solo un tema por semana,
y con que le guste al diyei alcanza

domingo, 1 de septiembre de 2024

Quien juega con fófforos

 

“Who by fire”, de Leonard Cohen (1974), y “You must burn!” de Metallica (2023)

Termina hoy la serie “La única canción que ilumina es la que arde” con canciones sobre lo que sucede cuando el fuego actúa sin control sobre el cuerpo de un ser humano (alerta spoiler: se muere).


Elegí dos canciones bien diferentes. La primera, del inefable Leonard Cohen (cuyas canciones solo pueden compararse con otras canciones de él mismo), titulada “Quién por fuego”, dura dos minutos, como una canción punk, solo que claro, es de Leonard Cohen, así que es lo opuesto de una canción punk.

La canción es, básicamente, una larga enumeración de elementos (personas, en este caso), y cada elemento se inicia con un “quién”: quién así, quién asá. La canción no lo dice, pero rápidamente nos damos cuenta de que lo que hacen todas esas personas, lo que tienen en común para compartir esta larga enumeración, es morir. Cuando Leonard dice “Quién por fuego”, está preguntándose quién va a morir a causa del fuego.

Esta es una versión del rezo hebreo “Unetanneh Tokef”, que se canta en Yom Kippur (Leonard lo escuchaba desde niño en la sinagoga), en el que se describe cómo Dios mira en el Libro de la Vida y decide el destino de cada alma para el año que empieza: quién va a vivir y quién va a morir (y cómo).

Leonard introduce algunas formas “modernas” de morir (por barbitúricos, por polvo), pero el verdadero aporte de la canción respecto del rezo sagrado es la pregunta con que cierra cada estrofa: “¿Y quién diré que está decidiendo?” (es decir, quién está llamando a cada cual a morir, y a hacerlo de tal o cual manera). Esa duda sobre la existencia o no de dios, de algún dios, es el toque personal y humano en esta canción que, de no tenerlo, sería prácticamente un cántico religioso, pero es, por suerte, una inolvidable canción de ¿rock? sobre la muerte y (indirecta pero inevitablemente) el reverso de su moneda, la vida.

 

https://www.youtube.com/watch?v=pDpfGW9CMeA

 

Who by fire

 

And who by fire, who by water

Who in the sunshine, who in the night time

Who by high ordeal, who by common trial

Who in your merry merry month of May, who by very slow decay

And who shall I say is calling?

 

And who in her lonely slip,

who by barbiturate

Who in these realms of love,

who by something blunt

And who by avalanche, who by powder

Who for his greed, who for his hunger

And who shall I say is calling?

 

And who by brave assent,

who by accident

Who in solitude, who in this mirror

Who by his lady's command,

who by his own hand

Who in mortal chains, who in power

And who shall I say is calling?

Quién por fuego

 

Y quién por fuego, quién por agua,

quién al sol, quién por la noche.

Quién por alta ordalía, quién por juicio corriente,

quién en tu feliz feliz mes de mayo,

quién por muy lenta decadencia.

¿Y quién diré que está decidiendo?

 

Y quién en su sueño solitario,

quién por barbitúricos,

quién en estos reinos del amor,

quién por algo contundente.

Y quién por avalancha, quién por polvo,

quién por su avaricia, quién por su hambre.

¿Y quién diré que está decidiendo?

 

Y quién por valiente consentimiento,

quién por accidente,

quién en soledad, quién en este espejo.

Quién por orden de su dama,

quién por su propia mano,

quién en mortales cadenas, quién en poder.

¿Y quién diré que está decidiendo?

 

La otra canción que quería traerles hoy es la novísima (2023) “¡Tenés que arder!”, de Metallica. Acá no hay apuro, las canciones de Metallica duran hasta lo que quieran ellos: seis minutos y medio, en este caso. Para canción de metal, es casi una balada, con un ritmo marcado pero lento, en el que destacan, como siempre, la notable batería de Lars Ullrich y la voz (bastante conservada, para los años que lleva gritacantando) de James Hetfield.

