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y con que le guste al diyei alcanza

lunes, 19 de noviembre de 2012

[4] Ma sí, andá y que te garúe finito


“Take it all”, de Adele, en su álbum 21 (2011)



A los 19 años, Adele lanzó su disco 19, y se perfiló como una de las más prometedoras figuras de la música joven mundial. A los 21, sacó su disco 21 y confirmó, por un lado, que no es muy ingeniosa para los títulos; y por otro, que ya no era ninguna promesa, sino una realidad avasallante. Ganó todos los premios que se puedan imaginar, vendió carradas de discos y barrió con otras estrellas “brit” como Katie Perry (cuyo principal talento musical parece ser un notable escote) y Lady Gaga (que sabe de música, pero no deja de ser una imitadora de Madona).

21 es un gran disco, y tiene una particularidad que nadie que lo haya escuchado entero pudo dejar de percibir: casi todas las canciones tratan del mismo tema. Es un disco temático, y hay pocos de esos; ahora me viene a la mente, como ejemplo, solo 21th Century Breakdown (“La crisis del siglo XXI”) de Green Day, que curiosamente comparte cifra con el disco de Adele.

¿Cuál es el tema de las canciones de 21? El amor contrariado. Recontracontrariado. La historia es más vieja que la escarapela, pero claro, eso no se le puede decir a una piba de 21 años. Ellos se amaban, pero aparentemente algunos aportaban más que otros a ese verbo, porque él la dejó por otra mucho más alta, más flaca y mejor vestida: una modelo de Burberry (marca inglesa de ropa lujosa). Adele no la pasó bien, pero al menos se las ingenió para que el peor año de su vida, como lo definió mientras recibía su sexto Grammy, le dejara un puñado de canciones espectaculares. Nunca divulgó a la prensa el nombre del tipo que la dejó, pero ese nombre se filtró cuando el muchacho se presentó lo más orondo en los tribunales para exigir que Adele le diera un buen porcentaje de sus ganancias, puesto que él la había “ayudado” a crear esas canciones. Qué caradura.

Adele declaró: “Aparentemente, él creyó que siendo un cretino hijo de puta había colaborado con el proceso creativo”. El punto no recibió dinero, pero sí cierta visibilidad: se supo, por ejemplo, que se hace llamar Slinky Sunbeam. “Slinky” es el nombre de ese resorte de juguete que, bien dirigido, es capaz de bajar escaleras por sí solo (hasta ahí llega su capacidad de diversión). No sé si tiene nombre en castellano, eso, pero ponele que lo bauticemos “resortín”. Si junto ganas, abajo verán una foto del adminículo en cuestión.


Entonces, tenemos a este tipo, Resortín Rayodesol, que es el amor de la vida de Adele. Ahora, con el diario de ayer, es fácil decirle a Adele que no se puede esperar compromiso, lealtad y amor eterno de alguien que se llama Resortín Rayodesol; pero bueno. El hecho es que ella pensaba que “lo tenían todo”, pero él la engañó con la modelo, ella quedó en banda y la pasó mal, y compuso las canciones que juntó en su disco: entre canción y canción, va pasando de la estupefacción al odio, al despecho, al rencor, al dolor, al deseo de venganza, a la resignación, hasta llegar a una especie de semi-superación en el último tema del disco (“Someone like you”). En el medio, como para que no sea demasiado, mechó un par de canciones positivas, pero que quedan ahogadas en el mar de lágrimas de los demás temas.

Podría haber elegido casi cualquiera de las canciones del disco, que son muy buenas; opté por una de las menos conocidas: “Take it all”. No es “toma todo”, como la perinola, sino más bien “llevate todo, infeliz”. El infeliz está elidido, en la oración, pero se escucha igual. Seguramente no es la mejor canción del disco, ni la más memorable, pero me gustaron algunas cositas de ella.

Comenzando, por supuesto, por la voz de Adele, resaltada por el minimalista acompañamiento de piano (varias de las canciones del disco tienen solo voz y piano, como si Adele nos señalara que no se necesita más que eso, si la canción es buena). Es impresionante, esa voz de Adelita. No solo canta bien, tiene dos octavas y media de registro y un volumen de voz como para romper ventanas, sino que es tan vulnerable, tan sincera, que uno no puede evitar conmoverse, y dan ganas de ir a buscar a Resortín y patearle el culo hasta gastar las botas. Por ejemplo, cuando Adele dice “todo lo que hago es por ti”, es casi la misma línea de la empalagosísima y mediocre canción de Bryan Adams “Everything I do, I do it for you” que sirvió de tema musical para la también malísima versión fílmica de Robin Hood protagonizada por el maderísimo Kevin Costner; sin embargo, mientras que a Adams uno no le cree ni la hora, es casi imposible no creerle a Adele que todo lo que hace es por él, y que se está derrumbando.

