solo un tema por semana,
y con que le guste al diyei alcanza

lunes, 20 de enero de 2014

[62] Y ardió Troya nomás



“Troy”, de Sinead O´Connor (1987)

A los antedichos, y a Germán Machado.


Para esta penúltima entrega de la serie “Irlandeses tras un gato”, elegí a Sinead O´Connor, quien se hizo famosa cuando versionó, a sus 22 años, el excelente tema de Prince “Nada se compara a ti” (que era, originalmente, una especie de gospel, de cuando Prince todavía no era solista, sino que estaba con la banda The Family). Seguramente recuerden la canción, y si no, al menos recordarán el videoclip con Sinead en primer plano, pelada y vulnerable, vestida de negro y sobre fondo negro: a los cuatro minutos, una lágrima resbala por su mejilla.


Esta canción y Sinead participaron de un mini-revuelo reciente a partir de que Miley Cirus sacara el videoclip de su espantoso tema “Bola de demolición” (“Wrecking ball”), en el que se pasea medio en bolas, y luego totalmente en bolas, sobre una bola de plomo, y lame repetidamente una maza (con zeta, tal vez en un sutil homenaje a “Sledge hammer”, de Peter Gabriel). Les juro que cuando escuché el tema de Miley Cyrus, lo único que me pareció rescatable fue el verso “Yo solo quería romperte las bolas”. Pero después me di cuenta de que había escuchado mal, y ella en realidad dice “paredes” (walls) en vez de “bolas” (balls). Aunque habiendo tantas bolas en el videoclip, comprenderán mi confusión. Así que concluí, al final, que no había absolutamente nada rescatable en esa canción, lo que en cierta forma me tranquilizó, porque implicaba que el leve orden remanente del universo no había sido quebrantado aún, que al Serengueti no había llegado ninguna cebra sin rayas en la última camada, y que Arjona seguía sin ser Aute, Coti no había aún alcanzado a Calamaro y Michael Bublé no era todavía lo mismo que Sinatra. Para los vagos de ánimo investigativo con gustos levemente masoquistas y/o pornográficos, aquí va el link:


https://www.youtube.com/watch?v=BAqmGV6dX_s



Si se fijaron, en el segundo 1 del videoclip Miley, pintarrajeada como una puerta, lagrimea. Bueno, el revuelo comenzó cuando Miley Cyrus declaró que con ese videoclip había querido mostrar vulnerabilidad y tristeza, como Sinead O´Connor en “Nothing compares 2U”, y que dicho videoclip había sido su inspiración. A lo cual Sinead le respondió que, ya que la había mencionado como fuente de inspiración, se permitía aconsejarle que “tienes suficiente talento como para no necesitar que el negocio de la música haga de ti una prostituta” (acuerdo, en líneas generales, excepto con eso del “suficiente talento”), y que ese tipo de videoclips no la hacían a Miley mejor como mujer ni mandaban "buenas señales" a las chicas que la admiraban. A lo que Miley respondió con tweets burlándose de los problemas mentales e intentos de suicidio que había tenido Sinead en los noventas, y varios se subieron a la Gran Bola de Cyrus para atacarla a Sinead. En fin.

Solamente quería decir acá, públicamente (?) que la banco a Sinead.

M. Cyrus solo produce en mí un ferviente deseo de regresar a un pasado en el que no existieran ella ni su novio (o futuro novio, salvo que antes salga del ropero) Justin Biever. En cambio, de Sinead, más allá de su misticismo, sus dudas y sus errores y problemas y lo que sea, igual puedo mencionar, sin un pestañeo, al menos cuatro canciones memorables: “The last day of our acquaintance” (“Hoy es el último día de nuestra relación”), “Thank you for hearing me” (“Gracias por escucharme”, muchos la recordarán como el tema de una ya vieja propaganda de Telefónica), la ya citada “Nothing compares 2 U” (aunque no es de ella, es como si fuera, a esta altura) y la canción elegida como tema de hoy, “Troy” (“Troya”).

