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y con que le guste al diyei alcanza

sábado, 28 de agosto de 2021

[254] Soltale un carpincho, Tincho

“50 ways of leave your lover”, de Paul Simon (1975)

 

La canción de la semana pasada me hizo divagar (como mi nombre lo indica) hacia canciones en las cuales una mujer lleve adelante un levante y luego deje al varón, y por eso me distraigo una vez más de la serie en curso (poemas musicalizados en castellano) para hablar de esta divertida y memorable canción de Paul Simon, otro de los favoritos del blog (de quien comenté canciones de su etapa solista y de su época a dúo con Art “McEnroe en Rivotril” Garfunkel, posteos 45, 132, 196).

Esta canción salió en el 75, poco después de que Paul se divorciara, en la vida real, de su primera esposa, Peggy (podemos llamarla Betty, como en la canción “You can call me Al”).



[Breve digresión. Así como lo ven, con su metro y medio de altura y esa facha de Chespirito, Paul se casó tres veces. De las tres, su segunda esposa fue por lejos la más famosa: Carrie Fisher, más conocida como La Princesa Leia. Duraron menos de un año, eso sí. Con la tercera esposa, Eddie Brickell (cantautora como él, aunque 24 años más joven) Paul sí se quedó definitivamente, y tuvo con ella tres de sus cuatro hijos.]

Aquí la canción nos mete, tras una intro rítmica con redoblante, de lleno en una especie de bossanova y en una escena ya comenzada (in media res, me dice mi hermana la tercera, pero no sé qué tendrá que ver el asado con esto): él está en un bar o similar, angustiado porque quiere dejar a su novia/esposa/amante, y ella, una amiga o conocida, lo escucha y le da consejos (aunque muy pronto quedará claro que no es lo único que quiere darle).

Y lo que le dice ella (con un discurso muy armadito, intelectual casi, filosófico) es que él no debería complicarse tanto, porque eso que lo angustia (no saber cómo hacer para dejar a su media naranja) en realidad es fácil. No solo es fácil: es facilísimo. Y para que quede claro lo fácil que es, ella concluye: “debe haber como 50 formas de dejar a tu amante”.

“El problema está solo en tu cabeza”, me dijo,

“la respuesta es simple si lo analizás con lógica.

Quisiera ayudarte en tu lucha por ser libre,

debe haber como cincuenta formas de dejar a tu amante”.

 

Ella dijo: “De verdad no acostumbro ser entrometida,

y además, espero que lo que digo no se pierda o sea malinterpretado,

pero voy a repetirme, a riesgo de resultar grosera:

debe haber cincuenta formas de dejar a tu amante.

 

Y ahí, luego de la segunda estrofa, llega el estribillo, en otro ritmo más rápido, que va desplegando, en una enumeración muy graciosa, algunas de esas 50 formas de dejar a tu amante, con frases breves que repiten una misma estructura:

[acción para dejarla/o] + [Nombre de él]

Y esos dos elementos, rimados:

 

Hacé mutis por el foro, Rolo.

Trazá un nuevo plan, Juan.

No seas apocado, Wado:

simplemente sé libre.

Subí a un autobús, Gus.

No discutas mucho, Lucho.

Solo dejale la llave, Ale,

y liberate.

 

En las estrofas finales, se retoma la escena de ella “consolándolo” en el bar o similar, y pronto queda claro que le está tirando la re onda, en una forma tan descarada que hasta él se da cuenta por fin.

Ella dijo: “Me apena tanto verte tan angustiado,

desearía que hubiera algo que pudiera hacer

para que volvieras a sonreír”.

y cuando él le dice que amplíe un poco el concepto ese de las cincuenta maneras, ella le propone directamente (a los bifes, más que in media res) que duerman juntos y luego, cuando llegue la mañana siguiente, él va a tener las ideas más claras.

Le dije: “De verdad lo aprecio” y “¿Podrías por favor explicar

cómo es eso de las 50 formas...?”.

Ella dijo: “¿Por qué no lo consultamos con la almohada esta noche?

Y creo que por la mañana vas a empezar a ver la luz”.

 

Y entonces él, que es lento pero al fin llega, se da cuenta de que ella muy probablemente tiene razón, y que esa nueva aventura será una forma posible de dejar a su ya casi ex-amante.

Y fue entonces que me besó

y me di cuenta de que probablemente ella tenía razón:

debe haber como cincuenta formas de dejar a tu amante.