Aquí se trata el candente (cuac) tema de la llamada “cultura de la cancelación”, y cómo por cualquier cosa (a veces graves, pero otras no tanto) alguien es “quemado/a en la hoguera” en una “caza de brujas” (hay referencias a las brujas de Salem y a la Inquisición española). El cantor se dirige a esa persona que, desde las sombras, empieza a hacer girar los mecanismos, a quien juega con el fófforo encendido mientras decide a qué bruja va a incendiar ahora; y la conclusión de la canción es que él mismo, el del fófforo, es quien debería arder primero. Porque si vamos a hacerlo, vamos a hacerlo bien, como decía (el caballero de) Olmedo.


https://www.youtube.com/watch?v=J2dvJP_F1bo&t=3s

You must burn!

 

Catch a fire and burn all the misery

Foul fingers spin mob mentality

Anger on the rise as the flames grow higher

Choke on the smoke of the funeral pyre, backfire

 

Killing all we've learned

History will burn

Burn it

Smile as it burns to the ground

The perfect don't want you around

Question yourself, you may learn

Who's the next witch you must burn?

You must burn!

 

In the name of hell, henchmen to conspire

Black figures loom as a dark desire

Inquisition served, build your enemy

Tied to the stake, torching heresy, flame out

 

Killing all we've learned

History will burn

Burn it

Smile as it burns to the ground

The perfect don't want you around

Question yourself, you may learn

You are the witch, you must burn

You must burn!

 

In the heat of the night

In the moon's shining light

Feed the appetite

¡Tenés que arder!

 

Prender un fuego y quemar toda la miseria,

dedos sucios hacen girar la mentalidad de masas

la furia está en alza mientras las llamas suben,

te ahogás con el humo de la pira funeraria,

fuego amigo.

 

Matás todo lo que aprendimos,

la historia tiene que arder,

quemala.

Sonreí mientras se quema hasta la raíz,

lo perfecto no te quiere cerca.

Preguntate a vos mismo, podés descubrir:

¿quién es la próxima bruja que vas a quemar?

¡Tenés que arder!

 

En el nombre del infierno, secuaces conspiran,

Figuras negras se ciernen como un deseo oscuro

La Inquisición está servida, identificá a tu enemigo

Atalo a la estacada, incendiá la herejía, apagala.

 

Matás todo lo que aprendimos,

la historia tiene que arder,

quemala.

Sonreí mientras se quema hasta la raíz,

lo perfecto no te quiere cerca.

Preguntate a vos mismo, podés descubrirlo:

vos sos la bruja, tenés que arder.

¡Tenés que arder!

 

Al calor de la noche,

en la brillante luz de la luna

saciá el apetito.

 

Ya consumí todo mi oxígeno, creo. Como bonus track, va un clip de la canción “La doncella de Orleans”, de la banda Orchestral Manoeuvres In The Dark, con imágenes de la película Juana de Arco (de 1999, con Leelee Sobieski en el papel de Juana), donde podemos ver quién por flecha, quién por fuego y quién por luz divina.

https://www.youtube.com/watch?v=Ks-jovhNmE0

 

Y eso es todo, chau, me apago como la llamita del piloto de un calefón al que no le anda bien la termocupla.

DJ Vago

martes, 27 de agosto de 2024

Llorá(,) negro

 “When the party´s over”, de Billie Eilish (2018), “Warwick Avenue”, de Duffy (2008) y “Lágrimas negras” de Miguel Matamoros (1929)

 

Hoy, continuando la serie “Si querés llorar, llorá”, vamos con canciones que comparten una curiosa forma de llorar. Así como en la inefable canción “Azul” Cristian Castro nos enseña que “cuando hay perdón” las lágrimas son azules, aquí, en estas tres canciones, las lágrimas son negras. Y ese color significa, al parecer, que alguien está dejando a alguien, porque los tres temas en cuestión son sobre eso, sobre una relación que se terminó o se está terminando.


