solo un tema por semana,
y con que le guste al diyei alcanza

lunes, 30 de septiembre de 2013

[49] Rajá, perro


“Walk”, de Pantera, en su álbum Vulgar display of power (1992)

  
"Una esperanza se hizo una casa y le puso una baldosa que decía: Bienvenidos los que llegan a este hogar. Un fama se hizo una casa y no le puso mayormente baldosas. Un cronopio se hizo una casa y siguiendo la costumbre puso en el porche diversas baldosas que compró o hizo fabricar. Las baldosas estaban colocadas de manera que se las pudiera leer en orden.
La primera decía: Bienvenidos los que llegan a este hogar.
La segunda decía: La casa es chica, pero el corazón es grande.
La tercera decía: La presencia del huésped es suave como el césped.
La cuarta decía: Somos pobres de verdad, pero no de voluntad.
La quinta decía: Este cartel anula todos los anteriores. Rajá, perro."

Julio Cortázar, en Historias de cronopios y de famas.


Ya de regreso en casa, necesitaba bañarme de toda la música tranquila y buena onda que estuve escuchando en mi viaje europeo, y por eso estuve toda la semana recuperando fuerzas y escuchando rock pesado. Así que aquí va un tema de Pantera, para que me acompañe quien quiera (y quien no quiera, ya se imagina lo que puede hacer).


La banda estadounidense Pantera fue fundada por dos hermanos, hijos de Jerry Abbott, un músico country. Los hermanos Abbott son conocidos como Vinnie Paul (batería) y “Dimebag” Darrell. Por suerte no siguieron los pasos del padre, porque si hay algo que no necesita el mundo son más músicos country. En cambio, los hermanos se inclinaron desde pibes por el rock metal. La banda fue variando en sus integrantes, hasta que se consolidó con Rex Brown en bajo y con Phil Anselmo como cantante. Anselmo es probablemente uno de los mejores cantantes del heavy metal. Quienes no escuchan el género tienden a pensar que “eso no es música” y que no hay buenos músicos ni cantantes en las bandas de metal. Eso es una patraña, por supuesto. Intenten cantar “Walk” como lo hace Phil Anselmo y descubrirán que es más fácil cantar “O sole mio” como Luciano Pavarotti.



Y Dimebag (“bolsa de centavos”) Darrell es considerado, con justicia, uno de los mejores guitarristas del rock universal, y tal vez el mejor del heavy metal (aunque esto, claro, es discutible; pero sin dudas está entre los tres o cuatro mejores). Vinnie Paul y Brown no son ninguna maravilla, pero acompañan más que decentemente.

Otro prejuicio hacia las bandas de metal es que son gente mala, diabólica. Y vagos. Y borrachos drogadictos. Bueno, borrachos y/o drogadictos sí suelen ser, pero lo demás no es cierto. Los hermanos Abbott eran más buenos que el pan: chicos de familia, músicos dedicados. Queridos y respetados por todos.

Phil Anselmo, en cambio, por más que todos coincidían en considerarlo un excelente cantante, tenía muchos problemas con diversos consumos drogáceos, lo que lo llevaba a no cumplir con los compromisos de la banda. Sin embargo, paralelamente, Anselmo armó otroas bandas alternativas, con las que cantaba, mientras no contestaba los llamados de los hermanos Abbott y despreciaba a Pantera. Ante esta situación, Darrell y Vinnie Paul decidieron terminar en 2003 con la banda, olvidarse de Phil Anselmo y formar otro grupo, Damageplan.

El 8 de diciembre de 2004, mientras Damageplan actuaba en un pub en Columbus, Ohio, Nathan Gale (un loco ex milico) subió al escenario y comenzó a disparar con su arma. Le pegó cinco tiros en la cabeza a Darrell. También mató a otras tres personas, además de herir gravemente a cinco más. Y no llegó a asesinar a Vinnie Paul porque fue abatido por un policía.

Nathan Gale era esquizofrénico, por lo cual había sido expulsado de los marines (aunque, andá a saber por qué, tardaron mucho en darse cuenta de sus problemas mentales). Era fan de Pantera, pero estaba furioso con los hermanos Abbott porque consideraba que le habían robado a él las letras para sus canciones.

Moraleja: no es bueno dejar que los esquizofrénicos porten armas.

(Y como no es fácil identificar a los locos, y como locos hay en todas partes, lo mejor es no dejar que cualquiera compre armas y municiones fácilmente; pero en Estados Unidos eso no lo aprendieron todavía.)

