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jueves, 18 de diciembre de 2025

Porque te quiero te aporreo

 

“Positively 4th Street”, de Bob Dylan (1965) y “Diamonds and rust”, de Joan Baez (1975)

 

Para aguantar un round más de canciones de pelea, salimos de la literalida de los boxeadores para volver a la conocida pelea de canciones, de las que ya vimos, por ejemplo, las piñas que se tiraron entre la banda Lynyrd Skynyrd y Neil Young: https://diyeivago.blogspot.com/2021/10/faulkner-le-dio-un-me-gusta-y-espert-un.html ).

Pero aquí vuelvo con mis enojados favoritos, Bob (Dylan) y Joan (Baez). De Bob ya comenté muchas canciones, porque ya era amigo mío desde antes de que recibiera el Nobel; y algunas de esas canciones fueron dedicadas (no expresamente, pero para mí, re) a Joan Baez, con quien tuvieron una etapa como amantes pero luego se distanciaron (repasen, por ejemplo, la canción “A simple twist of fate” (posteo 253), en las versiones de Bob y de Joan: https://diyeivago.blogspot.com/2021/08/naci-demasiado-tarde.html ).

El motivo de la pelea y el distanciamiento (al menos, lo que se dijo que era el motivo): tras sus comienzos entre los bohemios de Greenwich Village, en el 65 Bob dejó el folk militante para “volverse eléctrico” y pasarse al rock, más individualista y menos comprometido con las luchas sociales. Joan expresa detalladamente sus reclamos en la canción “To Bobby” (1972), que es por cierto muy mala.

El argumento de Joan (y de todos los del folk, diría) era este: “Vos, Bob, sos el mejor de nosotros. Sos incomparable. Nadie hace canciones tan buenas como vos. Si te vas (de este grupo) nos dejás más solos, con las luchas que estamos llevando adelante. No nos dejes”.

O sea, un “Ne me quitte pas” en toda regla: no me dejes. Para mí, no era un buen argumento, para enojarse con Bob. Ni Joan ni nadie del grupo folk tenía derecho a exigirle a Bob que moldeara su propio camino musical como ellos preferirían. Además, pasarse al rock no implicaba de por sí dejar de hacer canciones “de protesta”, solo era un rumbo que Bob sentía más adecuado a su búsqueda musical (y tenía toda la razón, por cierto, nadie puede decir que se equivocó). Por el contrario, creo que la reacción excesiva y un poco irracional del grupo folk contra Dylan generó la previsible reacción de Bob de querer, en los años siguientes, evitar a toda costa ese tipo de canciones, al menos las más directamente sociales y luchadoras (y aun así compuso temas maravillosos que fueron cantados por los bohemios de la calle 4 con todo gusto).

Pero bueno, traigo aquí un round de canciones entre Bob y Joan. No son las únicas entre ellos, pero elegí aquí canciones excelentes y bien enojadas (aunque con matices, claro).

La primera, compuesta en el momento mismo de la pelea en el año 65, es “Positively 4th Street” (podría traducirse “Cien por ciento calle 4”, “Calle 4 de acá a la China”, “Calle 4 hasta las verijas”, etc.).



La canción no dice a quién está dirigida (más allá de la referencia a la calle 4, que es donde paraban en Greenwich Village los del grupo folk), y consecuentemente se hicieron muchas conjeturas (entre ellas, que la dedicó al cuñado de Joan Baez, que junto con la hermana de Joan y con Bob tenían un grupito de cuatro que compartían salidas y encuentros en esos años). Y más de cien personas del grupo folk de esos años estuvieron un montón preguntándose a sí mismos o entre ellos “¿La habrá escrito para mí?”, “Are you talking to me, Bob?”. Pero lo cierto que ese chabón, Farina, ni ninguno de los otros cien con cola de paja no parecen haberle importado a Bob lo suficiente como para escribirles una canción; en cambio, Joan sí le importaba. A Joan sí le podía escribir una canción de amor, y otra de desengaño, y otra de rencor, y otra de enojo, y otra de despecho, y otra de por qué no me querés de nuevo: porque aunque no lo dijera, a pesar de todo la amaba entrañablemente (y era mutuo, como veremos abajo). Así que no hay forma de que alguien pueda convencerme de que esta canción no fue compuesta para Joan Baez; si me tocara el timbre el mismo Bob y me dijera otra cosa, simplemente no le creería (además, se sabe que no hay que creerles a los músicos cuando te dicen de qué tratan sus canciones: si no, corrés el riesgo de creer estupideces como que “Eiti Leda” es sobre la cocacola, como le dijo Charly García a un periodista para sacárselo de encima).