[Pero si alguno prefiere a Miley Cyrus, está en todo su derecho. Eso sí, se me va del blog ahorita mismo, y por favor apague la luz antes de irse.]

Volviendo a Troya, antes de que arda. La canción es bastante larga. Comienza muy suavemente, casi a capella con apenas un fondo de violín (que recién al minuto y pico empieza, muy de a poco, a levantarse en un punteo de cuarteto de cuerdas). Ella recuerda una escena íntima en Dublín, una tormenta compartida, varias noches inquietas. Y se pregunta “¿cuándo fue que la luz murió?”, que es una bella forma de lamentarse por lo que ya no existe.


Pero inmediatamente asegura que él (diremos que el Gato es un él, por comodidad) volverá, fénix (no Félix), resurgiendo de sus cenizas. “Y aprenderemos, y nos levantaremos”, un verso conmovedor y filo-troskista.

Aunque el regreso no implica que las cosas cambien o mejoren: él volverá “siendo lo que es”, porque Troya ya ardió (entre ellos), y no hay otra Troya para que la vuelva a quemar (en este momento, 1:52, Sinead tuerce la sílaba burn hasta parecerse un auto de fórmula uno, o una especie de alien).


Comienza entonces una larga “estrofa” de lamento, pedido de disculpas y preguntas incesantes, que (me) recuerdan fuertemente al tema de la próxima semana (que no adelantaré cuál es, aunque alguno tal vez ya se lo imagine):

¿Qué quieres hacer?
¿Te necesita ella tanto como yo?
¿La quieres?
¿Es buena para ti?
¿Te abraza ella como lo hago yo?
¿Me quieres?
¿Debería irme?

Él dice que la ama, pero ella, vista la situación, no está tan segura de que eso sea cierto. Ella, en cambio, está hasta las manos, y lo expresa con un verso que está, en mi ránking, entre uno de los 10 más memorables de la canción mundial (junto con “No droguen más al toro, dróguenme a mí” y algunos otros que fui mencionando en las últimas 60 semanas):

Mataría a un dragón por ti
y moriría.

O sea: ella estaría dispuesta a matar a un dragón por él (tiembla Daenerys), pero al menos tiene el sentido común de darse cuenta de que eso no es una tarea tan sencilla, y que implicaría, muy probablemente, su propia muerte también.


Una muerte no definitiva, porque ella también regresaría de entre las llamas de su muerte, igual de joven, de perdida y de incurablemente enamorada, siendo lo que es, porque no hay otra Troya para hacerla arder (la voz de Sinead se vuelve aquí, 3:50 a 4:20, sobrenatural [tipo alien], amorosamente terrible).

Y la última parte de la canción da un nuevo giro, porque ella comienza a lamentar lo que pasó entre ellos, y a reprocharle a él que no hiciera nada para impedirlo. En vez de eso, él sigue, tanto tiempo después, escupiendo el fuego de sus mentiras, dejándola de lado, evitando (por ahora) su regreso de entre las llamas.

Hay un videoclip, para este tema. Y no es malo; sin embargo, resalta el aspecto “mitológico” de la canción, por llamarlo de alguna forma, en detrimento de lo íntimo, conflictuado e irlandés. Es, en cierta forma, un videoclip que distrae, así que les recomiendo que escuchen primero la versión sin videoclip, y luego recién lo miren.

Aunque yo no mataría a un dragón por ella, a mí me encanta esta canción, llena de fuerza y ternura y conflicto y melancolía y rencor. Y amor sufriente, cotidiano y épico, bien irlandés; si irlandés se tradujera simplemente humano.




Troy

I remember it
In Dublin in a rainstorm
We're sitting in the long grass in summer
Keeping warm
I remember it
Every restless night
We were so young then we thought that everything we could possibly do was right
Then we move stolen from our very eyes

And I wondered where you went to
And tell me
When did the light die?

