Faroe, pero creo que es la primera vez que aparecen en el blog músicos finlandeses (no digo “fineses” para que no parezca que son finos, porque pronto comprobarán que no lo son). Igual, me da fiaca comprobarlo, así que confiaré en que es la primera vez nomás.

El tema se llama “En mi espada confío”, y la letra es una especie de arenga épica contra los testigojehovaenses, aquellos que quieren predicarnos y convertirnos a su religión o su verdad, cualesquiera sean. La respuesta de los muchachos de Ensiferum no está muy bien articulada, pero es clarísima: “Vos creé en lo que quieras: yo creo en mi espada”. Y le pide a sus hermanos que se rebelen y se levanten en armas para luchar por un mundo mejor… al que se llegará tras dos o tres batallas bastante sangrientas.



Pero lo más desopilante es sin dudas el videoclip. Supongo que los de Ensiferum no lo pensaron como algo gracioso… y eso es lo que lo hace más gracioso todavía. La escena transcurre en un castillo medieval nórdico, donde los integrantes de la banda, descamisados, vikingtuneados y pintarrajeados (y con sus buenas pancitas cerveceras, en particular el baterista) gritan roncamente su canción épica mientras se va desarrollando, desde el minuto 2, una escena de batalla feroz, en la que la tecladista y acordeonista Netta Skog (la morocha) no se priva tampoco de lancear a un rival desprevenido. Y hacia el final del clip, terminada la batalla, y para que veamos que no todo es furia y sangre derramada, hay risas y abrazos mientras se brinda y se comparte la mesa de un festín.

Igual, lo más gracioso de todo es el movimiento de ventilador que hacen todos con el pelo larguísimo. Imagino que estar frente a la banda en vivo te debe dar un airecito como de turbo. Me mata, es una genialidad, el ventiladorcito de cabezas de Ensiferum: díganme si no dan ganas de imitarlos, de mover también las cabezas aunque uno tenga poco pelo, de salir a repartir mandobles a los pacíficos pero insistentes predicadores de fes ajenas y merdopinólogos consuetudinarios que pululan.



In my sword I trust

Many men have crossed my way
Promising peace or my soul to save
But I already heard all
I have seen what they made with their freedom
But I, I have no need for your god
The shallow truth of your poisonous tongue
Brothers it's time to make a stand
To reclaim our lives
Because all this steel can set us free

Rise my brothers we are blessed by steel
In my sword I trust
Arm yourselves the truth shall be revealed
In my sword I trust
Tyrants and cowards for metal you will kneel
In my sword I trust
Till justice and reason will wield
In my sword I trust

The sword that shivers in my hand
Do you have the might
To eat the putrid flesh
To drink the blood of the true one to blame

The time of change is here
unveil your blade

Rise my brothers we are blessed by steel
In my sword I trust
Arm yourselves the truth shall be revealed
In my sword I trust
Tyrants and cowards for metal you will kneel
In my sword I trust
Till justice and reason we'll wield
In my sword I trust

Leave your souls to your gods
Kneel, obey, follow their laws
Diseased and decayed, cherish their fate
This day I repay
Your love for fear come fate

Omen build me a fiery falcon
Pull your blade in a blazing shore
She'll never wait and may make war
Rest my hands and come to pray
But my life shan't go to waste
Grip the spirit that they turn on
Upon the point, the point of our steel

Rise my brothers we are blessed by steel
In my sword I trust
Arm yourselves the truth shall be revealed
In my sword I trust
Tyrants and cowards for metal you will kneel
In my sword I trust
Till justice and reason we'll wield
In my sword I trust
En mi espada confío

Muchos hombres cruzaron mi camino
prometiendo paz o salvar mi alma
pero ya he escuchado todo
He visto lo que hacen con su libertad
Pero yo, yo no tengo necesidad de su Dios
La superficial verdad de su lengua venenosa
Hermanos, es hora de levantarse
para reconquistar nuestras vidas
Porque sólo el acero nos puede liberar

Levántense hermanos, benditos por el acero.
¡En mi espada confío!
Ármense, que la verdad será revelada.
¡En mi espada confío!
Tiranos y cobardes, ante el metal se arrodillarán.
¡En mi espada confío!
Hasta que la justicia y la razón prevalezcan.
¡En mi espada confío!

