“Last goodbye”, de Jeff Buckley, por Scarlett Johansson (2009)
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.
Pablo Neruda, “Poema 15”
(fragmento), en
Veinte poemas de amor y una canción desesperada
Termina aquí la serie “Estás tan fuerte que ni te escucho”,
y cierro a todo trapo con la presencia de Scarlett Johansson, quien ya sacó dos
discos, uno con covers de Tom Waits (si conocen a Tom, saben que hacer un cover
de él es fracaso asegurado, porque lo mejor de sus canciones es esa
interpretación aguardentosa y sonámbula que él hace, y que es inimitable) y
otro cantando a dúo con Pete Yorn (un pibe melenudo que debe hacer, supongo,
country, porque no lo había escuchado nunca y la verdad, no me perdí demasiado).
No tengo los datos oficiales, pero apostaría que no le deben
haber ido muy bien que digamos, a los discos. Básicamente, porque Scarlett es
una cantante mala. No tan mala como para que esa maldad se vuelva una virtud,
pero lo suficientemente mala como para preferir cualquier otra versión de
cualquier tema cantado por ella, antes que el cover de ella.
¿Cómo es posible entonces que haya sacado dos discos? (y tal
vez, quien les dice, todavía haya un tercero). ¿Cómo puede ser que hayan pasado
esos temas por la radio, y (sobre todo) a ella en la tele cantándolos?
No es una buena compositora, ni una buena música, ni cantante.
Pero es linda. Muy linda.
Y es famosa.
La fama te da, en este mundo cruel en que vivimos, permiso
para hacer casi cualquier cosa que se te ocurra. En la película ¿Quieres ser John Malkovich?, un ignoto
titiritero titiretea el cuerpo de John Malkovich para utilizar su fama como catapulta
para su carrera titiriteril. De forma parecida, otros muchos utilizaron su fama
para llegar a cargos o emprender negocios en los que pareciera que no tenían mucho
fundamento para triunfar: solo por citar algunos, tenemos a Ronald Reagan, un
actor de westerns de segunda línea que llegó a presidente de los Estados
Unidos, Schwarzenegger pasó de actor forzudo y de madera a gobernante estadual o,
más cerca, Reutemann, un automovilista devenido gobernador… En el mundo del
arte, un caso reciente y simpático es el de Doctor House, mejor dicho, el actor
que lo interpretó, Hugh Laurie, que escribió una novela y, como toca bien el
piano y le encanta el jazz viejo, sacó ya dos discos de un jazz que ya muy poca
gente escucha, y los vendió un montón, porque claro, es Doctor House, loco, y a
todo el mundo le da curiosidad cómo un médico tan renombrado toca canciones de
jazz de los años veinte y/o de la cuenca del Mississippi.
De la misma manera, Scarlett Johansonn utilizó su imagen y
su fama como actriz para lanzar su carrera musical. Y la lanzó, pero todavía no
se sabe dónde habrá caído.
Porque como cantante, es una chica muy hermosa.
Tiene, además, un cuerpo notable y una bella y reconocible voz (por ejemplo, coprotagoniza
la película Her solamente hablando,
sin que su imagen aparezca en un solo fotograma, y lo hace muy bien).
Entonces, esto de ser cantante… digamos... ¿qué necesidad había?
No lo sé.
Pero tampoco quiero ponerme demasiado crítico, porque mirá
si Scarlett lee esta entrada del blog y pierdo chances con ella.
(En caso de que estés leyendo esto, Scarlett, aclaro que
todo lo que escribí antes es mentira, solo para seguirle la corriente a mis
otros fans, que esperan de mí reseñas musicales ácidas y son (no quería decirlo,
pero bueno, lo digo) bastante mala onda. Vos cantás muy, pero que muy bien,
Scarlett. Te veo futuro. )
Paso a la canción seleccionada. La elegí, sobre todo, por
las fotos del videoclip. El tema es un cover de Jeff Buckley, quien tampoco
tengo idea de quién sea, y por lo tanto, debe ser un artista country también.
La música es, como podrán escuchar, bastante pobre. La letra es, como podrán
leer, sosa y olvidable, con frases traídas de los pelos y propuestas descolgadas
(como “pienso fuerte en mis ojos blandos”, o pedirle un beso un minuto después
de cortar con esa persona, y aclarar que el beso sea “por deseo, no para
consolarme”).