En la misma fecha (8/12), 24 años antes, otro loco había matado a John Lennon. Debería instituirse como el Día del Loco Armado que Odia a los Músicos.

Fue una tragedia horrible. Al funeral no fue Phil Anselmo (la familia nunca quiso perdonar los desplantes que les había hecho a los Abbott, a pesar de que Anselmo siempre consideró a Darrell como a un hermano y lloró largamente por su muerte), pero sí asistieron muchísimos músicos de todo el mundo. Eddie Van Halen (uno que los que podría disputarle a Dimebag el título de mejor guitarrista) dejó en la tumba de Darrell su famosa guitarra amarilla y negra.


Hace unos años lo escuché a Vinnie Paul reflexionando que, cuando él y su hermano eran adolescentes, si alguien venia y les decía que cuando murieran Van Halen les iba a regalar su guitarra amarilla, Darrel hubiera contestado: “Mátenme ya”.

Paro bueno, basta de cháchara, vamos al tema, que ya me estoy cansando de mí mismo.

“Walk” se traduce en imperativo, “caminá”, pero en realidad lo que significa es “rajá de acá” (o, en cordobés, “ite”).

Empieza el tema con un espectacular riff de guitarra (tun-tururutún, tururutún, tururutún). Se muestra uno de los principales logros de Pantera: un sonido denso pero nítido, compacto, implacable.


La letra está en segunda persona, pero no es una canción amorosa. Ese otro es un “amigo”, que en realidad no es ningún amigo, y al que decidimos echarle flit. Es un amigo falso, chismoso, pero que se hace el bueno e intenta (repetidamente) acercarse, “amigarse”.

Eso genera en el yo poético reflexiones cuasi discepolianas: “¿Es que ya no hay códigos?”; “No podés ser lo que no sos, sé vos mismo, pero por tu cuenta”. Y decide brindarle al falso amigo “una lección de vida” que se traduce en tres palabras: “respeto” y “caminá” (con el sentido de “rajá de mi vista antes de que te parta la cara de un piñón”).

El estribillo termina citando la famosa frase “¿Me estás hablando a mí?” de Robert de Niro en la película Taxi Driver (hablando de locos armados) cuando practica frente al espejo:


El videoclip oficial de “Walk” no es ninguna maravilla, pero nos permite ver la considerable energía desplegada en los recitales de Pantera, tanto por los músicos como por los asistentes.



Walk
Can't you see I'm easily
bothered by persistance?
One step from lashing out at you.
You want in to get under my skin
and call yourself a friend.
I've got more friends like you
What do I do?

Is there no standard anymore?
What it takes, who I am,
where I've been belong
You can't be something you're not.
Be yourself, by yourself,
Stay away from me
A lesson learned in life
Known from the dawn of time.

Re-spect. Walk.
What did you say?
Re-spect, walk,
are you talking to me?
Are you talking to me?

Run your mouth when I'm not around
It's easy to achieve
You cry to weak friends
that sympathize.
Can you hear the violins
playing your song?
Those same friends
tell me your every word.

Is there no standard anymore?
What it takes, who I am,
where I've been belong.
You can't be something you're not.
Be yourself, by yourself,
Stay away from me.
A lesson learned in life
Known from the dawn of time.

Re-spect. Walk.
What did you say?
Re-spect, walk,
are you talking to me?
Are you talking to me?

Are you talking to me?
No way, punk.

Re-spect, walk,
what did you say?
Re-spect, walk,
are you talking to me?

Are you talking to me?
Walk on home, boy.
Caminá
¿No ves que me molesto fácilmente
por la persistencia?
Estoy a un paso de darte un saque.
Querés volverte mi compinche
y llamarte mi amigo.
Si tengo más amigos como vos,
¿qué voy a hacer?

¿Ya no hay más códigos?
Lo que hace falta, lo que soy,
de dónde vengo.
No podés ser algo que no sos.
Sé vos mismo por tu cuenta,
mantenete lejos de mí.
Una lección de vida
conocida desde tiempos antiguos:

Res-peto. Caminá.
¿Qué dijiste?
Res-peto. Caminá.
¿Me estás hablando a mí?
¿Me estás hablando a mí?

Chismoseá cuando yo no esté cerca,
es fácil de lograr.
Les llorás a tus seudoamigos
que te compadecen.
¿Podés oír los violines
tocando tu canción?
Esos mismos amigos
me cuentan cada palabra tuya.