Empiezo en cronológico. El bolero “Lágrimas negras”, del compositor cubano Miguel Matamoros, ya tiene casi un siglo de vida. Hay muchas versiones (la de Diego Cigala hecha en flamenco es muy buena, por ejemplo), pero elegí la versión de otro músico cubano, Compay Segundo. La idea de la canción es que cuando ella lo trata mal, él llora lágrimas negras, de sufrimiento. Pero al saber que ella lo quiere abandonar, él asegura que igual no va a dejar que ella lo deje de ninguna manera, porque sufriría mucho, “y yo no quiero sufrir”. Un filósofo. Es gracioso que él la llama “mi santa”, aunque luego se da a entender que ella lo engaña (mediante la imagen de dos jardineros que cuidan una misma flor). No me gustan los boleros, ya saben (o deberían saberlo, a esta altura), así que no hablaré mucho más sobre este tema. Solo decir que originalmente iba a ser un tango (podría haberlo sido, por la letra), pero terminó siendo una mezcla de bolero y son cubano o, si prefieren, un bolerosón (la palabra existe eh, no la estoy inventando, aunque parezca).

https://www.youtube.com/watch?v=XJSOT2Vpko0

Lágrimas negras

Aunque tú me has echado en el abandono,

aunque tú has muerto todas mis ilusiones,

en vez de maldecirte con justo encono

en mis sueños te colmo

de bendiciones

 

Sufro la inmensa pena de tu extravío,

siento el dolor profundo de tu partida

y lloro sin que sepas que el llanto mío

tiene lágrimas negras

como mi vida

 

Tú me quieres dejar,

yo no quiero sufrir:

contigo me voy, mi santa,

aunque me cueste morir.

 

Un jardinero de amor siembra una flor y se va,

otro viene y la cultiva, ¿de cuál de los dos será?

 

La segunda canción es de la galesa Duffy (Aimee Anne Duffy), una cantautora muy talentosa que tuvo una carrera muy breve (sacó solo tres discos, entre 2007 y 2010, y luego se encerró para intentar recomponer su vida, luego de ser víctima de un secuestro espantoso).

Acá también es ella la que lo deja a él, pero ahora estamos escuchando el punto de vista de ella. Ella le pide que se encuentren a la salida del subte (el título de la canción, “Avenida Warwick”, es el nombre de una estación del subterráneo de Londres) para hablar, pero le avisa que eso no significa que están bien, sino que ella, dolida porque él “la lastimó”, va a dejarlo “por última vez” (con lo que vemos que ya fueron y vinieron varias veces antes). Ella le dice “pensás que estás amando, pero no me amás a mí”.

¿Y dónde están las lágrimas negras? No en la letra de la canción, sino en el clip, que es simplemente Duffy adentro de un auto que se aleja de Warwick Avenue, y donde lo único que hace ella (además de cantar) es llorar y llorar, llorar y llorar. Y se le corre el rímel, y por eso las lágrimas se van poniendo negras. En un momento el llanto le impide seguir cantando, pero la canción sigue, por lo que descubrimos que estaba haciendo playback: con lo cual su única actividad verdadera era llorar por ese desamor, por esa separación.

Duffy dijo una palabras muy geniales, cuando habló del videoclip: “Mientras escribía la canción, pensé que ya lo había superado todo, pero cuando llegué al set del videoclip me puse un poco mal. El llanto salió de la nada. Escribir canciones puede ser raro. Es como escribir con sangre en la pared, a la vista de todos. Y es sangre de verdad, porque son tus emociones personales las que están brotando”.

https://www.youtube.com/watch?v=ScSHEnFNRck

 

Warwick Avenue

 

When I get to Warwick Avenue
Meet me by the entrance of the tube
We can talk things over a little time
Promise me you won't step out of line

 

When I get to Warwick Avenue
Please drop the past and be true
Don't think we're okay just because I'm here
You hurt me bad but I won't shed a tear

 

I'm leaving you for the last time, baby
You think you're loving but you don't love me
I've been confused, out of my mind lately
You think you're loving but I want to be free
Baby you've hurt me

 

When I get to Warwick Avenue
We'll spend an hour, but no more than two
Our only chance to speak once more
I showed you the answers, now here's the door

 

When I get to Warwick Avenue
I'll tell you baby that we're through

 

All the days spent together, I wished for better
But I didn't want the train to come
Now it's departed, I'm broken-hearted
Seems like we never started

Avenida Warwick

Cuando llegue a la avenida Warwick,

Encontrame en la entrada del subte.

