“Rezo por vos”, de y por Luis Alberto Spinetta y Charly García (1985) y “I say a little prayer” (1967), por Dionne Warwick y Aretha Franklin
Ya llegando a las últimas instancias de este Mundial de
la Canción, es hora de apelar a lo que sea, con tal de llegar a ese resultado
que esperamos recibir cual maná del cielo. Por eso vamos con dos canciones bien
distintas, pero en las que se acude al mismo recurso extremo: rezar. Las dos
canciones comparten también una particularidad: ambas tienen dos versiones
icónicas, con lo cual, antes de enfrentarse entre ellas, uno debería decidir
cuál es la versión elegida en cada tema.
La primera canción, de 1985, es “Rezo por vos”, la única composición firmada a dúo por los dos mayores héroes del rock nacional argentino: Charly y Spinetta. Fue la primera y única canción de un disco entero compuesto a dúo, proyecto que no llegó a concretarse porque no lograron coordinar los tiempos de cada uno (Luis Alberto tenía chicos chicos y priorizaba su vida familiar, Charly necesitaba dedicarse en las noches y sin pausa al proyecto). Más allá de que la colaboración no funcionó, la admiración y el cariño mutuos entre Charly y Spinetta se mantuvieron inalterables.
Y quedó esta canción, que es un poco spinettiana y un
poco charlyesca. Ambos la grabaron, cada uno por su lado y en su propio estilo,
y la incluyeron en sus siguientes respectivos discos: Spinetta en Privé (1986) y García en Parte de la religión (1987).
Es, en ambas versiones, una canción sugerente y ambigua
de redención, en la que el cantor parece haber superado una prueba difícil (de
la que no se dice nada) y ahora estar solo (sin ese “vos” que se anuncia en el
título) pero curado de sus heridas y lleno de un amor sagrado, aunque tampoco
queda muy claro cuál es ese dios al que se reza ni, por supuesto, quién es ese
tú por el cual se reza ahora, ya desde una posición superada y cuasi mesiánica.
Hay en la letra influencias de algunas lecturas que compartieron
Luis Alberto y Charly, como los poemas de Sor Juana Inés de la Cruz; pero en
líneas generales la letra quedó lo suficientemente abierta como para que cada
uno le diera su propia onda. Y en efecto, las versiones de ambos autores son
bastante distintas, no solo en los arreglos, sino también en las letras.
De la versión de Spinetta me gusta cómo hace énfasis en
la palabra “soledad”; es una versión más rasposa, más roquera y, a la vez, más
tanguera que la versión de García, y eso me gusta. Es también más delicadamente
mística; incluso, cuando llega a la palabra “sagrado”(justo en el minuto 2 de
la grabación) se escuchan ruidos de campanas disonantes que no parecen tener mucho
que ver con la canción, pero sí tienen que ver, porque son como los ruidos de
campanas que se hacen en las misas católicas en el instante exacto en que
sucede el milagro de la transformación del pan y el vino en el cuerpo y la
sangre de Cristo (mi hermana la segunda es la cristiana de la familia y me pasó
el dato).
Rezo
por vos (versión Spinetta)
La
indómita luz se hizo carne en mí
y lo
dejé todo por esta soledad.
Y
leo revistas en la tentación,
mi
cuerpo se cae,
solo
veo la cruz al amanecer.
Entonces
rezo. Rezo.
Morí
por no morir y me entregué a la pasión
y lo
dejé todo por esta soledad.
Y se
hizo de noche y ahora estoy aquí,
hice
el sacrificio
y
abracé la cruz al amanecer.
Entonces
rezo. Rezo por vos.
Y curé
mis heridas y me encendí de amor,
de
amor sagrado.
Rezo.
Rezo por vos.
La versión de Charly es mi preferida. Me gusta más su versión de la letra (donde él lee revistas “en la tempestad” en lugar de “en la tentación”, y quema las cortinas para encenderse); pero sobre todo, y más importante, esta versión contiene el riff más memorable del rock nacional argentino (al menos, no se me ocurre ahora uno más pregnante e inolvidable que este): trece notas, organizadas 5,3,3,2, que primero se hacen con guitarra acústica, luego con teclado y luego van reapareciendo durante toda la canción. Si escuchan este riff por primera vez, difícilmente puedan dejar de repetirlo en su mente durante lo que queda del día. Y si ya lo conocen, probablemente también. La palabra “soledad” aquí es aguda y dulce, sin esa aspereza de la versión de Spinetta, y en general esta de Charly es una canción menos mística y más mítica (al estilo de “Eiti Leda”, por ejemplo).
Rezo por vos (versión García)
La
indómita luz se hizo carne en mí
y lo
dejé todo por esta soledad.