You will rise
You'll return
The Phoenix from the flame
And we'll learn and we'll rise
You'll return
Being what you are
There is no other Troy
For you to burn

And I never meant to hurt you
I swear I didn't mean those things I said

I never meant to do that to you
Next time I'll keep my hands to myself instead.
Oh, and I should love you
What do you want to do?
Does she need you like I do?
Do you love her?
Is she good for you?
Does she hold you like I do?
Do you want me?
Should I leave?
I know you're always telling me that you love me

But just sometimes I wonder if I should believe

Oh, I love you
God, I love you
I'd kill a dragon for you
And die

But I will rise and I will return
The Phoenix from the flame
I have learned
I will rise

And you'll see me return
Being what I am
There is no other Troy
For me to burn

Well, you should have left the light on
You should have left the light on
Then I wouldn't have tried
You'd never have known
And I wouldn't have pulled you tighter
No, I wouldn't have pulled you close
I wouldn't have screamed
Now I can't let you go
If the door wasn't closed
No, I wouldn't have pulled you to me
And I wouldn't have kissed your face
You wouldn't have begged me to hold you
if we hadn't been there in the first place

But I know you wanted me to be there
Every look that you threw told me so
But you should have left the light on
You should have left the light on

And the flame burned away
But you're still spitting fire
Make no difference what you say
You're still a liar
You're still a liar
You're still a liar
Troya

Lo recuerdo,
en Dublín en una tormenta
estabamos sentados en el pasto en verano
dándonos calor.
Lo recuerdo,
cada noche inquieta.
Éramos tan jóvenes que pensamos que todo lo que podíamos hacer estaba bien.
Después cambiamos, robados ante nuestros propios ojos.
Y me pregunté adónde te habías ido.
Y dime,
¿cuándo fue la que la luz murió?

Te levantarás.
Volverás,
fénix de entre las llamas,
y aprenderemos, y nos levantaremos.
Volverás
siendo lo que eres:
no hay otra Troya
para que tú la quemes.

Y yo nunca quise hacerte daño,
te juro que no quería decir esas cosas que dije.

Nunca tuve la intención de hacerte eso,
la próxima vez mejor me voy a ocupar de mis propios asuntos.
Oh, ¿y debería amarte?
¿Qué quieres hacer?
¿Te necesita ella tanto como yo?
¿La quieres?
¿Es buena para ti?
¿Te abraza ella como lo hago yo?
¿Me quieres?
¿Debería irme?
Sé que siempre estás diciéndome que me amas,
pero a veces me pregunto si debería creerte.

Oh, yo te amo,
Dios, yo te amo:
mataría un dragón por ti
y moriría.

Pero me levantaré y volveré,
Fénix de entre las llamas.
He aprendido.
Me levantaré.

Y me verás volver
siendo lo que soy:
no hay otra Troya
para que yo la queme
[o “para que yo arda”].

Bueno, debiste dejar la luz prendida.
Debiste dejar la luz prendida,
entonces yo nunca lo hubiera intentado,
y tú nunca hubieras sabido
y no te habría presionado,
no, no te habría empujado hacia mí,
no habría gritado.
Ahora no puedo dejarte ir.
Si la puerta no hubiera estado cerrada,
no, no te habría empujado hacia mí
y no habría besado tu cara,
no me habrías pedido que te abrazara,
si no hubiéramos estado ahí en primer lugar.
Pero yo sé que me querías ahí,
cada mirada tuya me lo decía.
Pero debiste dejar la luz prendida,
debiste dejar la luz prendida.

Y la llama se apagó,
aunque tú continúas escupiendo fuego.
No importa lo que digas,
aún eres un mentiroso,
aún eres un mentiroso,
aún eres un mentiroso.


Va el link al videoclip, que incluye, además de una onda bien “fines de los ochenta”, de Sinead disfrazada de huevo duro y de un templo en llamas, una dorada cita visual al videoclip de “Zombie” de los Cranberries (si recuerdan la primerísima entrada de este blog).




Como bonus track, la versión original de “Nothing compares 2U” por su autor Prince a dúo con Rosie Gaines, para que ustedes sí comparen.

https://www.youtube.com/watch?v=wRFGQDeUuVM






Se despide, incinerado pero haciendo ojitos desde las cenizas,


DJ Vago

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