solo un tema por semana,
y con que le guste al diyei alcanza

domingo, 30 de agosto de 2020

[240] Todo eso fuiste te lo perdiste

  

“Chau”, de No Te Va Gustar (2010)

 

Le cierro hoy la puerta en la cara a la serie “Desamor y popular” con un tema de la banda uruguaya No Te Va Gustar. “Chau” es, musical y conceptualmente, una especie de bolero, por más que el uso discreto de la batería intente disimularlo y el pespunteado de vientos intente darle un aire tropic-funky que no llega a cuajar.

 

La idea de “Chau” es casi la misma que la de la famosa canción de Pimpinela “Olvídame y pega la vuelta”, que seguramente recuerden (si son de mis pagos): ella está lo más piola en su casa y de repente tocan a la puerta y se produce el famoso diálogo:

—¿Quién es?                                          —Soy yo.

—¿Qué vienes a buscar?                      —A ti.

—Es tarde.                                             —¿Por qué?

—Porque ahora soy yo la que quiere estar sin ti. Por eso vete...

 

Ya que estoy traigo aquí el clip, que Lucía y Joaquín Galán grabaron aprovechando que estaban de vacaciones (como Armando Bo grababa las películas con la Sarli), con presupuesto cero y, aparentemente, mientras habían conseguido una changa como promotores de algo, porque están vestidos idéntico.


Bueno, “Chau” es casi lo mismo, solo que pasó un año y pico en lugar de dos y porque no se le da la palabra a quien vuelve: la canción es un monólogo del que se quedó, el abandonado (o la abandonada si prefieren, la canción vale para cualquier combinación de géneros). En la primera estrofa recrea la separación: estaban los dos en la playa (como los Pimpinela) y ella (digamos que es una ella) se fue de repente, porque sí, y “lo nuestro” se murió en ese instante. Él trató de recuperarse, de hacer “que algo valiera la pena”.

 

Pero así como se alejó, sin motivo evidente ni aviso, igualmente inmotivada y súbita decide regresar ahora, más de un año más tarde, pidiendo perdón entre lágrimas e invitándolo a que retomen la relación, lo que provoca en él, además de un susto que casi le da un síncope (“corazón, hoy no dejes de latir”), un rechazo contundente: mientras un año atrás “hubiera dado la vida y mucho más por solo volver a verte”, ahora, que ya dejó atrás ese duelo, volver con ella sería un lujo que no puede darse, y no piensa ceder ante su llanto: “no pienso abrir las heridas de haberte querido tanto”.


 

Y en el final, tras la última repetición del estribillo, se dice, no cantado sino cortante como puerta que se cierra, el “Chau”, el adiós que es a la vez título y conclusión: eras todo para mí, pero te fuiste y te lo perdiste, diría Gilda. Ahora andate, que veo en tu CV que tenés experiencia en eso.

 

El tema me gusta en casi todas sus variantes, pero más en la versión "unplugged" que hicieron hace poquito (2019) los NTVG con Julieta Venegas como voz principal: ella enfatiza el tono melodramático de la canción, que suena casi como una telenovela mexicana (y eso aquí pega perfecto), mientras que la musicalización es más funky y rítmica, con mayor protagonismo de los dorados vientos y los distraídos timbales que en la versión original.

https://www.youtube.com/watch?v=GbS2nCX-MW4


También incluyo, sí, la versión original, solo porque así soy y no me voy a ir tan pronto. El clip está armado con la pésima idea (muy repetida en la historia de los clips de rock rioplatense) de hacer que niños protagonicen temas cuya letra indica con claridad meridiana que no hay ningún niño allí. Aquí son encantadores les dos chiques protagonistas, pero igual tiene cero que ver con la canción, lo que muestra el clip: ella y él están de penitencia, ella quiere llamar la atención de él, le dibuja un robot que cobra vida y camina hacia él, él lo aplasta sin contemplaciones, ella se decepciona y el docente, poco comprometido con su labor, se decepciona a su vez de que ella (entre dibujos y fantasías) no haya cumplido con la tarea asignada.

https://www.youtube.com/watch?v=YglZ5BzPbYs


 

 Chau

Estábamos los dos mirando el mar

cuando la tarde moría

como moría lo nuestro,

juro que no lo sabía.

Mire para mi derecha:

vi que desaparecías,

grité con todas mis fuerzas

y note que no me oías.