 

Y a la vez, queda muy claro que en la mañana siguiente será ella la que (seguramente para completar la lección dándole a él un ejemplo didáctico) se va a ir, dejándolo en la habitación vacía (como le sucedió a Bob la semana pasada): a ella no le va a costar encontrar una buena forma de dejarlo.

https://www.youtube.com/watch?v=ABXtWqmArUU


50 ways of leave your lover

The problem is all inside your head

She said to me

The answer is easy if you

Take it logically

I'd like to help you in your struggle

To be free

There must be fifty ways

To leave your lover

 

She said it's really not my habit

To intrude

Furthermore, I hope my meaning

Won't be lost or misconstrued

But I'll repeat myself

At the risk of being crude

There must be fifty ways

To leave your lover

Fifty ways to leave your lover

 

You Just slip out the back, Jack

Make a new plan, Stan

You don't need to be coy, Roy

Just get yourself free

Hop on the bus, Gus

You don't need to discuss much

Just drop off the key, Lee

And get yourself free

 

She said it grieves me so

To see you in such pain

I wish there was something I could do

To make you smile again

I said I appreciate that

And would you please explain

About the fifty ways

 

She said why don't we both

Just sleep on it tonight

And I believe in the morning

You'll begin to see the light

And then she kissed me

And I realized she probably was right

There must be fifty ways

To leave your lover

Fifty ways to leave your lover

50 formas de dejar a tu amante

“El problema está solo en tu cabeza”,

me dijo,

“la respuesta es simple si lo analizás

con lógica.

Quisiera ayudarte en tu lucha

por ser libre,

debe haber como cincuenta formas

de dejar a tu amante”.

 

Ella dijo: “De verdad no acostumbro

ser entrometida,

y además, espero que lo que digo

no se pierda o sea malinterpretado,

pero voy a repetirme,

a riesgo de resultar grosera:

debe haber cincuenta formas

de dejar a tu amante.

Cincuenta formas de dejar a tu amante.

 

Hacé mutis por el foro, Rolo.

Trazá un nuevo plan, Juan.

No seas apocado, Wado:

simplemente sé libre.

Subite a un autobús, Gus.

No discutas mucho, Lucho.

Solo dejale la llave, Ale,

y liberate.

 

Ella dijo: “Me apena tanto

verte tan angustiado,

desearía que hubiera algo

que pudiera hacer

para que volvieras a sonreír”.

Le dije: “De verdad lo aprecio”

y “¿Podrías por favor explicar

cómo es eso de las 50 formas...?”.

 

Ella dijo: “¿Por qué no lo consultamos

con la almohada esta noche?

Y creo que por la mañana

vas a empezar a ver la luz”.

Y fue entonces que me besó

y me di cuenta de que probablemente

ella tenía razón:

debe haber como cincuenta formas

de dejar a tu amante.

Cincuenta formas de dejar a tu amante.

 

Es, en fin, una divertida canción de levante en un bar, aunque no me negarán que de alto nivel (el levante y la canción).

Los covers disponibles no son muy buenos, pongo aquí solo uno, y más por lo curioso que por lo bien que suena: la versión de Lynda Carter (A.K.A. “La Mujer Maravilla de Antes”) con marinos lampiños, que al final del clip son escrachados con nombre y apellido:

https://www.youtube.com/watch?v=0bgcHLtuSYM


 Como bonus track, y para confirmar que hay incluso más de cincuenta, va un listado (no exhaustivo) con 77 formas de dejar a tu amante:

1. Metete en un tacho, Nacho.

2. Nadá por el río, Lío.

3. Decí que sos narco, Marco.

4. Recitá Coelho, Chelo.

5. Pegá un buen grito, Nito.

6. Simulá un atraco, Paco.

7. Hablá en el diván, Damián.

8. Confesá ser junkie, Franky.

9. Contratá un carancho, Pancho.

10. Putealo a destajo, Majo.

11. Planteale una trivia, Olivia.

12. Convocá a un chamán, Román.

13. Exigile el tique, Enrique.

14. Bajale el salario, Mario.

15. Poné la baliza, Marisa.

16. Perdelo en la feria, Valeria.

17. Olvidá la cena, Gimena.

18. Llorá que estás harta, Marta.

19. Da vuelta la mesa, Teresa.

20. Pedí la hora, Nora.

21. Armá un estropicio, Patricio.

22. Pará el colectivo, Ivo.

23. Negá con el dedo, Alfredo.

24. Dale un té de tilo, Milo.

25. Decí “yo te sigo”, Rodrigo.

26. Explicá silbando, Nando.

27. Quedate muy quieto, Beto.

28. Cazá un pokemón, Ramón.

29. Bloquealo en las redes, Mercedes.

30. Sentala en un cardo, Eduardo.

31. Salí del placar, Oscar.

32. Ofrecele un puesto, Ernesto.

33. Viajá al inframundo, Facundo.

34. Pedí más espacio, Horacio.

35. Escupí el asado, Conrado.

36. Vacacioná solo, Rolo.

37. Quemale los patys, Mati.

38. Sé socio de un bar, Omar.

39. Limpiate un establo, Pablo.

40. Leele el Clarín, Martín.

41. Librá un cheque en blanco, Franco.

42. Citalo mañana, Ana.

43. Desplegá la vela, Estela.

44. Quebrá la alcancía, Lía.

45. Pasásela a alguno, Bruno.

46. Saltá la banquina, Silvina.

47. Fingile demencia, Florencia.

48.Soplale la espuma, Uma.

49. Hacele palanca, Blanca.

50. Rompele una muela, Daniela.

51. Invitalo a Arjona, Fiona.

52. Abrile la jaula, Paula.

53. Soltale un carpincho, Tincho.

54. Rayá el lamborghini, Tini.

55. Andá a ver si llueve, Hebe.

56. Subile el picante, Dante.

57. Mandale la cana, Susana.

58. Viralizá un twitt, Judith.

59. Paseo en Kabul, Azul.

60. Un presente griego, Diego.

61. Largá a la mascota, Carlota.

62. Comprá una trompeta, Greta.

63. Escapate en tren, Belén.

64. Cortale la luz, María Cruz

65. Dejale un papel, Isabel

66. Mordele la pizza, Liza

67. Perdela en el puerto, Alberto

68. Posá como Sarli, Charly.

69. Media hora de audio, Claudio.

70. Cambiá con un alter, Walter.

71. Contale a la esposa, Rosa.

72. Escribí un vale, Male.

73. Frotate un besugo, Hugo.

74. Ponete un chador, Salvador.

75. Grabá la pelea, Andrea.

76. Hundite en el vicio, Fabricio.

77. Hervile el conejo, Alejo.

 

Listo el pollo. A riesgo de ser malinterpretado, les digo que lo pasen bien y que nos vemos la próxima, si es que no me dejan antes. Y dicho esto, me esfumo como mago,

DJ Vago

martes, 24 de agosto de 2021

[253] Nací demasiado tarde

 

“Simple twist of fate”, de Bob Dylan (1974)

 

Voy a seguir la serie sobre poemas musicalizados, pero un giro del destino me hizo pensar, a partir del poema de Lorca sobre los lagartos que perdieron su anillito (ver posteo previo), si no habría otras canciones sobre perder un anillo, y eso me llevó mentalmente de inmediato a esta genial canción de Bob, el único de mis amigos que tiene un premio Nobel (por ahora, al menos). Así que me desvío un rato para hablar sobre ella.

Antes de empezar, tienen que saber que esta es probablemente, de todas las canciones del mundo, la que más versiones tiene. Bob Dylan se caracteriza por cambiar pequeñas cosas de las letras, con el tiempo; pero en esta canción, ya desde el primer momento en que salió se lo pasó cambiando versos de la letra, párrafos enteros incluso, personajes nuevos, diálogos completos que aparecen ahí en mitad de la canción... En algunas giras, la letra cambiaba en cada ciudad por la que pasaba (hay una versión Budokan, otra Tokio, otra Bruselas, Barcelona, Buenos Aires...). Y como la canción tiene casi 50 años, bueno, imagínense: si uno reuniera todas las versiones, podría armar con ellas una nouvelle. Yo tengo un cuaderno lleno con todas las variaciones que pude recopilar, pero aún no pude publicarlo y hacerme rico con eso (?) porque Bob sigue y sigue cambiando la letra (incluso en 2019, en sus últimas giras pre-pandemia, seguía cantando versiones diferentes, una con una especie de chiste extraño en el medio de la canción [“si me hubieras agarrado en el 58 nos habríamos evitado todo este lío”], otra con una estrofa final bastante tétrica).