¿Ya no hay más códigos?
Lo que hace falta, lo que soy,
de dónde vengo.
No podés ser algo que no sos.
Sé vos mismo por tu cuenta,
mantenete lejos de mí.
Una lección de vida
conocida desde tiempos antiguos:

Res-peto. Caminá.
¿Qué dijiste?
Res-peto. Caminá.
¿Me estás hablando a mí?
¿Me estás hablando a mí?

¿Me estás hablando a mí?
Ni a palos, forro.

Res-peto. Caminá.
¿Qué dijiste?
Res-peto. Caminá.
¿Me estás hablando a mí?

¿Me estás hablando a mí?
Caminá a tu casa, nene.

Pidiendo aire aire, se autoexpulsa hasta la próxima:

DJ Gabbott


lunes, 23 de septiembre de 2013

[48] Los bueyes con que aramos


“Knowing me, knowing you”, de ABBA (1976)




Ya estoy de regreso, agotado. Encima, como no hay vuelos directos desde Dinamarca a Buenos Aires, tuve que hacer una escala en Estocolmo, y me tienen encerrado en una sala de estar-pecera desde hace cuatro horas, mientras espero el avión final. Durante las cuatro horas pasaron alternadamente temas de ABBA y de Ace of Base, en espantosas versiones sin letra, con xilofón y organito y ejecutadas por computadoras o simios, o tal vez por monos-ciborgs encafeinados.

Pero como me afecta el síndrome de acá, el pop sueco me terminó gustando, y aquí va un tema de ABBA.

El nombre del grupo no tiene nada que ver con la Biblia, con el arameo antiguo ni con las rimas consonantes de las cuartetas, sino que es un acrónino armado con las iniciales de los cuatro integrantes del grupo: Agnetha (la rubia), Björn (el petiso pelo casquito), Benny (el barbudo del piano), Anni-Frid (la morocha). De hecho, barajaron (abbarajaron) la posibilidad de llamar BABA al grupo; por suerte descartaron esa opción.

Los cuatro tenían carreras musicales por separado, pero decidieron juntarse y armar un grupo. Alcanzaron rápida fama cuando participaron en 1974 del prestigioso festival televisivo pan-europeo Eurovisión, y ganaron el certamen con “Waterloo”.



[Digresión: Eurovisión es una especie de Campeonato Europeo de la Canción, que funciona desde 1956 hasta la fecha. Cada artista representa a su país, y las victorias se cuentan como una victoria nacional: Irlanda es, con 7 títulos, el país más ganador; Suecia lo ganó 5 veces (la primera, con ABBA); Dinamarca ganó (con un tema insufrible de Emmelie de Forest, “Only teardrops”) la edición 2013, que se realizó aquí cerca, en Malmö.
En 1968, un jovencísimo Joan Manuel Serrat fue elegido como representante de España, lo que podía significar un gran salto de fama en su incipiente carrera. Tenía que cantar la canción “La la la” (probablemente, el peor tema que interpretó Serrat en toda su vida, compuesto por el “Dúo Dinámico”, Manuel de la Calva Diego y Ramón Arcusa Alcón). Lo iba a cantar en castellano, pero días antes del certamen, Serrat solicitó interpretarlo en catalán. Bajo presiones del franquismo, y como el catalán no era considerado en esos años un “idioma oficial” de España (de hecho, estaba prohibido en los medios de comunicación, al igual que el vasco, el gallego, etc.), los organizadores de Eurovisión se negaron. Serrat dijo: “Si no canto en catalán, no participo”. Y no participó, nomás: lo censuraron, lo descalificaron. En su lugar, “La la la” fue cantada por Massiel (María de los Ángeles Félix Santamaría Espinosa), que con ese espanto de tema ganó el certamen, en la primera victoria de España, y la única victoria en solitario española en los casi sesenta años de competencia. Va link de la versión “vencedora” de Massiel. 


Y la de Serrat en catalán, que tiene la gran ventaja de que la letra es entendida por menos seres humanos: http://www.youtube.com/watch?v=se24_GEA8vc .

 Fin de la digresión.]

Decía: ABBA ganó el festival en 1974, con “Waterloo”, donde mostraron su poco temor al ridículo y un estilo que se volvería inconfundible:


La fama llegó rápidamente. Como quien no quiere la cosa, Agnetta y Björn se casaron, en 1976. Y para no ser menos, y para no quedarse sin tema de conversación, poco después se casaron también Anni-Frid y Benny, en 1978.
Inmediatamente, Agnetta y Björn se separaron. Nuevamente para no quedar en evidencia, se separaron también Anni-Frid y Benny, en 1981. Un año más tarde se disolvió la banda.