 

Me quedé toda la noche en la arena,

intenté que algo valiera la pena.

No puedo conseguir cambiar ni corregir

lo que me corre en las venas.

Corazón, hoy no dejes de latir.

Te alejaste un día, ahora decidiste venir.

 

Ha pasado más de un año y vos no estás,

¿por qué habría de creerte?

Hubiera dado la vida y mucho más

por solo volver a verte.

No podría darme el lujo

de ceder ante tu llanto;

no pienso abrir las heridas

de haberte querido tanto.

 

Escuché pero deje que se fuera,

recordé todo lo libre que era.

No puedo conseguir cambiar ni corregir

lo que me corre en las venas.

Corazón, hoy no dejes de latir.

Te alejaste un día, ahora decidiste venir.

 

Chau.

 

Lo mismo digo. Noto que no me oyen, pero igual les grito que nos vemos la próxima, con el inicio, quizás, de una serie diferente de canciones comentadas.

DJ (No Te) Vago (Star)

jueves, 20 de agosto de 2020

[239] Más diáfano, viértale hachedosó

 

“Claramente”, de Chano Moreno Charpentier (2018)

 

En lo que va del año (menos de doscientos días) ya se cometieron(solo en este triste país findelmundista) más de 160 femicidios, a cuál más espantoso; mujeres incendiadas, aplastadas con mazas, descuartizadas, baleadas, violadas, golpeadas hasta morir, acuchilladas. La mayoría fueron asesinadas por varones que habían sido, o aún eran, sus parejas.


¿No les parece terrible? ¿Alguien puede seguir diciendo, sin que se le caiga la cara, que esto no es un problema para la sociedad, que es una invención, que es una exageración, que “no es tan así”? ¿En serio?


Hoy, continuando la serie “Desamor y popular”, vamos con una canción de Chano, que no es, digamos, mi músico favorito del mundo mundial, pero peores cosas he escuchado, y esta canción viene muy bien para esta serie. Es parte de su primer disco como solista (luego de abandonar la banda Tan Biónica), intitulado El otro, de fines de 2018.


Musicalmente, es un tema pop melódico cualuncue, simpático, pegadizo, básico, en tono mayor, alegre. La letra es bastante básica también, y puede sintetizarse, sin ningún inconveniente, en una sola frase: “yo la quería pero ella no me quería a mí, así que me voy y seguiré con mi vida”. Esta idea se repite y se reitera y se machaca un montón de veces, en particular en cada vuelta de estribillo:


Claramente Clara no me quería,

no me elige y no me elegiría,

cuando muera mayo haré mi vida.

Clara no me quería.


O sea, en síntesis: si ella no te quiere, se acabó la relación, por más que vos la quieras a ella. Es una obviedad, pero evidentemente estamos en una época en que lo obvio debe ser repetido, aprendido y asimilado, porque no es tan obvio como nos creíamos que era. 


El clip no me gusta nada, me parece que no aporta, y es mejor escuchar la canción sin verlo, diría. Muestra al cantor en distintos momentos de su vida (niño, joven, adulto, anciano), y en cada uno, al recibir una mínima muestra de indiferencia de la rubísima Clara, estalla en un montón de papelitos de colores. Pero es un estallido momentáneo, se ve, reversible, en tanto se sigue repitiendo. ¿Por qué no me gusta la idea del clip? Porque la repetición muestra una obsesión del cantor a lo largo de toda una vida (incluso mientras se está casando con otra mujer, sigue pendiente de Clara), y la canción precisamente desmiente eso, habla de dejar en paz, no de seguir enganchado.


Porque eso me gusta de esta canción de Chano (que cuando deja de chocar autos y excederse en sus consumos, es capaz de tener algunas buenas ideas): solo señala que ella, Clara, no lo quiere, y que eso es el fin. No se lamenta, no la amenaza, no la persigue, no le insiste, no reclama, no llora, no planea venganza, no patalea, no la acecha, no la quiere matar, no la mata. Hace lo que debería hacer cualquier varón, cuando le dicen que ya no lo quieren: se va (hace su duelo solo, si amerita) y sigue con su vida en otra parte. El “amor” o el deseo sexual que supuestamente tenés o tuviste o imaginaste no te da derecho a matar ni herir a nadie. Está claro. Más que claro. Cristalino. Es obvio. Pero no está mál repetirlo cien veces, se ve, a ver si lo aprendemos de una vez por todas.