Pero bueno, para este posteo me centraré en la versión original de Bob (la única que tiene el verso del anillo perdido) y en la “respuesta musical” de Joan Baez un año después.


El tema salió en el disco “Blood on the tracks” (juego de palabras: “sangre en las vías”, o “en las huellas”, o también “en las pistas” de grabación), 1974. Es una gran canción, y en mi ránking entra fácil entre las diez mejores de Bob (lo que es mucho decir, en este caso).

“Simple twist of fate” tiene cierto parecido estructural con otra canción preciosa que comenté en el blog, “Love is just a four letter word” (ver posteo 167, octubre de 2016): en ambos temas se cuenta toda una historia de amor entre dos personajes, con idas y vueltas; en ambas se despliega un cúmulo de detalles, acciones precisas e imágenes que van armando un clima en el que es muy fácil sumergirse; y en las dos canciones cada estrofa se cierra con la frase que da título a la canción.

Aquí, el “simple giro del destino” es una frase en clave para referirse al encuentro amoroso entre ellos dos: algo inesperado, algo que no estaba destinado a suceder pero que sin embargo pasó.

La primera estrofa empieza con ello dos sentados en el parque (como en “Perfect day”, de Lou Reed, posteo 200). Pero de pronto ella lo mira, él experimenta un hormigueo dentro, se siente súbitamente solo y, ya arrepentido de antemano de lo que aún no ocurrió, desea haber sido más precavido y haber seguido de largo, mientras tuvo la oportunidad.

Se sentaron juntos en el parque

mientras el cielo del atardecer se oscurecía.

Ella lo miró y el sintió una chispa

que hormigueaba en sus huesos.

Fue entonces que se sintió solo

y deseó haber seguido de largo

y cuidarse de un simple giro del destino.

 

En la segunda estrofa ellos caminan juntos, un poco confundidos aún por lo que están sintiendo (el narrador aclara “me acuerdo bien”, y ahí nos damos cuenta de que está contando una historia en la que él mismo es protagonista, por más que la cuente en tercera persona). Paran en un hotel y él siente el calor de la noche que lo golpea “como un tren de carga” (me encanta esa imagen), y ese tren de carga no funciona con electricidad ni carbón, sino con la energía limpia pero a la vez peligrosa (como la del uranio) de ese “simple giro del destino”.

Caminaron junto al viejo canal

un poco confundidos, me acuerdo bien,

y pararon en un extraño hotel

con un neón que ardía brillante.

Él sintió el calor de la noche

que lo golpeaba como un tren de carga

impulsado por un simple giro del destino.

 

Cuando empieza la tercera estrofa ya todo ocurrió: pasó la noche, ella está caminando afuera y él recién abre los ojos, mientras la luz se filtra por la persiana baqueteada de la habitación del hotel y a lo lejos suena un anónimo saxofón (un clarinete, en muchas versiones posteriores). Es genial esta estrofa, porque salta de ella a él y de nuevo a ella, que suelta una moneda en la taza de un mendigo ciego (esta imagen de la moneda en la taza es de las muy pocas cosas que se mantuvieron inalterables en todas las infinitas versiones de esta canción). Y con ese tributo, ella se olvida automáticamente de él (o al menos, él piensa eso).

Un saxofón sonaba en algún lugar a lo lejos

cuando ella caminaba junto a la arcada

mientras la luz irrumpía por una cortina estropeada

donde él se estaba despertando.

Ella dejó una moneda en la taza

de un ciego en el portal

y se olvidó de un simple giro del destino.

 

De aquí en adelante, la canción se centra en él. En la cuarta estrofa él se despierta en la habitación vacía, la busca pero ella ya no está (en algunas versiones, ella le dejó una nota explicándole por qué se fue así) y él se dice que no importa, que está todo bien, pero por dentro siente un vacío. Y lo peor no es sentir el vacío, sino que es un vacío “con el que no puede conectarse”, no reconoce qué tiene que ver ese vacío con él.

En la quinta estrofa él demuestra que ella seguramente ya se olvidó, pero él no puede olvidarla (como le pasó a Leonardo Favio): se la pasa “pirateando” (incluso lleva un loro en el hombro, jaja) por relaciones ocasionales y buscándola por las calles, esperando que ella lo encuentre una vez más y lo elija, como aquella noche.

Él escucha el tictac de los relojes

y camina junto a un loro que habla,

la va cazando por los diques del puerto

por donde pasan todos los marineros.