Esta es una canción sin estribillo, con una melodía alegre y machacona que se repite y se repite sin variantes durante seis largas estrofas, cantadas siempre igual (y no muy bien, porque Bob, ya sabemos, nunca fue un gran cantante). Y aun así es genial, tanto que para muchas personas es la mejor canción del mundo, la más favorita (claro que no existe “la mejor canción del mundo”, porque es re subjetivo eso, pero es notable cómo esta canción tiene muchísimos y leales fans).

Escuché a Joni Mitchell decir que este tema había sido una gran inspiración para su carrera, porque al oírlo se dio cuenta de que se podía escribir canciones sobre cualquier cosa. Y también escuché a Joan Baez declarar que esta canción, cuando la oyó, fue como un mazazo para su mente, porque nunca había oído nada semejante y no creía que se podía hacer una canción así, que no era posible.

Y es que toda la letra de la canción es simplemente una larga argumentación, una pelea: el cantor, enojadísimo, le habla a una segunda persona (le habla a Joan, síganme la corriente al menos mientras leen este posteo) contándole por qué la odia, por qué es una falsa y por qué no quiere verla nunca más (aunque en realidad no es así, porque si alguien no te importa, o lo odiás y nada más, entonces simplemente no le componés una canción tan pero tan obviamente dolida). Es devastadora, la forma en la que destruye a esa segunda persona, y termina con la imagen más gráfica y más despiadada, en la que dice querer que el otro “se ponga en su lugar”, pero no para que lo comprendan o lo perdonen, sino para que el otro compruebe hasta qué punto llega su desprecio: “me gustaría que alguna vez te pusieras en mis zapatos / para que vieras qué bajón es encontrarte”. El resto de los reproches se ajustan, claro, a lo que Joan hizo en ese momento, que es enojarse con Bob pero solo contarlo en el círculo de sus amistades, no públicamente. Lean la letra, que es por cierto muy genial: no querría yo que Bob se enojara conmigo, la verdad.

Dicho todo esto, podemos oír entre los versos lo que no está dicho pero está dicho igualmente: que Bob se muere por amigarse de nuevo con ella (al menos) y (preferible) que vuelvan a estar juntos.

 

https://www.youtube.com/watch?v=aehwEu8SBSo&list=RDaehwEu8SBSo&start_radio=1

Positively 4th Street


You've got a lotta nerve to say you are my friend
When I was down you just stood there grinnin'
You've got a lotta nerve to say you got a helping hand to lend
You just want to be on the side that's winnin'

 

You say I let you down, ya know its not like that
If you're so hurt, why then don't you show it?
You say you've lost your faith, but that's not where its at
You have no faith to lose, and ya know it

 

I know the reason, that you talked behind my back
I used to be among the crowd you're in with
Do you take me for such a fool, to think I'd make contact
With the one who tries to hide what he don't know to begin with?

 

You see me on the street, you always act surprised
You say "how are you?", "good luck", but ya don't mean it
When you know as well as me, you'd rather see me paralyzed
Why don't you just come out once and scream it

 

No, I do not feel that good when I see the heartbreaks you embrace
If I was a master thief perhaps I'd rob them
And tho I know you're dissatisfied with your position and your place
Don't you understand, its not my problem?

 

I wish that for just one time you could stand inside my shoes
And just for that one moment I could be you
Yes, I wish that for just one time you could stand inside my shoes
You'd know what a drag it is to see you

Cien por ciento calle 4

 

Tenés la cara muy dura para decir que sos mi amiga;

cuando estaba mal, solo te quedaste ahí sonriendo.

Muy dura tenés la cara para decir que siempre estás para dar una mano:

vos solo querés estar del lado que va ganando.

 

Decís que te decepcioné: sabés que no es así.

Si estás tan herida, ¿por qué entonces no lo demostrás?