 

https://www.youtube.com/watch?v=ufRW1mzugvw


Claramente

Claramente amanece

y las lunas son las de ayer,

que el dolor no regrese,

enemigo que conocés.

Pero desaparece

y se aparece

cada Luna sombría.

 

No viajaba en sus penas,

ni apretaba su cinturón,

no peleaba sus guerras

ni al revés, su vocación.

Pero en cada momento

no hacía falta yo:

Clara no me quería.

 

Claramente Clara no me quería,

no me elige y no me elegiría,

cuando muera mayo haré mi vida.

Clara no me quería.

 

Se escucharon las notas

que lloraste entre anoche y hoy,

que desafinarían

la alegría y la decepción.

Yo pensé que la vida

era estar con vos,

pero no me querías.

 

Claramente Clara no me quería,

no me elige y no me elegiría,

cuando caiga el sol haré mi vida:

Clara no me quería.

 

Cada tanto viajo a la deriva

cuando miro en la melancolía

y me acuerdo cuando te reías,

pero no me querías.

 

Claramente Clara no me quería,

no me elige y no me elegiría,

cuando caiga febo haré mi vida.

Clara no me quería.

 

Y no aclaro más, porque claramente podría oscurecer, así que eso es todo por hoy. Nos vemos la semana próxima. Obvio.


DJ Vago

viernes, 14 de agosto de 2020

[238] Vos andá yendo, yo te sigo

 

“Frío en los pies”, de Silvina Moreno (2017)

 

Continúa la serie “Desamor y popular” con una simpática y pegadiza canción de Silvina Moreno, una chica que hace por lo general buenas canciones de algo así como un pop-indie-latino y que cuenta ya con unos cuantos discos y cierta visibilidad en el mundillo de la cancioncilla en castellanillo.

Se trata de “Frío en los pies”, primer corte de su disco Sofá, de 2017. Dice mi hermana la tercera que esta canción es un tributo sutil a Madame Bovary, de Flaubert; por un lado, porque Charles Bovary tenía siempre frío en los pies, cuando estaba en la cama, y eso cambió cuando se casó con Emma; pero principalmente, porque Emma Bovary, ya casada con Charles, siente ese “frío en los pies” conceptual que es el tema principal de esta canción: se lamenta por haberse dejado atrapar y empieza a considerar otros prospectos de relación más interesantes que el naboleti con quien se casó. Pero mi hermana la tercera está cada vez más loca, no sé si se los dije; así que no le hagan caso, por favor.


Porque esta canción (que es, si la miran entornando los ojos, una cumbia arrepentida) no habla, en realidad, sobre tener frío-frío en los pies-pies (algo que podría ocurrirle a cualquiera en estos tiempos invernales), sino que es una traducción de la expresión “to have cold feet” (“tener los pies fríos”) que usan los yanquis para indicar que alguien está arrepintiéndose; si bien la frase puede usarse en casi cualquier contexto, se utiliza en particular para alguien que se está por casar (y tiene incluso fecha de casamiento) pero ahora de pronto lo está pensando mejor (por no decir: ya decidió mentalmente que mejor no se casa un carajo).

Y entonces, la protagonista de la canción se despierta con él en la cama y ya no le resulta nada claro que quiere comprometerse de por vida con él. Y empieza a lanzar, para justificar su frescor pédico, un arsenal de excusas (como en la canción de Los Punsetes), onda: “no sos vos, soy yo”, “nunca aprendí a amar de esta manera”, “soy muy difícil de querer”, “me distancio por miedo a que me hieran”, “preferiría no hacerlo” (el lema de mi escudo heráldico), etcétera.


Un gran acierto de la canción es presentarla como un dúo, como las inolvidables canciones de desamor de los Pimpinela. Aquí, él hace los coritos y le hace un contrapunto a lo que ella propone, armando entre ambos una especie de conversación (que podría sintetizarse en dos patadas: “¡dudo!”-“¡dale!”). 