Quizás ella lo reconozca de nuevo,

¿cuánto deberá esperar?

Una vez más, por un simple giro del destino.

 

Y en la estrofa final, él retoma la primera persona (igual ya sabíamos que hablaba de él mismo) y se justifica, por más que todos los amigos le dicen que “es un pecado” obsesionarse así: “ella era mi alma gemela, pero perdí el anillo”. Me encanta esa imagen, perder el anillo como sinónimo de perder la oportunidad de quedarse con ella. En algunas versiones posteriores, él dice, muy graciosamente: “si ella me hubiera encontrado en mi mejor época, no se habría ido así”. Y explica aún un poco más el porqué de su abrupta separación: “ella nació en primavera” (es decir, es una optimista de la vida, una despreocupada), “pero yo nací demasiado tarde” (estoy desfasado de esta época, estoy “chapado a la antigua”), y le echa la culpa no a ella, ni siquiera a él mismo, sino a ese maldito (y bendito a la vez) giro del destino que los unió, breve pero perdurablemente.

La gente me dice que es un pecado

saber y sentir demasiado por dentro.

Sigo creyendo que era mi [alma] gemela,

pero perdí el anillo.

Ella nació en primavera,

pero yo nací demasiado tarde:

la culpa es de un simple giro del destino.

 

¿Una gran canción, no? Él es un pobre infeliz y da un poco de pena y hasta vergüenza ajena, pero a la vez está tan bien contada la historia, y en una forma tan tierna, que es fácil también comprenderlo y lamentarse (un rato al menos) con él, por ese “giro del destino”. Así y todo, yo al menos siento que el destino está abierto todavía y que esta historia no es trágica: que el encuentro, aunque breve, sigue pesando más en la balanza que la extensa separación. Bob también lo piensa así, lo escuché más de una vez decir que pensaba que esta era una historia de amor bastante feliz, considerando.

Un año después salió la versión de Joan Baez. La voz de Joan es maravillosa, por supuesto, pero debe ser uno de los muy pocos casos en que prefiero la canción original de Bob, porque la musicalización bullanguera y estridente de esta versión me resulta un poco excesiva, artificial casi, como esforzándose por ser algo (roquera) que no es (si no es la única canción que Joan Baez hizo en
su vida con guitarra eléctrica, le pega en el palo). 


Como en varios temas de “Diamonds and rust” (en particular, el que da título al disco), Joan plantea una reacción al alejamiento de Bob (ellos dos se amaban, sin dudas, en sus años codo a codo en Greenwich Village, pero ahora él se había alejado del folk militante para sumergirse en el rock, más actual pero a la vez más individualista y alejado de los urgentes problemas sociales). Y en “Simple twist of fate”, Joan asume de lleno el rol de la chica de la historia y hace dos cosas maravillosas: primero, canta la cuarta estrofa (esa en la que él despierta solo en el hotel) ¡imitando a Bob! Y lo hace muy bien, debe ser quien mejor imitó la forma de cantar de Bob Dylan. Pero cantando como canta Bob, el resultado es un poco (bastante) burlón: ella lo está bardeando, es evidente.


Y luego, Joan reescribe la última estrofa, haciendo que sea ella y no él quien narra en primera persona y mostrando que, a pesar de lo que él pudiera creer, ella no se olvidó tan fácilmente de aquel encuentro y que es él quien salió, quién lo diría, mejor parado. Ella dice que aquella noche “solo me costó una moneda” (la moneda que dejó en la taza del ciego, ¿se acuerdan?; me parece genial esa referencia), pero que “las campanas se negaron a sonar” para ella, es decir que no tuvo un final feliz de cuento de hadas, como él bien podría pensar desde su despecho:

La gente me dice que es un crimen

sentir demasiado al mismo tiempo.

Solo me costó una moneda,

pero las campanas se negaron a sonar.

Él nació en primavera,

pero yo nací demasiado tarde:

la culpa es de un simple giro del destino.

People tell me it's a crime

to feel to much at any one time

All it cost me was a dime

but the bells refuse to ring.

He was born in the spring

but I was born to late:

to blame it on a simple twist of fate.

 

Sobre las infinitas variaciones posteriores de la canción no hablaré (quizás ponga abajo algún ejemplo nomás, como para que se den una idea), pero sí quiero incluir, como cierre del posteo, la última estrofa en la última versión (al día de hoy, 2021) que cantó Bob, en 2019, en la que se lamenta por esa historia de amor que no prosperó (“dejé que ella me afectara demasiado, demasiado tarde”) y hace una referencia a su propia muerte cercana.

