solo un tema por semana,
y con que le guste al diyei alcanza

miércoles, 9 de diciembre de 2015

[150] Te convido a creerme


“Cuando digo futuro”, de Silvio Rodríguez (1977)


Hoy termina por fin la tercera temporada.



Creo que tengo que revisar mi idea de temporada, porque esta duró más de un año: el primer posteo (el 101), sobre Gilda y “No me arrepiento de este amor”, es del 2 de diciembre del año pasado.

Si algún despistado cae a este blog por esta entrada, le cuento que aquí se comenta un tema musical por semana. En algunas semanas en que me siento particularmente energético, dos temas (por eso en la tercera temporada comenté 56 temas en lugar de 50). En mi barrio me dicen el Ecléctico, así que en el blog entran temas de prácticamente todos los géneros musicales, del tango al heavy metal, del rap a la música clásica, zambas y temas pop, romances medievales, arias de ópera, música celta y bolero, jazz y cumbia. Es que tengo la mente tan abierta que a veces me descuido y se me cae el cerebro.

En las 150 entradas del blog no encontrarán reguetón ni Arjona. Como expliqué alguna vez en los comienzos de este proyecto, esta carencia no se debe a una cuestión de principios: si alguna vez algún reguetonero o Ricardo deciden componer una canción buena, con mucho gusto la comentaré en el blog. Pasaron tres años y no sucedió, pero bueno, la esperanza es lo último que se pierde etcétera. Quién te dice que el año que viene llega una cebra sin rayas al Serengueti y te hace tirar al tacho las teorías.

Tampoco le hice asco a ningún idioma. Todos los temas, cuando tienen letra, están presentados en su idioma original y con la traducción correspondiente al castellano. En el blog hay temas en dieciocho idiomas, lo cual no sé a ustedes, pero a mí me impresiona de mí mismo: español, inglés, catalán, francés, portugués, chino, alemán, italiano, vasco, danés, ruso, gaélico, japonés, latín, zulú, árabe, manx (sí, es un idioma), escocés. Y no estoy contando el cordobés y el dialecto aserejé.

Así y todo, si hubiera una cuarta temporada, tengo en carpeta mental temas en gallego, sueco, polaco, griego, quechua y guaraní.

Sigue habiendo deudas en el blog. Es inevitable. Hay folclore, pero poco. Janis Joplin, los Rolling Stones, los Redondos, Chopin, Bob Dylan y unos cuantos más siguen esquivando aparecer, increíblemente.

Pero bueno. Este año fui a verlo a Serrat, perdí un trabajo y empecé otro, fui esponsoreado generosamente otra vez por mis seis hermanas, mi costado vasco se volvió un poco más terco y mi costado catalán un poco más amarrocador. Y me cansé. Me cansé mucho. Bah, como todos los años.

No sé si valió la pena hacer este blog y, sobre todo, hacerlo durar tanto; 150 entradas es más de lo que puede leer en un día el más experto booktuber adolescente. Sé que tuve algunas semanas buenas, en los tres años: y cuando coincidió una semana buena mía con un tema musical memorable (por lo bueno, por lo bizarro, por lo extraño o lo sorprendente), el resultado fue una entrada potable. Las entradas potables están ahí en algún lado, se los juro: búsquenlas y las encontrarán.

Sé que no hay muchos lectores del blog, pero fueron, a lo largo de los tres años, muchos más de los que esperaba. A todos ellos, incluso a los que solo pasaron una semana y se fueron escandalizados, muchas gracias por su atención.

Y me doy cuenta de que estoy largando, además de un autobombo feroz, un tono de despedida, y es que hoy realmente no sé si volveré para una nueva temporada. Quizás sí, pero no sé cuándo. Mi cuerpo agotado ya no se conforma con la típica siesta de cuatro horas: me pide hibernar. Y los Vagot agarramos viaje, cuando nos convidan a descansar.

Hablando de convidar: basta de cháchara y vamos nomás con el tema semanal, que cierra la serie “Cuando digo futuro” y que se titula, redundantemente, “Cuando digo futuro”, de Silvio Rodríguez, que apareció en el disco Cuando digo futuro, de 1977 (el tema lo había compuesto unos años antes, igual).



A mí me encanta Silvio. No solo hizo canciones memorables: tiene esa voz tan particular, que será de las voces que más extrañaré en el mundo, si alguna vez me falta.
“Cuando digo futuro” es una larga invitación; la canción abre y cierra con ella: “te convido a creerme cuando digo futuro”. A pesar de lo que nos dijeron los Sex Pistols la semana pasada, o nos dieron a entender Black Sabbath o la Bersuit en semanas anteriores, sí habrá un futuro. 