Podemos hablar las cosas durante un rato,

prometeme que no te vas a pasar de la raya.

Cuando llegue a la avenida Warwick,

por favor dejá el pasado y sé sincero.

No pienses que estamos bien solo porque estoy ahí,

Me lastimaste mucho pero no derramaré una lágrima.

 

Te dejo por última vez, nene.

Pensás que amás, pero no me amás a mí.

Estuve confundida, fuera de mí últimamente.

Pensás que amás, pero yo quiero ser libre.

Nene: me lastimaste.

 

Cuando llegue a la avenida Warwick,

Estaremos una hora, pero no más de dos.

Nuestra última oportunidad de hablar de nuevo.

Te mostré la solución, ahora ahí tenés la puerta.

Cuando llegue a la avenida Warwick,

Te diré, nene, que ya fuimos.

Los días que pasamos juntos, esperé que todo mejorara

Pero no quería que llegara el tren.

Ahora ya partió y tengo el corazón roto,

es como si nunca hubiéramos empezado.

 

Y por último, vamos con el tema más nuevo, “Cuando la fiesta terminó”, de Billie Eilish, de 2018.

Acá no es del todo claro si él la dejó a ella o ella lo dejó a él, pero en todo caso, se dejaron, y ella no está feliz con eso, por más que intente autoconvencerse de que es lo mejor. La canción suena como un coral lento, como una canción de iglesia (me recuerda mucho, en eso, a “No need to argue”, uno de mis temas favoritos de los Cranberries).

La canción es bastante depre, como muchas de las de Billie Eilish; pero lo más tremendo es el videoclip, que es, como el de Duffy, de una gran simplicidad: aquí ella, con su pelo azul eléctrico (Cristian Castro le dio un me gusta), vestida de blanco, sentada en una silla delante de una especie de mesa blanca, con un fondo blanco y con piso blanco, y arriba de la mesita solo hay un vaso de vidrio con un líquido negro (que no sabemos qué es, pero no parece tinto, sino tinta). En el minuto 1 del clip ella agarra el vaso y se lo toma, y al llegar al minuto 2 empieza a llorar lágrimas negras, pero acá no hay ninguna discreción, como pedía Compay Segundo, ni siquiera como Duffy que se enjuga el llanto: Billie llora a chorros, es un llanto pornográfico, y la marea negra de su llanto hace un enchastre digno de anuncio de quitamanchas que más que generarnos tristeza, parece meternos de prepo en un capítulo de The Walking Dead. A pesar de (o por) eso, es un gran clip, y es una muy buena canción.

https://www.youtube.com/watch?v=pbMwTqkKSps

 

When The Party's Over

 

Don't you know I'm no good for you?

I've learned to lose you, can't afford to

Tore my shirt to stop you bleedin'

But nothin' ever stops you leavin'

 

Quiet when I'm comin' home and I'm on my own

I could lie, say I like it like that, like it like that

I could lie, say I like it like that, like it like that

 

Don't you know too much already?

I'll only hurt you if you let me

Call me friend but keep me closer (call me back)

And I'll call you when the party's over

 

But nothin' is better sometimes

Once we've both said our goodbyes

Let's just let it go

Let me let you go

Cuando la fiesta terminó

 

¿No sabés que no te hago bien?

Aprendí a perderte, no puedo darme el lujo de vos.

Rasgué mi camisa para parar tu sangrado,

pero nada evitó que te fueras.

 

Silencio cuando llego a casa y estoy sola,

Podría mentir y decir que me gusta eso así, que me gusta eso así.

Podría mentir y decir que me gusta eso así, que me gusta eso así.

 

¿No sabés demasiado, ya?

Solo te voy a lastimar si me das permiso.

Decime amiga pero manteneme cerca (devolveme el llamado)

Y te llamaré cuando la fiesta haya terminado.

 

Pero nada es mejor, a veces.

Una vez nos dijimos nuestros adioses.

Vamos a dejarlo ir.

