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martes, 11 de junio de 2013

[33] Trauma, con “t” de “tembo uma phapha em da bhoka”

“Basket case”, de Green Day, en su álbum Dookie (1994)



Ya a medio camino de la serie dedicada a Varones Conflictuados, aquí va “Basket case”, “Caso perdido” (o, en una traducción más libre y tal vez más rigurosa: “Me chifla el moño”).

Green Day es una banda norteamericana que empezó en el punk, pero se fue abriendo hacia una onda más melódica, aunque mantuvo una onda filo-punk que la hace parecer, en este mundo loco lleno de reggaetón y pop, un grupo heavy, cuando no lo es, o lo es apenitas.


Sus integrantes son, tradicionalmente, tres: Billie Joe Armstrong (el cantante de ojos verdes y mirada de loco, quien es además quien compone la mayoría de los temas), Mike Dirnt en el bajo y en la frenética batería, Tré Cool (imagino que es un seudónimo, o los padres estaban muy drogados cuando lo bautizaron).

Dookie fue un disco muy exitoso, y este tema, “Caso perdido” fue, de ese disco, uno de los más escuchados y pedidos por los fans en los recitales, aún hoy. La canción es, rítmica y armónicamente, un rock más bien tradicional (la secuencia armónica es la misma que la del Canon de Pachelbel), aunque aceleradísimo, y plantea, en primera persona, las dudas sobre la propia salud mental: el yo se declara como un tonto melodramático, paranoico, hipocondríaco, neurótico.



La canción tiene un trasfondo autobiográfico: Billie Joe se sentía exactamente así, a punto de perder la razón, durante toda su adolescencia y poco tiempo después le diagnosticaron que eso que le pasaba eran ataques de pánico.

Pero no es importante que la canción sea autobiográfica: lo interesante es que ese yo, que siente que está a punto de volverse loco y que no puede confiar en su propia mente, al menos busca salir de esa situación, “guardarse” o “ponerse en pausa” por un rato para alcanzar algo de control sobre sí mismo. Y para eso, intenta desesperadamente comunicarse. En primer lugar, con el oyente de la canción, ese “tú” al que le pregunta, así de sopetón y desde el primer verso, si tiene algo de tiempo para escuchar sus quejas, sobre nada en particular pero sobre todo en general.

Y otra cosa importante sobre este tema, y sobre Green Day en particular, es que a ese yo que intenta tan desesperadamente comunicarse no se le entiende un carajo, cuando canta, porque no articula. Como si tuviera una papa en la boca. Sin el librito que viene junto con el disco, o sin guglearlo, casi no hay forma de entender la letra de las canciones, excepto algunas palabras sueltas. Por ejemplo, cuando dice “sometimes”, uno escucha “cho-chai”; o al final del estribillo, donde se pregunta si solo está paranoico o lo que le pasa es efecto de las drogas, uno escucha, en vez de “or am I just stoned”: “oh-gua-cho-es-choun”, lo que podría significar casi cualquier cosa.

Acá tuvimos un caso similar de papismo bucal con Miguel Mateos, a quien el “tirá para arriba” le sonaba como “chirá”. Pero el problema articulatorio de Billie es mucho peor, porque por momentos no se le entiende absolutamente nada (los invito a comprobarlo escuchando en youtube cualquier otro tema de la banda).

Lo cual puede resultar molesto, pero para esta canción es muy coherente, porque esa falta de comprensión por parte del mundo es lo que define a ese pobre pibe, traumado pero al menos con la plata suficiente como para ir a una psicóloga y pagarle para que lo escuche, o llamar a un prostituto y pagarle… para que lo escuche también, porque más allá de que su diagnóstico inicial sea “falta de sexo”, lo que él siente que necesita es que lo escuchen. Al menos, el prostituto tiene la honestidad de decirle que sus problemas no son nada interesantes, sino más bien aburridos y deprimentes.

