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viernes, 10 de febrero de 2023

No me importa ni medio

 

“Nothing else matters”, de Metallica (1991), y “La media pena”, de Pepe Núñez y Carlos Vallejo (década del 60)  

 

Pocas cosas me importan, es cierto. La siesta, la música, un puñado de seres humanos cuidadosamente seleccionados, y habrá alguna cosa más que me importa, pero se ve que no me importa tanto como para recordarla ahora y completar la enumeración.



Y por eso traje hoy dos geniales temas musicales sobre eso, sobre lo poco que importa en serio y lo nada que importa todo lo demás.

Ambas canciones son chacareras, básicamente. Una, “La media pena”, lo es en forma declarada; la otra, “Nothing else matters”, no salió aún del placar, pero creanmé que es una chacarera nomás, aunque dudo que sus autores, James Hetfield, Lars Ulrich y Kirk Hammett (tres de los integrantes de Metallica a inicios de los noventas) sean conscientes de que compusieron una chacarera lenta.

No descubro la pólvora si digo que Metallica es una de las mejores bandas de la historia (no solo del metal, sino de todo el rock), y tienen muchos temas memorables: este, “Nada más importa”, está entre ellos. La canción es inmensamente conocida y, al ser una balada lenta con una melodía muy bella y reconocible, “conecta” con mucha gente a la que no le gusta particularmente el rock pesado, y fue covereada y versionada por la gente más diversa a lo largo del mundo (abajo pondré algunos de esos covers, por si les interesa).

A la letra la compuso Hetfield para una noviecita que tenía, pero cuando le preguntan ahora, no puede recordar para quién era la canción, y tampoco sobre qué era originalmente. El tema pasó a tratar, para los integrantes de la banda, sobre sus fans, sobre aquellas personas que los siguen y los escuchan, y que son para ellos lo que más importa.

Sí, uno puede escuchar y sentir que es una canción de amor, pero lo es en forma filosófica: el cantor no le dice a la/el destinatario qué linde que sos (pop), cómo te quiero (bolero), mové ese culo (reguetón), sino que reflexiona sobre cómo funciona ese vínc... esa relación de confianza entre ellos dos, que les permite mantener su identidad propia, una mente abierta para incorporar nuevas formas de ver, una forma de actuar que no depende de lo que digan o hagan los demás; y eso, esa simbiosis espiritual entre ellos, es lo único que importa.  

El ritmo es ternario, y como en la chacarera, va oscilando de métrica entre un 3/4 y un 6/8 (es decir, entre dividir cada tiempo del compás en dos partes o dividir cada tiempo en tres partes). “Es un vals”, podrían decir ustedes. Y, sí, no lo niego. Pero escúchenlo y díganme si la onda de la canción no es más cercana a una chacarera de los hermanos Ábalos que a “El Danubio azul”. Solo le falta gritar “¡Segunda!”, a Hetfield, cuando termina por primera vez el estribillo.

Una hermosa canción, en todo caso, con esa intro en guitarra (¡chacarera!) y esa onda pausada y amablemente melancólica. Porque los metaleros también sienten, qué se pensaban.

 

“Nothing else matters”:

https://www.youtube.com/watch?v=tAGnKpE4NCI

 

Nothing else matters

 

So close, no matter how far

Couldn't be much more from the heart

Forever trusting who we are

And nothing else matters

 

Never opened myself this way

Life is ours, we live it our way

All these words, I don't just say

And nothing else matters

 

Trust I seek and I find in you

Every day for us something new

Open mind for a different view

And nothing else matters

 

Never cared for what they do

Never cared for what they know

But I know

 

Nada más importa

 

Tan cerca, no importa cuán lejos,

no podría ser más desde el corazón,

por siempre confiando en quiénes somos

y nada más importa.

 

Nunca me abrí de esta manera,

la vida es nuestra, la vivimos como queremos

todas esas palabras, no solo las digo

y nada más importa.

 

Busqué confianza y la encontré en vos,

cada día es para nosotros algo nuevo,

mente abierta a una forma de ver distinta,

y nada más importa.

 

Nunca me importó lo que ellos hacen,

nunca me importó lo que ellos saben,

pero yo sé.