Kevin Johansen utiliza los tonos más bajos de su registro y de su repertorio ético, y se muestra como una especie de Barry White Baboso, instándola a ella a que “no sea enroscada”, abandone sus dudas y lo quiera (así como el cantor de Greensleaves [posteo 73], totalmente sacado, le exigía a la dama de las mangas verdes: “¡ahora ven y ámame!”). Lo que, claro, a nosotres que escuchamos nos hace simpatizar con la postura coldfitera, en especial cuando además de escuchar vemos las pelotudeces que hace Kevin en el clip (que es divertido y simpático, al igual que la canción de Silvina): dan ganas de decirle “yo saldría corriendo también, nena” o, incluso, “tenemos que hablar de Kevin”.

Sin más comentario (para que no huyan) va el clip y la correspondiente letra (puse los coritos de él del lado derecho y entre paréntesis).

 

https://www.youtube.com/watch?v=WYqExG_Qsmc


Frío en los pies

Tengo frío en los pies

Me despierto contigo y no sé que hacer

más que temer.

(Tiene frío en los pies)

Y quiero poder hacer las cosas bien.                               (Muy bien)

¿Confiarías en mí

si dijera que en el fondo nunca nunca supe amar a alguien así?

No te quiero hacer sufrir,

pero debo confesar que no es una hazaña fácil la de amarme

a mí.

(Camón. No tengas miedo

Embrace the love)

Tengo frío en los pies,

me abrazas, me alejo y no sé por qué...                          (Yo tampoco)

por protegerme,

(Tiene frío en los pies)

como si no soportase tanto amor, tanto amor.

 

¿Confiarías en mí

si dijera que en el fondo nunca nunca supe amar a alguien así?

No te quiero hacer sufrir,

pero debo confesar que no es una hazaña fácil la de amarme

a mí.

 

Entrecortada sugerí mi renuncia,

por el momento un acertijo nos anuncia

pero contigo voy

y para ti estoy

así como soy.                                                                      (Yeah!

                                                                                                 ¡Esa!

No tengas miedo

Don't be afraid

Embrace the love

No te enrosques

¿Qué te pasa?

         Bataraza.

Embrace this love

Embrace it. Take it

Qué enroscada, eh.)

¿Confiarías en mí

si dijera que en el fondo nunca nunca supe amar a alguien así?

No te quiero hacer sufrir,

pero debo confesar que no es una hazaña fácil la de amarme

a mí.

 

Somos dos pajaritos:

nos asustamos fácil.

Vamos de a poquito,

que mi corazón es frágil.

(Yeah!

¿Qué fortaleza,

qué fragilidad ni ocho cuartos?

¡Dale!)

 

Como bonus track, “Arsenal de excusas”, un breve tema del querido grupo de emo-punk español Los Punsetes, que bien podría ser una traducción de “Frío en los pies”, si ella decidiera  decir las cosas en forma “menos enroscada”:

https://www.youtube.com/watch?v=QiWj3CJx1Mo


Tengo listo un arsenal de excusas

para el día en que por fin descubras

que he dejado de quererte,

que ahora estoy pensando en otra gente.

No tengo valor para decirlo

de una forma cierta y concluyente,

yo nunca he querido hacerte daño,

no quiero que pienses que te engaño,

no quiero que pienses que soy...

lo que soy exactamente;

quiero que parezca que me voy

por motivos diferentes,

y para que no te enteres nunca

tengo listo un arsenal de excusas.

 

Ya saben: abríguense bien los pies, y nos vemos la semana que viene.

Pero si ven que se hace la hora y me demoro, vayan yendo ustedes primero, yo los sigo.

 

DJ Vago

miércoles, 5 de agosto de 2020

[237] La planta no es bien ganancial


“Te quiero y nada más”, de Natalie Pérez (2020)

 

Sigue la serie “Desamor y popular” con una nueva cumbia, esta vez más sofisticada que bailantera pero cumbia al fin, de la cantante, actriz y modelo Natalie Pérez, un tema estrenado justo antes de la pandemia, este año (también conocido por su alias, El Fatídico 2020 Que Ya Querrían Haber Anticipado Los Mayas).

Este es un tema de desamor y rompimiento: ella lo está dejando a él (por más que no estén explicitados los géneros, es bastante claro en este caso cómo se reparten). Lo interesante es que no le dice que lo odia, que está harta de él, que es mala gente, ni le recrimina todo lo que hizo mal: por el contrario, le dice que lo quiere. Se lo dice hasta en el título de la canción.