Espada que tiembla en mi mano,
¿tienes la fuerza
de comer la carne podrida?
¿Para beber la sangre de los verdaderos culpables?
El tiempo de cambio está aquí,
¡desenvainen su espada!

Levántense hermanos, benditos por el acero.
¡En mi espada confío!
Ármense, que la verdad será revelada.
¡En mi espada confío!
Tiranos y cobardes, ante el metal se arrodillarán.
¡En mi espada confío!
Hasta que la justicia y la razón prevalezcan.
¡En mi espada confío!

Déjenle sus almas a sus dioses,
arrodíllense, obedezcan, sigan sus leyes,
Enfermos y decaídos, abracen su destino…
Este día yo les pagaré.
Su amor por el miedo se vuelve destino.

Augur, constrúyeme un feroz halcón,
desenvaina tu espada en una costa ardiente,
ella nunca espera y puede hacer la guerra,
se apoya en mis manos y viene a rezar
pero mi vida no será desperdiciada,
aferra el espíritu que encendieron
sobre la punta, la punta de nuestro acero.

Levántense hermanos, benditos por el acero.
¡En mi espada confío!
Ármense, que la verdad será revelada.
¡En mi espada confío!
Tiranos y cobardes, ante el metal se arrodillarán.
¡En mi espada confío!
Hasta que la justicia y la razón prevalezcan.
¡En mi espada confío!


Y aquí termina el posteo de hoy. Quedan solo dos para terminar la temporada.

Así que pronto, muy pronto, me verán con el penúltimo posteo del blog. Opino.

En eso, como en vuestra espada, podéis confiar.


DJ Vago

lunes, 6 de noviembre de 2017

[196] Una flor brilla en la tormenta


“Vuelvo a ver flores en la noche de lluvia”, canción tradicional china por Tong Li, y “Bridge over troubled water” de y por Simon & Garfunkel


Sigue la última serie de esta cuarta temporada (“Las diez de última”), y en esta larga y lenta despedida hoy toca doble canción: dos temas lentos y ultrasentimentales, que son, podría proponerse, la continuación lógica de los presentados antes (“Como lo hace el viento” y el “Dúo de las flores”). Aquí también habrá una fuerte conexión con la naturaleza, y también se hablará, a partir de ese contacto con los elementos naturales (el agua, las flores bellas y eternamente efímeras) de lo humano (la amistad, la melancolía, el amor presente o perdido).



Salvo eso que dije, la verdad que no, no tienen mucho en común los dos temas de hoy. El primero es chino y es más viejo que la escalapela (aunque ni cerca tan viejo como el primer tema chino que reseñé en este blog, “Tu cuello”, posteo 28, mayo de 2013). El segundo es de los amigos Simon y Garfunkel (que aparecieron juntos en el posteo 45, un gran hit de mi blog, cuando hablé de “Scarborough fair”).

La primera canción de hoy está en chino. Ya sé que la mayoría de ustedes no saben chino, y yo tampoco, pero como recordarán los que me siguen desde hace un tiempo, soy un gran intuidor de idiomas, y además tengo muchos amigos dispuestos a darme una ayuda para estas cuestiones, así que aquí verán la letra original (tanto los ideogramas como la pronunciación) más la traducción al castellano. Tengan en cuenta igualmente que, como ocurre siempre que se traduce un texto poético, la traducción nunca es exacta. Así que ténganme fe. Y paciencia.

La idea es: la cantora (o podría ser un cantor, pero ya que la canción siempre es cantada por mujeres, digamos que es la cantora) está sola en una noche de lluvia y ve cómo brotan capullos de flores nocturnas en medio del virento y la tormenta.

Llena de melancolía, con insomnio e inquietud, permanece despierta y recuerda el “viento primaveral” del ayer, un viento lleno de amor que hizo brotar mil flores (“la rosa junto al jazmín”, diría Léo Delibes) y que, sin embargo, se fue fugazmente (“como lo hace el viento”, diría el tío Joan) y ahora es solo recuerdo (bastante tanguero, el tema chino, al final de cuentas). Y las únicas flores que quedan, las únicas que siempre regresan a hacerle compañía mientras ella viaja por el mundo, son las solitarias flores fugaces que brotan en las noches de lluvia.