Dejame que te deje ir.

 

 

Y con eso termino por hoy, vamos a dejarnos por esta semana. No lloren, que me arruinan los pañuelos.

DJ Vago

martes, 30 de julio de 2024

Traed las mangueras

“London´s burning”, tradicional infantil anónimo (s. XVII), y canción homónima de The Clash (1977)

 

Continuando la fogosa serie “La única canción que ilumina es la que arde” vamos ahora con canciones sobre fuegos desatados que, por incendiar, incendian ciudades enteras.



Y no cualquier ciudad o pueblo, sino la capital, la ciudad más grande disponible. Escucharemos dos canciones distintas, pero que se titulan igual: “Arde Londres” (“London´s burning”). Seguramente muchos recordarán la música, porque es una canción infantil ultraconocida (que tiene ya … ¡más de 400 años!), y la letra en castellano (que es, de hecho, más simpática y con más onda que la letra “original” en inglés). Esta canción se usaba con frecuencia en los coros de primaria, porque es un ejemplo ultrasencillo y ultrafácil de canon (cantan varias voces superpuestas, en una especie de fuga, pero más básica que la tabla del dos).

La letra es re básica también, y consta de cuatro versos:

- El primer verso repite el título, avisándonos (dos veces) que la ciudad de Londres está en llamas (esta canción remite al gran incendio de Londres en 1666, aunque ya había otra letra anterior, con la misma música, sobre un incendio en Edimburgo, Escocia, en 1580). y hay variantes con letras cambiadas para ajustarse a otras ciudades (como Arte Amsterdam, etcétera).

- El segundo verso pide que “traigan las autobombas” (aunque claro, en 1666 esas “autobombas” eran carros tirados por caballos que transportaban bombas de agua pero no tenían mangueras, por lo que su efectividad era prácticamente nula).

- El tercer verso se limita únicamente a constatar que hay fuego (repitiendo esa palabra cuatro veces).

-  El último verso pide, bastante obviamente, que le tiren agua al fuego para apagarlo (como curiosidad, el incendio real del año 1666 en Londres se logró apagar gracias a un cambio en el viento y al uso de disparos desde la Torre de Londres para armar “cortafuegos” que fueron aislando los focos del incendio; el agua tardaba demasiado en llegar y no llegaba en las cantidades requeridas).

En castellano, los dos últimos versos son mucho más simpáticos, y no repiten las palabras, como la versión en inglés: ¡Socorro, bomberos! Traed las mangueras. Es un anacronismo, porque como dije, en esa época (siglo 17) no había aún mangueras, pero bueno, uno se puede imaginar un incendio actual, con autobombas actuales y mangueras actuales (que es lo que se hace en la versión animada de la canción que traigo aquí):

https://www.youtube.com/watch?v=zrA6IY4c9io

 

London's burning

 

London's burning, London's burning.

Fetch the engines, fetch the engines.

Fire fire, Fire Fire!

Pour on water, pour on water.

 

Arde Londres

 

Arde Londres, arde Londres.

Traigan los carros, traigan los carros.

¡Fuego, fuego! ¡Fuego, fuego!

Tiren agua, tiren agua.

 

(Arde Londres, arde Londres.

Se incendia, se incendia.

¡Socorro, bomberos!

Traed las mangueras.)


Y acá va la versión en castellano por el conjunto Promúsica de Rosario: 

https://www.youtube.com/watch?v=7Vtu6Fx3pCU

 

La canción “Arde Londres” del grupo punk The Clash, en su primer disco (1977), retoma el título y el tema del incendio, pero no la melodía original. Musicalmente es una típica canción punk de dos minutos y en 2/4, mal cantada a propósito (ningún cantante punk que se precie va a abrir la boca para que se le entienda lo que está cantando) y ejecutada con energía pero sin muchos matices ni virtuosismos. A mí me gusta mucho, igual; pero es porque me gustan las canciones punk, con sus (evidentes) limitaciones y todo.

