“Positively 4th Street”, de Bob Dylan (1965) y “Diamonds
and rust”, de Joan Baez (1975)
Para aguantar un round más de canciones de pelea, salimos
de la literalida de los boxeadores para volver a la conocida pelea de canciones,
de las que ya vimos, por ejemplo, las piñas que se tiraron entre la banda
Lynyrd Skynyrd y Neil Young: https://diyeivago.blogspot.com/2021/10/faulkner-le-dio-un-me-gusta-y-espert-un.html
).
Pero aquí vuelvo con mis enojados favoritos, Bob (Dylan) y
Joan (Baez). De Bob ya comenté muchas canciones, porque ya era amigo mío desde
antes de que recibiera el Nobel; y algunas de esas canciones fueron dedicadas (no
expresamente, pero para mí, re) a Joan Baez, con quien tuvieron una etapa como
amantes pero luego se distanciaron (repasen, por ejemplo, la canción “A simple
twist of fate” (posteo 253), en las versiones de Bob y de Joan: https://diyeivago.blogspot.com/2021/08/naci-demasiado-tarde.html
).
El motivo de la pelea y el distanciamiento (al menos, lo
que se dijo que era el motivo): tras sus comienzos entre los bohemios de Greenwich
Village, en el 65 Bob dejó el folk militante para “volverse eléctrico” y
pasarse al rock, más individualista y menos comprometido con las luchas
sociales. Joan expresa detalladamente sus reclamos en la canción “To Bobby”
(1972), que es por cierto muy mala.
El argumento de Joan (y de todos los del folk, diría) era
este: “Vos, Bob, sos el mejor de nosotros. Sos incomparable. Nadie hace
canciones tan buenas como vos. Si te vas (de este grupo) nos dejás más solos,
con las luchas que estamos llevando adelante. No nos dejes”.
O sea, un “Ne me quitte pas” en toda regla: no me dejes. Para
mí, no era un buen argumento, para enojarse con Bob. Ni Joan ni nadie del grupo
folk tenía derecho a exigirle a Bob que moldeara su propio camino musical como
ellos preferirían. Además, pasarse al rock no implicaba de por sí dejar de hacer
canciones “de protesta”, solo era un rumbo que Bob sentía más adecuado a su
búsqueda musical (y tenía toda la razón, por cierto, nadie puede decir que se
equivocó). Por el contrario, creo que la reacción excesiva y un poco irracional
del grupo folk contra Dylan generó la previsible reacción de Bob de querer, en
los años siguientes, evitar a toda costa ese tipo de canciones, al menos las
más directamente sociales y luchadoras (y aun así compuso temas maravillosos que
fueron cantados por los bohemios de la calle 4 con todo gusto).
Pero bueno, traigo aquí un round de canciones entre Bob y
Joan. No son las únicas entre ellos, pero elegí aquí canciones excelentes y
bien enojadas (aunque con matices, claro).
La primera, compuesta en el momento mismo de la pelea en el
año 65, es “Positively 4th Street” (podría traducirse “Cien por ciento calle 4”,
“Calle 4 de acá a la China”, “Calle 4 hasta las verijas”, etc.).
La canción no dice a quién está dirigida (más allá de la referencia
a la calle 4, que es donde paraban en Greenwich Village los del grupo folk), y
consecuentemente se hicieron muchas conjeturas (entre ellas, que la dedicó al
cuñado de Joan Baez, que junto con la hermana de Joan y con Bob tenían un grupito
de cuatro que compartían salidas y encuentros en esos años). Y más de cien
personas del grupo folk de esos años estuvieron un montón preguntándose a sí
mismos o entre ellos “¿La habrá escrito para mí?”, “Are you talking to me,
Bob?”. Pero lo cierto que ese chabón, Farina, ni ninguno de los otros cien con
cola de paja no parecen haberle importado a Bob lo suficiente como para
escribirles una canción; en cambio, Joan sí le importaba. A Joan sí le podía
escribir una canción de amor, y otra de desengaño, y otra de rencor, y otra de
enojo, y otra de despecho, y otra de por qué no me querés de nuevo: porque aunque
no lo dijera, a pesar de todo la amaba entrañablemente (y era mutuo, como
veremos abajo). Así que no hay forma de que alguien pueda convencerme de que
esta canción no fue compuesta para Joan Baez; si me tocara el timbre el mismo
Bob y me dijera otra cosa, simplemente no le creería (además, se sabe que no
hay que creerles a los músicos cuando te dicen de qué tratan sus canciones: si
no, corrés el riesgo de creer estupideces como que “Eiti Leda” es sobre la
cocacola, como le dijo Charly García a un periodista para sacárselo de encima).