Lo quiere, sí, pero eso no es suficiente. Ya no lo es. Él se la pasaba arreglando las cosas que se iban rompiendo en la casa, incluyendo el corazón de ella, como para que aguantaran hasta fin de mes (muy linda esa imagen), pero llegó el punto en que ese “darse maña” de él ya no es suficiente y los temas pendientes, la desidia y la falta de proyectos de esa relación vencieron, por acumulación, al amor que aún quedaba.


Y por eso ella se va, sin preaviso. Total, “todo me da igual”, aclara, y luego le dice lo mismo a él, “todo te da igual”, en la única recriminación directa en la canción (pero es más que suficiente). Es gracioso que, en esta especie de carta de despedida, le cuenta que le deja el perro pero se lleva las plantas, en una especie de división de bienes a las apuradas. Y lo más gracioso es que llegando al final de la canción se arrepiente de su propia generosidad (“NO todo me da igual”, admite) y reformula que mejor se lleva al perro también, y se va a ganar unos mangos haciendo un par de comerciales para tevé:

 

Lo del perro no es verdad:

me lo cuida mi mamá

para que pueda volar.

(...) Ya no me busques más,

me llevo el perro y también las plantas,

me voy a hacer un par de propagandas,

si al final, todo te da igual.

 

Y el tema, pegadizo y tan rítmico como simpático, se cierra con una referencia musical al tema “Corazón”, de Los Auténticos Decadentes, el riff repetido “Y se llevó mi corazón” (aunque el “se llevó” se resignifica aquí, porque en esta canción ella se lleva, efectivamente, todo lo que puede, cuando “se toma el palo”).


El clip la muestra a Natalie en diversas situaciones, aunque en su expresión facial predominan las caras de desazón, embole, lástima y "todo eso fuiste te lo perdiste".

 

https://www.youtube.com/watch?v=Wb87D8SZ64E


Te quiero y nada más

La ventana se rompió

junto con mi corazón y lo arreglaste,

todo arreglabas para que las cosas lleguen otra vez

a fin de mes, y te besé.

 

No sé por dónde empezar,

varias cosas por hablar dejé pendientes:

las vacaciones, los amigos, los sentidos, los latidos

reprimidos sin motivo.

 

Te quiero y nada más.

Ya tengo las valijas preparadas,

me tomo el palo sin decirte nada,

si al final, todo me da igual.

 

Ya no me busques más,

te dejo el perro y me llevo las plantas,

me voy a hacer lo que me dé la gana,

si al final

todo te da igual.

 

Me gustaba compartir

los domingos, el asado, los feriados, la frazada.

Y hoy extraño los helados, tus abrazos, las mañanas

enjauladas en la cama.

 

Te quiero y nada más.

Ya tengo las valijas preparadas,

me tomo el palo sin decirte nada,

si al final, todo me da igual.

 

Ya no me busques más,

te dejo el perro y me llevo las plantas,

me voy a hacer lo que me dé la gana,

si al final, todo te da igual.

 

Lo del perro no es verdad:

me lo cuida mi mamá

para que pueda volar.

(¡Ejem! Escuchá:)

Te quiero y nada más.

Ya tengo las valijas preparadas,

me tomo el palo sin decirte nada,

si al final, no todo me da igual.

 

Ya no me busques más,

me llevo el perro y también las plantas,

me voy a hacer un par de propagandas,

si al final, todo te da igual.

 

Y se llevó mi corazón.

 

Como bonus track, el tema “Te quiero igual”, de Andrés Calamaro, que a pesar de anteceder a “Te quiero y nada más” en un poco más de dos décadas (es de 1999), parece una respuesta a la canción de Natalie: acá, él le dice a ella que, a pesar de que se fue y de que se llevó todo (todo lo que importaba), él “la quiere igual” (porque todo le da igual, como sabemos). Pero anticipamos, sabemos y recontrasabemos que eso no es suficiente: querer es fácil, con el querer solo no hacemos nada, amego.

(De este tema de Calamaro, que es insustancial pero simpático también, me gusta especialmente el verso “me dejaste el vestido y te llevaste el amor”, que es una referencia/respuesta a “Un vestido y un amor”, de Fito Páez.)

https://www.youtube.com/watch?v=kQ1z3x-HxTA


Ustedes vayan(se) nomás, yo me quedo enjaulado en la cama hasta la próxima. Pueden llevarse todo, menos el tocadiscos.

DJ Vago