 

 

La otra canción de hoy, como anticipé, es una chacarera declarada: “La media pena”, del gran Pepe Núñez, con letra de Carlos Vallejo. No encontré el año exacto en que fue compuesta, pero habrá sido en algún momento de la década de 1960, calculo. Hay muchas versiones, pero elegí mi favorita, la de Juan Falú, un gran guitarrista y compositor (que está él también entre mis favoritos).

Como la canción anterior, esta también es melancólica y filosófica: el cantor tiene una pena, pero no es una pena completa, sino apenas una media pena, una pena sin nombre ni entereza; y hasta sería mucho mejor tener una pena de verdad, de cuerpo entero (el corazón del cantor le reclama eso, que se consiga una pena más grande, qué tanto). Esa pena insustancial, que ni pena entera es, no debería tenerse en cuenta; y sin embargo, jode. Molesta, resiste, persiste, no se va nunca: se ve que no hay nada más insidioso e indeleble que una media pena, como una garúa del espíritu que no moja pero empapa y hace que el cantor, al comprobar que la copla le quedó corta (como la pena), exclame:

Esta copla es corta y qué me importa.

Que es, claro, el carozo de esta canción: tengo una media pena, y nothing else matters.

 

Falú cambia el orden de algunas estrofas y no las hace todas, pero igual prefiero su versión a otras (incluso a la de Mercedes Sosa, por más que la adoro, que hace una versión bullanguera y alegre), porque Falú la hace bien melancólica y tristona, como pensativa. Y toca la guitarra maravillosamente, además.

 

“La media pena”:

https://www.youtube.com/watch?v=ii6Tdz-Ok8I

 

La media pena

Si la pena es media pena,

para qué tenerla en cuenta.

Solo me alcanza de ida

y a mí me falta la vuelta,

pero para qué tenerla en cuenta.

 

Que mi corazón no piense

que me voy a buscar otro,

solo quiero que la pena

no camine con nosotros,

pero no me voy a buscar otro.

 

Copla corta y qué me importa,

cuando canto yo me olvido,

¡ay, si mi pena pudiera

hacer lo mismo conmigo!

Esta copla es corta y qué me importa.

 

Que mi corazón no piense,

que he de hacer lo que él me diga:

si quiere penas más grandes,

que solo él se las consiga.

Pero no he de hacer lo que él me diga.

 

Siempre queda alguna senda

por donde no van las penas

y unas coplas dentro de uno

que las van haciendo ajenas.

Pero siempre queda alguna senda.

 

Copla corta, qué me importa,

cuando canto yo me olvido,

¡ay, si mi pena pudiera

hacer lo mismo conmigo!

Esta copla es corta y qué me importa.

 

 

Acá van, como cierre, algunas de las miles de versiones y covers de “Nothing else matters”:

 

- Versión de Miley Cyrus con Metallica (el vozarrón de Miley queda muy bien con las canciones de Metallica, ella cantó varias veces con ellos): https://www.youtube.com/watch?v=WphS6h5q4sk

 

- La versión de Mon Laferte (no me gusta cómo quedó la letra en castellano y la forma en que la canta Mon es un poco demasiado melodramática para mi gusto, pero queda clarísimo que esta canción es una chacarera o una zamacueca lenta):

https://www.youtube.com/watch?v=xhP0Q6Hs158

 

- Versión de un grupo folclórico checo, compuesto por chicas disf... vestidas con trajes típicos y pintarrajeadas como muñecas de porcelana.

https://www.youtube.com/watch?v=09NqLjHJtGQ

 

- Versión de Las Grullas de Steve, un grupo de folk sureño estadounidense, en donde vemos que el acordeonista llega en bote desde la laguna, para incorporarse en mitad de la canción. En las estrofas hacen una base rítmica de 2/4 (ritmo de marcha o de tango), en lugar del ritmo ternario, y diría que les queda muy raro, el cover.

https://www.youtube.com/watch?v=3JFb_aOn6rc

 

Y la versión “alegre” de “La media pena” de Mercedes Sosa:

https://www.youtube.com/watch?v=6MqdLfvZMyQ

 

 Y con eso termino por hoy y me voy a dormir una siesta y media. Todo lo demás... ya saben.

DJ Vago

 

 

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