Esta es una canción sin estribillo, con una melodía alegre
y machacona que se repite y se repite sin variantes durante seis largas
estrofas, cantadas siempre igual (y no muy bien, porque Bob, ya sabemos, nunca
fue un gran cantante). Y aun así es genial, tanto que para muchas personas es
la mejor canción del mundo, la más favorita (claro que no existe “la mejor
canción del mundo”, porque es re subjetivo eso, pero es notable cómo esta
canción tiene muchísimos y leales fans).
Escuché a Joni Mitchell decir que este tema había sido una
gran inspiración para su carrera, porque al oírlo se dio cuenta de que se podía
escribir canciones sobre cualquier cosa. Y también escuché a Joan Baez declarar
que esta canción, cuando la oyó, fue como un mazazo para su mente, porque nunca
había oído nada semejante y no creía que se podía hacer una canción así, que no
era posible.
Y es que toda la letra de la canción es simplemente una
larga argumentación, una pelea: el cantor, enojadísimo, le habla a una segunda
persona (le habla a Joan, síganme la corriente al menos mientras leen este
posteo) contándole por qué la odia, por qué es una falsa y por qué no quiere
verla nunca más (aunque en realidad no es así, porque si alguien no te importa,
o lo odiás y nada más, entonces simplemente no le componés una canción tan pero
tan obviamente dolida). Es devastadora, la forma en la que destruye a esa
segunda persona, y termina con la imagen más gráfica y más despiadada, en la
que dice querer que el otro “se ponga en su lugar”, pero no para que lo
comprendan o lo perdonen, sino para que el otro compruebe hasta qué punto llega
su desprecio: “me gustaría que alguna vez te pusieras en mis zapatos / para que
vieras qué bajón es encontrarte”. El resto de los reproches se ajustan, claro,
a lo que Joan hizo en ese momento, que es enojarse con Bob pero solo contarlo
en el círculo de sus amistades, no públicamente. Lean la letra, que es por
cierto muy genial: no querría yo que Bob se enojara conmigo, la verdad.
Dicho todo esto, podemos oír entre los versos lo que no
está dicho pero está dicho igualmente: que Bob se muere por amigarse de nuevo
con ella (al menos) y (preferible) que vuelvan a estar juntos.
https://www.youtube.com/watch?v=aehwEu8SBSo&list=RDaehwEu8SBSo&start_radio=1
La otra canción de hoy es el contragolpe de Joan Baez, “Diamantes
y óxido” (un gran título, por cierto), compuesta diez años después de “Positively”.
Es el mayor hit de Joan como compositora (cantando canciones de otros,
particularmente las de Bob, tuvo montones de hits). Esta también es una canción
de enojo, pero no es una furia directa y cortante, como la anterior, sino que
incluye una gran dosis de vulnerabilidad y sinceridad emotiva y descarnada: es
un enfoque mucho más adulto, en el Joan en esta canción.
Que está dedicada, no hay duda alguna, a Bob Dylan. El
mismo Bob, en una ocasión en el 77, le dijo que estaba pensando en cantar
alguna vez la canción esa de los ojos más azules que huevos de mirlo (un verso
memorable de esta canción) y Joan le contestó: “Ah, ¿vos decís la canción que compuse
para mi ex?” (David Harris, de quien se divorció en el 73). A lo que Bob Dylan
se la quedó mirando, porque evidentemente la canción fue compuesta para él, y
él lo sabe, y ella lo sabe, y él sabe que ella sabe que él sabe que todos lo
supieron siempre.
Hay muchas cosas que me gustan de esta canción: la primera,
que es una zamba. No declarada: es una zamba que no salió del ropero, digamos,
así como “Nothing else matters”, de Metallica, es una chacarera, por más que no
la llamen así en las peñas heavy metal.
El comienzo de esta zamba es muy genial, con un “I´ll be damned” que es una maldición y podría traducirse “Me cago en dios” (como decía Rimbaud), o “Me cago en la leche” (como Hemingway), o “La puta madre” o cualquier otra puteada que prefieran. Ella putea porque “ahí viene tu fantasma otra vez”, y es genial que la llegada de ese fantasma “no es algo inusual” (este es el verso que repitieron en la versión de “The boxer” que cantó Joan junto con Paul Simon y que mencioné el posteo anterior). Y además, claro, el fantasma es de una persona que aún está viva: esa idea del fantasma de alguien vivo me encanta, y me parece también una forma sofisticada de decirle a alguien (a Bob): sos un fantasma, chabón.