Porque se está desmoronando, y lo dice con todas las letras: “crumbling”. Utiliza “crumble”, el mismo verbo que Gloria Gaynor en “I will survive”: Did you think I crumble? Did you think I´d lay down and die? (“¿Pensaste que me desmoronaría? ¿Pensaste que me echaría y moriría? ¡Minga!” ([el minga está elidido]). Mientras Gloria se niega a desmoronarse, Adele se derrumba, y lo confiesa. Pero al menos le queda un poco de dignidad como para no ponerse a rogar como Jacques Brel (“Ne me quitte pas”), y le dice a Resortín que se vaya nomás, que se lleve todo, dejando el edificio en llamas y la llave del gas abierta. Ese “andá y llevate todo” recuerda un poco al “Ahora vete” de Pimpinela, pero en versión no bizarra.

A mí, esta y otras canciones de Adele me llevan invariablemente a los cuentos de Rulfo, esas historias de desierto incendiado en que el personaje que perdió todo ruega a su verdugo que se acuerde de lo que compartieron antes, que no lo mate, que lo deje al menos vivir. Pero se da cuenta de que no es posible, igual que Adele se da cuenta también: ya la decisión está tomada, él se va a ir aunque ella no se lo diga, se va a ir aunque ella cambie, se adapte y espabile en tiempo récord.

Si la Eneida tuviera banda de sonido, esta canción sería el tema de Dido, que no puede creer que Eneas la deje: “¿Se terminó, entonces? ¿De verdad?”. Primero no puede creerlo, y después no puede soportarlo; se convierte, como Adele, en una “tonta que se desmorona”, y que se queda sin nada, al llevarse el ingrato su amor “sin mirar atrás”, para no quedar convertido en estatua de sal con una mirada de amor despechado.
La repetición constante de este tema puede deprimirte un poco, así que prácticamente no me despegué de la cama en varios días. El delivery de la pizzería se está volviendo mi relación más consolidada: espero que nunca me deje.





Take it all

Didn't I give it all?
Tried my best,
gave you everything I had,
everything and no less,
Didn't I do it right?
Did I let you down?

Maybe you got too used to,
having me around.
Still, how can you walk away,
from all my tears?
It's gonna be an empty road,
without me right here.

But go on and take it,
take it all with you,
don't look back
at this crumbling fool.
Just take it all,
with my love.
Take it all,
with my love.

Maybe I should leave,
to help you see
nothing is better than this,
and this is everything we need.
So is it over?
Is this really it?
You're giving up so easily,
I thought you loved me more than this.

But go on, go on and take it,
take it all with you,
don't look back
at this crumbling fool.
Just take it all,
with my love.
Take it all,
with my love.

I will change if I must,
slow it down and bring it home,
i will adjust.
Oh, if only,
if only you knew,
everything I do is for you.

But go on, go on and take it,
take it all with you,
don't look back,
at this crumbling fool.
Just take it,
take it all with you,
don't look back
at this crumbling fool.
Just take it all,
with my love.
Take it all,
with my love.
Take it all,
with my love.
Llevátelo todo

¿No lo di todo?
Hice lo mejor que pude,
te di todo lo que tenía,
todo y no menos.
¿No lo hice bien?
¿Te defraudé?

Tal vez te acostumbraste demasiado
a tenerme cerca.
Igual, ¿cómo pudiste alejarte
de todas mis lágrimas?
Va a ser un camino vacío
sin mí por acá.

Pero andá y llevátelo,
llevátelo todo,
no mires atrás
a esta tonta que se desmorona.
Solo llevátelo todo,
con mi amor.
Llevate todo,
con mi amor.

Tal vez yo debería irme,
para ayudarte a ver
que nada es mejor que esto
y que esto es todo lo que necesitamos.
¿Se terminó, entonces?
¿De verdad?
Te rendís tan fácilmente,
pensé que me amabas más que esto.

Pero andá, andá y llevátelo,
llevátelo todo,
no mires atrás
a esta tonta que se desmorona.
Solo llevátelo todo,
con mi amor.
Llevate todo,
con mi amor. 

Cambiaré si debo hacerlo,
bajaré un cambio y me espabilaré,
me adaptaré.
Oh, si solo,
si tan solo supieras
que todo lo que hago es por vos.

Pero andá, andá y llevátelo,
llevátelo todo,
no mires atrás
a esta tonta que se desmorona.
Solo llevátelo,
llevátelo todo,
no mires atrás
a esta tonta que se desmorona.
Solo llevátelo todo,
con mi amor.
Llevate todo,
con mi amor. 
Llevate todo,
con mi amor. 



Con un gesto de la ceja izquierda, se despide:
DJ Vago


1 comentario:

  1. comparto, faltaba que le dijera "¡Pérfide! y era Dido
    gracias, Vago! por ele relato

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