La versión elegida es la de Tong Li, una cantante china actual de hermosa voz, con un tono de melancólica dulzura que le va muy bien a esta canción, con la que me despido del Oriente, confiando en que siempre me quedará, al menos, el consuelo-compañía de unas florcitas tormentosas.

El videoclip elegido es una sumatoria de escenas kitsch de películas orientales que parece elaborado por la Secretaría de Turismo Antiguo de China, pero igual me gustó, así que aguantenseló.

https://www.youtube.com/watch?v=Z9jqUevpaDQ


雨夜花

打孤灯夜呀一江水弯弯
短情丝长雨夜花
苦梦短呀窗外雨茫茫
苦无眠剪愁昨夜望春


不知花落
独有雨夜花
有情有意雨夜花
伴我走天涯

打孤灯夜呀
一江水弯弯
短情丝长
昨夜望春

不知花落独有雨夜花
有情有意雨夜花伴我走天涯

打孤灯夜呀
一江水弯弯
短情丝长
雨夜花
youjian yuye hua

feng da gudeng ye ya yi jiangshui wan wan
chunfeng duan qingsi zhang you jian yuye hua
ye chang ku meng duan ya chuangai yu mangmang
ku wu mian jian chouchang zuoye wang chungfeng

chunfeng buzhi hua luo shi
du you yuye hua
youqing youyi yuye hua
ban wo zou tianya

feng da gudeng ye ya
yi jiangshui wan wan
chunfeng duan qingsi zhang
zuoye wang chungfeng

chunfeng buzhi hua luo shi du you yuye hua
youqing youyi yuye hua ban wo zou tianya

feng da gudeng ye ya
yi jiangshui wan wan
chunfeng duan qingsi zhang
you jian yuye hua


Vuelvo a ver flores en la noche de lluvia

El viento sopla en la noche solitaria
el río sinuoso gira y gira
El viento de primavera es fugaz
las ataduras del amor nunca terminan
veo otra vez flores en la noche de lluvia.

La noche es larga pero los sueños son muy cortos
la lluvia afuera cae tras la ventana
No puedo dormir me acecha la preocupación
mientras recuerdo el viento primaveral de la noche del ayer.

El viento de primavera que no sabe cuándo caerán las flores
solo quedarán las flores de la noche de lluvia.
Las flores nocturnas, afectuosas y fieles,
permanecerán a mi lado
mientras viajo hasta el fin del mundo.

El viento sopla en la noche solitaria
el río sinuoso gira y gira.
El viento de primavera es fugaz
las ataduras del amor nunca terminan
veo otra vez flores en la noche de lluvia.




Pero esto no es todo, no señores, pues nos queda una canción más hoy, mucho más conocida aquí en Occidente, “Bridge over troubled water” (“Puente sobre aguas turbulentas”), de 1970, una de las canciones más famosas, si no la más más, del famoso dúo Simon & Garfunkel.

(En inglés es en singular, “troubled water”, pero en castellano eso sonaría raro, me parece más adecuado traducirlo en plural: “aguas turbulentas”.)

La canción fue compuesta por Paul Simon (el talentoso del dúo), pero Paul quiso que la cantara Art Garfunkel, porque le parecía que le pegaba mejor con la voz de él; una decisión de la que luego Paul se arrepintió un poquito bastante, porque cada vez que Artie cantaba “Bridge”, la gente lo aclamaba de pie y él se quedaba en el piano pensando “eh loco, la canción la compuse yo, apláudanme un cacho a mí también…”.

La canción ganó una culada de Grammys, mejor tema del año, multiplatino, llegó al tope de los charts y se quedó allí seis semanas, en fin: un éxito impresionante tuvieron con este tema. Que no suena como una canción de Paul Simon (él mismo lo decía), sino más bien como un gospel, como un himno cuasi religioso, meditativo: lentón y melancólico, pero de una gran belleza, y cuya letra habla de la amistad. O del amor, pero no el amor-pasión sino el amor incondicional y desinteresado, que puede condensarse en la frase “estaré a tu lado cuando me necesites”.

Para eso, el cantor (o la cantora, pero como Paul y Art son varones, digamos el cantor) le dice a ella (es una “chica plateada”, así que aquí no hay dudas de que es una ella la destinataria de la canción) que estará de su parte, que la acompañará y la consolará cuando nadie más esté a su lado, cuando los tiempos estén bravos y los “amigos” se borren todos: él seguirá allí a su lado, siempre, sin dudar, sin condiciones, solo porque la quiere. 