Aquí el incendio es metafórico: ahora Londres se incendia… de aburrimiento. La gente da vueltas en sus autos sin saber adónde ir, o está dentro de su casa mirando la televisión como unos zombis, y el cantor va y viene en auto, en subte o caminando por calles vacías, sin llegar nunca a ningún lugar interesante. Es gracioso que en el estribillo se le pide a quien escucha “discá 99999”, acción que no va a llegar a buen puerto, porque el número de emergencias en Gran Bretaña es el 999 y nos estarían sobrando dos cifras.

 

https://www.youtube.com/watch?v=I6XijqjtJoA

 

London's burning

 

All across the town, all across the night

Everybody's drivin' with full headlights

Black or white you turn it on,

you face the new religion

Everybody's sittin' 'round watching television

 

London's burning (With boredom now)

London's burning (Dial 99999)

 

I'm up and down the Westway,

in and out the lights

What a great traffic system, it's so bright

I can't think of a better way to spend the night

Than speedin' around

underneath the yellow lights

 

London's burning (With boredom now)

London's burning (Dial 99999)

 

Now I'm in the subway and I'm lookin' for the flat

This one leads to this block,

this one leads to that

The wind howls through the empty blocks looking for a home

I run through the empty store

because I'm all alone

 

London's burning (With boredom now)

London's burning (Dial 99999)

Arde Londres

 

Por toda la ciudad, toda la noche

todo el mundo maneja con las luces altas.

Negro o blanco, lo encendés,

enfrentás la nueva religión:

todo el mundo sentado mirando televisión.

 

Arde Londres (de aburrimiento, ahora)

arde Londres (discá 99999).

 

Voy de arriba a abajo por el Westway,

las luces van y vienen.

Qué gran sistema de tránsito, ¡es brishante!

No puedo pensar una forma mejor de pasar la noche / que dar vueltas y acelerar

bajo las luces amarillas.

 

Arde Londres (de aburrimiento, ahora)

arde Londres (discá 99999).

 

Ahora estoy en el subte y busco el depto.

Este lleva a esta cuadra, este otro lleva a esa.

El viento silba por las calles vacías buscando un hogar.

Corro por el almacén vacío

porque estoy completamente solo.

 

Arde Londres (de aburrimiento, ahora)

arde Londres (discá 99999).

 

Lo más atractivo de estas canciones (siempre en mi humilde (pero más brishante que el sistema de tránsito) opinión) es imaginarse la gran ciudad incendiándose. No por la gente que vive allí, sino por lo que simbolizaría ese incendio: un arder del sistema establecido, del establishment, del gobierno nefasto, del capitalismo (grasa) de las capitales.

Esto se ve con más claridad en la canción “Fire on Babylon” (“Fuego en Babilonia”) de Sinnead O´Connor (considérenlo un bonus track). La gran ciudad, la Vil Babilonia, es culpable de matar a nuestra familia y de quitarnos todo lo (poco) bueno que teníamos, por lo que verla arder es un acto de justicia y, sobre todo, un cambio. El fuego como agente de cambio hace que veamos estos incendios de la gran ciudad como algo simpático y más alegre de lo que quizá deberíamos.

Acá va el clip de “Fire on Babylon”, con una Sinead con pelo (se parece a una joven Winona Ryder) que lucha, cual una Juana de Arco, contra las maquinarias de la ciudad ardiente.

https://www.youtube.com/watch?v=42ygF5Vy7-g

 

Y eso es todo por hoy, los dejo porque me acabo de dar cuenta de que dejé algo en el fuego.

DJ Vago


martes, 9 de julio de 2024

Si querés llorar, no llores

“No, woman, no cry” de Bob Marley & The Wailers (1975)

 

Continuando con la serie “Si querés llorar, llorá”, sobre canciones de llanto, vamos con las canciones en las que se le pide a alguien que no llore.


 Pero esas canciones son muchas (más que muchas), así que en representación voy a comentar solo mi favorita, “No, mujer, no llores”, de Bob Marley, compuesta en 1974 y grabada en vivo en Londres en el 75, en lo que fue el primer hit de Bob y su banda (The Wailers) y, consecuentemente, el primer hit del reggae jamaiquino a nivel mundial.