Silvio no puede asegurarlo, pero nos convida a creerlo, y aunque considera que debería alcanzarnos con su palabra al respecto, igual nos da, por las dudas, una serie de argumentos para fundamentar la existencia de ese futuro que no nos parece muy probable.
Así, la cercanía de la naturaleza (la tierra, la lluvia, la savia) y la realidad física del ser humano (mis ojos, mi cuerpo, mis manos) se vuelven argumentos a favor del futuro: el mundo seguirá existiendo, por más desastres que nos impongan los que se adueñaron de él. “Hay 20.000 nuevas semillas en el valle desde ayer”, y no pueden evitar que broten.

Pero también hay razones sociales en favor del futuro: somos personas que se juntan en pos de lograr el futuro. Los “restos de desesperados” y la “paciencia” son también una esperanza de futuro, “y queda más”: la lista no está completa, hay más cosas que no es necesario, y tal vez ni siquiera es posible, decir.

El mundo del presente feroz está hecho de hierro y de roca, pero debajo de él late un “país de pan”, algo blando y vivo, suave pero imparable. Y los hierros se fundieron ya.

La última estrofa presenta a los niños y a los jóvenes en acciones cotidianas: no necesitan hacer nada espectacular, no necesitan salvar el mundo: lo están salvando solo con reír o con tener sueño o con caminar o con arreglar una pollera, porque “es importante desde un niño hasta el largo de un vestido”. Ser humanos sencillos y honestos en nuestra humanidad es, para Silvio, lo que nos permite creer que habrá un futuro.

Él lo cree, y nos convida a creerlo también, a pesar de todo.

Y la canción termina con esa invitación, cantada en una forma memorable, que eriza los pelos: uno de los 20 versos mejor cantados en la historia de la canción mundial, en mi ránking.



Cuando digo futuro
Te convido a creerme cuando digo futuro.
Si no crees mi palabra, cree en la angustia de un grito,
cree en la tierra, cree en la lluvia, cree en la savia.

Te convido a creerme cuando digo futuro.
Si no crees en mis ojos, cree en el brillo de un gesto,
cree en mi cuerpo, cree en mis manos que se acaban.

Hay veinte mil nuevas semillas en el valle desde ayer.
Hay restos de desesperados, hay el hombre y la mujer.
Los hierros se fundieron ya,
hay la paciencia y queda más.

Hay un país de roca en ruinas bajo otro país de pan,
hay una madre que camina codo a codo con su clan.
Los hierros se fundieron ya,
hay la paciencia y queda más.

Hay cuatro niños ahora mismo sonriendo en una playa
y en la trastienda de una bala un militar que no ha dormido.
Y aquella misma muchachita vuelve a recortar su saya.
Es importante desde un niño hasta el largo de un vestido.
Los hierros se fundieron ya,
hay la paciencia y queda más.

Yo te convido a creerme
cuando digo futuro.



Y así termina esta tercera temporada (en los próximos días, como un exceso de laboriosidad, incluiré un índice completo de las tres temporadas).

No me extrañen. O sí extráñenme, qué sé yo, hagan lo que quieran. Lo único que puedo proponerles es que crean en el futuro, esté o no esté yo en él.

Hasta entonces,


DJ Vago

martes, 1 de diciembre de 2015

[149] No futuro para mí




“Dios salve a la reina”, de los Sex Pistols (1977)



Como penúltima entrega de la serie “Cuando digo futuro”, de la temporada y quizás de este blog todo, vamos con “God save the queen”, uno de los más famosos temas de los Sex Pistols, mítica banda punk que duró poco más de dos años y sacó un solo disco, y así y todo le alcanzó para ser una de las bandas más influyentes y memorables del rock mundial; podría decirse incluso que sin ellos, el punk quizás nunca hubiera existido, o al menos no hubiera tenido futuro.

La canción es energética, incesante (bien punk, de hecho tienen que repetir casi todas las estrofas para que dure tres minutos) y en cierta forma alegre (Johnny Rotten, el pelirrojo y entrañable cantante, parece divertirse mucho al “entonarla”, sin soltar su latita de cerveza), aunque por cierto su letra no es positiva: el mensaje principal es que no hay futuro. Mejor dicho: hay futuro, pero no para cualquiera. Tal vez haya futuro para la fucking reina, para el régimen fascista y los custodios del sistema, pero no lo dudes: no hay futuro para vos, no hay futuro para mí. No futuro para la gente de a pie, para los laburantes, que se quedan fuera del cuadro cuando la Nación (Inglaterra en este caso, pero vale cualquiera) sueña.



El primer verso de la canción, “Dios salve a la reina”, es nada más ni nada menos que el título del himno inglés. El segundo verso define ese himno y esa persona, ese símbolo centenario de la realeza británica etcétera, como un régimen fascista. Y el tercero y cuarto versos aclaran que te volvieron un estúpido, una bomba activada a punto de explotar, solo para que te creas que la reina es lo más y que tenés que defender ese régimen que te aplasta como algo bueno y propio.