Decís que perdiste la fe, pero no la tenías puesta ahí:

no tenés fe que perder, y lo sabés bien.

 

Sé el motivo por el que hablás a mis espaldas:

solía estar entre la gente con la que andás.

¿Me creés tan estúpido para creer que me juntaría

con quien intenta esconder lo que de entrada no sabe?

 

Me ves en la calle y siempre te hacés la sorprendida,

Decis “¿Cómo andás?”, “Buena suerte”, pero no lo pensás en serio.

Porque sabés tan bien como yo que preferírias verme paralizado:

¿por qué no salís al menos una vez y lo gritás?

 

No, no me siento re bien cuando veo a los desahuciados que abrazás:

si fuera un ladrón supremo, quizá me los robaría.

Y sé que no estás contenta con tu posición y tu lugar,

¿no entendés que eso no es problema mío?

 

Desearía que solo una vez te pusieras en mis zapatos

y solo por ese momento yo pudiera ser vos.

Sí, quisiera una sola vez que pudieras ponerte en mis zapatos:

ahí sabrías qué bajón es encontrarte.

 

La otra canción de hoy es el contragolpe de Joan Baez, “Diamantes y óxido” (un gran título, por cierto), compuesta diez años después de “Positively”. Es el mayor hit de Joan como compositora (cantando canciones de otros, particularmente las de Bob, tuvo montones de hits). Esta también es una canción de enojo, pero no es una furia directa y cortante, como la anterior, sino que incluye una gran dosis de vulnerabilidad y sinceridad emotiva y descarnada: es un enfoque mucho más adulto, en el Joan en esta canción.

Que está dedicada, no hay duda alguna, a Bob Dylan. El mismo Bob, en una ocasión en el 77, le dijo que estaba pensando en cantar alguna vez la canción esa de los ojos más azules que huevos de mirlo (un verso memorable de esta canción) y Joan le contestó: “Ah, ¿vos decís la canción que compuse para mi ex?” (David Harris, de quien se divorció en el 73). A lo que Bob Dylan se la quedó mirando, porque evidentemente la canción fue compuesta para él, y él lo sabe, y ella lo sabe, y él sabe que ella sabe que él sabe que todos lo supieron siempre.



Hay muchas cosas que me gustan de esta canción: la primera, que es una zamba. No declarada: es una zamba que no salió del ropero, digamos, así como “Nothing else matters”, de Metallica, es una chacarera, por más que no la llamen así en las peñas heavy metal.

El comienzo de esta zamba es muy genial, con un “I´ll be damned” que es una maldición y podría traducirse “Me cago en dios” (como decía Rimbaud), o “Me cago en la leche” (como Hemingway), o “La puta madre” o cualquier otra puteada que prefieran. Ella putea porque “ahí viene tu fantasma otra vez”, y es genial que la llegada de ese fantasma “no es algo inusual” (este es el verso que repitieron en la versión de “The boxer” que cantó Joan junto con Paul Simon y que mencioné el posteo anterior). Y además, claro, el fantasma es de una persona que aún está viva: esa idea del fantasma de alguien vivo me encanta, y me parece también una forma sofisticada de decirle a alguien (a Bob): sos un fantasma, chabón.


Él la llama (el llamado existió, y dio pie a que Joan compusiera esta canción) y le recita una letra de una canción que está componiendo, pero ella se distrae recordando toda la historia de los dos: cómo ella lo arropó y lo apoyó en sus comienzos (cuando Joan ya era una estrella y a Bob aún no lo conocía nadie), cómo fueron amantes pero luego se distanciaron. Ella recuerda el color de los ojos de él, “más azules que huevos de mirlo” (el robin, un tipo de mirlo/tordo de América del Norte, pone huevos de un color azul celeste muy particular).


Luego en el puente de la canción sigue recordando escenas, imágenes concretas de ellos dos en un invierno en la ciudad, en una habitación de hotel barato, y ella reflexiona que si hubieran muerto ahí mismo, no habría estado mal.

La respuesta de él (o de su fantasma, más probablemente) es decirle “No estás nostálgica, no es nostalgia eso que sentís”. Y ella, en el único reclamo directo de la canción, retruca: “Entonces dame otra palabra para esto, vos que sos tan bueno para las palabras, y para dejar las cosas sin definir” (Joan usa vague, “dejar las cosas vagas”, que me gusta porque siento que me están metiendo en la pelea también: separensén amigues, los quiero a los dos).