[Otra digresión, más breve: Anni-Frid Lyngstad (la morocha) fue uno de los “niños de Leibensborn”, un programa nazi creado por Joseph Mengele e impulsado por Hitler, para “repoblar el mundo con arios puros”. El padre de Frida era un oficial nazi que se prestó a la experimentación eugenética, y que conoció a su hija a los 35 años (de ella). Años después de ABBA, Anni-Frid se casó con un príncipe, y hoy en día debe ser llamada, cuando la saludan en la calle o dicen su nombre en el hall del médico, “Su Alteza Serenísima la princesa Anni-Frid Reuss von Plauen”, y entra en el palacio de los reyes suecos sin tener que golpear la puerta.]

El tema que elegí no es de los más top-top famosos, pero muy probablemente sea de los mejores de ABBA. “Knowing me, knowing you”, es decir “Conociéndome a mí, conociéndote a vos”. Me doy cuenta que es redundante traducir así, pero es que quiero dejar claro que no se está hablando de “conocerse” como un proceso (no estamos “conociéndonos”, al estilo del tema “Conociéndote” de César Banana Pueyrredón), sino como una acción terminada, definida (“te conozco, Mascarita”). Conociendo los bueyes con que aramos, lo mejor es desyuntarlos.


Porque la idea de la canción es que hay una relación entre el yo y el él, y que esa relación ya está más cerca del arpa que de la guitarra, y por lo tanto, siendo nosotros los que somos, no queda otra salida que cortar y separarnos. Si yo no fuera yo, o si vos no fueras vos, tal vez habría alguna posibilidad de salvar la relación: pero siendo vos vos, y siendo yo yo (y sabiéndolo yo bien), olvidate: lo mejor es terminar acá, y a otra cosen mariposen.

Las estrofas describen casas vacías, silencio, soledad: un panorama solitario y deprimente. Sin embargo, en el estribillo, después del “conociéndome a mí, conociéndote a vos”, los muchachos hacen un “ajaaaaá” en el coro, que es para cagarse de la risa, y que no tiene mucho que ver, pareciera, con la onda que debería tener la canción. Pero el resultado final es un tema pegadizo, ideal para cortar con alguien en buenos términos (opuesto, por ejemplo, a “Cómo te diré” de Sandro [ver posteo de comienzo del año], que da para una ruptura a los piedrazos).

Van dos versiones del videoclip: con piernas y sin piernas.
La primera, desopilante y bizarra, está filmada en un estudio con pelotero, las chicas tienen una especie de túnicas blancas con botas y vivos dorados que las hacen parecer los gatos chinos que saludan, pero con minifaldas. Y Benny, en su piano de cola color crema, parece totalmente drogado y feliz de la vida: nadie le avisó que la canción no es alegre, se ve (miren por ejemplo su expresión en el minuto 3:09).

https://www.youtube.com/watch?v=2Pg5NMGOlEE




La segunda versión es el videoclip “oficial” del tema. Filmado en pleno invierno, todos muy abrigados esta vez, y se congelan también las expresiones de las caras, mientras se abrazan. No sé si ABBA inventó esto de que uno cante de perfil mientras atrás otro canta de frente, de forma que las caras de los dos se “tocan” a la distancia: pero si lo inventaron ellos deberian patentarlo, porque es genial. 


Desde el 1:34, Agnetta susurra blureada en el cielo, como un angelito o la voz de la conciencia (en un recurso que seguro que no inventaron ellos, y que no es nada genial). 


Y después vuelven a la coreo de perfiles y movimientos circulares y continuos que espeja en cierta forma la continuidad melódica del tema, donde la música nunca se detiene ni siquiera por un segundo, armada sobre el bajo rítmico (en 2/4) y formando una especie de “pared de sonido” (algo muy típico de ABBA, original para la época).



Knowing me, knowing you

No more carefree laughter
silence ever after
walking through an empty house
tears in my eyes
here is where the story ends
this is goodbye.

Knowing me,
knowing you (a-ha)
there is nothing we can do
Knowing me,
knowing you (a-ha)
we just have to face it,
this time we're through.
Breaking up is never easy,
I know, but I have to go.
Knowing me,
knowing you
It's the best I can do.