Usa para expresar eso una imagen hermosa, casi bíblica, que es la que da título a la canción: “me extenderé como un puente sobre aguas turbulentas”. Es decir que para que ella cruce las “aguas turbulentas” de esos tiempos horribles, él se extenderá como un puente para dejar que ella lo pise y llegue a salvo del otro lado. Está bien, es un poco masoquista eso de querer que ella lo pise, pero la idea se entiende, ¿no? Él está dispuesto a todo por ella.

La segunda estrofa redunda redonda sobre lo mismo, “cuando caiga la noche dura y estés en la lona, yo seguiré al lado tuyo”, etcétera. Fijensé qué curioso que poco antes había salido y llegado al tope de los charts la canción “Like a rolling stone”, de Bob Dylan (que reseñé en el posteo 160, en julio de 2016), que es exactamente lo opuesto de esta canción: allá la destinataria de la canción también está en la mala, en la lona, en la puta calle, y el cantor se la pasa burlándose de ella y bardeándola mal: ni se le cruza por la cabeza ayudarla. Acá en cambio, el cantor puede dar la vida por ella, porque la ama. Como amiga, como amante, como pariente, como esposa, eso no importa (sí importa en la vida real, obvio, pero no aquí en la canción).

Con dos estrofas la canción quedaba un cacho cortona, así que pensaron agregar una más. La tercera estrofa, la que comienza “navega, muchacha plateada”, fue idea de Art Garfunkel, y Simon la escribió a partir de la idea de Art, aunque nunca lo convenció del todo esa idea. Y tiene razón, porque queda bastante (muy) rara, en esta canción en que viene repitiéndose que se extenderá como un puente para evitar las aguas turbulentas, una estrofa en la cual ahora de pronto se le dice a la destinataria que navegue. Onda, ¿no era que me ibas a evitar la navegación por las aguas peligrosas, macho? Y no es nada claro cómo la ayudaría, mientras está navegando, que él navegara justo atrás. Le tiraría un salvavidas, ponele. En fin: es sin dudas la estrofa menos lograda de las tres, la más kitsch (“todos tus sueños están en camino”…), pero no llega a arruinar la canción, que fue y seguirá siendo por siempre un himno a la amistad y a la ingeniería vial.




Bridge over troubled water

When you're weary, feeling small
When tears are in your eyes,
I'll dry them all
I'm on your side,
when times get rough
And friends just can't be found
Like a bridge over troubled water
I will lay me down
Like a bridge over troubled water
I will lay me down

When you're down and out
When you're on the street
When evening falls so hard
I will comfort you
I'll take your part
when darkness comes
And pain is all around
Like a bridge over troubled water
I will lay me down
Like a bridge over troubled water
I will lay me down

Sail on, silver girl,
Sail on by
Your time has come to shine
All your dreams are on their way
See how they shine
Oh, if you need a friend
I'm sailing right behind
Like a bridge over troubled water
I will ease your mind
Like a bridge over troubled water
I will ease your mind
Puente sobre aguas turbulentas

Cuando estés abrumada y te sientas pequeña
cuando haya lágrimas en tus ojos,
yo las secaré todas.
Estoy de tu lado
cuando los tiempos se ponen bravos
y no se puede encontrar ningún amigo,
como un puente sobre aguas turbulentas
me extenderé
como un puente sobre aguas turbulentas
me extenderé.

Cuando estés bajoneada y lejana
cuando estés en la calle
cuando la noche caiga tan dura
Yo te consolaré
Me pondré de tu parte
cuando llegue la oscuridad
y el dolor esté por todos lados,
como un puente sobre aguas turbulentas
me extenderé
como un puente sobre aguas turbulentas
me extenderé.

Navega, chica plateada,
navega adelante,
ha llegado tu hora de brillar,
todos tus sueños están en camino,
mira cómo resplandecen.
Oh, si necesitas un amigo,
yo navego justo tras de ti,
como un puente sobre aguas turbulentas
calmaré tu inquietud
Como un puente sobre aguas turbulentas
calmaré tu inquietud.

Y con esto se despide, con un hachazo en el ojo y una flor china en el ojal, mientras navega raudo hacia las cataratas, vuestro amigo por siempre, el

DJ Vago