Y la canción cierra, memorablemente, diciendo que le vendría bien un poco de esa vaguedad ahora, porque puede ver con total claridad (con demasiada claridad) que lo ama a él entrañablemente (Bob jamás confesaría en una canción que siente eso por ella, sobre todo porque nunca se lo confesaría a sí mismo). Y que si lo que ofrece Bob es el óxido y los diamantes de los recuerdos, que vengan nomás, porque ella ya los tiene pagados.

Una canción muy memorable, que en la voz sin par de Joan Baez volverá y volverá (no es inusual) a teñirnos la memoria de un tono preciso de azul celeste.

https://www.youtube.com/watch?v=IrVD0bP_ybg&list=RDIrVD0bP_ybg&start_radio=1

 

Diamonds and rust

 

Well, I'll be damned
Here comes your ghost again
But that's not unusual
It's just that the moon is full
And you happened to call


And here I sit
Hand on the telephone
Hearing a voice I'd known
A couple of light years ago
Heading straight for a fall

 

As I remember your eyes
Were bluer than robin's eggs
My poetry was lousy you said
Where are you calling from?
A booth in the midwest


Ten years ago
I bought you some cufflinks
You brought me something
We both know what memories can bring
They bring diamonds and rust

 

Well, you burst on the scene
Already a legend
The unwashed phenomenon
The original vagabond
that strayed into my arms


And there you stayed
Temporarily lost at sea
The Madonna was yours for free
Yes, the girl on the half-shell
Could keep you unharmed

 

Now I see you standing
With brown leaves falling all around
And snow in your hair
Now you're smiling out the window
Of that crummy hotel
Over Washington Square
Our breath comes out white clouds
Mingles and hangs in the air
Speaking strictly for me
We both could have died then and there

 

Now you're telling me
You're not nostalgic
Then give me another word for it
You who are so good with words
And at keeping things vague
'Cause I need some of that vagueness now
It's all come back too clearly
Yes, I loved you dearly
And if you're offering me diamonds and rust
I've already paid

 

Diamantes y óxido

 

Bue, me cago en dios,

Acá viene tu fantasma de nuevo.

Pero no es inusual,

pasa que la luna está llena

y ocurrió que vos llamaste.

 

Y acá estoy sentada

mano en el teléfono,

oyendo una voz que conozco

desde hace un par de años luz,

yendo directo al precipicio.

 

Como lo recuerdo, tus ojos

eran más azules que huevos de mirlo;

mi poesía era pésima, dijiste.

¿De dónde estás llamando?

De una cabina en el medio oeste.

 

Diez años atrás

te compré unos gemelos,

vos me trajiste algo.

Ambos sabemos lo que los recuerdos pueden traer:

vienen con diamantes y óxido.

 

Bueno, explotaste en la escena,

ya eras una leyenda:

el fenómeno sin lavar,

el linyera original

que se perdió en mis brazos.

 

Y ahí te quedaste,

temporalmente naufragado:

la Madonna fue tuya gratis,

sí, la chica en el medio caracol

te pudo mantener ileso.

 

Ahora te veo parado con hojas marrones que caen alrededor

y nieve en tu pelo,

ahora sonreís tras la ventana de aquel hotel barato sobre plaza Washington;

nuestro aliento sale en nubes blancas,

se mezcla y cuelga en el aire.

Hablando solo por mí,

Ambos podríamos haber muerto ahí mismo.

 

Y vos ahora me decís:

no estás nostálgica.

Entonces dame otra palabra para esto.

Vos que sos tan bueno para las palabras

y para dejar cosas sin definir.

Porque necesito un poco de esa indefinición ahora

que todo vuelve con demasiada claridad:

sí, te amé profundamente.

Y si me estás ofreciendo diamantes y óxido,

yo ya los pagué.

 

 

Hay algunos covers interesantes, de ambos temas, pero ninguno se acerca al impacto (pumba) de las versiones originales, y además este posteo ya es demasiado largo para diciembre, así que cierro acá y me voy a dormir la siesta. Antes de criticarme, pongansé en mis zapatos una sola vez, les pido.

DJ Vago

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