Esa es nomás la primera estrofa. En la segunda estrofa y la tercera, se aclara que la fucking reina ni siquiera es un ser humano, y que no hay futuro en el sueño de Inglaterra (no para vos, no para mí).

En la cuarta estrofa se repite lo de “Dios salve a la reina” y se aclara, con cero creíble sinceridad, que “lo decimos en serio, man: amamos a nuestra reina, Dios la salve”. La ironía es evidente, más cuando uno los ve a los Sex Pistols, que realmente se esfuerzan por parecer “las flores en el basurero”, el veneno que emponzoña la hipócrita maquinaria social. “No hay futuro para vos, pero si hubiera alguno, sería volverte lo que nosotros ya somos”. No es alegre, el mensaje, pero es genial.



La canción salió en 1977, para el jubileo de la fucking reina Elizabeth II de Inglaterra. Que aunque parezca increíble, sigue siendo la fucking reina al día de hoy, con casi 90 años, lo que demuestra que los Sex Pistols tenían toda la razón, en 1977. Cientos de miles de personas los repudiaron, quemaron sus discos y sus posters, censuraron la canción impidiendo que fuera transmitida por algunas cadenas de radio y tevé, e incluso tuvieron que trampear fraudulentamente los charts para que la canción no llegara a ser Nº 1 de los rankings, y se quedara segunda.


Es que con los símbolos nacionales no se jode, ni en Inglaterra ni en ningún lado. Supongo que aquí pasaría algo parecido si a alguien se le ocurriera hacer (en serio) una canción contra Messi o Maradona o Tinelli o el papa Francisco: o mejor, contra los cuatro a la vez: crucifixión pública para el tal artista, menos que eso no creo.

Parece entonces que tenían razón los Sex Pistols y que el futuro se jodió para siempre, con este sistema que te explota y encima se te caga de la risa en la cara. Y sin embargo, aunque no pudieron vencer a la fucking reina (más longeva que Legrand), al menos pudieron mantenerse y sobrevivir como una piedra en el zapato, como una flor en el basurero: no hay pecado en ser un desposeído que grita, es solo justicia.

Y la conclusión, traspuesta al día de hoy y al lugar de aquí, es que aunque también parezca que no hay futuro (al menos, seguro, no para vos ni para mí), lo cierto es que por lo menos zafamos de tener reina, y podemos esperar (reclamar, imponer, conseguir) un cambio dentro de pocos años, cuando vuelvan a votar (yo lo intento pero no siempre llego, en general me levanto demasiado tarde, cuando ya cierran los comicios y anuncian al ganador equivocado).




God save the queen

God save the queen
The fascist regime
They made you a moron
Potential H-bomb

God save the queen
She ain't no human being
There is no future
In England's dreaming

Don't be told what you want
Don't be told what you need
There's no future, no future,
No future for you

God save the queen
We mean it man
We love our queen
God saves

God save the queen
'Cause tourists are money
And our figurehead
Is not what she seems

Oh God save history
God save your mad parade
Oh Lord God have mercy
All crimes are paid

When there's no future
How can there be sin
We're the flowers in the dustbin
We're the poison in your human machine
We're the future, your future

God save the queen
We mean it man
We love our queen
God saves

God save the queen
We mean it man
And there is no future
In England's dreaming

No future, no future,
No future for you
No future, no future,
No future for me

No future, no future,
No future for you
No future, no future
For you
Dios salve a la reina

Dios salve a la reina
el régimen fascista
te volvieron un estúpido
potencial bomba H

Dios salve a la reina
no es un ser humano
no hay futuro
en el sueño de Inglaterra

Que no te digan qué querés
que no te digan qué necesitás
no hay futuro, no futuro,
no futuro para vos

Dios salve a la reina
lo decimos en serio, man
amamos a nuestra reina
Dios la salve

Dios salve a la reina
porque los turistas son plata
y nuestra figurita
no es lo que parece

Oh, Dios salve la historia
Dios salve tu desfile de locos
oh Señor Dios ten piedad
todos los crímenes están pagados

Cuando no hay futuro
cómo puede haber pecado
somos las flores en el basurero
somos el veneno en tu máquina humana
somos el futuro: tu futuro

Dios salve a la reina
lo decimos en serio, man
amamos a nuestra reina
Dios la salve

Dios salve a la reina
lo decimos en serio, man
y no hay futuro
en el sueño de Inglaterra

No (hay) futuro, no futuro
no futuro para vos
no futuro, no futuro
no futuro para mí

No futuro, no futuro
no futuro para vos
no futuro, no futuro
no futuro para vos.



Hasta la próxima semana, si es que la hay,


DJ Vago