Y
leo revistas en la tempestad,
hice
el sacrificio,
abracé
la cruz al amanecer.
Entonces
rezo. Rezo.
Morí
sin morir y me abracé al dolor
y lo
dejé todo por esta soledad.
Ya
se hizo de noche y ahora estoy aquí,
mi
cuerpo se cae,
solo
veo la cruz al amanecer.
Entonces
rezo. Rezo por vos.
Y curé
mis heridas y me encendí de amor,
y
quemé las cortinas y me encendí de amor,
de
amor sagrado.
Y
entonces rezo. Rezo por vos.
Me va a quedar un poco largo el posteo, pero también son
largos los rezos; si no, no funcionan. A aguantar.
Porque aquí presento la canción rival, “I say a little
prayer” (“Digo un pequeño rezo”), compuesta en el 67, música de Burt Bacharach
y letra de Hal David, y cantada originalmente por Dionne Warwick. Y menos de un
año más tarde salió la otra versión icónica (y más exitosa incluso) de este
tema, por Aretha Franklin.
En esta canción, una chica cuenta su día (se despierta,
se maquilla, va al trabajo) y cómo, en cada momento, se toma un rato para hacer
un pequeño rezo por él. Tiene la particularidad de que el título es un verso
dentro de la primera estrofa, en lugar de aparecer (como sucede casi siempre)
en el estribillo. Aunque al final parece ser que el rezo no era por él sino más
bien para él, pues ella le pide que
él (convertido en su dios) lo conteste, que responda su rezo-amor diciéndole
que él la ama a ella también). Así que si ella tiene que rogar que él le
conteste el rezo, esta es una canción de amor no correspondido, como “Ne me
quitte pas”: por favor amame, loco.
Lo que no impide que esta sea una de las canciones
favoritas en las bodas, en los Estados Unidos.
La versión de Warwick es mi favorita: porque tiene una
hermosa voz y la hace más íntima, más cálida. Uno puede creer que ella está
recién levantada o tomando el colectivo mientras canta. Al compositor,
Bucharach, no le gustaba esta versión: estaba arrepentido del tempo que él mismo
había elegido, que hacía sonar la canción un poco demasiado rápida, en especial
en el estribillo. Y es cierto, suena un poco nerviosa, la canción, por
momentos.
En la versión de Aretha eso se soluciona, pues ella la
hace más lenta. Sin embargo, aquí las chicas del corito (curiosamente, son las
mismas cantantes en ambas versiones, un grupo llamado The Sweet Inspirations, “Las
Dulces Inspiraciones”) toman protagonismo, y cantan ellas la mitad de la
canción, mientras que Aretha solo canta (brillantemente, sin dudas) parte de
los versos y palabras sueltas del estribillo. Esta canción suena más gospel,
más de iglesia, pero también más bullanguera y menos creíble, y por lo tanto me
gusta un poquitín menos.
Aquí van ambas versiones y la letra traducida.
The moment I wake up Before I put on my makeup I say a little prayer for you While combing my hair now, And wondering what dress to wear, I say a little prayer for you Forever, and ever, You'll stay in my heart and I will love you Forever, and ever, We never will part Oh, how I love you Together, forever, That's how it must be to live without you Would only mean heartbreak for me. I run for the bus, dear, While riding I think of us, dear, I say a little prayer for you At work I just take time And all through my coffee break-time, I say a little prayer for you My darling, believe me For me there is no one but you. Please love me too I´m in love with you, Please love me too Answer my prayer Answer my prayer now babe |
Cuando
me despierto antes
de ponerme el maquillaje digo
una pequeña oración por vos. Mientras
me peino, ahora, y me
pregunto qué vestido usar, digo
una pequeña oración por vos. Por
siempre y para siempre estarás
en mi corazón y te amaré. Por
siempre y para siempre nunca
nos separaremos, oh, cómo
te amo. Juntos
para siempre. Así
debe sentirse vivir sin vos: eso
sería desolador para mí. Corro
el colectivo, querido, mientras
viajo pienso en vos, querido, digo
una pequeña oración por vos. En el
trabajo me tomo un tiempo y en
todo mi descanso para el café digo
una pequeña oración por vos Mi
querido, creeme: para
mí no hay nadie más que vos. Por
favor, amame también. Estoy
enamorada de vos, por
favor amame también. Respondé
mi oración. Respondé
mi rezo ahora, nene. |
Y eso es todo por hoy. Cada uno rece al dios que le quepa
y por el motivo que le plazca: la felicidad eterna, el amor, un resultado
deportivo, la muerte del reguetón, es a gusto.
Y yo, mientras tanto, rezaré (a mi manera lenta y
sinuosa) por vos.
DJ
Vago
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