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lunes, 9 de septiembre de 2013

[46] El pájaro pájaro se voló voló


“Txoria Txori”, de Mikel Laboa, en su álbum Bat-Hiru (1974)


Escribo este posteo desde el pueblito de Fuenterrabía, lugar donde nació mi madre Condescendencia Iturraspe. Vine a visitar a mis tías Improvisación y Desmoronamiento, que aún viven en el antiguo solar de los Iturraspe (en la foto se ve a mi tía Desmo; mi otra tía, Impro, decidió esconderse detrás del paredón de piedra justo cuando yo estaba por sacar la foto).



Fuenterrabía es un hermoso pueblo vasco sobre la bahía de Txingudi, a una veintena de kilómetros de la frontera con Francia, entre los montes y el mar. Como antes había arenales en la zona, en 1989 mis tías vascas consiguieron, tras 35 años de enviar cartas al municipio, que se cambiara el nombre del pueblo a Hondarribia (“vado de arena”); aunque salvo mis tías y algunos vecinos, todos siguen llamando al pueblo Fuenterrabía, por inercia.



En honor de mis ancestros y anfitriones, aquí va “Pájaro pájaro” (“Txoria txori”), de Mikel Laboa.

Mikel es como un prócer de la música vasca. En los años 50 se recibió de médico, y en los 60 se pasó a la música y formó, con Benito Lertxundi y otros, “No hay 13”, un grupo fundante de la “nueva canción vasca”. En Cataluña, paralelamente, Serrat, Llach, Bonnet y otros varios formaban “Los 16 jueces” y la “nueva canción catalana”. El movimiento musical vasco, también imbuido en un nacionalismo basado en el idioma y en el rechazo al franquismo, es similar a la movida contemporánea catalana, pero mejor. Por lo tanto, Mikel Laboa en Euskal Herría sería una especie de equivalente de Joan Manuel Serrat en Catalunya, pero mejor.

[Los “pero mejor” no son opinión mía, sino una obligación familiar: mi madre Coné nos tiene terminantemente prohibido, a todas sus hijas y a mí, comparar cualquier aspecto cultural, paisajístico, artístico, lingüístico o misceláneo del País Vasco con cualquier otro fenómeno externo a él, sin aclarar expresa e invariablemente que la versión vasca es mejor. O si no.]

“Txoria txori” es una de las canciones vascas más famosas. La llegó a cantar, para que se den una idea, Joan Báez (¡en vasco! Va link abajo). Su letra presenta algunas características típicas de las canciones vascas:
· es profundamente filosófica,
· es a la vez muy sencilla,
· repite cada idea al menos dos veces (costumbre vasca para que todo quede bien claro).

Comenzando por el título: “Pájaro pájaro”, que significa simplemente “pájaro”, a lo vasco. También podría interpretarse “pájaro en serio”, “pájaro de verdad”. Si lo prefieren así, adelante.



La melodía es sencilla también, limpia. Se notan las influencias de Atahualpa Yupanqui y de Violeta Parra, muy admirados por Laboa. Mikel nació, vivió y murió (en 2008, a los 74 años) en San Sebastián, muy cerca de aquí: un bello pueblito costero blanco, que parece una antigua aldea griega, pero mejor.

La canción elegida esta semana forma parte del disco Bat-Hiru (“uno-tres”), de 1974, primer disco de Laboa y proclamado unánimemente como el Mejor Disco Vasco de la Historia (lo que equivale, por supuesto, a decir que es el mejor disco de la historia de la humanidad y, si se presentara competencia alienígena, del universo también).
Los títulos de los discos de Mikel están todos numerados (como los de Adele y Luz Casal, pero mejor). “1-3” se llama así porque es un LP doble. Paralelamente a 1-3, iba a salir el disco “2”, con canciones armadas a partir de poemas de Bertoldt Brecht, pero fue prohibido por la censura franquista.
Después, Laboa sacó, en los años siguientes, los discos “4-5”, “6”. “7” a “12” inclusive; “14” (se salteó el trece, en homenaje a su antiguo grupo “No hay trece”) y siguió hasta el “17”, cuando, por desgracia, se detuvo.

Aquí consideran que, al igual que el queso, los trabalenguas, la boina, la cabra y el exilio, la canción filosófica es un invento vasco. Y tal vez tengan razón (no voy a ser yo quien se los discuta). A “Txoria txori” le alcanzan, para servir de argumento, sus siete versos cortos.

Esta brevísima canción presenta una idea que ya aparece en montones de textos y canciones, pero lo hace muy suscinta y poéticamente (y por lo tanto, mejor). Se relaciona con la libertad, con el amor, con la renuncia a intentar poseer a otro ser vivo (porque dominar a otro implica limitarlo y, en algunos casos, destruirlo). Y con la naturaleza (particularmente, la humana).

La letra se explica sola, no necesita que yo, simple hijo de vasca, se las explique ni la comente (más). Además, así aprovecho para descansar un poco después de mi larga nota de la semana pasada, y de mis extensos viajes.

Que la disfruten disfruten.



Txoria txori

Hegoak ebaki banizkio
nerea izango zen,
ez zuen aldegingo.

Hegoak ebaki banizkio
nerea izango zen,
ez zuen aldegingo.

Bainan, honela
ez zen gehiago txoria izango.

Bainan, honela
ez zen gehiago txoria izango.

Eta nik...
txoria nuen maite.

Eta nik...
txoria nuen maite.
Pájaro pájaro

Si le hubiera cortado las alas
sería mío,
no se habría escapado.

Si le hubiera cortado las alas
sería mío,
no se habría escapado.

Pero así
ya no sería pájaro.

Pero así
ya no sería pájaro.

Y yo…
amaba al pájaro.

Y yo…
amaba al pájaro.


Van un par de versiones más:
a) Con orquesta:


b) Por Joan Baez (con una melodía ligeramente distinta):


Y como bonus track, un auténtico “chamamé vasco” (porque los vascos inventaron también el chamamé): “Txanpon baten truke” (“Por una moneda”). Si no intuyen el vasco, les cuento que la canción habla de un viejito en el pueblo que, por cinco guitas, cuenta historias sorprendentes, como qué pasó el último día de la Bella Durmiente en el viejo bosque, cómo se divorció Caperucita Roja, cómo se suicidó el Lobo o cómo abandonaron al Príncipe Azul; pero la gente va muy apurada y no tiene tiempo para escuchar esas historias de tiempos y lugares lejanos (o tal vez no tienen ganas de desprenderse de una moneda).



Se despide, cual pájaro sin alas (pero mejor),

DJ Vago




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