 

Es un reggae lento, una balada en la que, desde el comienzo hasta el final, se le pide, básicamente, a una mujer que no llore. Pero (y eso es parte de su genialidad) no es una canción de amor, ojo. Esa mujer a la que se le canta es una hermana (o está presentada como una hermana, al menos), alguien que comparte nuestra vida pero también compartió nuestro pasado.

 

En la primera estrofa, el recuerda ese pasado que compartieron, en el barrio pobre de monoblocs de los suburbios, y cómo los hipócritas se mezclaban con la gente buena (me encanta cómo Bob sabía volver profundamente política hasta a la canción más sentimental). Y le dice que aunque les espera un gran futuro, no deben olvidarse de ese pasado que los hizo lo que hoy son (con esos amigos que tienen, y esos amigos que perdieron a lo largo del camino).

 

Si la primera estrofa era emotiva, la segunda es tremenda: él recuerda cómo Georgie (¿otro hermano, un amigo?) prendía el fuego y cocinaban la polenta (él compartía su porción con ella, con la hermana) y termina reflexionando que no tiene mucho en la vida, pero que tiene que seguir adelante (aunque lo dice en una forma muy bella: “mis pies son mi único carruaje”); pero que mientras él no esté, ella no se preocupe, porque todo va a estar bien, así que haría bien en dejar de llorar; pero no lo dice como una orden, ni siquiera como consejo, sino como un intento (quizá destinado a fracasar, pero eminentemente humano) de hermanado consuelo.

 

En fin: una hermosa canción. Que se haya vuelto famosa (es aún hoy una de las más famosas de Bob Marley), curiosamente, no evita que sea muy malescuchada (como pasa con muchas canciones de Bob, la gente tararea la melodía pero no presta mayor atención a la letra). Incluso hay muchos gringos que leen mal el título, eliminando la primera coma, y en vez de “No, mujer, no llores” leen “No mujer, no llanto” e interpretan, terraplanista y libertariamente, que la canción propone que si no se tiene una relación sentimental con una mujer, no hay motivos para llorar. En fin, qué decirles, este es el mundo que tenemos: no lloren. O sí lloren.

 

El nuevo videoclip oficial de la canción es (como está de moda hacer) una minipelícula en la que se ven momentos cotidianos de una familia pobre en Jamaica. Innecesario, pero no está mal (en el comienzo del clip ponen el título mal, con la coma faltante, lo que me parece una leve falta de respeto).

https://www.youtube.com/watch?v=IT8XvzIfi4U

No, woman, no cry

 

No, woman, no cry

No, woman, no cry

 

I remember when we used to sit

in the government yard in Trenchtown

observing the hypocrites

mingle with the good people we meet.

 

Good friends we have,

good friends we've lost

along the way

In this great future,

you can't forget your past

So dry your tears, I say.

 

No, woman, no cry

No, woman, no cry.

Little darlin', don't shed no tears

No, woman, no cry

 

I remember when we used to sit

in the government yard in Trenchtown

and then Georgie would make the fire lights

a log wood burnin' through the night

Then we would cook cornmeal porridge

Of which I'll share with you

My feet is my only carriage

and so I've got to push on through

 

But while I'm gone

everything's gonna be alright

 

So no, woman, no cry

No, woman, no cry.

No, mujer, no llores

 

No, mujer, no llores.

No, mujer, no llores.

 

Recuerdo cuando nos sentábamos

en el patio del barrio estatal en Trenchtown

observando cómo los hipócritas

se mezclaban con la buena gente que conocimos.

 

Buenos amigos tuvimos,

buenos amigos perdimos

a lo largo del camino.

En este gran futuro

no podés olvidar tu pasado,

así que secá tus lágrimas, digo.

 

No, mujer, no llores.

No, mujer, no llores.

Queridita, no derrames lágrimas.

No, mujer, no llores.

 

Recuerdo cuando nos sentábamos

en el patio del barrio estatal en Trenchtown

y luego Georgie prendería el fuego,

la leña ardería durante toda la noche.

Después cocinaríamos polenta,

que compartiría con vos.

Mis pies son mi único carruaje,

Así que tengo que darle para adelante.