La idea de la canción es: lo nuestro se acabó, chau. Una
base que dio grandes temas musicales a lo largo de la historia, y este no es
uno de ellos.
Lo interesante es que, siendo la canción original tan poco
destacable, el cover de Scarlett no la arruina tanto. (Scarlett: no leas el
resto del párrafo, por favor.) O sea: el cover es muy malo, pero no está tan
peor que el otro. En cambio, no recomiendo que escuchen, por ejemplo, el cover
que hace Johansonn de “Summertime” sin tener a mano sales aromáticas, un balde
y el número de la línea de ayuda al suicida o, en su defecto, del Papa
Francisco o similar, porque es una masacre intolerable.
En síntesis: Scarlett está muy bien cuando llega, cuando se
va, cuando habla, cuando actúa y cuando hace casi cualquier cosa, excepto
cantar.
No sé ustedes, pero yo la perdono de todo corazón.
Eso sí: ella no volverá a aparecer por este blog musical,
porque tengo principios y una ética inquebrantable.
A menos que me lo pida personalmente.
Last goodbye
This is our last goodbye
I hate to feel the love between us die.
But it's over
Just hear this and then I'll go:
You gave me more to live for,
More than you'll ever know.
Well, this is our last embrace,
Must I dream and always see your face?
Why can't we overcome this wall?
Baby, maybe it's just because I didn't know
you at all.
Kiss me, please kiss me,
But kiss me out of desire, babe,
and not consolation.
Oh, you know it makes me so angry
'cause I know that in time
I'll only make you cry,
this is our last goodbye.
Thinking so hard on my soft eyes,
and the memories
Offer signs that it's over, it's over.
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Último adiós
Este es nuestro último adiós.
Odio sentir que el amor entre nosotros muere.
Pero se acabó,
escucha esto y entonces me iré:
me diste más por lo cual vivir,
más de lo que supiste nunca.
Bueno, este es nuestro último abrazo,
¿debo soñar y ver siempre tu cara?
¿Por qué no podemos cruzar esta pared?
Bebé, tal vez porque no te conozco
en absoluto.
Bésame, por favor bésame
pero bésame por deseo, bebé,
y no como consuelo.
Oh, sabes que me enoja tanto
porque sé que con el tiempo
solo te haré llorar:
este es nuestro último adiós.
Pienso tan fuerte en mis ojos suaves,
y los recuerdos
ofrecen signos de que se acabó, se acabó.
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Y se acabó nomás esta serie. La semana que viene me retiro de
la belleza ajena para adentrarme en la música propiamente dicha, con una serie
dedicada a un género musical que ya apareció convenientemente indiciado en este
posteo.
Se despide por consuelo, no por deseo:
DJ Vago
Si algún dia llegaran a gustarme las mujeres...,aún así, preferiría otra, oque no me cante.
ResponderEliminarAverigua más sobre Jeff Buckley, de seguro te cambiará la vida cuando lo escuches, y Last Goodbye, con su temática amorosa tan típica, es una tremenda canción (la original, claro), la voz de Jeff Buckley es lejos una de las mejores que he escuchado en mi vida.
ResponderEliminarLo haré. Gracias por el comentario.
EliminarCon todo respeto pero si deberías escuchar a Jeff Buckley, quizás respondas "Gracias por tu comentario" quizás no, pero que me leas me es suficiente. Grace es una obra maestra, cada día muchos o pocos lamentamos la muerte de Jeff (sí, lo conocí hace años y lo tuteo, ya le tengo confianza) maldito el dia, maldito el rio que se lo llevo, una persona irrepetible como ser humano y como artista. Su música ha influenciado grandes bandas y quizá no muchos lo conozcan pero su muerte apenas y es el comienzo de su legado.
ResponderEliminarP.D. Me gusta como escribes.
Agradezco el comentario y te hice caso, escuché a Jeff y reconozco que fue un gran cantor y un muy buen músico. Cuando escribí este posteo, hace ya unos cuantos años, no lo conocía para nada, así que me disculpo si fui involuntariamente irrespetuoso con él. Un abrazo!
ResponderEliminarDicho esto, esta canción, "Last goodbye", no me parece de las mejores de él, y la letra me sigue pareciendo bastante mala. Lo que no quita que Jeff sea un gran músico, por supuesto.
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