Memories
good days bad days
they'll be with me always
In these old familiar rooms
children would play,
now there's only emptiness,
nothing to say.

Knowing me,
knowing you (a-ha)
there is nothing we can do
Knowing me,
knowing you (a-ha)
we just have to face it,
this time we're through.
Breaking up is never easy,
I know, but I have to go.
Knowing me,
knowing you
It's the best I can do.

Conociéndome a mí, conociéndote a vos

No más risas despreocupadas
silencio para siempre
caminando por una casa vacía
lágrimas en mis ojos
aquí es donde termina la historia
es el adiós.

Conociéndome a mí
conociéndote a vos (a-ja)
no hay nada que podamos hacer.
Conociéndome a mí
conociéndote a vos (a-ja)
tenemos que aceptarlo,
esta vez terminamos.
Romper nunca es fácil,
lo sé, pero tengo que irme.
Conociéndome a mí
conociéndote a vos
es lo mejor que puedo hacer.

Recuerdos
días buenos días malos
estarán conmigo siempre
en estas viejas habitaciones conocidas
jugarían los niños,
ahora solo hay vacío,
nada que decir.

Conociéndome a mí
conociéndote a vos (a-ja)
no hay nada que podamos hacer.
Conociéndome a mí
conociéndote a vos (a-ja)
tenemos que aceptarlo,
esta vez terminamos.
Romper nunca es fácil,
lo sé, pero tengo que irme.
Conociéndome a mí
conociéndote a vos
es lo mejor que puedo hacer.



Para quien tenga ganas y para terminar, porque sale mi avión, va también la insufrible versión en castellano (por ABBA mismo, aunque les hubiera convenido que la cantara alguien que conociera un poco mejor el idioma). Noten cómo ellos dicen también, al final del estribillo, “conociéndome a mí, conociéndote a tí”, porque no les importa el ridículo, el abuso de gerundios ni la redundancia:
https://www.youtube.com/watch?v=4x9xIetbKCw



Pensando que como somos pocos y nos conocemos mucho, lo mejor es que esto sea el adiós,


DJ Abbago

lunes, 16 de septiembre de 2013

[47] ”Duérmete viking, duérmete ya


“Anoche me soñé un sueño” (“Drømte mig en drøm i nat”), anónimo danés del siglo XII, por Valravn


A Patricio Killian y Laura Linzuain, 
que se sientan a la mesa de Erik el Rojo 
y se limpian la boca con la manga.

Para terminar de visitar a mi familia europea, tuve que cruzarme hasta Rudkøbing (la ø se logra poniendo la boca como para pronunciar una “o”, pero largando una “e”), en una pequeña isla de la provincia de Langeland, reino de Dinamarca. Aquí vive la mayor de mis tías del lado materno, Indignación Iturraspe.
Para entrar al país tuve que declarar bajo juramento que Dinamarca era “por lo menos, uno de los tres mejores reinos del mundo” y aprenderme con un 70% de aproximación el himno nacional danés, que comienza con los versos “Der er et yndigt land / det står med brede bøge” (“Este es un hermoso país / pero algo huele mal aquí”).
Al llegar, tras un interminable recorrido a la triangular cabaña de mi tía, me atendieron con ciertos recaudos. Es que mi tía Indignación se escapó muy joven de su casa, y se alejó tercamente de su familia. De hecho, aquí se hace llamar Inga Irstårp, y a todos sus hijos (5 varones) les dejó solo el apellido de su marido, Koster-Waldau.
Lo primero que me dijo mi tía cuando me abrió la puerta fue, susurrando en un español algo oxidado: “Ojo que soy danesa, eh”.
Yo respondí que sabía que no, que era vasca hasta la médula, de Fuenterrabía.
Ella replicó casi sin separar los labios, susurrando como una cascabel y con furia en la mirada: “Soy más danesa que las galletitas de manteca y que las boinas”.
Estuve a punto de responderle que sabía de buena fuente que las boinas eran un invento vasco, pero mi herencia catalana batalló en mi interior y venció, al grito silencioso de “¡consensuemos!”.
“Por supuesto, tía: sos danesa”, respondí, y recién entonces Inga abrió la puerta y me presentó a mi tío político, Wilhelm, y a mis cuatro primos presentes.
El que no estaba en casa era el mayor y el más famoso, Niko (a quien conocemos, en la familia, como “El Feo”); él es actor, y está grabando una película, o una serie, o no sé qué.
Mi tía no me dio mucha conversación (en presencia de su marido, se hacía la que no entendía el castellano, la caradura); el único que me dio bola fue mi primo Søren, un pibe con largas rastas rubias, barbita candado desgreñada y cara de perdido en la neblina, que se puso contento al saber que yo era algo así como un especialista en música, y me confesó, en su inglés rudimentario, que él también es músico, pues toca el bajo medieval en una banda llamada Krauka, con la que hace giras musicales por todos los mercados y ferias vikingas del país. Y me invitó a ver el ensayo.