 

Pero mientras no esté,

todo va a estar bien.

 

Así que no, mujer, no llores.

No, mujer, no llores.

 

 

 De las demás canciones de este grupo, voy a mencionar solo algunas más.

- Mi segunda favorita del grupo (estuve a punto de comentarla, pero [¿qué esperaban?] me dio fiaca) es “Boys don´t cry” (“Los varones no lloran” [o, si prefieren, “Los chicos no lloran”, aunque no es esa la idea]) de The Cure en 1980, una gran canción (una de las más famosas de la banda) en la que el cantor le habla a ella, su amada que lo dejó, y le confiesa que sabe que la ruptura fue culpa de él, que se pasó de rosca, y está muy muy arrepentido y apenado porque ella se haya ido; pero esconde sus lágrimas, porque se sabe que los chicos varones no deben llorar. El clip es básico pero está bien: unos chicos simulan tocar la canción, mientras los músicos adultos aparecen detrás de ellos como sombras danzantes de ojos rojos.

https://www.youtube.com/watch?v=9GkVhgIeGJQ

  

- “Los hombres grandes no lloran”, de Tim McGraw: un tipo grandote con sombrero de cáuboi se conmueve hasta las lágrimas y hace temblar los cimientos country de su existencia ante la sonrisa de un niñe, la mirada de la mujer amada y otros milagros cursis de la vida.

https://www.youtube.com/watch?v=TQjp5s6DJlw

 

- “Los cowboys no lloran”, de Oliver Tree. La canción es buena, pero el videoclip es realmente desopilante, es imposible no reírse al mirarlo. Él la extraña a ella y le pide que le dé una oportunidad más, porque “el amor es como un círculo, no hay una forma fácil de terminarlo”. En el final del clip, él llora lágrimas negras, como Billie Eilish en “Cuando termina la fiesta” (canción que quizás comentaré hacia el final de esta serie).

https://www.youtube.com/watch?v=UEoU6VbHs2c

 

- “Las chicas grandes no lloran”, por Frankie Valli y los Four Seasons  en el 62. Seguro no sabían que sabían esta canción, pero cuando oigan el “iá, iá, iá” seguro la reconocerán. Él corta con la novia y espera que ella le ruegue que sigan juntos, pero para su sorpresa, ella lo toma con entereza y dice “está bien, las chicas grandes no lloran”… y se va, dejándolo a él arrepentido por la idiotez que hizo.

https://www.youtube.com/watch?v=zRZpaxBMJRU

 

- “Las chicas grandes no lloran” (mismo título que la canción previa, pero esta es diferente), de Fergie. Ella le habla a él, que la dejó (no sabemos si momentánea o definitivamente), y le dice que está todo bien, que ahora se va a quedar lo más bien con ella misma, meditando y autoconociéndose, porque ya es una chica grande, y las chicas grandes no lloran. No es una gran canción, la verdad, pero Fergie se pasea con poca ropa durante tres de los cuatro minutos que lograron extender la balada, así que le doy un like nomás, tampoco soy de piedra.

https://www.youtube.com/watch?v=agrXgrAgQ0U

 

- “La nena no llora”, de Cuarteto de Nos. Me encanta esta banda uruguaya, ya saben, pero esta canción, no por bienintencionada, es buena. El cantor le habla a la hija dejándose sus enseñanzas, tipo Martín Fierro, para que sea feliz en la vida, pero el resultado es machacón, cursi y (en mi opinión al menos) súper denso. https://www.youtube.com/watch?v=IaZzr5dV6oU

 

Y bueno, dejo afuera millones de otros temas, como “No llores por mí Argentina” (Evita me cae simpática pero no me gusta la canción, sorry) y los infinitos “No llores” (en castellano, inglés y en todos los idiomas que quieran), incluyendo los insufribles temas idénticos de reguetoneros varios que se creen que inventaron el agua tibia.

 

Y me voy a llorar por mí, por Argentina, por el desfile, por el frío, por la casita de Tucumán, por la música y por lo que se me ocurra, porque quién les dijo que los diyeis no lloran, después de todo.

DJ Vago