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domingo, 1 de septiembre de 2024

Quien juega con fófforos

 

“Who by fire”, de Leonard Cohen (1974), y “You must burn!” de Metallica (2023)

Termina hoy la serie “La única canción que ilumina es la que arde” con canciones sobre lo que sucede cuando el fuego actúa sin control sobre el cuerpo de un ser humano (alerta spoiler: se muere).


Elegí dos canciones bien diferentes. La primera, del inefable Leonard Cohen (cuyas canciones solo pueden compararse con otras canciones de él mismo), titulada “Quién por fuego”, dura dos minutos, como una canción punk, solo que claro, es de Leonard Cohen, así que es lo opuesto de una canción punk.

La canción es, básicamente, una larga enumeración de elementos (personas, en este caso), y cada elemento se inicia con un “quién”: quién así, quién asá. La canción no lo dice, pero rápidamente nos damos cuenta de que lo que hacen todas esas personas, lo que tienen en común para compartir esta larga enumeración, es morir. Cuando Leonard dice “Quién por fuego”, está preguntándose quién va a morir a causa del fuego.

Esta es una versión del rezo hebreo “Unetanneh Tokef”, que se canta en Yom Kippur (Leonard lo escuchaba desde niño en la sinagoga), en el que se describe cómo Dios mira en el Libro de la Vida y decide el destino de cada alma para el año que empieza: quién va a vivir y quién va a morir (y cómo).

Leonard introduce algunas formas “modernas” de morir (por barbitúricos, por polvo), pero el verdadero aporte de la canción respecto del rezo sagrado es la pregunta con que cierra cada estrofa: “¿Y quién diré que está decidiendo?” (es decir, quién está llamando a cada cual a morir, y a hacerlo de tal o cual manera). Esa duda sobre la existencia o no de dios, de algún dios, es el toque personal y humano en esta canción que, de no tenerlo, sería prácticamente un cántico religioso, pero es, por suerte, una inolvidable canción de ¿rock? sobre la muerte y (indirecta pero inevitablemente) el reverso de su moneda, la vida.

 

https://www.youtube.com/watch?v=pDpfGW9CMeA

 

Who by fire

 

And who by fire, who by water

Who in the sunshine, who in the night time

Who by high ordeal, who by common trial

Who in your merry merry month of May, who by very slow decay

And who shall I say is calling?

 

And who in her lonely slip,

who by barbiturate

Who in these realms of love,

who by something blunt

And who by avalanche, who by powder

Who for his greed, who for his hunger

And who shall I say is calling?

 

And who by brave assent,

who by accident

Who in solitude, who in this mirror

Who by his lady's command,

who by his own hand

Who in mortal chains, who in power

And who shall I say is calling?

Quién por fuego

 

Y quién por fuego, quién por agua,

quién al sol, quién por la noche.

Quién por alta ordalía, quién por juicio corriente,

quién en tu feliz feliz mes de mayo,

quién por muy lenta decadencia.

¿Y quién diré que está decidiendo?

 

Y quién en su sueño solitario,

quién por barbitúricos,

quién en estos reinos del amor,

quién por algo contundente.

Y quién por avalancha, quién por polvo,

quién por su avaricia, quién por su hambre.

¿Y quién diré que está decidiendo?

 

Y quién por valiente consentimiento,

quién por accidente,

quién en soledad, quién en este espejo.

Quién por orden de su dama,

quién por su propia mano,

quién en mortales cadenas, quién en poder.

¿Y quién diré que está decidiendo?

 

La otra canción que quería traerles hoy es la novísima (2023) “¡Tenés que arder!”, de Metallica. Acá no hay apuro, las canciones de Metallica duran hasta lo que quieran ellos: seis minutos y medio, en este caso. Para canción de metal, es casi una balada, con un ritmo marcado pero lento, en el que destacan, como siempre, la notable batería de Lars Ullrich y la voz (bastante conservada, para los años que lleva gritacantando) de James Hetfield.

Aquí se trata el candente (cuac) tema de la llamada “cultura de la cancelación”, y cómo por cualquier cosa (a veces graves, pero otras no tanto) alguien es “quemado/a en la hoguera” en una “caza de brujas” (hay referencias a las brujas de Salem y a la Inquisición española). El cantor se dirige a esa persona que, desde las sombras, empieza a hacer girar los mecanismos, a quien juega con el fófforo encendido mientras decide a qué bruja va a incendiar ahora; y la conclusión de la canción es que él mismo, el del fófforo, es quien debería arder primero. Porque si vamos a hacerlo, vamos a hacerlo bien, como decía (el caballero de) Olmedo.


https://www.youtube.com/watch?v=J2dvJP_F1bo&t=3s

You must burn!

 

Catch a fire and burn all the misery

Foul fingers spin mob mentality

Anger on the rise as the flames grow higher

Choke on the smoke of the funeral pyre, backfire

 

Killing all we've learned

History will burn

Burn it

Smile as it burns to the ground

The perfect don't want you around

Question yourself, you may learn

Who's the next witch you must burn?

You must burn!

 

In the name of hell, henchmen to conspire

Black figures loom as a dark desire

Inquisition served, build your enemy

Tied to the stake, torching heresy, flame out

 

Killing all we've learned

History will burn

Burn it

Smile as it burns to the ground

The perfect don't want you around

Question yourself, you may learn

You are the witch, you must burn

You must burn!

 

In the heat of the night

In the moon's shining light

Feed the appetite

¡Tenés que arder!

 

Prender un fuego y quemar toda la miseria,

dedos sucios hacen girar la mentalidad de masas

la furia está en alza mientras las llamas suben,

te ahogás con el humo de la pira funeraria,

fuego amigo.

 

Matás todo lo que aprendimos,

la historia tiene que arder,

quemala.

Sonreí mientras se quema hasta la raíz,

lo perfecto no te quiere cerca.

Preguntate a vos mismo, podés descubrir:

¿quién es la próxima bruja que vas a quemar?

¡Tenés que arder!

 

En el nombre del infierno, secuaces conspiran,

Figuras negras se ciernen como un deseo oscuro

La Inquisición está servida, identificá a tu enemigo

Atalo a la estacada, incendiá la herejía, apagala.

 

Matás todo lo que aprendimos,

la historia tiene que arder,

quemala.

Sonreí mientras se quema hasta la raíz,

lo perfecto no te quiere cerca.

Preguntate a vos mismo, podés descubrirlo:

vos sos la bruja, tenés que arder.

¡Tenés que arder!

 

Al calor de la noche,

en la brillante luz de la luna

saciá el apetito.

 

Ya consumí todo mi oxígeno, creo. Como bonus track, va un clip de la canción “La doncella de Orleans”, de la banda Orchestral Manoeuvres In The Dark, con imágenes de la película Juana de Arco (de 1999, con Leelee Sobieski en el papel de Juana), donde podemos ver quién por flecha, quién por fuego y quién por luz divina.

https://www.youtube.com/watch?v=Ks-jovhNmE0

 

Y eso es todo, chau, me apago como la llamita del piloto de un calefón al que no le anda bien la termocupla.

DJ Vago

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