Después de dormir durante 36 horas, tuve que ir nomás a ver a la banda de mi primo. Los amigos de Søren le dicen, cariñosamente, Zederkopf, “Cabeza de Alcornoque Hueco”, pero la verdad, él es el más formal de los integrantes de Krauka. Aparentemente, aquí el mundo vikingo es una industria floreciente, y hay pueblos enteros que se dedican concienzudamente a soñar que siguen viviendo en el año mil y que están por descubrir América antes que nadie.

Pero en el ensayo escuché una bella  y antigua canción vikinga, “Drømte mig en drøm i nat” (“Anoche me soñé un sueño”), que es la elegida de esta semana. Aquí va en la versión de la banda de mi primo:





Sin embargo, esa no es la versión que prefiero. La que elegí es la del grupo danés Valravn (“Cuervo Sangriento”, hace referencia a los cuervos que, tras alimentarse del corazón de un guerrero caído en combate, adquirían memoria, conciencia y mañas humanas).

La cantante de Valravn, Anna Katrin Egilstrød, es de las islas Feroe (colonia danesa, al igual que Groenlandia; unas islitas bien arriba de Escocia, rumbeando para Islandia). Ella canta con una onda parecida a la de la islandesa Björk Guðmundsdottir (más conocida como Björk). En los países nórdicos muchos cantan así, en forma descarnadamente íntima, tonante y ensimismada. Es la forma en que uno canta, por ejemplo, cuando está parado en la costa de un fiordo, frente a uno de los paisajes más bellos del mundo, pero a la vez cagándose de frío, porque corre un viento helado que te la voglio dire. La acompañan con flauta feroica, guitarra cámbrica, percusión nórdica y laúd eléctrico (no sé por qué Youtube no me deja incluir las pantallas, hay un complot mundial anti-vikingo, me parece):


Drømte mig en drøm I nat

Drømte mig en drøm i nat
om silke og ærlig pæl,
bar en dragt så let og glat
i solfaldets strålevæld,
nu vågner den klare morgen.

Til de unges flok jeg gik,
droges mod sang og dans,
trøstigt mødte jeg hans blik
og lagde min hånd i hans,
nu vågner den klare morgen.

Alle andre på os så,
de smilede, og de lo.
Snart gik dansen helt i stå,
der dansede kun vi to,
nu vågner den klare morgen.

Drømte mig en drøm i nat
om silke og ærlig pæl,
bar en dragt så let og glat
i solfaldets strålevæld,
nu vågner den klare morgen.

Nu vågner den klare morgen,
nu vågner den klare morgen.
Anoche me soñé un sueño

Anoche me soñé un sueño
de seda y rica piel,
llevaba un vestido tan liviano y brillante
en la luz del anochecer;
ahora se despierta la clara mañana.

Fui hacia la joven multitud,
atraída por la música y la danza,
llena de confianza enfrenté sus ojos
y puse mi mano en su mano;
ahora se despierta la clara mañana.

Todos los demás nos miraban,
murmuraban y sonreían.
Pronto la danza se detuvo,
pero los dos seguimos bailando;
ahora se despierta la clara mañana.

Anoche me soñé un sueño
de seda y rica piel,
llevaba un vestido tan liviano y brillante
en la luz del anochecer;
ahora se despierta la clara mañana.

Ahora se despierta la clara mañana,
ahora se despierta la clara mañana.

La canción “Anoche me soñé un sueño” es del siglo XII, aproximadamente. Y se hizo famosa por aparecer, como una nota final, en el Codex Runicus, un manuscrito escrito en runas vikingas del año 1300 en el que aparece la ley danesa más antigua, la Ley de Scania (no, no es una ley de camioneros, tipo “el acompañante ceba” o “no sé frenar, vos arreglate”). Es la canción nórdica no religiosa más antigua que se conozca. La letra está en danés antiguo.