Esa incomodidad existencial, ese acercamiento involuntario pero aceptado hacia la locura aparece también en el videoclip, que toma como claro intertexto la película “Atrapado sin salida”, con Jack Nicholson (si no la vieron, tienen que verla, es genial). Hacia el final del clip, por ejemplo, Mike rompe la ventana con un lavabo, que es una de las escenas clave de la película; y un poco antes, hacen trampa al tomar la medicación, como Jack, que no se cree loco sino vivo. El video plantea un manicomio, opresivo pero a la vez llamativamente colorinche y alegre, casi sicodélico, donde ellos, los locos, reciben instrumentos musicales y se transforman, sin solución de continuidad, en locos-músicos o viceversa (Billie Joe abre mucho sus ojos color verde marihuana, enfatizando la mirada de locura, lo cual no parece necesario en realidad), que ven pececitos de colores en el aire y a gente con máscaras de chancho alrededor.







Basket case

Do you have the time
to listen to me whine
About nothing and everything all at once?
I am one of those
Melodramatic fools
Neurotic to the bone
No doubt about it.

Sometimes I give myself the creeps
Sometimes my mind plays tricks on me
It all keeps adding up
I think I'm cracking up
Am I just paranoid,
Or am I just stoned?

I went to a shrink
To analyze my dreams
She says it's lack of sex
that's bringing me down
I went to a whore
He said my life's a bore
So quit my whining cause it's bringing her down

Sometimes I give myself the creeps
Sometimes my mind plays tricks on me
It all keeps adding up
I think I'm cracking up
Am I just paranoid?
A ya-ya-ya

Grasping to control
So I better hold on.

Sometimes I give myself the creeps
Sometimes my mind plays tricks on me
It all keeps adding up
I think I'm cracking up
Am I just paranoid?
Or am I just stoned?
Caso perdido

¿Tenés tiempo
para escucharme gimotear
acerca de nada y de todo a la vez?
Soy uno de esos
tontos melodramáticos,
neurótico hasta la médula,
no hay ninguna duda.

A veces me doy escalofríos a mí mismo.
A veces mi propia mente me engaña.
Y todo sigue sumándose,
creo que me estoy quebrando.
¿Solo estoy paranoico,
o es que estoy volado?

Fui a lo de un psiquiatra
para analizar mis sueños,
ella dijo que es la falta de sexo
lo que me bajoneaba.
Fui con un prostituto,
él dijo que mi vida es un embole
así que dejara de lloriquear que la estaba deprimiendo.

A veces me doy escalofríos a mí mismo.
A veces mi propia mente me engaña.
Y todo sigue sumándose,
creo que me estoy quebrando.
¿Solo estoy paranoico?
Ay, ay, ay, ay.

Intentando alcanzar el control,
así que mejor me guardo.

A veces me doy escalofríos a mí mismo.
A veces mi propia mente me engaña.
Y todo sigue sumándose,
creo que me estoy quebrando.
¿Solo estoy paranoico,
o es que estoy volado?



El tema es frecuentemente versionado por adolescentoides rebeldes, o que quieren verse como si fueran rebeldes. Entre las muchas versiones, aquí adjunto (solo para los lectores con espíritu investigativo) dos:

La de la japonesa Nana Kitade, totalmente insufrible: desafío a cualquiera a que pueda escuchar completa esta versión espantosa, yo no pude, estoy tentado a confesar que preferiría escucharme un tema de Arjona.


La de la skater canadiense Avril Lavigne: “Very forgetable”, diría Simon Cowell, porque, más allá de que se hurgue la nariz o abra una birra sin destapador, hace la canción más lenta y menos punzante, con lo que pierde gran parte de su gracia.


Bueno, creo que es todo por ahora. Escribiría más, si alguien me comprendiera. Pero no es el caso.

Chiopro barchipunar, chetespine chastrapralóshima:


ChiChei Vago

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