La gente me dice que es un pecado,

que está mal, es perverso y por demás bajón.

Dejé que ella se metiera bajo mi piel,

bajo mi piel demasiado tarde.

[Ahora] Tengo otra cita,

una cita que no puede esperar.

La culpa es de un simple giro del destino.

People tell me it's a sin

That it's wrong, it's wicked and it's too far down in

I let her get under my skin

Under my skin too late

I have another date

A date that couldn't wait

Blame it on a simple twist of fate

 

Y aquí termino. Va la letra completa y los links a las distintas versiones:

Simple twist of fate

 

They sat together in the park

As the evening sky grew dark

She looked at him and he felt a spark

Tingle to his bones

'Twas then he felt alone

And wished that he'd gone straight

And watched out for a simple twist of fate

 

They walked along by the old canal

A little confused, I remember well

And stopped into a strange hotel

With a neon burnin' bright

He felt the heat of the night

Hit him like a freight train

Moving with a simple twist of fate

 

A saxophone someplace far-off played

As she was walkin' on by the arcade

As the light bust through a beat-up shade

Where he was waking up

She dropped a coin into the cup

Of a blind man at the gate

And forgot about a simple twist of fate

 

He woke up, the room was bare

He didn't see her anywhere

He told himself he didn't care

Pushed the window open wide

Felt an emptiness inside

To which he just could not relate

Brought on by a simple twist of fate

 

He hears the ticking of the clocks

And walks along with a parrot that talks

Hunts her down by the waterfront docks

Where the sailors all come in

Maybe she'll pick him out again

How long must he wait?

One more time, for a simple twist of fate

 

People tell me it's a sin

To know and feel too much within

I still believe she was my twin

But I lost the ring

She was born in spring

But I was born too late

Blame it on a simple twist of fate

Simple giro del destino

 

Se sentaron juntos en el parque

mientras el cielo del atardecer se oscurecía.

Ella lo miró y el sintió una chispa

que hormigueaba en sus huesos.

Fue entonces que se sintió solo

y deseó haber seguido de largo

y cuidarse de un simple giro del destino.

 

Caminaron junto al viejo canal

un poco confundidos, me acuerdo bien,

y pararon en un extraño hotel

con un neón que ardía brillante.

Él sintió el calor de la noche

que lo golpeaba como un tren de carga

impulsado por un simple giro del destino.

 

Un saxofón sonaba en algún lugar a lo lejos

cuando ella caminaba junto a la arcada

mientras la luz irrumpía por una cortina estropeada

donde él se estaba despertando.

Ella dejó una moneda en la taza

de un ciego en el portal

y se olvidó de un simple giro del destino.

 

Él se despertó, la habitación estaba vacía,

no la veía por ningún lado.

Se dijo a sí mismo que no le importaba,

abrió la ventana de par en par,

sintió un vacío dentro

con el cual no podía conectarse,

traído por un simple giro del destino.

 

Él escucha el tictac de los relojes

y camina junto a un loro que habla,

la va cazando por los diques del puerto

por donde pasan todos los marineros.

Quizás ella lo reconozca de nuevo,

¿cuánto deberá esperar?

Una vez más, por un simple giro del destino.

 

La gente me dice que es un pecado

saber y sentir demasiado por dentro.

Sigo creyendo que era mi gemela,

pero perdí el anillo.

Ella nació en primavera,

pero yo nací demasiado tarde:

la culpa es de un simple giro del destino.

 

Versión original del disco “Blood on the tracks”:

https://www.youtube.com/watch?v=sGnhyoP_DSc

 


Versión Joan Baez en “Diamonds rust” (1975). Desde el 2:18 lo imita a Bob.

https://www.youtube.com/watch?v=GdErnWWwXb8


 

Ejemplo de versión modificada posterior:

https://www.youtube.com/watch?v=2sp-Pt11-vs


 

Versión de Diana Krall, me gusta mucho este cover, con la voz grave de Diana y su onda melanco y reflexiva:

https://www.youtube.com/watch?v=eJObUEotZYY


 

Yo también nací demasiado tarde, por eso me lo paso enhebrando siestas. Ya sabemos quién tiene la culpa.

Hasta la próxima vez,

DJ Vago