Y a pesar de ser tan antigua, qué actual suena, ¿no? Porque presenta algo que ya existía (me dijo mi hermana la tercera) en la antigua poesía griega, pero era poco común en la lírica medieval: un yo poético fuerte y femenino que se atreve, en vez de rezar o callarse, a cantar que tuvo un sueño erótico.
Tal vez no les parezca muy erótico, el sueño, pero les recuerdo que estamos en pleno siglo XII: por menos que esto, en muchos pagos te quemaban vivo, en la época. En especial si eras mujer.
En el sueño, lleno de imágenes sensoriales (y sensuales) ella está vestida con ricos ropajes, que se sienten suaves y livianos sobre su piel, mientras brillan a la luz de la luna. Sin embargo, “ahora se despierta la clara mañana”, es decir: ella se despierta de su sueño. Ese verso pesimista es el que cierra todas las estrofas, oponiendo la magia del sueño a la cotidiana realidad, que, suponemos, debe ser mucho menos glamorosa y copada.
Volviendo al sueño; es importante el “me” de “me soñé un sueño”, porque remarca lo íntima y personal que fue la experiencia onírica. Tal vez toda la vida será un sueño, Calderón, pero los sueños no solo sueños son.
Ella, vestida de gala, escucha música, y va sin miedo hacia la multitud que baila y canta. Allí, sin esperar a que le cabeceen, ella misma encara al muchacho de su elección, le pone la mano encima (de la mano de él, malpensados) y lo saca a bailar. Y siguen “bailando” aún después de que se acaba la música (ahora sí tienen razón, malpensados).
Pero llega lamentablemente la mañana y ella, cual cenicienta vikinga, se despierta de su sueño.


Como bonus track, aquí tienen el tema “Cortes de papel” (“Papirsklip”), por el cantor-actor danés Kim “Galletita de Agua” Larsen. En la canción, él habla de su amigo (el hermano danés del tenista Del Potro), que es mudo, pero que se comunica cortando papelitos y armando figuras con ellos, como Itsvansch (al nivel que imagino tendría Itsvansch en salita de 4). Mientras tanto, Kim intenta, sin resultados inmediatos, levantarse a la rubia.

https://www.youtube.com/watch?v=IG6hEXotvAY




Se despide, dormido y bostezando desde siglos,

DJ Viggo


lunes, 9 de septiembre de 2013

[46] El pájaro pájaro se voló voló


“Txoria Txori”, de Mikel Laboa, en su álbum Bat-Hiru (1974)


Escribo este posteo desde el pueblito de Fuenterrabía, lugar donde nació mi madre Condescendencia Iturraspe. Vine a visitar a mis tías Improvisación y Desmoronamiento, que aún viven en el antiguo solar de los Iturraspe (en la foto se ve a mi tía Desmo; mi otra tía, Impro, decidió esconderse detrás del paredón de piedra justo cuando yo estaba por sacar la foto).



Fuenterrabía es un hermoso pueblo vasco sobre la bahía de Txingudi, a una veintena de kilómetros de la frontera con Francia, entre los montes y el mar. Como antes había arenales en la zona, en 1989 mis tías vascas consiguieron, tras 35 años de enviar cartas al municipio, que se cambiara el nombre del pueblo a Hondarribia (“vado de arena”); aunque salvo mis tías y algunos vecinos, todos siguen llamando al pueblo Fuenterrabía, por inercia.



En honor de mis ancestros y anfitriones, aquí va “Pájaro pájaro” (“Txoria txori”), de Mikel Laboa.

Mikel es como un prócer de la música vasca. En los años 50 se recibió de médico, y en los 60 se pasó a la música y formó, con Benito Lertxundi y otros, “No hay 13”, un grupo fundante de la “nueva canción vasca”. En Cataluña, paralelamente, Serrat, Llach, Bonnet y otros varios formaban “Los 16 jueces” y la “nueva canción catalana”. El movimiento musical vasco, también imbuido en un nacionalismo basado en el idioma y en el rechazo al franquismo, es similar a la movida contemporánea catalana, pero mejor. Por lo tanto, Mikel Laboa en Euskal Herría sería una especie de equivalente de Joan Manuel Serrat en Catalunya, pero mejor.

[Los “pero mejor” no son opinión mía, sino una obligación familiar: mi madre Coné nos tiene terminantemente prohibido, a todas sus hijas y a mí, comparar cualquier aspecto cultural, paisajístico, artístico, lingüístico o misceláneo del País Vasco con cualquier otro fenómeno externo a él, sin aclarar expresa e invariablemente que la versión vasca es mejor. O si no.]