Él la llama (el llamado existió, y dio pie a que Joan
compusiera esta canción) y le recita una letra de una canción que está
componiendo, pero ella se distrae recordando toda la historia de los dos: cómo ella
lo arropó y lo apoyó en sus comienzos (cuando Joan ya era una estrella y a Bob
aún no lo conocía nadie), cómo fueron amantes pero luego se distanciaron. Ella
recuerda el color de los ojos de él, “más azules que huevos de mirlo” (el robin,
un tipo de mirlo/tordo de América del Norte, pone huevos de un color azul
celeste muy particular).
Luego en el puente de la canción sigue recordando escenas, imágenes concretas de ellos dos en un invierno en la ciudad, en una habitación de hotel barato, y ella reflexiona que si hubieran muerto ahí mismo, no habría estado mal.
La respuesta de él (o de su fantasma, más probablemente) es
decirle “No estás nostálgica, no es nostalgia eso que sentís”. Y ella, en el
único reclamo directo de la canción, retruca: “Entonces dame otra palabra para
esto, vos que sos tan bueno para las palabras, y para dejar las cosas sin
definir” (Joan usa vague, “dejar las cosas vagas”, que me gusta porque
siento que me están metiendo en la pelea también: separensén amigues, los
quiero a los dos).
Y la canción cierra, memorablemente, diciendo que le
vendría bien un poco de esa vaguedad ahora, porque puede ver con total claridad
(con demasiada claridad) que lo ama a él entrañablemente (Bob jamás confesaría en
una canción que siente eso por ella, sobre todo porque nunca se lo confesaría a
sí mismo). Y que si lo que ofrece Bob es el óxido y los diamantes de los
recuerdos, que vengan nomás, porque ella ya los tiene pagados.
Una canción muy memorable, que en la voz sin par de Joan
Baez volverá y volverá (no es inusual) a teñirnos la memoria de un tono preciso
de azul celeste.
https://www.youtube.com/watch?v=IrVD0bP_ybg&list=RDIrVD0bP_ybg&start_radio=1
|
Diamonds and rust Well, I'll be damned
As I remember your
eyes
Well, you burst on
the scene
Now I see you
standing Now you're telling me |
Diamantes y óxido Bue, me cago en dios, Acá viene tu fantasma
de nuevo. Pero no es inusual, pasa que la luna está
llena y ocurrió que vos
llamaste. Y acá estoy sentada mano en el teléfono, oyendo una voz que
conozco desde hace un par de
años luz, yendo directo al
precipicio. Como lo recuerdo, tus
ojos eran más azules que
huevos de mirlo; mi poesía era pésima,
dijiste. ¿De dónde estás
llamando? De una cabina en el
medio oeste. Diez años atrás te compré unos
gemelos, vos me trajiste algo. Ambos sabemos lo que
los recuerdos pueden traer: vienen con diamantes
y óxido. Bueno, explotaste en
la escena, ya eras una leyenda: el fenómeno sin lavar, el linyera original que se perdió en mis
brazos. Y ahí te quedaste, temporalmente naufragado: la Madonna fue tuya
gratis, sí, la chica en el
medio caracol te pudo mantener
ileso. Ahora te veo parado
con hojas marrones que caen alrededor y nieve en tu pelo, ahora sonreís tras la
ventana de aquel hotel barato sobre plaza Washington; nuestro aliento sale
en nubes blancas, se mezcla y cuelga en
el aire. Hablando solo por mí,
Ambos podríamos haber
muerto ahí mismo. Y vos ahora me decís:
no estás nostálgica. Entonces dame otra
palabra para esto. Vos que sos tan bueno
para las palabras y para dejar cosas
sin definir. Porque necesito un
poco de esa indefinición ahora que todo vuelve con
demasiada claridad: sí, te amé profundamente. Y si me estás
ofreciendo diamantes y óxido, yo ya los pagué. |
Hay algunos covers interesantes, de ambos temas, pero
ninguno se acerca al impacto (pumba) de las versiones originales, y además este
posteo ya es demasiado largo para diciembre, así que cierro acá y me voy a
dormir la siesta. Antes de criticarme, pongansé en mis zapatos una sola vez,
les pido.
DJ Vago



No hay comentarios:
Publicar un comentario