“Txoria txori” es una de las canciones vascas más famosas. La llegó a cantar, para que se den una idea, Joan Báez (¡en vasco! Va link abajo). Su letra presenta algunas características típicas de las canciones vascas:
· es profundamente filosófica,
· es a la vez muy sencilla,
· repite cada idea al menos dos veces (costumbre vasca para que todo quede bien claro).

Comenzando por el título: “Pájaro pájaro”, que significa simplemente “pájaro”, a lo vasco. También podría interpretarse “pájaro en serio”, “pájaro de verdad”. Si lo prefieren así, adelante.



La melodía es sencilla también, limpia. Se notan las influencias de Atahualpa Yupanqui y de Violeta Parra, muy admirados por Laboa. Mikel nació, vivió y murió (en 2008, a los 74 años) en San Sebastián, muy cerca de aquí: un bello pueblito costero blanco, que parece una antigua aldea griega, pero mejor.

La canción elegida esta semana forma parte del disco Bat-Hiru (“uno-tres”), de 1974, primer disco de Laboa y proclamado unánimemente como el Mejor Disco Vasco de la Historia (lo que equivale, por supuesto, a decir que es el mejor disco de la historia de la humanidad y, si se presentara competencia alienígena, del universo también).
Los títulos de los discos de Mikel están todos numerados (como los de Adele y Luz Casal, pero mejor). “1-3” se llama así porque es un LP doble. Paralelamente a 1-3, iba a salir el disco “2”, con canciones armadas a partir de poemas de Bertoldt Brecht, pero fue prohibido por la censura franquista.
Después, Laboa sacó, en los años siguientes, los discos “4-5”, “6”. “7” a “12” inclusive; “14” (se salteó el trece, en homenaje a su antiguo grupo “No hay trece”) y siguió hasta el “17”, cuando, por desgracia, se detuvo.

Aquí consideran que, al igual que el queso, los trabalenguas, la boina, la cabra y el exilio, la canción filosófica es un invento vasco. Y tal vez tengan razón (no voy a ser yo quien se los discuta). A “Txoria txori” le alcanzan, para servir de argumento, sus siete versos cortos.

Esta brevísima canción presenta una idea que ya aparece en montones de textos y canciones, pero lo hace muy suscinta y poéticamente (y por lo tanto, mejor). Se relaciona con la libertad, con el amor, con la renuncia a intentar poseer a otro ser vivo (porque dominar a otro implica limitarlo y, en algunos casos, destruirlo). Y con la naturaleza (particularmente, la humana).

La letra se explica sola, no necesita que yo, simple hijo de vasca, se las explique ni la comente (más). Además, así aprovecho para descansar un poco después de mi larga nota de la semana pasada, y de mis extensos viajes.

Que la disfruten disfruten.



Txoria txori

Hegoak ebaki banizkio
nerea izango zen,
ez zuen aldegingo.

Hegoak ebaki banizkio
nerea izango zen,
ez zuen aldegingo.

Bainan, honela
ez zen gehiago txoria izango.

Bainan, honela
ez zen gehiago txoria izango.

Eta nik...
txoria nuen maite.

Eta nik...
txoria nuen maite.
Pájaro pájaro

Si le hubiera cortado las alas
sería mío,
no se habría escapado.

Si le hubiera cortado las alas
sería mío,
no se habría escapado.

Pero así
ya no sería pájaro.

Pero así
ya no sería pájaro.

Y yo…
amaba al pájaro.

Y yo…
amaba al pájaro.


Van un par de versiones más:
a) Con orquesta:


b) Por Joan Baez (con una melodía ligeramente distinta):


Y como bonus track, un auténtico “chamamé vasco” (porque los vascos inventaron también el chamamé): “Txanpon baten truke” (“Por una moneda”). Si no intuyen el vasco, les cuento que la canción habla de un viejito en el pueblo que, por cinco guitas, cuenta historias sorprendentes, como qué pasó el último día de la Bella Durmiente en el viejo bosque, cómo se divorció Caperucita Roja, cómo se suicidó el Lobo o cómo abandonaron al Príncipe Azul; pero la gente va muy apurada y no tiene tiempo para escuchar esas historias de tiempos y lugares lejanos (o tal vez no tienen ganas de desprenderse de una moneda).



Se despide, cual pájaro sin alas (pero mejor),

DJ Vago